El “PAPEL BLANCO” DE LA AVIACION CIVIL EN AUSTRALIA Pablo Mousten El señor Pablo Mousten es integrante del Centro Aeronáutico de Estudios Estratégicos. Piloto civil con una amplia experiencia en el ámbito aerodeportivo como, también, poseedor de una dilatada actividad en la aviación comercial, particularmente en Aerolíneas Argentinas en donde se desempeña como Comandante de Airbus 340. Un "tanque de pensamiento" establecido por el gobierno anterior, el Grupo Estratégico de Líderes de la Industria del Vuelo, integrada por los veteranos de cada sector, acaba de producir 18 recomendaciones, en cumplimiento de su mandato, para revertir la decadencia de la mal llamada Aviación General. Entre las recomendaciones, sobresalen las referidas a la falta de competencias y habilidades para desarrollar tareas especializadas; la privatización de aeropuertos secundarios con el consecuente incremento de costos, dificultad para el acceso y deterioro de relaciones con los usuarios en comparación con la administración estatal. Además, y referido a la aviación general toda, critican la sobre regulación que encarece las operaciones y desalienta la renovación del material. Las estadísticas con que apoyan las propuestas destinadas a simplificar los procesos, comparan la actividad aérea de la aviación general en los últimos 15 años, donde el pico, 1.88 millones de horas, ocurrió en 1997, con el valle de 1.64 millones de horas para 2004, es decir, un decrecimiento de 0.2% por año. Resaltan el contraste entre el incremento de las horas voladas por el sector menos regulado como la aviación recreacional, que aumento de 70.500 horas en 1996 para llegar a volar 120.000 horas en el 2006. Reflexionan, correctamente, que el único sector que creció es precisamente el menos regulado. Si bien lo anterior podría interpretarse como de ocurrencia local, debo aclarar que esto esta pasando en Australia y la intención del nuevo gobierno es incluir las propuestas de solución en el futuro Papel Blanco de la Aviación toda actualmente en proceso de elaboración. Para quienes en el pasado lejano usaban Australia como referente, puede sorprender. No así para quienes han venido siguiendo las discusiones entre los principales actores durante estos últimos 20 años. Dado que los países anglosajones, algunos latinos, Rusia y ahora los asiáticos, toman la cuestión aeroespacial como parte integral de su desarrollo, es natural que la medición de su impacto socio económico sea una constante en el análisis estratégico. Por esto, la decadencia relativa de la actividad aérea en Australia, se transformo en principal motivo de preocupación gubernamental, exagerada porque fue coincidiendo con el pico de desarrollo de de la industria del vuelo en todo el mundo, antes que la presente crisis le pusiera freno. Asimismo, para quienes intercambiamos ideas en el ámbito local sobre la falta de políticas de estado que enmarquen el vuelo sobre Argentina, sorprende, que Australia recién ahora, este diseñando su primera política nacional de aviación. También resulta curioso, como enfocan la solución de algunos problemas. Un ejemplo es la novedad sobre la universalidad de las calificaciones entre especialistas civiles y militares, en tareas donde obviamente es ventajoso para ambos grupos contar con la posibilidad de acceder rápidamente a personal idóneo en tareas altamente especializadas pero de mutua y similar necesidad. Aquí se decidieron por un programa universal de instrucción, selección y habilitaciones. Si observamos debajo de las estadísticas, un poco mas profundo, comprobamos que "menos regulado" en verdad significa autorregulado. Esto lo enfatiza en sus propuestas el grupo de pensadores. Proponen acertadamente, que la aviación experimental, la deportiva y la privada deben ser autorreguladas. Esto es, debe alentarse desde el estado, un paulatino proceso de traspaso administrativo a los respectivos grupos de interés. Aclaran también, que la aviación de transporte de pasajeros tiene que quedar bajo la administración y supervisión directa del estado. La transición a la desregulación y la autogestión, obviamente, se ejecuta sobre la base de una libertad responsable y una mutua confianza, bien liderada y a lo largo de un periodo adecuado. Históricamente, en otras partes del mundo, las transiciones hacia la autogestión, fueron representadas por diferentes modelos y diferentes grados de éxito. El caso mas atípico como eficaz es el del International Council of Airshows ( ICAS ), organización que en realidad es una especie de SRL ( Inc. ) y que desde hace mucho ejerce en USA la administración del vuelo acro demo, por delegación de la FAA, habiendo eliminado en un 100% el daño al público, record que lleva varias décadas. Nada mal si entendemos la compleja dinámica y la multiplicidad de riesgos y amenazas presentes durante este tipo de actividad. En oposición al celo administrativo de ICAS, en USA no existe la habilitación para vuelo acro de entrenamiento, instrucción o competencia. El único recaudo que toma la FAA, es la provisión de un régimen de excepciones para autorizar las competencias, a cargo del International Aerobatic Club (IAC) que también es una Inc. y a su vez una subdivisión de la Experimental Aircraft Association, también una Inc. A juzgar por los resultados, más cuando vuelan la mayor cantidad de horas del mundo, resulta evidente que no hay nada que arreglar allí. Por otro lado, volviendo a las recomendaciones de los veteranos de la industria en Australia, estos proponen la organización de un grupo formal de mediación entre los operadores de los aeropuertos secundarios privatizados que asegure la efectividad de estos. Para resolver el pendiente de la renovación de su material, proponen la creación de un ente gubernamental de ayuda a los operadores que desean renovar su flota. Si estos futuros entes consiguen cumplir con sus respectivos mandatos esta por verse. Nuestras preocupaciones, aunque similares a las que disparan estas recomendaciones en el extranjero, no parecen tener solución de igual modo, porque las abismales diferencias culturales impiden copiar y trasvasar soluciones directamente, error que hemos cometido una y otra vez, sin desmedro de las causadas por error de traducción. En cambio, sería poco inteligente, introducir cambios en nuestro sistema sin un estudio académico de lo que en realidad pasa en los países que mas vuelan. En el otro extremo del planeta, en Dinamarca, la empresa Sterling y como reacción al incremento del precio del combustible, acaba de devolver a la calle sus pilotos mas jóvenes, que incluye a los primeros entrenados bajo el nuevo concepto Multi Pilot License (MPL). Esta licencia, los habilitaba a integrar cabinas de reactores de transporte comercial de pasajeros que estuvieran al mando de un piloto entrenado y certificado tradicionalmente. La MPL, sin embargo, no les permite ir a un aeroclub y alquilar un J-3 para volar solos. Este hecho fortuito, ya que Sterling declara que haberse sacado de encima a los MPL no tiene que ver con su desempeño, es digno de notar porque la empresa danesa era la única línea aérea del mundo, hasta ahora, en utilizar esta categoría de pilotos. Mientras tanto, la European Aviation Safety Agency (EASA), organización a cargo de crear, implementar y supervisar las nuevas normas de certificación de material y personal en esa región del mundo; insiste en hacer que el vuelo sea más difícil y por ende más caro. Los documentos recién publicados en versión Beta, tienen centenares de hojas mas que los que reemplazan. Parecen no haber sido escuchados los reclamos de las organizaciones afectadas y la franca incredulidad de los actores con experiencia en cada especialidad fuera de esta entidad administrativa, no revierten la tendencia al incremento burocrático, la complejidad de los procesos y el consecuente aumento de costos que resulta en menor actividad. Por su simplicidad y en la mayoría de los casos, su practicidad; la FAA (USA) sigue siendo el referente principal a tener en cuenta a la hora de inspirarnos para pensar las políticas de estado que aún nos resta pensar. Sin ignorar los problemas financieros que ahora tienen en aquel país y que con certeza nos afectara, el concepto básico del que parten para planificar la cuestión aeroespacial, pensándola como parte del todo, integrando y entrelazando la industria del vuelo al resto de sus sistemas, representa la mejor estrategia en acción. Como dicen ellos, no se puede argumentar en contra cuando los resultados son buenos. Tras este breve paseo comparativo fuera de nuestra Argentina me atrevo a compartir una pregunta ¿No será oportuno ir pensando en nuestro propio Papel Blanco? Si bien es impensable empezar de vuelta, es evidente la conveniencia de pensar de nuevo y considerar este punto de inflexión en nuestra historia como el mejor momento para diseñar el futuro deseable. Sin políticas de estado simples y claras, elaboradas por profesionales idóneos, tras un proceso de consulta detallado con los actores en el campo de cada especialidad, el desarrollo del vuelo por estos lares es imposible. Parafraseando a quienes se preocupan por la seguridad operacional: "Si Usted cree que la seguridad le resulta caro..., ¡pruebe tener un accidente!”. En el caso de las políticas de estado, omitir la reingeniería de la industria del vuelo para convertirla en un sistema integrada al resto y continuar ignorando su necesidad no solo seria mas caro, sino garantía de decadencia permanente.