No dejare escapar un solo tilde dela palabras 04/09

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Mensaje recibido por el Confidente Católico Bento de la Conceição –Taquaras – Balneário Camboriú –
Santa Catarina – Brasil.
Informaciones fone- fax: (0xx47) 3367-7110 o (0xx47) 9234-1114 (Vivo) o (0xx47) 9112-8000 (Tim) o
(0xx47) 3360-7167
No dejare escapar un solo tilde dela palabras
04/09/2014
Hiciste lo que los otros no Hacen más. Un ejemplo como este ya no se ve a
mucho tiempo, de dar el testimonio verdadero como se debe estar
preparado. Nadie puede venir a decir que estas lejos de ser uno de Mis
discípulos. Estas palabras que viniere profiriendo delante de las autoridades
eclesiásticos, quedara fuera del momento cuando fuere para separar los
buenos de los malos.
Juan Paulo II, cuando salía para dar la vuelta al mundo, pocos muy pocos
daban valor, por ser Mi enviado, para cumplir las Escrituras. Entre ellos,
entro del Vaticano, quedaban e escuchar en lo que él decía, para no
comprometer ninguno de ellos, porque ya sabían que allá dentro del
Vaticano, era como si fuese un nido de cobras de la más venenosa, que
vivían clausurados junto con el diablo para Traicionarme. Fue entonces que
planearon para tirar su vida, y cuando vino acontecer, todo ya estaba
preparado para poner aquel que venía ya traicionado, y que hoy solo vive
para envenenar lo que tomo su lugar. Dos serpientes que quedaron para
completar en Fin de los Tiempos, donde hoy, en Mi Iglesia que pase a Pedro
I, dejaron entrar la apostasía. Por eso, hijos Míos, es que Vengo pidiendo
que no estén ahí, cuando llegar el momento de ellos ver quién Soy Yo.
Hare todo lo que fue escrito por Mis profetas. No dejare escapar un solo
tilde de las palabras. Cumpliré todo conforme escrito está. Vea que todas
las profecías se cumplirá en esta derrumbada de esos dos, quedando solo
entonces por aquí Mí último enviado que eres tú, Pedro II, en tus mano ya
está todo lo que Yo quería: una Iglesia que viniese a preparar Mí segunda
Venida, que hoy se puede contar con esos que viene acompañándote, Mi
hijo Pedro II.
Jesús de Nazaret y Pedro II
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