MALPARIDO: “, -da adj. /s. m. y f. vulg. Se aplica a la persona que

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MALPARIDO: “, -da adj. /s. m. y f. vulg. Se aplica a la
persona que actúa con mala intención, de mala fe, o que
perjudica”; ” persona que se desenvuelve con malas
intenciones; ej: Tu primo es muy malparido”
Noticias | Pipo Rossi | 22-06-2015
Estimados colombians boys, calma.
No los insulté.
Para el “castellano-argentino-argento” INSULTAR es decir, por ejemplo: “la reputís…madre que te p…”; o,
también “la recalcada con…de tu hermana”.
No uso insultos mientras trabajo.
Sé, no obstante, que como dijo el Negro Fontanarrosa, las malas palabras muchas veces no solo son las que
mejor expresan una idea-sentimiento, sino que pueden constituirse derecho viejo en irreemplazables.
Pero insultar por insultar, no.
Menos trabajando.
Menos por televisión, radio o escribiendo.
Sería la derrota del pensamiento.
Aplicable al fútbol, malparido, para mí (hablaré por mí), es mala-leche; mal intencionado; golpeador; que
quiere lastimar al adversario.
Me importa, quiero decirlo claramente (¡gracias FONTANARROSA!), me importa UNA MIERDA que camiseta
lleve el sujeto en cuestión.
Puede ser campeón del mundo y, además, argentino por poner un ejemplo.
Cuando Oscar Ruggeri fue a quebrar a José Luis Félix Chilavert en cancha de Vélez jugando para San
Lorenzo, actuó con la intención descripta.
Cuando Julián Camino sacó del partido a los 3 minutos al peruano Franco Navarro en las Eliminatorias del 86,
también.
Cuando Schumacher le metió la patada voladora a Battiston en la semi del Mundial de España en el 82 y casi
lo saca del fútbol, tuvo un acto criminal. Por más alemán que sea.
Alemán, francés, italiano, vasco (¿se acuerdan de Andoni Goikoetxea a Maradona?), argentino o colombiano
como Zúñiga, con su rodillazo sobre la espalda de Neymar en el mundial.
Y con el “trabajo” sobre el crack brasileño de la otra tarde.
Todos los que pegan como los descriptos anteriormente, han tenido actitudes execrables. TODOS.
NO IMPORTA LA CAMISETA. NO IMPORTA LA NACIONALIDAD.
Si importa que les quede claro a Uds., colombianos, que NO LOS INSULTÈ.
De haber sabido que MALPARIDO para vosotros, tiene un significado mucho más fuerte en el idioma de todos
los días, JAMÁS lo hubiese usado.
Ofrece nuestra lengua numerosas posibilidades de sinónimos.
Así que lamento el revuelo.
Más lamento la salida de Neymar de la Copa, que sirvió además para que los infames viejos vinagres de la
Conmebol (que están haciendo disputar una Copa por cuyos derechos de televisión se pagaron CIEN
MILLONES DE DÓLARES EN COIMAS), se hagan los justicieros.
Soy apenas un periodista con 30 y pico de años laburando de esto. En Corporaciones o como Free Lance.
No me siento el centro de la escena.
Apenas opino.
Y cada vez me da más la sensación de que opino agua tibia.
Tan solo descripciones de conductas.
Por eso AGRADEZCO infinitamente los llamados y las invitaciones de radios y canales para charlar sobre
éste tema.
No siento que dé para tanto.
Lo digo con total sinceridad.
Se trata solo de una palabra (malparido) que tiene un valor en el sentimiento de una sociedad (la colombiana)
y otro diferente para mí, cuando la usé en el contexto del fútbol (mal) intencionado de Zúñiga.
Espero, de corazón, que éstas líneas sean aclaratorias.
Fuerte abrazo y estaremos pendientes del juego del jueves.
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