1-C-94. Calderón vrs. Juez Primero de lo Civil de este distrito Judicial; Cámara Primera Sección del Centro; Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las nueve horas del día veintinueve de septiembre de mil novecientos noventa y cinco. El presente proceso de amparo constitucional ha sido promovido por el licenciado Cayetano Esquivel Gámez, como apoderado judicial del doctor Rogelio Eduardo Calderón de la Cruz, de treinta y un años de edad al inicio de este proceso, médico y de este domicilio; contra providencias del Juez Primero de lo Civil de este distrito Judicial, Cámara Primera Sección del Centro y Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia; por estimarlas violatorias de su derecho a heredar. Ha intervenido en este proceso, además de la parte actora, el doctor Mario Alberto Flores Hidalgo inicialmente y continuado pro el doctor José Oscar Lacayo Meyer como Juez Primero de lo Civil; los doctores Ricardo Alfonso Garay y Roberto Ovidio Mendoza, ambos como Magistrados de la Cámara Primera de lo Civil, de la Primera Sección del Centro y los señores magistrados de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, todos en calidad de autoridades demandadas; y finalmente, el doctor René Mauricio Castillo Panameño, en su concepto de Fiscal de la Corte. LEIDOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I.- La parte actora manifestó en síntesis en su demanda: Que el Juzgado Primero de lo Civil, inició, en concepto de hijo natural, diligencias de aceptación de herencia de la sucesión que a su defunción dejó su padre; las cuales se acumularon a las diligencias que en el carácter de cónyuge sobreviviente y de hijos legítimos iniciaron los señores Vilma Agustina Argueta de Calderón, José Edgardo Calderón Argueta y Alfredo Antonio Calderón Argueta; que tales diligencias promovidos por él fueron declaradas sin lugar, fundamentándose el rechazo en que en la sucesión intestada del padre los hijos naturales no pueden ejercer su derecho hereditario en igualdad de condiciones que los hijos legítimos. Por no estar conforme con dicha resolución interpuso recurso de apelación para ante la Cámara Primera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, la cual en el pronunciamiento correspondiente confirmó la resolución recurrida; y finalmente, a consecuencia de esta segunda sentencia desfavorable a sus pretensiones, interpuso recurso de Casación ante la Sala de lo civil de esta Corte, tribunal que declaró inadmisible el recurso. Que por lo anteriormente señalado, es decir por haberle aplicado una disposición inconstitucional de parte de las autoridades demandadas, pide amparo contra las resoluciones enunciadas y pro la vulneración de los derechos de propiedad y audiencia, que le garantiza la Constitución; y concluye pidiendo se le tenga por parte y se le de el trámite de ley. II.- Se admitió la demanda, se ordenó la confrontación y agregación del poder con el que actúa en este proceso el licenciado Esquivel Gámez, se declaró sin lugar la suspensión provisional del acto reclamado y se pidió el primer informe a las autoridades demandas. Al respecto, los señores magistrados de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia rindieron su informe manifestando en síntesis que efectivamente la Sala conoció en casación de la sentencia pronunciada por la Cámara Primera de lo Civil demandada, en las diligencias de aceptación de herencia de los bienes que a su defunción dejó el causante Godofredo Calderón Chacón, declarando sin lugar la admisión de dicho recurso. Por otra parte, el Juez Primero de lo Civil, por medio del oficio recibido a las nueve horas con veinte minutos del día nueve de febrero del año próximo pasado, remitió su informe aceptando expresamente los hechos que se le atribuyen; a fs. 40 a 43 aparece agregado el informe rendido por la Cámara demandada transcribiendo la resolución recurrida. Por auto de las nueve horas del día veinticuatro de febrero del año recién pasado, se mandó a oír en la siguiente audiencia al señor Fiscal de la Corte, quien no la contestó. Y por resolución agregada a fs. 48, se confirmó la denegatoria de la suspención del acto reclamado y se pidió el informe justificativo a las autoridades demandadas. A este respecto, el Juez Primero de lo Civil remitió su respectivo informe haciendo una relación pormenorizada de las diligencias de aceptación de Herencia Intestada promovidas por los señores VILMA AGUSTINA ARGUETA DE CALDERON, JOSE EDGARDO CALDERON ARQUETA Y ALFREDO ANTONIO CALDERON ARGUETA en concepto de cónyuge sobreviviente e hijos legítimos del causante; y luego manifestó en síntesis lo siguiente: que estando concluidas las diligencias antedichas, compareció al Tribunal a su cargo el Licenciado CAYETANO ALFREDO ESQUIVEL GAMEZ, en concepto de Apoderado General Judicial, del señor ROGELIO EDUARDO CALDERON DE LA CRUZ, solicitando se le confiera la administración y representación de la sucesión, conjuntamente con los herederos declarados anteriormente, en concepto de hijo natural del causante antes mencionada, basando su petición en el Art. 36 de la Constitución de la República, la cual fue declarada sin lugar, y de la que se apelo para ante la Cámara Primera de lo Civil de la Primera Sección , Tribunal que confirmó la interlocutoria relacionada. Por otra parte, la Cámara de Segunda Instancia demandada, al evacuar el informe correspondiente, manifestó en lo pertinente que mediante sentencia de fecha veinticinco de marzo de mil novecientos noventa y tres, confirmó la resolución interlocutoria pronunciada por el Juzgado Primero de lo Civil en la que se declara sin lugar la solicitud de tener por aceptada, con beneficio de inventario de parte del doctor Rogelio Eduardo Calderón de la Cruz, la herencia intestada que a su defunción dejara el causante, padre del peticionario. Y concluye su informe transcribiendo integralmente dicha sentencia cuyo fundamento es el mismo que el sostenido en la resolución de Primera Instancia. A su vez, la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, remitió su informe justificativo de los actos atribuidos por medio de oficio recibido a las catorce horas con cuarenta y cinco minutos del día veinticuatro de marzo del año próximo pasado, adjuntando transcripción literal de la sentencia por medio de la se declaró inadmisible el recurso de casación a que se ha hecho mérito. Pro resolución de las once horas con treinta minutos del día siete de abril del año próximo pasado, se corrió el traslado que manda el artículo 27 de la Ley de Procedimientos Constitucionales al Fiscal de l acorte, quien en lo pertinente manifestó: "Comparto absolutamente el criterio técnico-jurídico expuesto por el impetrante de este Recurso. Estimo que efectivamente existe una clara y evidente violación al derecho de heredar contemplado en el Art. 36 de nuestra Constitución, el cual es claro y terminante, sin distingos ni subterfugios; cuya disposición clara y terminante no da lugar a segundas o terceras interpretaciones; y termina su exposición argumentando que las resoluciones, tanto del juzgado de primera instancia como el de segunda instancia vulneran el derecho constitucional a que se ha hecho mérito, sosteniendo finalmente que es el artículo 988 No 1y 2 del Código Civil es contrario a la Constitución el cual debe armonizarse para que tal disposición sea congruente y armónica con el artículo 36 de la Constitución. A fs. 82 se corrió el traslado ordenado en el artículo 27 de la Ley de la materia, a la parte actora, quien no lo utilizó. Y por auto de fecha veinticuatro de mayo del año recién pasado el juicio a pruebas por el término de ley, término del cual únicamente hizo uso la parte actora, en el sentido de presentar copias fotostáticas de certificaciones de las resoluciones proveídas por las autoridades demandadas, con las que pretendió acreditar la violación alegada; las cuales quedaron debidamente agregadas a fs. 92 a 107. Posteriormente, se confirió el traslado correspondiente al Fiscal de la Corte, a la parte actora y a las autoridades demandadas, quienes en sus respectivos alegatos ratificaron cada uno de los puntos vertidos en sus anteriores exposiciones, con lo cual el proceso quedó en estado de dictar sentencia. En el presente caso, el impetrante basa su pretensión en que la aplicación del artículo 988 numeral 1º y 2º del Código Civil por parte de los funcionarios demandados en el juicio de aceptación de herencia relacionada, viola flagrantemente el derecho que como hijo natural tiene conjuntamente con sus hermanos de suceder a su padre; derecho que le otorga el artículo 36 de la Constitución. Antes de entrar al examen de la cuestión discutida, es indispensable determinar con claridad ciertos aspectos previos a la decisión de fondo, pues los mismos funcionan como presupuestos del pronunciamiento de mérito. En primer lugar, debe afirmarse que la supremacía de la Constitución se ha venido consolidando hasta lograr plena firmeza en nuestro tiempo, no sólo al garantizar a través de los procesos constitucionales, sino al introducirse en la Constitución vigente el artículo 246 - que en la de 1950 era el artículo 221- enunciando de manera categórica la subordinación de la ley de las otras disposiciones a la Constitución, precepto que literalmente dice: "Los principios, derechos y obligaciones establecidos por esta Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio. La Constitución prevalecerá sobre todas las leyes y reglamentos. El interés público tiene primacía sobre el interés privado. Además del artículo transcrito, se consignan otros preceptos que señalan la posición privilegiada de la Constitución, entre los cuales se encuentra, concretamente el artículo 235, que va orientado de manera exclusiva a los funcionarios públicos y su obligación de someterse a los mandatos constitucionales en el ejercicio de sus funciones; el cual reza así: "Todo funcionario civil o militar, antes de tomar posesión de su cargo, protestará bajo su palabra de honor, ser fiel a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto cualesquiera que fueren las leyes, decretos, órdenes o resoluciones que la contraríen, prometiendo, además, el exacto cumplimiento de los derechos que el cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a las leyes". De lo anterior debe colegirse que la preeminencia del texto constitucional, frente a cualquier disposición es inobjetable, por ser la norma primaria del ordenamiento jurídico; jerarquía normativa que debe ser reconocida por los jueces como tal, pues corresponde a ellos la aplicación de la ley constitucional al caso concreto. Desde tal perspectiva, la congruencia entre la Constitución y las leyes debe mantenerse a través de los sucesivos cambios que aquella y éstas experimenten, con el objeto de evitar pugnas entre ambas y lograr una eficaz armonía de todo el ordenamiento jurídico. La Constitución, pues, concebida como la norma jurídica superior que establece las directrices de la vida política del Estado , la forma de organizar la sociedad, de sistematizar sus instituciones, de limitar la discrecionalidad y poder de los gobernantes y principalmente de reconocer y garantizar los derechos de los gobernados; debe ser respetada por el legislador al promulgar las leyes, ya que es precisamente éste el límite o marco que fija la Ley Fundamental al momento de aprobarse una regla jurídica de rango legal. Dentro de este contexto y respecto al caso planteado, es necesario aclara previamente que la Constitución ha establecido una sección de cinco artículos dentro del capítulo II para proteger la institución de la familia de los derechos que le corresponden en cuanto sociedad y específicamente ha regulado el deber de los padres de proporcionar a los hijos, sin distinciones filiales, educación, salud, etc. Es comprensible que la Constitución, después de haber establecido que los derechos antedichos respecto a los hijos, incluyen a los nacidos fuera del matrimonio, ya que el artículo 36 losa ha homologado; se preocupe por asegurarles toda tutela jurídica y social, es decir la eliminación de cualquier signo externo que pueda menoscabar su dignidad y sus derechos. Dicho artículo 36 se basa en el principio de la igualdad de derechos entre los hijos frente a los padres,. Principio que a su vez deriva del primordial derecho a la igualdad enunciada en el artículo 3 de la Constitución; y siendo consecuentes con los valores que nuestra Constitución persigue, tal disposición debe interpretarse como una norma que tiene por finalidad equiparar las facultades o derechos de los hijos sin distinción alguna, los cuales pueden exigirse a sus padres, sin ninguna clase de privilegios, y sin ninguna distinción entre tales derechos, pues se comprenden todos los fundamentales para que el hijo tenga una vida digna; es decir tanto los ejercitables en vida del padre como por causa de muerte. Ahora bien, la segunda parte del inciso primero de la disposición analizada establece categóricamente y taxativamente la obligación de los padres de proveer a los hijos protección, asistencia, educación y seguridad; derechos que indudablemente son básicos para el bienestar del individuo, pero no lo es menos el derecho a heredar o a suceder el patrimonio del padre, puesto que dicho patrimonio puede seguir proporcionando esa protección y seguridad que la Constitución garantiza al hijo. Consecuente con lo anterior, los artículos 988 numerales 1º y 2º del Código Civil; el primero, que establece el orden de prioridades en cuanto al derecho de suceder de los hijos, ubicando en un segundo plano a los hijos naturales y en grado de superioridad a los hijos legítimos; y el segundo, que consigna la regla de aplicación de tal prelación hereditaria; se encuentran en contraposición respecto de Artículo 36 de la Constitución ya que expresamente contradice el texto y el fundamento de tal precepto Con respecto a este último punto, cabe mencionar que dentro del ámbito normativo pueden existir normas preconstitucionales, unas que pueden ajustarse a los preceptos que establezca la Constitución vigente, y otras que son contrarias a dichos preceptos, en este último caso la disposición contraria a una Constitución dictada con posterioridad, queda derogada por las normas de ésta, en lo que se oponga al nuevo texto de la Constitución, por ello, cualquier disposición que no se adecue a la normativa constitucional queda eliminada del ordenamiento jurídico vigente. Por la contraposición existente entre las disposiciones examinadas, debe considerarse a la norma establecida en los artículos 988 numerales 1º y 2º y 989 C., como una norma preconstitucional que no se adecuar a los principios y valores establecidos en la norma constitucional preceptuada en el artículo 36 en lo que se refiere a la prelación hereditaria a favor de los hijos legítimos en la sucesión del padre; y en consecuencia, dicha norma debe considerarse derogada, de conformidad al artículo 249 Cn. Por otra parte, la materia de que una ley anterior sea contraria a una Constitución posterior, como es el caso planteado, no es propia de la iniciación de un proceso judicial sino que se trata de un problema de derogación de leyes que corresponde estudiar al juzgador en el caso concreto. Sin embargo, y tomando en cuenta que por la aplicación de una norma derogada se ha vulnerado un derecho garantizado por la Constitución, cual es la igualdad entre los hijos a demandar sus derechos frente a los padres- entre ellos, el derecho a heredar-, esta Sala de lo Constitucional tiene competencia para conocer y decidir la cuestión planteada, para, en su caso, conceder la protección al derecho constitucional infringido. Como resultado de lo expuesto, esta Sala considera que por haber quedado plenamente establecido la aplicación de una norma legal derogada por la Constitución al caso originariamente discutido, es procedente conceder el amparo solicitado contra las resoluciones proveídas por el Juez Primero de lo Civil de este distrito judicial y la Cámara Primera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, por haber declarado inadmisible la petición en referencia y su consiguiente confirmación; y no así contra la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, por cuanto este último Tribunal no realizó un pronunciamiento de fondo sobre lo pretendido aunque su resolución carece ya de eficacia al dictársela presente sentencia. POR TANTO: A nombre de la República de El Salvador, con base en las razones expuestas y artículos 32, 33, 34 y 35 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala Falla: a) Declárase que ha lugar al amparo solicitado por el doctor Rogelio Eduardo Calderón de la Cruz; b) Vuelvan las cosas al estado que tenían antes del acto reclamado en el sentido de respetar la igualdad de los derechos sucesores del señor Eduardo Calderón de la Cruz para concurrir a aceptar la herencia correspondiente, y c) comuníquese.---HERNANDEZ VALIENTE---MARIO SOLANO---O. BAÑOS---G. O. GOMEZ---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---M. EUGENIA DE PEÑATE--RUBRICADAS. AS001C94.95