El odio más viejo que el amor: la pareja colérica

Anuncio
El odio más viejo que el
amor: la pareja colérica1
HERNÁN SOLIS GARZA
Al poeta Don Federico del Sagrado
Corazón de Jesús García y Lorca
I
¿Dónde andarán los gitanos que iban por
el monte sueltos? Que no me digan, que no, si
alguno ya no suspira. Que los cirios
parpadeen, la tortuga ya no dance, que las olas
queden solas. Ayes de aquendes ayeres, hondo
gimen, cantan jondo.
Camposantos de calendas en nacer un
varonío que por encima los mida -si es que
nace Señor mío, si es que nace-. Humilla
poeta, humilla; por la espalda te inmolaron, de
frente nadie podía. Humilla torero, humilla;
dicho par a tercia mata.
Amanece la farola, la caracola tirita, ya
subiendo el toro va, desnuda la luna cita.
Con el corazón parado, a las cinco de la
tarde, a la mozuela busqué, y fue un palpito en
redoble, desde el lado moridor, cuando la vi,
madre mía, y temblando pregunté.
Nada me dijo la infiel. Sobre amor o
desamor la anciana nada me dijo. No quiso
quebrar hechizo, pues la nana canturreando,
arrullaba a un costurero: grande, de raso
pajizo...
Sí; con hacedores de versos hemos
topado mi buen Sancho y, tenlo por verdad
eterna: La pluma es lengua del alma...
II
"Todos los días te quiero y te odio
irremediablemente... Ya ves. ¿Quién podría
quererte menos que yo, amor mío?" Jaime
Sabines (1961).
Nuevo recuento de poemas, p. 122.
Sigmund Freud en 1915, dejó escrito: "El
odio es, como relación con el objeto, más
antiguo que el amor" (p. 133); añadía, además,
algo primordial, manejado por él tres años
antes al disertar "Sobre la dinámica de la
transferencia" (1912); a saber, toda relación
afectiva con los objetos es, por regla,
ambivalente. En esto seguía a Bleuler (1911),
quien había planteado ya que la principal de
las ambivalencias humanas era la emocional;
es decir, la sempiterna oscilación entre amor y
odio. Otro pensador a quien adeudamos tanto,
había de ilustrarnos acerca del concepto de
bivalencia. Estoy hablando, sí, de Enrique
Pichon-Riviére (1980) rescatado en parte por
Taragano (1980) y Ulloa (1995).
La bivalencia con objetos parciales, es
diferente a la ambivalencia que se siente ante
un objeto completo único. La influencia de
Melanie Klein (1946) es clara en la teoría del
vínculo de Pichón, pues según él, siempre
coexisten
dos
valencias
vinculares
endopsíquicas; una con el objeto bueno, otra
con el malo; así, si analizamos la conducta
egosintónica, repetitivo, de una persona,
vemos que dicha caracterología depende del
vínculo establecido e iterativo con los objetos
tanto internos como externos. Si predomina el
odio sobre el amor, los vínculos interiores son
patológicos; si el amor impera el vínculo será
sano, aunque ambivalente. Lo señalado
adquiere vital importancia en los múltiples
tipos de apareamientos; verbi gratia; parejas
hétero e isogámicas, diada mamá-hijo, vínculo
analista-analizante, interacción individuoinstitución.
1 Ponencia Oficial de ARPAC (Asociación Regiomontana de Psicoanálisis A. C.) ante el XXII Congreso
Latinoamericano de Psicoanálisis, Cartagena de Indias, Colombia, Agosto, 1998.
HERNÁN SOUS GARZA
La bivalencia correspondería también a lo
formulado por Abraham en 1924, cuando
planteó su idea de preambivalencia; y, estaría
a la par con los desarrollos nuestros acerca de
la patología pre-estructural (Solís 1983,1983a, 1984,1984-a; Tubert 1989; Vives, 1991). En
suma, el amor ambivalente sería la relación
constante con un objeto total, donde
predominan ternura, respeto, gratitud,
genitalidad y, culpa depresiva reparadora, ante
el objeto bueno del afuera, representante de la
realidad material. Ahora más; algunos
creemos que la postambivalencia mencionada
por Abraham (1924) es una utopía idealizada
inexistente cual genuino vínculo externo
cotidiano, duradero; amén de que durante las
maromas que nos da la vida; en veces, el amor
fenece.
José Luis González (1968) opina que una
comprometida interacción amorosa en el
afuera implica "un gasto mayor de energía,
pues sólo ahí con el objeto real externo se
alcanza verdaderamente la satisfacción" (p.
57). En cambio, la vinculación amalgamada
con los objetos internos dominantes y sus
derivados inter-personales exteriores, resulta
ser diferente, pues ahí comanda la fantasía
inconsciente que no propone, impone, al
confundir amor con necesidad. Trátase de un
manejo utilitario donde los objetos parciales
buenos son usados como cosas y después
desechados a ultranza, hasta un nuevo
aumento de la pulsión; mientras tanto los
objetos
parciales
malos,
permanecen
idealizados. José Luis insiste en que la
"destrucción infringida al objeto "usado" es
siempre negada" (p. 57). El autor, bien lo
sabemos, elonga así el genial pensamiento de
Melanie Klein (1946,1957, 1958) y, los
ataques envidiosos al vínculo, de Bion (1959).
III
"Hay un modo de que me hagas completamente feliz, amor mío; muérete". Jaime
Sabines (1961) Ed. Cit. p. 134.
Abundando sobre las parejas hétero e
isogámicas, el binomio madre-hijo, la dupla
analista-analizante, y los enlaces individuos e
instituciones; ahí, seguido operan vínculos
nefastos con psicomecanismos ofensivosdefensivos, de modalidad sistémica,
76
circular y regresiva. Veamos entonces cómo
se establecen y perpetúan las primitivas
relaciones objétales tanáticas. ¿Quién encoleriza, enloquece, deprime o mata a quién? El
odio en los tiempos del cólera sentimental,
está plurideterminado y multiprecipitado; aún
más en las parejas de cónyuges, pues allí
acaece una potencialización colérica en
escalada simétrica (Watziawick, p.; et al,
1967) que deviene en un pleito sin fin a
muerte, donde hay tormenta sobre mojado,
siendo
la
retroalimentación,
violenta,
psicotizante, perversa, adictiva o, aletargante.
(Bion, 1959; Searles, 1959; Grinberg, 1982;
Solís 1984).
Es obvio que endopsíquicamente
prevalece una escisión, que fuera detectada
por Felipe Pinel (1801) al insistir él, sobre los
deseos "siempre contrariados" de los
melancólicos. Habían de pasar ciento ochenta
y cuatro inviernos con sus primaveras, para
que el milagro de Aracateca pariera la más
cartagenera de sus memorias, en cuyo acápite
inaugural el doctor Juvenal Urbino, intuye,
soliloquiando, la muerte natural de un suicida;
leamos:
"Era inevitable: el olor de las almendras
amargas le recordaba siempre el destino de los
amores contrariados" (García Márquez, 1985,
p. 9).
Comprobado está; en la lucha de parejas,
el único pleito positivo es aquél donde ambos
ganan. Durante el escalar sádico o masoquista,
los dos miembros pierden. En el ensayo de
Octavio Paz (1960) sobre Sade; él,
parafraseando al Freud de 1920, interpreta que
el conflicto tanático del marqués, era "un más
allá erótico". La Palazzoli (1978) nombró a
ese vínculo autodestructivo, "escalada simétrica de sacrificio"; la competencia mortal
consistiría en demostrar quien de los cónyuges
sufre más, psíquica y somáticamente.
Bergman(1985) dialécticamente indica, que
aquí, el ganador es el perdedor. Lo antecitado
elonga la descripción clásica de Lederer y
Jackson (1968) acerca de los matrimonios
"inestables insatisfactorios", caracterizados
por desgastantes diatribas y constantes
somatizaciones, incluido en esto el duelo
corporal (Solís, 1982).
EL ODIO ES MAS VIEJO QUE EL AMOR
IV
"Mujer, ternura de odio, antigua madre". Jaime
Sabines (1950), éd. cit., p. 25. Las pulsiones,
más que buscadoras de satisfacciones
instintivas placenteras, en el sentido del joven
Freud, son mordentes de objetos en el afuera
(Fairbairn, 1940: Modeli, 1984), agregándose,
ahora, lo que manda en el "más allá del
principio del placer", o sea, el instinto de
muerte (1920). Además, Freud (1905) en el
más instintivista de sus trabajos, aseveró que
la elección de objeto era un encuentro y a la
vez un reencuentro; de tal modo que nadie se
casa con un desconocido (Freud, 1914; Solís,
1979, 1984, 1987, 1990, 1995), empero,
intervienen a la par, otras eventualidades
existenciales, que en las "Meditaciones del
Quijote", Ortega y Gasset (1914) definió
circularmente con su frase de todos conocida:
"Yo soy yo y mi circunstancia", nada ajeno
ello a las series complementarias freudianas
(1915-16).
"...qué entendemos por estructura"
¿Relación de relaciones? (Scherzer, 1983).
Tanto
las
estructuras
relaciónales
endopsíquicas como las interpersonales,
reitero, son resultados de vínculos con objetos
parciales y completos desde la dualidad
pulsional. Sobre este campo cultivo, desde y
para siempre, las seminales ideas de la escuela
británica (Klein, 1946, 1952, 1955, 1957;
Rosenfeld, 1950; Bion, 1957, 1959, 1963); y,
dos formulaciones me han sido capitales, a
insistir: la teoría y práctica de las
identificaciones proyectivas patológicas y
saludables.
Si interactúan en las protorelaciones
objétales, externas e internas, las proyecciones
e introyecciones envidiosas y desquiciantes de
la dupla maternofilial, se escenificará una
locura de dos. Si la parte psicótica descrita por
Bion (1957) transita alternativamente en el
mudable binomio depositador-depositado
(Pichon-Riviére 1971), la disyuntiva viene
siendo, ¿quién vuelve loco a quién? (Solís,
1984) y, en el venturoso caso de un
intercambio fluido de la diada, de las
identificaciones realistas positivas desde la
parte no psicótica; ahí, la interrogación
dialéctica seria, ¿quién brinda salud a quién?
(Solís, 1984).
Para lograr la necesaria triangulación
edípica y, el modelo relacional de futuros
apareamientos maduros, se requiere del
complejo paterno, ejemplificado por Freud
(1909) en el abogado Ernst Lanzer, más
conocido como El hombre de las ratas.
Recalcando al respecto debe destacarse la
indispensable función del padre, cual partero
emocional del hijo. Dicho rescate tiene que ser
facilitado por la mamá, pues los tiernos
vástagos se prenderán de papá, a través de la
mirada materna. La madre propiciará el
cambio de objeto, confiando ella, que ello
posea doble boleto amoroso de regreso. Lacan
(1938), Abadi (1960), Laing (1969) y Mahier
(1975), han surcado ese terreno. Sin embargo,
los familiólogos dinámicos parteaguas fueron
aquellos que como Pichón (1960, 1965), Dicks
(1964), Laing (1969), Teruel (1974); Tubert y
Vives (1990), Dupont y Wazongarz (1993),
enfatizaron la dialéctica especular de las
interrelaciones entre familias y parejas,
externas e internas. Dichas aportaciones las he
adoptado para el análisis familiar, conyugal y,
supervisiones de terapeutas del mundo psi
(Solís, 1994,1994-a, 1995). En insistido vena,
Laing (1969), desde su meridiano vértice
analíticosistémico, fue categórico al afirmar:
"La "familia" no es un objeto
introyectado, sino un conjunto de relaciones
introyectado" (p. 18).
Acorde con el argüir clínico de los
antecitados maestros, por el mundo vamos
todos espejeando, repitiendo, renegando,
aquellos vínculos inconscientes de los objetos
del self (Kohut, 1971) y, sus derivados
objétales en el afuera. Toda historia de amor
(Kristeva, 1983) viene siendo el escape del
espejo narcisista, en búsqueda del verdadero
amor objetai (Fromm, 1956; Kohut 1971;
Kerberg, 1976; Solís, 1987).
Bien, permítaseme en este momento una
digresión aclaratoria, pues no es mi deseo
promocionar un modelo lineal de modalidad
causa-efecto, donde la infancia siempre es
destino. Creo clínicamente en la equifinalidad
de Von Bertalanffy (1968), donde aludiendo
él, a los sistemas abiertos, plantea qué
condiciones inicia-
77
HERNÁN SOLIS GARZA
les idénticas pueden causar resultados
diferentes y, situaciones distintas en un
principio, suelen devenir en estados iguales.
Ahora bien, los desarrollistas epigenéticos
clásicos, digamos Erickson (1950) y Peter
Bios (1962,1970), dieron un salto cualitativo
primordial cuando ellos comprobaron que
durante la adolescencia y sus vicisitudes, tanto
padres como hijos tenían una segunda
oportunidad para reelaborar al alimón
conflictos de identidad, ideales del yo,
triangulaciones edípicas, control impulsivo y,
separaciones e individuaciones mahlerianas
(1968). Adolescente proviene de adolescere =
crecer; en tal circunstancia, bueno es recordar
que así como hay padres distantes con niños
chicos, ellos mismos pueden lograr una mayor
cercanía durante la adolescencia y en futuras
fases del desarrollo vital. Además, en las
condiciones tempranas infantiles y sus
posteriores consecuencias, debemos también
incluir el "mapeo" de la lotería genética, pues
en algunos casos, el problema no radica "en
algo que los padres habían hecho a sus hijos
sino algo que habían dado a sus hijos: sus
genes" (Comings, 1989), citado por Bishop y
Wailholz, 1990, p. 288). He ahí las razones
que Freud sustentara en sus series
complementarias y Melanie Klein destacara en
"Envidia y gratitud". El modelo que aprehende
todo lo antedicho es el paradigma biopsicosocial de Engels (1982), sobre todo en las
elecciones de objeto: efectivas, laborales,
religiosas, profesionales, en fin.
V
"En el espejo Narciso amó su muerte"
Jaime Sabines (1961), éd. cit. p. 159.
Es obvio, desde la equifinalidad, que
mientras más cerradas sean las interacciones
entre los elementos, el patrón tenderá a ser
estereotipado, reiterativo, en círculo vicioso;
si el sistema es abierto el círculo se tornará
virtuoso. Claro, en veces, se acaban los
milagros (Rulfo, 1953) y, no acaso el
macondino en la Diatriba, abre declarando
que no hay cosa más parecida al infierno que
un matrimonio feliz.
78
El esfuerzo de volver loco a otra persona,
concepto analítico acuñado por Searles (1959)
y, enriquecido por Laing (1969) articula muy
bien con la teoría conosuriana del vínculo, en
el tenor de una locura, depresión, rabia o
ansiedad psicótica interior, que se proyectan
de manera constante en otra gente, hasta
enloquecerla, deprimirla, encolerizarla. Las
diadas suelen ser, redundamos, madre-hijo,
marido-esposa, paciente-terapeuta, sujetosociedad. Laing nombró a eso Defensas
Transpersonales; a explicar: Un yo
controlando la vida endopsíquica del otro, con
el fin fantaseado de preservar su mundo
interno (Laing, 1969, p. 26).
En frecuentes ocasiones, grupos familiares o institucionales escogen a miembros
adecuados, para que actúen como chivos
emisarios a control no tan remoto. Hemos
llamado a esos beneficios terciarios y
cuaternarios, (Solís, 1981), mismos que se
obtienen clonando y perpetuando desde el
medio inductor a un psicótico iracundo, en
roles de sociópata, alcohólico, suicida, que sé
yo. Lo anterior opera también en la lucha
entre géneros, colores, etnias, naciones, en fin.
La ganancia terciaria es familiar, la
cuaternaria es societal.
¿Cuál de los dos "poderes celestiales"
(Freud, 1930) triunfará en las interacciones
iterativamente señaladas en el texto?
¿Narcisismo positivo de vida o Narcisismo
negativo de muerte? (Abraham, 1924; Freud,
1932, Solís, 1976,1983-a.b; Green, 1983;
Kernberg, 1992).
Preguntadle a los poetas (Freud, 1932-a,
Solís, 1996). De acuerdo. En la novela donde
un viejo coronel nunca recibe la jamás escrita
carta, (García Márquez, 1961) se nos recuerda
que la vida es la mejor vaina que se ha
inventado. No siendo ello un madreador
desplante de mamagallismo (Galvis, 1997,
Saldívar, 1997). Cual contrapunto literario,
nuestro Juan Rulfo (1953-a) el triste, hace gemir a la vez, a un despadrado coronel, su
íntimo, desolado y personal lamento espejeado
de ánima en pena, desde aquél rufiano día en
que mataron a su propio padre:
EL ODIO ES MAS VIEJO QUE EL AMOR
"Es algo difícil crecer sabiendo que la
cosa donde podemos agarrarnos para enraizar
está seca".
No obstante, amén de la dualidad
pulsional,
los
poetas
aún
siguen
cuestionándose si la relación erótica-tanática,
no será siempre un repetido acto fallido de
total fusión con otro ser?
El deseo fusional idealizado, impreso
perdura en el postrer terceto de "Amor
constante más allá de la muerte". Quevedo lo
auguró así:
"su cuerpo dejarán, no su cuidado; serán
ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán,
mas polvo enamorado".
Y, el descarnado bardo de Chiapas, Jaime
Sabines (1951), antónimo del exquisito
Octavio Paz (1993), me deja dubitando -y con
su verbo termino-, sobre qué querría decirnos
Sabines, cuando escribió:
"Después de todo -pero después de todosólo se trata de acostarse juntos" (p. 60).
Referencias
ABADI, M.
_ (1960). Renacimiento del Edipo, Nova, Bue
nos Aires.
ABRAHAM, K.
_ (1924). "A short study of the development of
the livid, viewed in the light of mental
disorders", Selected Papers of Sychoanalysis,
Basic Books, New York,1960
BERGMAN, J.
_ (1985). "Ataques al vínculo", Volviendo a pen
sar, Editorial Hormé, Buenos Aires, 1972.
BION, W. R., Pescando Barracudas, Ed. Paidos,
Buenos Aires, 1996.
BION, W. R.
_ (1957). "Diferenciación de las personalidades
psicóticas y no psicóticas", Volviendo a pensar,
Ed. Cit.
BION, W. R.
(1963). Elementos del psicoanálisis, Ed.
Hormé, Buenos Aires, 1966.
BISHOP, J. B.; WALDHOIZ, M.
_ (1991). Genoma, Plaza Janes Editores, Barce
lona, España, 1992.
BLEULER, E.
(1911). Dementia preacox or the group of
schizophrenia, Internacional Universities Press,
New York, 1950.
BLOS, P.
_ (1962). Psicoanálisis de la adolescencia, Editorial
Joaquín Mortiz, México, D. F. 1971.
BLOS, P.
_ (1970). The young adolescent clinic studies,
The free Press, New York.
COMINGS, D. E.
(1989). "Presidential Address: The Genetics of
Human Behavior Lessons for Two Societies.,
American Journal of Human Genetics 44:452-60.
Citado P. Bishop y Waldholz, Ed. Cit. p. 288.
DICKS, V. H.
_ (1964). Tensiones matrimoniales, Editorial
Hormé, Buenos Aires, 1970.
DUPONT, M. A. WAZONGARZ, A.
_ (1993). Psicoterapia grupai para niños, Univer
sidad de Guadalajara y Asociación Psicoanalítica
Jaliciense, Guadalajara, Jalisco, México.
ENGELS, G.
__ (1982). "The Clinical Application of the
Biopsychosocial Model", AM. J. PSYCH U.S.A.
ERICKSON, H. E.
_ (1950). Infancia y sociedad, Ediciones Hormé,
Buenos Aires, 1959.
FAIRBAIRN, D. R
.— (1940). Estudio psicoanalitico de la personalidad, Ed. Hormé, Buenos Aires, 1970.
FREUD, S.
(1915)."Pulsiones y destinos de pulsión", O.C.
Amorrortu editores,Buenos Aires, Vol. XIV.
FREUD, S.
(1912). "Sobre la dinámica de la transferen
cia, O. C. Ed. Cit. Vol.XII.
FREUD, S.,
(1920). "Más allá del principio del placer", O.
C. Ed. Cit. Vol. XVIII.
FREUD, S.
(1905). "Tres ensayos de teoría sexual", O. C.
Ed. Cit. Vol. VII.
FREUD, S.
_ (1914). "Introducción del Narcisismo", O. C.
Ed. Cit. Vol. XIV.
FREUD, S.
(1915-16). "Conferencias de introducción al
psicoanálisis", O.C. Ed. Cit. Vol.. XV.
FREUD, S.
(1909). "A propósito de un caso de neurosis
obsesiva, (el "Hombre de las Ratas")". O. C.
Ed. Cit. Vol. X.
FREUD, S.
_ (1930). "El malestar en la cultura", O. C. Ed. Cit.
Vol. XXI.
FREUD, S.
(1932). "¿Por qué la guerra? (Einstein y
Freud)". O. C. Ed. Cit. Vol. XXII.
79
HERNÁN SOLIS GARZA
FREUD, S.
__ (1932-a)."La feminidad. 33a Conferencia", Nuevas
Conferencias, O. C. Ed. Cit. Vol. XXII.
FROMM, E.
_ (1956). El arte de amar, Editorial Paidós, Buenos
Aires, 1967.Galvis, S., (1997). Los García Marquez,
Ed. Océano, México, D.F GARCÍA M. G.
_ (1985). El amor en los tiempos del cólera,
EditorialDiana, México, D. F.
GARCÍA M. G.
_ (1961). El coronel no tiene quién le escriba, Edi
torial Plaza Janes, Barcelona, 1974.
GONZÁLEZ, J. L.; QUEVEDO, G.
_ (1968). "Esquema referencial de las psicosis",
Psicoanálisis y grupos, Editorial Pax-México,
México, D. F. 1988.
Green, A.
__ (1983). NARCISISMO DE LA VIDA, NARCISISMO DE MUERTE, Amorrortu Editores, Buenos
Aires, 1986.
GRINBERG, L.,
_ (1982). "Los afectos en la contratransferencia"
MEMORIAS delXIV Congreso psicoanalítico de
América Latina, Buenos Aires.
KERNBERG, O. F.
(1976). "Barriers to falling and remaining in love",
Object
relations
theory
and
clinical
psychoanalysisjason Aronson, New York.
KERNBERG, O. F.
_ (1976-a)."Mature love: prerequisites and
characteristics", Object relations.... Ed. Cit.
KERNBERG, O. F.,
_ (1992). La agresión en las perversiones y en los
desórdenes de la personalidad, Paidós, Buenos
Aires, 1994.
Klein, M.
(1946)."Notas
sobre
algunos
mecanismos
esquizoides". Desarrollos en psicoanálisis, Editorial
Hormé, Buenos Aires, 1971.
KLEIN, M.
_ (1957). Envidia y gratitud, Editorial Hormé,
Buenos Aires, 1971.
KLEIN, M.
_ (1958). "Sobre el desarrollo del funcionamien
to mental", Envidia y gratitud, Ed. Cit.
KLEIN, M.
_ (1952). "Algunas conclusiones sobre la vida
emocional del lactante", Desarrollo en psicoanálisis,
Ed. Cit.
KLEIN, M.
_ (1955). "Sobre la identificación", Desarrollos
en psicoanálisis, Ed. Cit.
KOHUT, H.
_ (1971). The analysis of the self, Internacional
Universities Press, New York.
KRISTEVA, J.
__ (1983). Historias de amor, Siglo XXI editores,
México, D. F., 1987.
LACAN, J.
__(1938). La familia, Homo Sapiens, Buenos Ai
res, 1977.
Laing, R. D.
80
_ (1969). El cuestionamiento de la familia, Edi
torial Paidós, Buenos Aires, 1972.
LEDERER, J. W., JACKSON, D.
_ (1968)- The mirages of marriages, W.W.
Norton, New York.
MAHLER, M.; PINE, F.; BERGMAN, A.,
_ (1975). The psychological birth of
the human infant, Basic Books, New York.
MAHLER, M.; FURER, M.
_ (1968). On human symbiosis and the
vicissitudes
of
individuation,
Internacional
Universities Press, New York.
MODELL, H. A.
_ (1984). El psicoanálisis en un contexto nuevo,
Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1988.
ORTEGA Y GASSET, J.
(1914). Meditaciones del quijote, M. Aguilar editor,
México, D. F., 1976.
PALAZZOLI, M., S.; ET AL.,
(1978). Paradox and couterparadox,
JasonAronson, New York.
PAZ, O.
(1960). Un mas alla erótico: sade, Editorial Vuelta,
México, D. F., 1993.
PAZ, O.
__ (1993). La llama doble, amor y erotismo, Ed.
Seix-Barral, Barcelona, España.
PICHON-RIVIÉRE, E.
__(1980).Teoría del vinculo, Ediciones Nueva Vi
sión, Buenos Aires.
PICHON-RIVIÉRE, E.
__(1971). El proceso grupai del psicoanálisis ala
psicologia grupai, Nueva Visión, Buenos Aires.
PICHON-RIVIÉRE, E.
_(1960). Tratamiento de grupos familiares:" Psi
coterapia colectiva", El proceso grupai... Ed.
Cit.
PICHON-RIVIÉRE, E.
_ (1965). "Grupos familiares. Un enfoque ope
rativo", El proceso grupaL... Ed. Cit.
PINEL, F.
_ (1801). Tratado médico-filosófico de la enaje
nación del alma o manía, Imprenta Real Ma
drid, 1804, edición facsimilar del Dr. Dionisio
Nieto, México, D. F.
ROSENFELD, H.
(1950). "Notes on the psychopathology of
confusional states in chronic schizophrenia",
Psychotic states, Internacional Universities Press,
New York, 1966.
RULFO, J.
_ (1953). "Talpa", El llano en llamas, Fondo de
Cultura Económica, México, D. FRULFO, J.
_ (1953-a). "¡Diles que no me maten!", El llano
en llamas, Ed. cit.
SABINES, J.
_ (1961). Nuevo recuento de poemas, Ed. Joa
quín Mortiz, México, D. F., 1977.
SALDÍVAR, D.
_ (1997). La biografía, vuelta a la semilla, Ed.
Alfaguara, España.
EL ODIO ES MAS VIEJO QUE EL AMOR
SCHERZER, A.
(1983). "Articulaciones crítico-productivas en
tre intervención individual, grupai e
institucional", en El inconsciente institucional,
Coordinador Gregorio Baremblitt, Ed. Nuevo
Mar México, D. F., p. 138.
SEARLES, F., H.,
_ (1959). "The effort to drive the other person
crazy -an element in the aetiology and
psychotherapy of schizophrenia", Collected papers
of schizophrenia and related subjects., Internacional
Universities Press, New York, 1965.
SOLÍS, H.
(1983). "Crítica" a "The Family, the Group,
Transpersonal Processes and the individual", de R.
C. Miur, Cuadernos de psicoanálisis, A.P.M.,
México, D. F., Vol. XVI, Núms. 1 y 2.
SOLÍS, H.
_ (1983-a). "Crítica" a "On the transactionality
of defensive processes" de Rakkofainen y Afanen,
Cuadernos de psicoanálisis, Ed. Cit., Vol. XVI,
Núms. 3 y 4.
SOLÍS, H.,
_ (1984). "La pareja quién vuelve loco a quién y
los mecanismos defensivos interpersonales",
Cuadernos de psicoanálisis, Ed. Cit., Vol. XVII,
Núms. 1 y 2.
SOLÍS, H.
_ (1984-a). "Más allá del psicoanálisis: la pato
logía Preestructural", Cuadernos de psicoaná
lisis, Ed. Cit., Vol. XVII-XVIII, Núms. 3,4,1 y
2, 1984-1985.
SOLÍS, H.
_ (1982). "El duelo corporal en los Narcisos", Cua
dernos de psicoanálisis, Ed. Cit., Vol. XV. Núms.
1 y 2.SOLIS, H.
_ (1979). "Dios los crea y Freud los junta. Re
trato hablado de algunas
parejas", Cua
dernos de psicoanálisis, Ed. Cit., Vol. XII,
Núms. 1, 2, 3 y 4.
SOLÍS, H.
_ (1987). "Sobre amor, desamor y otros pesares",
Memorias de la XII Semana Psiquiátrica del Norte,
Oct., 1987, Monterrey, N. L., México.
SOLÍS, H.,
_ (1990). "Nadie se casa con un desconocido",
Suplemento cultural de El porvenir, Monterrey, N.
L., México, 8 de abril de 1990.
SOLÍS, H.
_ (1995). "Las tres generaciones en una pareja
del mundo psi", Memorias del V Congreso
Nacional de AMPAG, México, D. F., Junio.
SOLÍS, H.,
__ (1994). "Retrato familiar de los terapeutas del
mundo psi", Memorias del X Congreso Psicoanalítico Regiomontano, Monterrey, N. L.,
México.
SOLÍS, H.,
_ (1994-a). "Las familias externas e internas en
los terapeutas del mundo psi", Jornada
psicoanalítica. Asociación Psicoanalítica jaliciense,
Guadalajara, Jalisco, México.
SOLÍS, H.,
(1981). "La relación entre el médico y el
psicoterapeuta en el tratamiento de la enfermedad
somática" Mesa redonda: la interpretación
psicoanalítica de la enfermedad somática en la teoría
y en la práctica clínica, C.I.M.P., Buenos Aires.
SOLÍS, H.
_ (1983-b). "Los que se creen dioses: Retrato
hablado de algunos Narcisos", Cuadernos de
psicoanálisis, Ed. Cit. Vol. XVI, Núms. 3 y 4.
SOLÍS, H.,
_ (1996)."Esa droga llamada poder. Preguntadle
a los poetas", Revista de psicoanálisis, Asociación
Psicoanalítica Argentina, Buenos Aires, Número
especial 5.
TARAGANO, F.,
_ (1 980). "Introducción al libro Teoría del vín
culo de Enrique Pichon-Riviére, Ed. Cit.
TERUEL, G.
_ (1974). Diagnóstico y tratamiento de parejas
en conflicto, Editorial Paidós, Buenos Aires.
TUBERT, J.,
_ (1989). "El Concepto de "Estructura Psíquica" en la
patología estructural", Jornada psicoanalítica, A.P.J.,
Guadalajara, Jalisco, Vol. IV, Núm. 1, 1992.
TUBERT, ].; VIVES, J.
_ (1990). "De la familia interna a la estructura
psíquica",Estrategias psico-terapéuticas, Editorial
Pax-México, México, D. F.
ULLOA, F.,
_ (1995).Novela clínica psicoana-lítica. Historia
de una práctica. Paidós, Buenos Aires.
VIVES, }.,
__(1991). Estrategias psicoterapéu-ticas, Edito
rial Pax-México, México, D. F.
VON BERTALANFFY, L.,
__(1956). Teoría general de los sistemas, Fondo
de Cultura Económica, México, D. F., 1976.
WATZIAWICK, P., ET AL.,
(1967). Pragmatics of human communications, a
study of interactio-nal patterns, pathology and
paradoxes, Norton Company, New York.
81
Descargar