Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) LA NOVELA ESPAÑOLA ACTUAL Por José María Martínez Catedrático de «l.itereture Espeñole» (Moderna y Contemporánea) en la Univer ­ sidad de Oviedo. ((Visiting Protessor» en las Un iversidades norteamericanas de Nesbvitle (((Vanderbilt))) y Albuquerque (Nuevo Méjico). Autor de libros como Las novelas de «Azorín » y La novela española entre 1936 y 1975. ¿Qué alcance ha de darse al término actual d título? No, desde luego, el que se basara en una estimación crítica y ofreciera como fruto de conjunto de obras, breve sin duda, que, cualquier época y estilo , conserven hoy alguna importante a -digamos, vgr., El Quijote o La Regenta-. E distintamente , que, con criterio cronológico, e actual conviene a lo hecho en tiempo recientísimo los años que van de 1975 (muerte de Francisco instauración de la Monarquía) a 1981 **, período con caracteres peculiares bastante nítidos que ac sean tanto en las letras y, más reducidamente, en de la Novela. Y es que en esos seis años no fueron creo, ni muchos ni muy relevantes los cambios h se consideran como tales la aparición de autores nuevos, o de nuevos asuntos y nuevos modos de finalmente, la presencia de obras decisivas u o (aquéllas en torno a las cuales se articula un corriente y que pueden servir de referencia en un periodización). Hubo durante ese tiempo, lo qu • BAJO la rúbrica de «Ensayo» el Boletín Informativo de l Juan March publica cada mes la colaboración original y exclus i pecialista sobre un aspecto de un tema general. Anteriormente f de estos ensayos temas relativos a la Ciencia, el Lenguaje, Historia, la Prensa , la Biología, la Psicología, la Energía, y Eur desarrollado actualmente es el de la Literatura. En el número ha publicado Literatura e ideologfa, de Francisco Ynduráin, C Lengua y Literatura Españolas , de la Universidad Complutense. .. Este trabajo fue escrito a princip ios de enero de 1982. 3 ~r.,1 I Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) ,. I! natural, cursos deficientes, ya que no en publicados y de hechos ocurridos, sí en tancia de todo ello y hubo, igualmente, pueden "reputarse de excelentes como ha lejos, 1981. «Si el año pasado el panorama narrati el signo de la discreción, este 1981 que señalado por la abundancia. Una ab muestra también en lo cualitativo. No só do muchas novelas, sino que, sobre todo ha resultado más que aceptable y hasta, verdaderamente notable [...]. Buen año e escoger y cuyos frutos alcanzan a todo lógico de nuestros novelistas mejores» (1 nuidad respecto de lo anterior inmediato destacable del período ; con todo, es po rencias, como el fin del exilio político y censura gubernativa, graves desgracias nuadas ya en las postrimerías del régi Regresaron los narradores exiliados habían hecho (con la excepción de Sender incrementó el conocimiento de su obra cómo en el conjunto de la misma, antañ motivos extra-estéticos, no todo era nov según nos habían predicado algunos o gandistas sino, como «hubiera sido lógic de «calidades muy diversas, desde lo e deleznable, pues eran obras concretas, admiración, de estimación o de recha fulgurantes creaciones míticas» (2). Puestas las cosas en claro o arrumbad logía, lo que ahora cabe, frente al exting armónica integración en la historia crític española posterior a la guerra civil, tal tentado Ignacio Soldevila en su libro 1936 (aparecido en 1980); de otra parte, imperiosa de que novelas tan estimabl rio de Hamlet Garcia, de Paulino en Méjico, 1963), publicada en 1945, se recuperadas para el público lector inte paración entre lo que se hizo en el c por la llamada España peregrina y lo España se me antoja tarea menos acon 4 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) r La supresión de la censura supone la práctic libertad, siempre beneficiosa si es inteligentemente da . No existía ya razón legal alguna para pers publicación de novelas, tal como sucedió con Alred un día de abril, de Isaac Montero (libro secue proceso al autor), ni tampoco para tachar pa expresiones desenfadadas, situaciones escabrosas siones políticamente heterodoxas; en cambio sería ya toda especie de asuntos y ahondar suficiente factoriamente en su desarrollo. Sea por falta de co o, también, por incapacidad congénita, lo cierto semejante posibilidad liberadora apenas ha sido ciada; lo más frecuente parece ser la complacenc trivial, en lo chabacano incluso, sin remontar ap mente el vuelo. El erotismo extremado hasta la pornografía y tología constituyen para algunos escritores recurs tico o situacional dilecto, y así es dable encont tos como La memoria cautiva, de José Anto briel y Galán, habilidoso ejercicio de rememorac sesivamente presidida por el sexo, a cargo de u naje masculino ejemplo de humana degradación, La comunión de los atletas, de Vicente Malin relato de una peripecia más bien anodina co atufadoras páginas dedicadas a la morosa present lo que el autor denomina «imperio fecal». Lecturas asimiladas -¿digamos Sade, Lawrence, Miller?- a el estímulo provocador de semejantes ocurrencias, luces gratuitas o caprichosas. El lector puede preguntarse acerca del efecto qu manera se pretende conseguir y, también, si estam un empleo conveniente de la libertad lograda . D García Sabell (3) ha precisado al respecto que (do indígenas, al no poseer fondo filosófico o vital, a la vez, se nos aparecen como enrarecidos y sidad. La liviana textura muestra en filigrana mento: ciertos vocablos fuertes y algunas esce das . En definitiva, una noria que gira y no extr Todo es pequeño, aunque los dichos desmesurad feren. Cosa, por otra parte, bien hispánica ésta darse en la desaforada exclamación y nada m en la desaforada exclamación. En el fondo , pob 5 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) aspira a grandes empresas y no se consigue alguna. A lo más, el imperio de lo sórdido Dicha libertad permite ahora descubrir los la pasada práctica censoria y añadir noticias c lamentables a menudo, a las ya conocid Manuel L. Abellán ofrece su trabajado libr creación literaria en España (/939-1916) al qu le sobra sectarismo político y le falta organ rente y ahondamiento en el rico material in que dispuso, el novelista Héctor Vázquez Azp 1980 el texto completo de su novela corta La n ofrece tanto las páginas «que fueron arreba censura» como aquéllas otras que el autor, auto-censura, «desechó por miedo a que f tadas», en suma: unas ochenta páginas. Desaparecida la censura con el régimen p imponía, carece de sentido, si es que en algu tuvo, el cultivo de la literatura (de la novel caso) como arma arrojadiza o de combate con de cosas que se ' reputa indeseable; es claro q despolitización ha de resultar un hecho pos estética tras unos muy confusos años de sig Otra cosa puede ser la aparición de un tem vedado: el régimen franquista como sujeto n con talante crítico-irónico, posibilidad a que torpemente desaprovechan obras como Cróni de Osear Ferreiro, Caudillo, de Gabriel Pla Fábula de la ciudad, de Ramón Hernánd resultaron muy felices otros dos libros que asunto peripecias reales o imaginadas de la Sima Jinámar, de José Luis Morales, n «insalvable» a juicio del crítico Daría Villanue de hoy, de Jesús Torbado, muestra de hist premio «Planeta» correspondiente a 1976 proximidad temporal de los hechos y el prejui arrancan los autores sean causa de tal fra Tampoco las historias franquistas de Ferna Casas, no menos apasionadas y burdas, son aunque sí un producto, muy vendido, de c Tiempo antes de noviembre de 1975 ya l más valiosos del social-realismo, integrant alguien llamó «la generación de la berza», h el abandono de unos supuestos más ide 6 - Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) literarios, y ocasionales, para cultivar el género libertad e independencia; Luis Goytisolo -que estos años continuó y puso remate a su interes novelesco (de cuatro novelas) Antagonia-« o Jos Caballero Bonald -depurador lento y exigen trabajo, con sólo un título, Toda la noche oye pájaros. premio «Ateneo de Sevilla» 1981- son e acierto en la renovación. . Es en autores tan conscientes y dedicados com donde cabe situar la confianza respecto al futuro de nuestra novelística; en ellos y en quienes se as ellos en comportamiento claro y riguroso. Desde esa confianza no puede apoyarse en la patraña, por algunos y creída a pies juntillas por gentes relativa a la existencia de obras geniales o casi, y e bajo siete llaves por mor del régimen vigente, c simplemente pensadas en la fantasía creadora. ansiado momento, se abrieron todas las frontera jante patraña quedó al descubierto; quienes en habían dado por buena, declaran ahora su decep es el caso de Juan Carlos Onetti que, entrevistad de 1981 (4), confesaba: «Ha habido en España, e de literatura, una gran equivocación. Se pensó qu cuarenta años [del franquismo] la gente no podí por la censura, y todos creíamos, o yo al menos, en los cajones, esperando, más de una obra levantó el telón y ¿qué? ¿Dónde estaban esas ningún sitio .» ¿Siguen siendo los premios tan decisivos como en la década de los 40 y los 50, o tan abundantes confusionarios como en años posteriores? El tiempo suele traer consigo la normalidad desp desorbitación, y así ha sucedido en este capítulo recieron algunos premios, apenas hubo creación por algún motivo relevantes; los descubrimientos noveles y de obras considerables no llegaron a en el caso de galardones que, como el «Na «Planeta», se convocan para originales inéditos que el Nacional de Literatura (que no se denom antaño «Miguel de Cervantes») corroboró, co tras convocatoria, el prestigio de autores com Martín Gaite, Jesús Fernández Santos o Gonzalo Ballester. 7 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) La obtención de un premio ¿continú forma a la mano del narrador de sconoci serlo y merecer la atención de editores y l que supone premiar a un desconocido , ¿e dial de estos certámenes? Estas y otras abordadas por un grupo de críticos l Amorós, Rafael Cante, Florencia Martín listas (Angel maría de Lera, Jesús Torbad con el título Los premios de novela y consumo se celebró en el Club Urbis, de M de 1981 y del que se obtuvo como consecu pese a sus defectos y errores, son todaví promoción de lectores» y, también, «una a y libreros», por lo cual deben ser estimad necesario», aunque la buena literatura (co surge siempre en virtud de su peso esp Me inclino a pensar (aunque no dis ticas al efecto), que las novelas galardonad de mayor popularidad son por 10 gen posean algún mordiente de naturaleza ext atendidas que lo fueron en su día alg antecesoras; como quiera que se produje fraudulentos o decepcionantes, a lo que cansancio que ocasiona la repetición p consabido y la aparición de nuevos y jó debe extrañar que esa recepción no sea entusiasta como antaño. Algunas editoriales utilizan como estra el lanzamiento de nuevas colecciones a b novelistas, harto revueltos a veces, dond y unos títulos parecen apoyar a otros e incluso ante la crítica; suele tratarse forzadas por las más diversas circunstan dujo en el otoño de 1972 el lanzamie rral» (un conjunto de diez y siete auto tacular que efectivo y que , por lo mism 'pena que gloria sin que dejara de sí hu largo de 1981, dos editoriales madrile «Alfaguara», presentaron sendas colecc dirigida una de ellas -«Nueva Ficción» (A más jóvenes en edad y en obra, en tan - «Novelas Cátedra» - ha ofrecido hasta bres más consagrados y maduros (Gross 8 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) Guerra Garrido, vgr.) . En cualquier caso resulta ble la iniciativa estimuladora. En el ámbito de la crítica de actualidad o in han producido con el paso de los años las natura incorporaciones; es en los suplementos culturale páginas literarias que ofrecen algunos periódic bién, en semanarios y en revistas de aparición ciada donde esos críticos firman sus comentari tivos. La situación general se parece sensibleme tales cambios individuales, a la de años atrás insistiéndose ahora en la dedicación del crítico género literario, lo cual es un hecho positiv contrapesa, sin embargo, otros hechos más grav la abundancia de novelas publicadas y la urgenci la crítica de actualidad. Creo que, salvo excepciones, sigue haciéndo literatura crítica de solapa, desde luego nada vo excepciones, igualmente, la crítica resulta y concede sin empacho el nihil obstat a libro res que quizá no lo merezcan tanto. En lo qu la llamada crítica universitaria, no urgida por la impone lo recién aparecido, tampoco limitada e sión de sus comentarios y jamás obligada a a carácter y tono divulgatorios, cabe decir que, período temporal acotado, continuó, tanto en Es en el hispanismo extranjero, ofreciendo muestra ción hacia nuestra novelística más reciente, con tema doctoral, a cuyo tratamiento son aplicad siones metodologías novedosas y complejas, d pertinente en el comentario periodístico . Testimonios corroborado res de semejante ate ron dos congresos acerca del tema, celebrados a 1979: en la Universidad norteamericana de Va abril) yen San Juan de Puerto Rico (mes de novie intervenciones extranjeras y españolas, de narra críticos; la conclusión última de las ponencias pudiera ser lo afirmado por el profesor Manuel la primera de esas reuniones), según el cual «la lengua española, uniendo la peninsular a la hi ricana, representa hoy, en número y calidad, una destacadas del mundo» , ¿Tiene el libro novelístico muchos lectores e tros, actualmente? Difícil respuesta la de semejan 9 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) ta; para darla cabal habríamos de entrar como: edad y formación de los lectores, es objetivo perseguido con la lectura, vgr. Cre como ha sucedido siempre, nuestro lector primordialmente su entretenimiento o div aquellos libros que ofrecen abundante pe no demasiada complicación técnica, requi sivo y densidad conceptual suelen ser los m preferidos. Ciertas listas mensuales de libr (ignoro hasta qué punto dignas de confi que, durante algunos de los años que nos asunto político, testimoniales y de memor siempre a favor de circunstancias efímera truculencia y sectarismo a veces, han atención de la masa lectora sobre el libro menos puro; pero semejante hecho, esp parte, creo que remite ya en frecuencia y * * * * * Poco espacio de tiempo es el aquí co media docena de años, y no muy movidos como para que sea posible determinar un literarias distintivas; nuestro repaso o bala do hasta ahora en unos cuantos capí crítica, etc. - cuya realidad actual resulta globalmente hablando, a la pretérita. Tal tanto en los aspectos que siguen. No cabe referirse ya al llamado «boom hispanoamericana y a su influjo entre nos referencia a algo que fue, y bastante dec 1962, año del premio «Biblioteca Breve» a perros, del peruano Mario Vargas Ll montaje editorial y también político de junto a la excepcional valía de unos cu diferentes promociones, fueron las cau rotundo, pero al presente no existe ya el p novelas escritas por hispanoamericanos, de nubes, hasta de imitarlas servilmente reacción, negarles el pan y la sal. Han quedado los que merecían qued mente, han hecho mutis por el foro aq fueron sólo beneficiarios aprovechados Algunos narradores de allá continúan resi 10 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) o publican aquí sus nuevos libros (caso de García Crónica de una muerte anunciada, 1981, o de Va La guerra del fin del mundo, 1981), o reciben «Miguel de Cervantes» (como Alejo Carpentier, Borges y Juan Carlos Onetti). Mucho menos fue dejaron tras su extinción montajes tan increíbles los «narraluces» y el de los «narraguanches», poc flor de un día en los primeros años 70.­ Era por entonces, y aun tiempo después, cu señales de vida, ni numerosas ni muy bril experimentalismo con pretensiones renovadoras del lenguaje y en el manejo de la estructura ofreciendo como resultado unas novelas que en escasa peripecia externa, la índole borrosa de s problemáticos personajes, las no siempre atrac gaciones, las frecuentes y tal vez arbitraria temporales, aparte la ausencia de las más convenciones tipográficas, resultaban de lectur aburrida. No significan estas palabras mías un re mático de la experimentación, necesaria y líc para evitar la anquilosis y procurar el enriq del género, pero este camino de riesgo y ave conducir a cosa muy distinta de la inanidad c sin relieve. Aunque todavía continúa la labor de algunos tadores, lo cierto es que el género parece regr su carácter más genuino y consabido: la narra chos, la presentación de personajes, la creación de so peculiar, de acuerdo quizás con el postulado que pide «un hombre, un paisaje, una pasión», ad gentes de generaciones más jóvenes como el nov María Vaz de Soto para quien (lo sostiene el p de su obra Fabián, 1977) «la esencia de la n siendo la narración» o el ensayista Sánchez Dr dario de la novela capaz de «divertir, cautivar y c De contar cosas reales e imaginadas fue 1972 La saga/fuga de J.B., si no la mejor no autor sí la que le sacó de la injusta situación padeciendo para convertirle en uno de los no ximos y reconocidos de la novela española de p Más o menos por ese camino ha seguido Torren en obras posteriores - Fragmentos de Apocali que corrobora de modo excelente lo antes ap 11 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) «regreso a la más diáfana narratividad, a relato apasionante y atractivo, lleno de figura extraordinarias» (según Daría Villanueva) (5 los jacintos cortados, 1981-, firmes credenci su maestría y de su entendimiento lúdico novelar. Camilo José Cela, otro de esos nomb ha cumplido fielmente hasta ahora su aviso d el cual Oficio de tinieblas 5 era «el acta de de maestría ' [como novelista]», si bien por me entrevista pudo saberse que piensa volver al g novela provisionalmente titulada Penúltima mismo sigue, con segura y pausada insist Delibes, reinstalado ahora en ese su costum mo castellano y rural de excelente ley -lo disputado voto del señor Cayo (1979) Y inocentes (1981 )-. El olvidado Juan Anton negui hizo acto de presencia en 1979 con hermoso, un original «machacado» por la atrás (en 1968, cuando «creí que las cosas hab pero no »), muy revisado y modificado en la pública, con prólogo de José María de Are que Ramón J. Sender desde su residencia c San Diego es algo así como el narrador que n tarea de escribir, incontinente o torrencial, que tres novelas en 1979: El superviviente, A mirada inmóvil-. Francisco Ayala, entre U.S conferencia, ensaya, colabora en la prensa diríase desinteresado por la novela. Gentes m los anteriormente citados como Jesús Ferná Carmen Martín Gaite, autores de varios lib en este período y ganadores de diversos prem amplían de este modo el renombre que ya Ha vuelto a producirse, aunque con dife cia, un fenómeno también ocurrido tiempo unas cuantas mujeres novelistas obtenían lo famosos; la actual e importante presencia nuestra novela no sigue ese camino exactam entre las integrantes del conjunto haya quien Mayoral ha sido muy galardonada. N o con escritoras grupo deliberado, ni se distinguen p unos específicos asuntos o de una peculiar como sucedía en los años 40 y 50 con ciertas co 12 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) proclives al tremendismo entonces vigente . Algun siguen atentamente el hecho y Andrés Amorós, un ofrecía en su artículo Penúltimas novelistas (ABC suplemento «Sábado cultural»: 19-IX-1981, p. 11) siguiente : Esther Tusquets, Montserrat Roig, R tero, Cristina Fernández Cubas, Carmen Riera, Santiago, Marina Mayoral, Soledad Pu értolas Ortiz y Ana María Navales . Junto a la revelación de este conjunto, unitar manos críticas, a la hora de señalar incor efectuadas y mantenidas dentro del período actu nombrarse a Ramón Ayerra, acaso demasiado fec libros desde 1977: La España imperial, hasta terroristas), que parece bien dotado y poseed expresión brillante y, a las veces , desgarrada a lo Puesto que andamos a vueltas con nombres vivos y activos se hace obligado recordar (e fallecidos) a Alvaro Cunqueiro (28-11-1981), muc arrinconado en su condición de escritor en gal más todavía por paladín de la independencia del margen de modas y modos ocasionales, y cel libertad imaginativa, dotes reconocidas y celeb muerte o poco tiempo antes y no , desde lueg nuestra literatura narrativa era víctima de la empobrecedora debida al compromiso, el test denunc ia y el rea lisrno social a flor de piel. M excluido fue Cunqueiro durante aquellas calen que fue su última entrevista ilustraba implícit propio caso refiriéndose a )0 sucedido en Francia Giono : «Dicen que Giono es de derechas, no pandemonio parisiense de intelectuales y, por es saben que es el más grande, lo marginan . Ese rismo literario-político tiene en Francia caracter sos, como, por ejemplo , cuando el pandillerismo un Giono» (7). Como Giono , o como en España Lorenzo Villalonga, Cunqueiro, fantástico y doct estilista, se mantuvo fiel a sí mismo, gustosam placido en sus personajes y fabulaciones (origin céltica la suya) porque como alguna vez confesa en la gran peripecia humana, tantas veces mágica tantas veces sueños espléndidos y mitos trágicos de continuar.» * * * * * 13 Colección Ensayos.Fundación Juan March(Madrid) Acaba de verse por dónde y cómo menos, la novela española en estos últim novela de -algún modo actual cuyos ava muy nuevos o distintos respecto del pasa el comienzo de una década -los ochent cimiento de una situación política diferen cia- son motivo bastante para cambios l dentes; la continuidad advertida ' en el á resulta compatible con ambos hechos y se se por ello. Lo que importa es que sean a los interesados esas posibilidades reciente que la obra mal hecha, la politización fraude editorial, la miopía o el compadraz contrariamente, perdiendo voz y espacio Acaso por algún tiempo siga manteniéndo ostensibles ese «tono medio de alta calida cumbres que se destaquen», advertido po iba a comenzar 1980; acaso haya que próximo futuro lo que Alfonso Grosso ac mismas fechas: «superar, por un lado, la que es un camino estéril y sin salida» impotencia que significa en una autént pornografía utilizada como único vehícu relato, pretendiendo sustituir la imagina eludiendo los grandes temas [ ....]». En la m novelistas queda la aventura. NOTAS ( 1) Luis Suñ én, Una excelente cosecha novelesca espa del suplemento «Libro s»: 27-Xll-1981. p. 5). (2) Francisco Ayala , La cuestionable titeratura del del Norte». Ov iedo, nº 8: Vll-VIII-1981. p. 67). (3) La literatura del sexo , (ABC. nº del 28-IX·19 (4) Juan Carlos Oneui, desapasionadamente. (Entre tegui en AB C, nº 27 del suplemento «Sá bad o cultural »: (5) La Novela. colaboración en «El año literari Castalia. 1977. p. 26) . (6) Zunzunegui y Sender han fallecido en el curso Madrid. el3l de mayo; el segundo. en San Diego, a 16 de e titulado Una declaración imprudente (en «Nueva Estafeta la última publicación de Zunzunegui, «do mado r del lengua sar argumentos y dalas » (según le reeuerda Areilza). Send aventadas en el océano Pacífico, eseribió hasta última ho novelar el «cha nd rio» (desaguisado) del asalto al Con de febrero de 1981. (7) Merlín. o el placer de ser Cunqu eiro, entrevista ((Cambio 16». M ., nº 484: 9-111-1981, p. 90) . 14