“Nelson Mandela DD. HH.”

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“Nelson Mandela DD. HH.”
Centro de Estudios e Investigación Social
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LA VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS ES UNA EXIGENCIA IDEAL, ETERNA, UNIVERSAL E IRRENUNCIABLE, COMO EXPRESION DE LOS VALORES DE ASCENDENCIA FILOSOFICA, ETICA, MORAL Y JURIDICA
PUBLICIDAD Y PROPAGANDA DEL GOBIERNO
SE GASTARON MUCHOS MILLONES PARA FINANCIAR EL CUENTO DEL TIO
Decreto 1633
15-11-88
A través de este decretó se estableció en el año 1988 que la entonces Secretaría de Comunicación
Social entendería en la difusión de los actos de gobierno. Este organismo fue designado para emitir la
información oficial del Estado, produciendo la publicidad que le encomendaría el poder ejecutivo.
El art. 6 determinó que los ministerios y los restantes organismos del Estado difundieran los actos
de su competencia sin intervención ni autorización previa de la Secretaria de Comunicación Social, la
que solamente brindaría asistencia.
En cuanto a los gastos y compromisos de pagos derivados de la comunicación social y de la publicidad del gobierno, se encontraban reglamentados por el Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos, en forma conjunta con la Secretaria de Comunicación Social.
Decreto 905
07-08-89
Este instrumento modificó sustancialmente el Decreto 1633/88, a cuyo fin se puso de resalto la situación de emergencia de la época y la necesidad de limitar el gasto en materia de publicidad y propaganda. Se asignó tal responsabilidad a la Secretaria de Comunicación Social.
A través de este nuevo decreto el ex gobernador Danilo Luis Baroni dispuso centralizar en
la Secretaria de Comunicación Social todas las necesidades en materia de gastos de publicidad
y propaganda del Estado. Dispuso que dicho organismo fuera el único que autorizara o no la continuación de los gastos, con estricto criterio de contención y reducción.
Decreto 957
14-06-95
A través de esta herramienta se dejó sin efecto el Decreto 905/89, restableciéndose la vigencia del
Decreto 1633/88; de este modo nuevamente se descentralizó el gasto en publicidad y propaganda durante al gestión del ex gobernador Baroni. Se retornó a un régimen de desconcentración,
evitándose la acumulación de facultades en manos de un solo funcionario, lo cual constituyó una
decisión muy acertada y razonable porque de esta manera se evitaron arbitrariedades, negociados y la
aplicación de estrategias de discriminación o de censura encubierta o indirecta.
A partir de este decreto los ministerios y los restantes organismos y entes del Estado ya no necesitaron de la intervención o autorización previa de la Secretaría de Comunicación Social, salvo el
conocimiento que debía tomar este organismo antes de la emisión de cada orden de pago de publicidad.
Decreto 107
Publicidad y propaganda del Gobierno de la Alianza
Este decreto fue dictado el 31 de enero de 1996, apenas se iniciaba la gestión de la administración
conducida por el Dr. Rozas. A través de este instrumento se centralizó de manera extraordinaria
el manejo de la contratación y del pago de la publicidad y de la propaganda del gobierno, gestándose de esa manera la Subsecretaria de Información Pública de Carossini, tal como durante
muchos años funcionara en nuestra provincia.
Para concentrar el manejo de la publicidad y de la propaganda, el gobierno echó mano de la
emergencia económica de la época y de la necesidad de contener el gasto del Estado, que quizás se
suponía que se podrían superar concentrándose en extremo el manejo del rubro publicitario en manos
del Subsecretario de Información Pública. Los hechos posteriores demostraron que la emergencia
económica no fue superada y la contención del gasto no se produjo; al contrario, aumentó incesantemente y de manera alarmante el gasto improductivo porque el déficit del sector público creció irracionalmente como consecuencia de los grandes y graves desmanejos en la administración de los recursos. Para tener un a clara idea de esta cuestión, conviene que recordemos que el promedio del
déficit mensual aproximado durante el año 1995, gestión del ex gobernador Tauguinas, era de $
8.500.000, mientras que en el período 1996/2001, o sea durante la vigencia de la convertibilidad, fue
de más de $ 19.000.000, a la paridad dólar 1 a 1, que se financió durante la gestión del ex gobernador Rozas a través de la toma de costosos préstamos públicos o por medio de la emisión de bonos y
títulos del estado chaqueño, cuyos vencimientos anuales son extraordinarios y condicionantes para el
futuro. Durante 72 meses [enero/96 a diciembre/2001] el gobierno de la Alianza acumuló de manera
irresponsable un déficit aproximado de 1.400.000.000, mayoritariamente en dólares, que forma parte
de la enorme deuda pública que deberemos pagar perdiendo calidad de vida y con más pobreza.
El Decreto 957 determinó que todas las contrataciones en materia de publicidad y propaganda debía contar con la intervención y autorización previa de la Subsecretaria de Información Pública y del Comité de Seguimiento y Control del Gasto Público.
Este instrumento dispuso en su art. 2 que todo requerimiento de publicidad y propaganda debía
ser considerado por la Subsecretaria de Información Publica para su intervención, evaluación, y autorización. Para lograr una mayor concentración de las facultades otorgadas al entonces Subsecretario,
el art. 3 estableció que no se daría curso a ninguna contratación de publicidad y propaganda del gobierno sin la intervención previa y la autorización de dicho organismo y del Comité. A su vez, el art.
5 obligaba a los distintos ministerios y áreas a remitir a la Subsecretaria de Información todos los
trámites para ser revisados y evaluados.
Entonces, queda en claro que a la Subsecretaría de Información Pública se le otorgaron facultades
extraordinarias y de gran concentración administrativa, económica y política, bajo dependencia directa del Gobernador. La historia ya refleja los grandes y complejos desastres y desarreglos que se produjeron en el ámbito de dicho organismo, con los efectos negativos más variados, sobresaliendo no
solamente las sumas millonarias gastadas en publicidad, sino el diseño y la planificación del contenido de la propaganda, que amañadamente moldeó la opinión pública mientras se escondía la pobreza y
la exclusión social que generalizadamente crecía en nuestra provincia.
Decreto 402
01-94-96
A través de este instrumento se modificó parcialmente el Decreto 107/96, con la supuesta finalidad de mantener la esencia del mismo, cuando en realidad se orientó a ampliar y planificar los procedimientos en materia de publicidad y propaganda. Se concentraron aún más las facultades extraordinarias en la Subsecretaría de Información Pública, con lo cual se multiplicaron los actos
discrecionales y arbitrarios que se cometían en el seno de dicho organismo.
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El art. 1, sin embagues ni disimulos, estableció que todas las contrataciones de publicidad y propaganda debían contar con la intervención y autorización previa de la Subsecretaria de Carossini,
requisito que se estableció como ineludible o indispensable para que se diera curso a cualquier actuación. El art. 4 avanzó aún más, obligando a los organismos del Estado a remitir a la Subsecretaría los
requerimientos de publicidad y propaganda con una antelación no inferior a 5 días a cada publicación.
El art. 7 dispuso que los gastos se imputaran a la jurisdicción gobernación, con algunas excepciones; los recursos correspondientes a esta jurisdicción dependían directamente del gobernador y fueron manejados con criterios netamente político y partidario a lo largo de la gestión anterior, porque
de hecho sustituyeron a los gastos reservados que fueran derogados durante el mandato del ex gobernador Taguinas.
Decreto 796
06-05-98
A través de este instrumento se dispuso que las publicaciones o contrataciones que se debían realizar con fondos nacionales o internacionales también debían contar con la intervención previa de la
Subsecretaria de Información; los gastos se imputarían a cada jurisdicción.
Muchos millones y muchos engaños
En el período 1996/2003 se gastaron muchos millones de pesos en publicidad; se produjo
una creciente explosión de la ideología de la propaganda financiada con recursos públicos, impropio de un sistema representativo y democrático serio, honesto y responsable.
Hoy ya no resulta dificultoso advertir que la política de publicidad y propaganda fue concebida
como un instrumento de control social y de fortalecimiento político y partidario. A través de la publicidad y propaganda se transmitía que la educación, la salud, el trabajo, la seguridad y la justicia se
encontraban en la base de las opciones del gobierno. Sin embargo, la constante de este período ha
sido la desinversión en los servicios básicos a cargo del Estado y el deterioro y la pésima calidad de
los mismos.
De esta manera se construyó una ciudadanía dependiente del clientelismo político, sometida a un
férreo control político corporativo, mientras la enorme crisis producía consecuencias y pérdidas casi
totales en los sectores más vulnerables, perfeccionándose el círculo de la desigualdad social que hoy
encierra a los chaqueños.
Se inundó y se saturó a la comunidad con informaciones que reflejaban realidades parciales, que
se presentaban como una totalidad aceptable; de manera invisible, se le mentía a la sociedad.
Por fin, la mecánica publicitaria y propagandística utilizada no solo llevó a gastar muchos millones de pesos, sino que fundamentalmente se orientó a levantar la imagen del ex gobernador, mientras
se tapaba una realidad de enorme pobreza, de manera que se sabía que no se sabía la realidad y deshonestamente se la negaba.
¿Por qué niegan lo evidente?
Es necesario que evaluemos con mucha atención por qué tantos niegan lo evidente; por qué tantos
atribuyen responsabilidades a otros, cuando progresivamente se viene poniendo al descubierto los
alcances desbastadores de las políticas económica y social que aplicara la Alianza en nuestra provincia en el período 1996/2003, lo que también permitirá poner al descubierto la verdad como respuesta
porque advertiremos que la demagogia y la propaganda inescrupulosa hizo imposible la toma de
conciencia a muchos sectores sociales.
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En este período algunos medios fingían no saber lo que pasaba; creían que la información estaba
en la Casa de Gobierno. Otros, no se sintieron llevados a desarrollar una acción informativa veraz.
Algunos, no podían abordar ni tratar los temas más importantes, creándose un marco permanente de
silencio impune, sobre todo en aquellos hechos que podían perjudicar la imagen del gobierno.
Algunos dirigentes del oficialismo pasaron de una marcada precariedad económica a una posición
bastante acomodada y holgada, constituyéndose en la nueva elite política y económica que se caracterizó por una enorme gula que puso en jaque la honradez y la transparencia de otros dirigentes de la
misma Alianza y de otros partidos políticos. Sin embargo, queda al descubierto que algunos de esos
dirigentes de nuestra provincia aprecian y desean la pobreza porque les resulta funcional y útil a sus
verdaderos intereses; y lo que también es importante, que la sociedad empieza a tener conciencia de
que los dirigentes políticos, con escasas excepciones, son reacios a recordar sus propias palabras y
comportamientos dado que prefieren tener las manos libres para continuar con la vieja política, la que
debe enterrarse, la que se nutre de la falsedad, de la mentira y de la especulación, utilizando para ello
cuantiosos recursos públicos para desarrollar una publicidad y una propaganda engañosa. Mientras
tanto, las víctimas de esa dirigencia caminan por otros senderos, atrapados por el genocidio del hambre, que continúa cobrándose más vidas, sobre todo de niños.
No obstante la crisis, estamos atravesando la etapa necesaria a todo pueblo de reconocer que estas
políticas generaron grandes costos sociales, especialmente en vidas y sufrimientos humanos de chaqueños.
El cuento del tío
Las políticas aplicadas en la provincia del Chaco en el período 1996/2003 generaron un verdadero
desastre económico y social, que fueron totales porque las políticas nacionales potenciaron sus efectos devastadores, provocando pobreza, desempleo y exclusión social.
A su vez, la explosión de la ideología de la publicidad y de la propaganda implementada en dicha
época en nuestra provincia generó muchos abusos de todo tipo y enriquecimiento de algunos pocos,
aunque lo más importante es que escondió las pérdidas totales que se producían en lo social, manteniendo sumergida la realidad de extrema pobreza, entablando publicitariamente una verdad cambiada. Mientras tanto, la administración anterior gobernaba con demagogia, corrupción e improvisación
permanente.
El cuento del tío se produjo de la siguiente manera: pasaron por los hogares de los electores, de
los cuales el 70% estaban -y continúan- por debajo de la línea de la pobreza; bajo falsas promesas
lograron extraerles los votos, a cambio de ofrecerles bienestar y políticas sociales, educativas y sanitarias muy favorables y beneficiosas para la comunidad. Las víctimas entregaron lo único que tenían,
o sea los votos, y esperaron pacientemente que se cumplieran las promesas, hasta que se dieron cuenta que se trataban de billetes falsos. Esto ocurrió fundamentalmente en los sectores más pobres y
excluidos. La escasa clase media chaqueña mayoritariamente acompañó aún sin que fuera necesario
que se le hiciera el cuento del tío, solamente lo hizo. Algunos lo hicieron por interés y enriquecieron;
a otros les fue muy mal y dejaron de ser clase media. En cualquier caso, casi todos fueron estafados,
sin distinción de condiciones sociales. Esta es la historia reciente, que se pretende que continúe escondida. En este marco es que debe analizarse la enorme cantidad de millones de pesos inútilmente
gastados en propaganda durante la gestión conducida por el ex gobernador Rozas, para encontrar a
los verdaderos responsables de la actual situación.
RESISTENCIA, CHACO, REPUBLICA ARGENTINA, AÑO 2005, 15 DE FEBRERO.
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