Premisas socioculturales y los valores y creencias en México

Anuncio
U
P
Premisas socioculturales
y los valores y creencias
en México
BETTY SANDERS BROCADO
na de las propiedades de los valores
es que pueden ser empleados con
extraordinaria versatilidad en la vida
diaria y, al igual que las actitudes, son
adquiridos como resultado de la incorporación del individuo a los modos y
costumbres de una sociedad, de una
cultura. Por lo tanto, se les puede considerar como representaciones psicológicas
de la influencia de la sociedad y la cultura
en el individuo. Cuando clasificamos los
acontecimientos que nos rodean, nos
referimos a la forma particular en que
los clasificamos y reflejan sin duda la
orientación cultural del grupo en el que
hemos crecido. Esta valoración acerca del
entorno desempeña un papel importante
en la defensa de la sociedad y de la
cultura, permitiendo la reinterpretación
e incorporación de los cambios, sin que
peligre la estructura básica de la sociedad.
LOS VALORES SON CONCEPTOS abstractos que conllevan complejidad en su
definición, medición e incluso explicación. Vivimos en un mundo rodeado
de valores y principios.
Existen valores generales que constituyen una meta o ideal de vida y
otros que son los valores que nos llevan hacia los primeros, más generales
como la felicidad, la bondad y otros más específicos como el respeto o la
honestidad. Generales o particulares, parece ser que están fuertemente
impregnados con la cultura en la que se dan; si bien hay valores denominados
universales, hay otros que dependen de su situación geográfica. Hay valores
orientales y occidentales, otros que dependen también de las religiones (se
habla por ejemplo de un código de comportamiento basado en valores
judeocristianos).
Dependen también de la situación en la que se den, son efímeros,
momentáneos como el código de valores de la guerra, que si bien es en sí
una aberración, parte de un código y de una ética muy particulares.
ANUARIO DE INVESTIGACIÓN 2004 • UAM-X • MÉXICO • 2005 • PP. 72-88
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
“Tiempos traen tiempos” dice la frase, así los valores cambian con las
generaciones, se habla por ejemplo de una generación idealista o de una con
los valores trastocados.
Junto con las leyes —a su vez basadas en valores—, éstos son realmente
el elemento que cohesiona y norma a las sociedades, les da forma y límite.
Los valores están siempre presentes, si bien invisibles, determinan
cotidianamente y a largo plazo el rumbo de las sociedades en particular y de
la humanidad en general. Su valor es innegable, su cumplimiento o su
rompimiento o distanciamiento determinan la ética de un individuo, grupo,
sociedad o nación.
Como concepto y como término se usan indistintamente intercambiándolos con principios, moral o ética; su definición y uso conceptual es
complejo, también su explicación en
Magali Lara, Dos circunstancias, 2003
términos coloquiales o especializados;
se recurre a los valores para definir
prácticamente todo comportamiento
individual y grupal, son la referencia
o marco desde el cual se analiza, juzga
y concluye.
Su interpretación y observancia es
a la vez objeto personal y social, ya
que existen valores individuales como
manera de ser y vivir dentro de un
campo más amplio determinado
socialmente. La falta a valores establecidos es socialmente castigada, la falta
a valores personales va desde el cinismo en su observancia hasta el auto
castigo por faltar a ellos.
Su análisis y medición conlleva también un grado de complejidad notable,
tratamos con conceptos, construcciones hipotéticas, expresiones verbales,
actitudes y formas de ser y actuar, con comportamiento en suma, con el
objeto de estudio de la psicología como ciencia, a sabiendas que tiene el
objeto de estudio más complejo de la ciencia en general.
Si bien el estudio de los valores va de la mano con la historia de la
humanidad, como afirmamos arriba es durante el siglo XX, calamitoso y
IDENTIDAD Y CULTURA
73
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
violento, cuando junto con el desarrollo de las ciencias sociales como tales se
da el estudio, análisis e investigación de los valores de manera más sistemática
y metódica. Ello no va en menoscabo de las épocas de esplendor del pensar
occidental como el periodo largo y productivo de los llamados filósofos
griegos, ni con el Siglo de las Luces, particularmente en Francia, Inglaterra y
Alemania, no soslaya tampoco las teocracias prehispánicas con su peculiar
cosmogonía, ni los valores derivados del punto de vista de la Iglesia católica,
siempre atrás de las circunstancias, siempre severo anacrónico y obsoleto,
baste como ejemplo el caso de Galileo y los santos inquisidores en la historia
y en el turbulento siglo XX la existencia de grupos como el Opus Dei en
Europa y América.
Va pues una pequeña contribución al estudio de este fascinante tema
desde el punto de vista de la psicología social.
Partiremos de la premisa de que éstos, presentes o ausentes, guían el
comportamiento del individuo y conforman de manera general el proyecto
de vida de cada sujeto.
Como afirmamos, existen diversas aproximaciones y estudios sobre el
tema de los valores; sin embargo, en este trabajo se presentan y revisan sólo
algunos estudios realizados en el área de la psicología social entendida como
parte de la psicología científica.
Desde 1951, autores como Allport, Vernon y Lindzey elaboraron una
escala para medir la relativa importancia hacia seis orientaciones valorativas:
La teórica (verdad), estética (armonía), política (poder), económica
(utilidad) social (amor al prójimo) y religiosa (unidad).
Morris (1956) describió trece filosofías de vida, evaluadas por los sujetos
en términos de la clase de vida que les gustaría vivir. El instrumento que
utilizó en la investigación se formó de tres componentes básicos de
personalidad:
• Tendencia para liberar y satisfacer los deseos existenciales (dionisiaca).
• Tendencia para cambiar y rehacer el mundo (prometeo).
• Tendencia para regularse a sí mismo (budista).
Rockeach (1973) ha sido uno de los teóricos más destacados en el estudio
de valores del ser humano y construyó un instrumento con el objeto de
IDENTIDAD Y CULTURA
74
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
evaluar la relativa importancia de los diferentes valores dentro de un sistema
total de creencias en el ser humano, valores como principios que guían la
vida de una persona. Dos clases de valores conforman dicho instrumento:
terminales e instrumentales.
De los estudios más recientes tenemos el de Schwartz y Bilsky, quienes
en 1990 propusieron una teoría psicológica sobre la estructura de valores de
carácter y contenido universal. Estos autores establecieron siete dominios
universales: prosocial, conformidad restrictiva, placer, logro, maduración,
autodirección y seguridad.
Estos dominios fueron derivados de requerimientos básicos para todo
tipo de individuo, para la satisfacción de necesidades biológicas, para la
interacción social y para demandas sociales institucionales para el bienestar
y la sobrevivencia.
En 1995 Sagiv y Schwartz se refieren a diez tipos de valores: poder, logro,
hedonismo, estimulación, autodirección, universalismo, benevolencia,
tradición, conformidad y seguridad.
Estos valores, distintos motivacionalmente, han sido derivados de
requerimientos universales de la existencia humana y comprobados en
investigaciones transculturales (Schwartz, 1992; Schwartz y Sagiv, 1995).
Herrera Márquez realizó un estudio en México que analiza la opinión
de 918 jóvenes de 52 carreras de la Universidad Nacional Autónoma de
México en 1999 y mil 200 jóvenes de la UNAM (después del movimiento
de huelga más largo que ha vivido esta universidad). El factor común de
todos estos sujetos es que crecieron en el momento en que México cambia
de modelo de desarrollo económico al pasar de Estado Benefactor a un
Estado de puertas abiertas a la inversión coherente con el proceso de
globalización de la economía. Más tarde las políticas económicas y sociales
derivadas de este modelo se conocerán como neoliberales.
Este estudio partió de la Encuesta de la Asociación Mundial de Futuribles,
la cual integra 35 valores que permiten caracterizar las distintas regiones del
mundo y se encontró que los valores más importantes para los jóvenes
mexicanos en orden jerárquico fueron: familia, educación, libertad, amor,
vivir y sobrevivir, desarrollo personal, paz, honestidad y valores morales,
vivienda, alimentación y vestido.
IDENTIDAD Y CULTURA
75
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
Los valores que tuvieron menos jerarquía para los jóvenes fueron: política,
nacionalismo, solidaridad, ley y orden, tolerancia cultural y democracia. De
hecho su importancia se ubicó por debajo de valores como sexualidad
gratificante, sobriedad en modo de vida, estatus social, progreso científico,
técnico y religión.
En general, es factible detectar que la conceptualización de valor y los
instrumentos que se han utilizado en las diversas investigaciones son diferentes
y abarcan desde formas de vida, actividades, orientaciones o conductas
correctas o incorrectas, aceptadas o inaceptadas, orientaciones de vida y modos
de conducta, objetivos personales y sociales, roles y papeles en la vida y
dominios motivacionales derivados de requerimientos básicos para todo
individuo.
Definición de valor
Para definir lo que es un valor se seleccionaron a dos prominentes teóricos
de la psicología social que han centrado sus trabajos en este tema y han
presentado propuestas teóricas que se complementan.
Uno de ellos es Rockeach (1975), quien definió al valor como la
convicción perdurable de un modo específico de conducta o estado final de
existencia personal o socialmente preferible a un modo de conducta o estado
final de existencia opuesto o contrario.
Este autor atribuye a los valores una cualidad relativamente permanente,
su definición admite un componente emotivo en los valores, es decir el
hecho de que lo hagan a uno sentirse bien o mal; un componente
motivacional que se refiere al esfuerzo para alcanzarlos y los componentes
afectivo y cognoscitivo que se refieren a lo que es “preferible”.
Según Rockeach, existen básicamente dos tipos de valores en el ser
humano:
• Los valores terminales, que se refieren a objetivos generales o estados
finales de existencia tales como la felicidad, la libertad y la seguridad
familiar, entre otros.
IDENTIDAD Y CULTURA
76
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
• Los valores instrumentales, que se refieren a modos de conducta como
ser honesto, competente e independiente, entre otros.
El mismo Rockeach plantea que existen cinco suposiciones acerca de la
naturaleza de los valores humanos:
a) El número total de valores que una persona posee es relativamente
pequeño.
b) Todos los hombres en cualquier lugar poseen los mismos valores pero en
grados diferentes.
c) Los valores están organizados dentro de un sistema.
d) Los antecedentes de los valores pueden estar dirigidos hacia la cultura, la
sociedad y sus instituciones y la personalidad del individuo, todo al mismo
tiempo.
e) Las consecuencias de los valores humanos estarán manifestadas en todas
las acciones y procesos humanos.
Por otra parte, Schwartz (1990) definió los valores como los objetivos
deseables, que varían en su importancia y sirven como guía de principios en
la vida de las personas. El aspecto crucial de esta propuesta son los objetivos
motivacionales y enfatiza diez tipos de valores generales con sus respectivos
valores específicos:
1. Poder: estatuto social y prestigio, control social o dominio sobre la gente
y los recursos (poder social, autoridad y riqueza).
2. Logro: éxito profesional mediante la demostración de competencia
conforme a los estándares sociales (éxito, capacidad, ambición, influencia).
3. Hedonismo: placer y sensación de gratificación para uno mismo (placer y
diversión en la vida).
4. Estimulación: excitación, novedad y cambio en la vida (audacia, vida
variada, una vida excitante).
5. Autodirección: pensamiento independiente y elección de acción,
creatividad, exploración (creatividad, libertad, independencia, curiosidad,
elección de propios objetivos e inteligencia).
6. Universalismo: entendimiento, aprecio, tolerancia y protección para el
IDENTIDAD Y CULTURA
77
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
bienestar de toda la gente y la naturaleza (tolerancia, justicia social,
igualdad, un mundo de paz, un mundo de belleza, protección del
ambiente).
7. Benevolencia: preservación y realce del bienestar de la gente con quien
uno tiene contacto personal frecuente (útil, honesto, indulgente, leal,
responsable y amistad verdadera).
8. Tradición: respeto, compromiso y aceptación de las costumbres e ideales
que la cultura tradicional o la religión proveen (humildad, aceptación de
mi posición en la vida, devoto, respeto a la tradición).
9. Conformidad: restricción de acciones, indicaciones e impulsos para dañar
a otros y violar las normas (cortesía, autodisciplina, honorabilidad de
padres y mayores).
10. Seguridad: armonía y estabilidad de la sociedad, de las relaciones y de
uno mismo (seguridad familiar, seguridad nacional, moderación, imagen
pública protegida).
Una de las propiedades más interesantes que tienen los valores es que
éstos pueden ser empleados con extraordinaria versatilidad en la vida diaria.
Ellos pueden ser compartidos o no, empleados solos o en combinación,
pueden intentar aplicarse igualmente a uno mismo que a otros, a uno mismo
pero no a otros, a otros pero no a uno mismo, a uno mismo más que a otros
o a otros más que a uno mismo (Rockeach, 1973). De hecho, se sabe muy
poco acerca de las condiciones bajo las cuales los valores son tan diversamente
empleados.
Para ambos autores, tanto los valores como las creencias tienen tres
componentes: el cognitivo, el afectivo y el conductual.
1. Un valor es una cognición acerca de lo deseable, es decir, una persona
tiene un valor que le permite desde el punto de vista cognitivo saber la
forma correcta para comportarse, o el estado final de existencia por el
cual esforzarse.
2. Un valor es afectivo en el sentido de que se puede sentir emoción acerca
de éste, tener un sentimiento a favor o en contra de éste, aprobar a aquellos
que exhiben juicios ejemplos de éste y desaprobar a aquellos quienes
exhiben juicios ejemplos negativos de éstos.
IDENTIDAD Y CULTURA
78
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
3. Un valor tiene un componente conductual en el sentido de que es una
variable que interviene para dirigir la acción cuando ésta es activada.
Como se puede observar, hablar de los valores resulta, además de
interesante, un tema complicado sobre el que hay mucho escrito y desde
múltiples enfoques que suelen ser muy diversos y segmentados. Las opiniones
y los estudios son a veces complejos y no expresan una comprensión integrada
del problema.
No obstante, es posible afirmar que el accionar de una sociedad es la
resultante del conjunto de valores a los cuales ella se adhiere, o sea que los
valores constituyen el andamiaje central de la cultura de los pueblos y es por
ello que tienen una connotación asociada a las conductas y acciones de las
sociedades.
La cultura como sistema de valores y creencias
Para muchos teóricos, un valor entre otras cosas es una disposición de una
persona parecida a la actitud, pero más básica que ésta. De hecho Rockeach
(1975) considera un valor como un tipo de creencia, centralmente ubicada
dentro de un sistema total de creencias, acerca de cómo uno debe o no debe
conducirse, o acerca de un estado final de existencia valorado o no logrado.
Así, un valor es una creencia perdurable, que especifica un modo de
conducta o un estado final de existencia que es personalmente o socialmente
preferible a otro opuesto modo de conducta o estado final de existencia, y
un sistema de valores es una organización de creencias perdurable,
concernientes a modos de conducta o estados finales de existencia preferibles
a través de un continuo de relativa importancia.
Los valores, al igual que las actitudes, son adquiridas como resultado de
la incorporación del individuo a los modos y costumbres de una sociedad,
de una cultura. Se les puede considerar por lo tanto en un sentido amplio
como representaciones psicológicas de la influencia de la sociedad y la cultura
en el individuo. Son, por lo general, inseparables del contexto social y cultural
que los produce. Las actitudes y los valores de un sujeto, incorporan sus
IDENTIDAD Y CULTURA
79
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
experiencias pasadas y a la vez producen efectos directivos sobre su conducta
orientada al futuro.
Tanto las actitudes como los valores no aparecen aisladamente, sino
que más bien tienden a integrar una constelación. Las personas tienden a
exhibir actitudes, valores y creencias hacia una amplia gama de entidades
sociales: instituciones, organizaciones, religión, familia, amigos, grupos
políticos, etcétera.
El proceso de adquisición de estos valores y creencias comienza durante
los primeros años de vida y tiene como función la conformación de una
identidad básica, que tiene lugar dentro de las identificaciones que suceden
en el núcleo familiar. Tal identidad termina de conformarse de manera más
integral cuando el individuo entra en contacto con otras instituciones, donde
adquiere las habilidades que le garantizan la capacidad de sobrevivir y
aumentan la capacidad de autonomía y toma de decisiones. A lo largo de
este proceso se encuentra involucrada la comunicación, a través de la cual el
hombre hace acopio de todos los referentes necesarios —incluyendo los
valores y las creencias— que le servirán para manejarse dentro de la sociedad
e interpretar la realidad.
En este sentido, los conceptos dejan de ser simplemente abstracciones
para convertirse en categorías y valores aceptados socialmente, posibilitando
así el entendimiento que ayuda a la colectividad a reconocer los hechos y a
dirigir las observaciones acerca de un acontecimiento, constituyéndose
paulatinamente en instrumentos naturales de comprensión y referencia. En
este sentido, la persona es una construcción social que emerge de la interacción
comunicativa y la identidad es la integración y organización a nivel simbólico
de las distintas funciones de una personalidad formada en sociedad.
A la función de la sociedad y de la cultura las podemos ubicar como
sistemas organizativos, cuerpos organizados de normas que conciernen a los
modos en que los individuos de una población deben comunicarse entre
ellos, pensar de sí mismos y de su entorno y comportarse respecto a los
demás y respecto a los objetos de su entorno. Las normas, las creencias y los
valores no son acatados de forma universal, pero todos los reconocen y
generalmente limitan la amplitud de variación de las pautas de comunicación,
creencia, valoración y comportamiento social de esa población (Barnouw,
1973, citado por DeVos, 1980).
IDENTIDAD Y CULTURA
80
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
Durante el proceso de socialización, la cultura se transmite a través de sus
agentes (padres, maestros, ministros de religión, etcétera), y en una secuencia
determinada de contextos sociales tales como la familia, la escuela, los grupos
de amigos y de trabajo.
La cultura como concepto puede incluir productos materiales, además de
los sistemas de valores, creencias y símbolos subyacentes al comportamiento
observable. Las pautas del lenguaje, por ejemplo, o de la educación de los
niños, se transmiten de una generación a la siguiente en forma de “cultura”,
independientemente de los posibles cambios que puedan ocurrir en la
organización social, en los sistemas legales, en la tecnología, etcétera.
El grado de adhesión a los patrones socioculturales, principalmente
respecto a los roles del hombre y la mujer determinan de manera importante
el aprendizaje de pautas de comportamiento y tienen a su vez consecuencias
psicológicas y sociales dentro de la familia.
En estos procesos, suponemos que son las instituciones básicas de la
sociedad (familia, escuela) las que determinan los aspectos fundamentales
(valores) y definen las pautas de mutuo comportamiento previsible. Estas
pautas existen bajo la forma de códigos no escritos, pero que de alguna
manera son claramente comprendidos, compartidos e impuestos por los
miembros de un grupo. Desde la psicología social resulta interesante el
concepto “premisa sociocultural” que fue introducido por Díaz-Guerrero
para explicar la conformación y el apego de los individuos a valores y patrones
culturales propios de su comunidad.
La definición de premisa sociocultural se refiere a aquello que sienten los
individuos y los grupos acerca de un objeto significativo, al cual se le puede
atribuir una función lógica y directiva, además de que fungen como
mediadores entre el individuo y su entorno. La asociación con otras premisas
socioculturales constituyen una red de significados que da sentido a los valores
y las creencias de un grupo (Diaz-Guerrero, 1997).
Las Premisas Socioculturales han sido moldeadas históricamente y se
aprenden desde la infancia. Podemos decir que se refieren a una elaboración
de la realidad en la que intervienen procesos afectivos, cognoscitivos y sociales
que se integran.
Cuando clasificamos los acontecimientos que nos rodean, cuando los
valoramos en buenos o malos, deseables o indeseables, agradables o
IDENTIDAD Y CULTURA
81
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
desagradables, admirables o despreciables, honestos o deshonestos, nos referimos
a la forma particular en que como individuos los clasificamos, pero que refleja
sin duda la orientación cultural del grupo en el que hemos crecido.
Esta valoración acerca del entorno, desempeña un papel importante en
la defensa de la sociedad y de la cultura, es decir, parece ser que este sistema
de valores, cambia muy lentamente o más lentamente que otros sistemas y
aunque esta resistencia a modificar el modo de vida suele producir tensiones,
sobre todo ante la rapidez e impetuosidad con la que se presentan los cambios
tecnológicos, es esencial en el proceso de asimilación de innovaciones, ya
que actúa retardando el cambio y permitiendo la reinterpretación e
incorporación de éste, sin que peligre la estructura básica de la sociedad.
Los valores y las creencias de “lo mexicano” y la “mexicanidad”
Hacia la segunda mitad del siglo XX surgen en México varios científicos
sociales que intentaron, desde diferentes aproximaciones, examinar y explicar
la relación entre los valores, las creencias, la cultura y su influencia en los
tipos de personalidad de los mexicanos y que algunos de ellos llamaron
identidad y carácter nacionales.
Sobre todo al término de la Segunda Guerra Mundial aparece una
corriente preocupada por descubrir e identificar las características de lo
mexicano, la singularidad de lo nuestro, sus peculiaridades y su ubicación
en lo universal. En esta época se ubican los estudios de Samuel Ramos: “El
perfil del hombre y la cultura en México” (1934); Leopoldo Zea: “Conciencia
y posibilidad del mexicano” (1945): Octavio Paz, en torno a las distintas
características del ser mexicano: El laberinto de la soledad (1950); Santiago
Ramírez: El mexicano, psicología de sus motivaciones (1959); Rogelio DíazGuerrero: Psicología del mexicano (quien inicia en 1952 y continúa hasta
finales del 2004, creando y recreando los conceptos sobre la cultura y el
mexicano); Luis Lara Tapia y María Luisa Morales con su estudio sobre
premisas socioculturales en tres comunidades indígenas de Tlaxcala (1961);
Luis Lara Tapia, Ángel San Román y Rogelio Díaz-Guerrero con el “Estudio
demográfico para el programa de investigación para el desarrollo de la
personalidad del escolar mexicano” (1969), y las más recientes investigaciones
IDENTIDAD Y CULTURA
82
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
sobre identidad y carácter nacionales realizadas por Raúl Béjar Navarro y
Héctor Manuel Cappello (1979, 1983, 1985, 1986, 1988).
Del esfuerzo consistente y sistemático de este grupo de psicólogos,
sociólogos, filósofos y psicoanalistas han surgido las pautas de una nueva
inquietud del pensamiento mexicano y han servido de base para múltiples
estudios sobre el tema en los que subyace la idea de la necesidad de estar
plenamente conscientes de la cultura como una fuerza que moldea para
poder apreciar todos los tipos y diversidad de conductas que produce.
El estudio de la cultura tiene en este sentido una doble función, por un
lado constituye la base para la comprensión de los factores particulares
subyacentes al desarrollo de los diferentes grupos sociales y por el otro lado
nos permite revelar los patrones que son comunes a la sociedad a la que
pertenecen dichos grupos.
Victoria Campaiñ, Sin título, 2004
No es fácil identificar cuándo surge
la palabra “mexicanidad”, qué implica
al mexicano en el devenir, con todas
sus peculiaridades, de las más simples
a las más complejas. Esta palabra surge
en nuestro lenguaje cotidiano más
desde la política que desde la ciencia,
de la intención de ubicarnos en un
mundo atemporal, donde poco pasa o
poco debe pasar; esta palabra
corresponde a una época en la que se
trata de apartar a México de los
movimientos sociales que estaban
ocurriendo en el resto del mundo. Comienza a fomentarse en ese tiempo una
“cosificación” y estereotipación de lo mexicano.
Este fenómeno lo vemos claramente en los escritos de Ramos (1934),
quien argumenta que se ha imitado a la cultura europea. Este proceso
imitativo es un fenómeno inconsciente propio de la cultura mestiza, pues
así no ve su propia cultura. Esta comparación inconsciente que realiza la
cultura mestiza, provoca en el mexicano, para este autor, un sentimiento de
inferioridad.
IDENTIDAD Y CULTURA
83
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
Sin embargo, en la búsqueda de la cultura mediante la imitación, es
posible que se dé otro fenómeno, el de asimilación cultural, por lo que para
este autor la cultura mexicana es derivada. Estos procesos según Ramos se
dan a través del lenguaje y la religión.
Siguiendo a este autor, la cultura dominante es la criolla, enarbolada
sustan-cialmente por la clase media. Como vehículo para comprender al
mexicano, Ramos estudia al personaje del “pelado”, cuyas características son:
a) El “pelado” tiene una personalidad dividida, una es real y la otra ficticia.
b) La personalidad real queda oculta y sólo aparece la ficticia.
c) La función de la personalidad ficticia es elevar la visión devaluada de la real.
d) La parte ficticia crea un sentimiento de desconfianza en sí mismo.
e) La desconfianza provoca una percepción distorsionada de la realidad
f ) Lo anterior provoca una gran susceptibilidad con el contacto de otros
hombres.
g) Esta forma de relacionarse lo vuelve muy inestable.
Por su parte, Santiago Ramírez realiza un análisis de los grupos que se
originaron con la conquista (el mestizo, el criollo y el indígena), haciendo
una interpretación psicoanalítica de sus formas de ser.
El mestizo, originado por la unión de mujeres indígenas y hombres
peninsulares, donde ellas están devaluadas, crece con una gran admiración y
hostilidad hacia la figura masculina, y un predominio de la devaluación
social a lo femenino. Hace alarde de su masculinidad, ya que se siente débil,
dando lugar al machismo.
El criollo, con la madre rubia y distante y con una nana indígena, se
encuentra, al igual que el mestizo, con que la mujer que les dio afecto es un
ser devaluado.
Ramírez plantea que la dinámica básica de la familia mexicana, donde el
individuo aprende los valores, se puede resumir en:
a) Intensa relación madre-hijo.
b) Escasa relación padre-hijo.
c) Ruptura traumática de la relación madre-hijo.
IDENTIDAD Y CULTURA
84
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
Por su parte, Rogelio Díaz-Guerrero no sólo habla de personalidad sino
que abarca también la cultura. Este autor sostiene que existe un carácter
nacional y distintos tipos de mexicano que son el resultado de las diferentes
formas de reacción individual ante la filosofía de vida que prevalece en la
cultura mexicana. Sus estudios sobre la manera que tiene el mexicano para
evaluar a su familia, han sido ampliamente fundamentados.
Díaz-Guerrero (1997), cuya trayectoria en la investigación acerca del
mexicano y sus estilos de vida han sido consistentes y sistemáticos desde los
sesenta a la fecha, ha podido demostrar la gran influencia que tiene la familia
sobre la identidad del mexicano y lo mexicano y los fuertes procesos afectivos
que lo unen a ella.
Se ha visto que en la cultura mexicana, la estructura familiar tradicional
es fundamental, y se siguen viendo pautas persistentes de interacción familiar
que conservan un significado psicológico que garantiza la persistencia y
continuidad de valores y pautas tradicionales de socialización en la familia
(Sanders, 1989).
La familia transmite ciertas orientaciones valorativas denominadas
por Díaz-Guerrero como premisas socioculturales y las define como la
suma de afirmaciones, a través de las cuales se expresa y se puede medir
la cultura tradicional que es el aspecto medular del ecosistema de los
seres humanos (1997).
Diferentes tipos de personalidades que produce la familia mexicana:
a) El mexicano pasivo, afiliativo y obediente, es el más común en la población
mexicana (más rural que urbano).
b) El mexicano rebelde activamente; pertenece fundamentalmente a la clase
media; es rebelde, independiente y autoafirmativo.
c) El mexicano con control interno activo; personalidad que puede tomar
lo más positivo y desechar lo negativo de la cultura mexicana. Es un tipo
poco frecuente.
d) El mexicano con control externo pasivo, que se refiere a la personalidad
contraria a la anterior y proviene de familias donde abiertamente se asumen
como virtudes los aspectos más negativos de la cultura mexicana, tienden
a ser veletas del ambiente y son agresivos y rebeldes.
IDENTIDAD Y CULTURA
85
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
Estas personalidades tienen su origen en el patrón psicocultural de la
familia mexicana y está basado en dos premisas fundamentales:
1. La supremacía indiscutible del padre.
2. El necesario y absoluto autosacrificio de la madre.
Estas proposiciones fundamentales de la familia mexicana, parecen derivar
de orientaciones valorativas existenciales, implicadas en la cultura mexicana,
o de premisas generalizadas implícitas, que sostienen desde algo muy
profundo la superioridad indudable, biológica y natural del hombre sobre la
mujer (Díaz-Guerrero, 1997). Estas proposiciones dan lugar al desempeño
de los papeles de los miembros de la familia, anticipando y especulando
desde antes del nacimiento sobre los roles del nuevo miembro de la familia.
A manera de conclusión, se puede decir que la cultura consta del sistema
de valores creado y compartido por una comunidad. Toda comunidad
crea un sistema de valores para guiar la vida diaria de sus miembros. Una
manera de conocer este sistema de valores es por medio de los temas
culturales (Bueno, 1999).
En estos temas culturales se encierran las actitudes y los procesos que se
emplean para resolver cuestiones importantes de la vida cotidiana. Al estudiar
los temas culturales de una comunidad se llega a comprender mejor algunos
aspectos de la convivencia y a los recursos con los que cuenta una comunidad
para enfrentar los problemas diarios. Dentro de estos temas culturales se
encuentran entre otros el arte, las tradiciones y las maneras de pensar que
surgen en el lenguaje en forma de metáforas y dichos populares.
En términos coloquiales y como ilustración práctica de estos estudios y
puntos de vista sobre el mexicano y la mexicanidad, se anotan enseguida
diversos refranes y “albures” que recopila Basave (1990). Se ejemplifica
considerando que la llamada sabiduría popular es un espejo del sentir
cotidiano y permanente de un pueblo, es decir, de sus valores.
• Sobre la Honestidad: “Abierto el cajón, hasta el más honrado es ladrón”.
• De faltar a los valores: “Barato es el pecar y caro el enmendar”.
• De la maldad y la perversidad: “Más malo que una mentada”, “más malo
que la carne de puerco”.
IDENTIDAD Y CULTURA
86
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
• Del machismo como valor: “No vengo a ver si puedo, sino por que puedo
vengo”, “Amarren a sus gallinas, porque mi gallo anda suelto”, “Casado
pero no castrado”.
• Del valor general de la vida o de la vida como valor: “La vida no vale
nada”.
• De lo incierto de la existencia: “Del rayo se salva uno, pero de la raya no”.
• Del jugueteo con la muerte: “El muerto a la sepultura y el vivo a la
travesura”.
• De lo inconstante: “Llamarada de petate”.
• De la ironía después de una golpiza: “¿Más maíz, paloma?”
• De advertencia y reproche: “Lo que con los padres hagas, con los hijos lo
pagas”.
Es posible afirmar que tanto el desarrollo de la personalidad, la manera
de enfrentar al mundo, el desarrollo, las estrategias que utilizamos para filtrar
información, la vocación que desplegamos y hasta el grado de normalidad o
anormalidad son básicamente producto de los valores y las creencias
predominantes en la cultura a la que pertenecemos.
Sin embargo, los valores de la mexicanidad, vistos aquí a vuelo de pájaro,
distan mucho de lo que nuestra cultura puede aportar en términos positivos.
La gran tarea que nos queda para desarrollar a los científicos sociales es la
de redefinir nuestros contornos, los desafíos, los valores, las creencias y las
potencialidades de la mexicanidad y de lo mexicano, que obviamente tiene
que fundamentarse y dimensionarse en la pluralidad real e inherente a la
sociedad y la cultura mexicanas.
En este complicado inicio de siglo, los valores occidentales, vistos desde
un punto de vista humanista y con sentido de la solidaridad social, deben
hacerse efectivos y contraponerse a las tendencias mercantilistas y materiales
imperantes. Los valores vigentes como patrón conductual social no son
satisfactorios; es tarea de las ciencias sociales en general, y de la psicología
social en particular, continuar con el estudio de los valores nacionales,
analizarlos y proponer alternativas que vean el beneficio de las mayorías
como forma de vida, antes que el sentido individual y egoísta como antivalor.
El tomar partido e inclinarse a una visión del mundo más igualitaria
como valor rector no va en menoscabo de la objetividad de la visión científica,
IDENTIDAD Y CULTURA
87
PREMISAS
SOCIOCULTURALES Y LOS VALORES Y CREENCIAS EN
MÉXICO
al contrario, la humaniza y replantea su quehacer a no sólo analizar e
interpretar los problemas, sino a ser factor de cambio propositivo que tome
los patrones culturales existentes para mejorarlos y propugnar por sistemas
no sólo de valores, sino políticos, económicos y sociales que se normen en la
solidaridad e igualdad humana.
Bibliografía
Allport, G. W., Vernon, P. G. y Lindzey, G. (1951), Study of Values, Houghton-Mifflin,
Boston.
Basave Fernández del Valle, A. (1990), Vocación y estilo de México. Fundamentos de la
mexicanidad, Noriega Limusa, México.
Bueno, K. (1999), http://www.siue.edu/kbueno/COURSES/sp499/htm
Béjar Navarro, R. y Cappello, H. M. (1990), Bases teóricas y metodológicas en el estudio
de la identidad y el carácter nacionales, UNAM/CRIM, México.
DeVos, G. (1981), Antropología psicológica, Anagrama, Barcelona.
Díaz-Guerrero, R. (2003), Psicología del mexicano. Descubrimiento de la etnopsicología,
Trillas, México.
Morris, C. (1956), Varieties of Human Value, University of Chicago Press.
Paz, O. (1959), El laberinto de la soledad, FCE, México.
Ramos, S. (1934), El perfil del hombre y la cultura en México, Mundial, México.
Rockeach, M. (1973), The Nature of Human Values, Free Press, Nueva York.
—— (1975), Beliefs, Attitudes and Values, Jossey-Bass, Publishers, San Francisco.
Sagiv, L. y Schwartz, S.H. (1995), “Value Priorities and Readiness for Out-Group
Social Contact”, Journal of Personality and Social Psychology, 69, 3, pp. 437-448.
Sanders, B. (1989), “Conceptos culturales como indicadores de cambio generacional”,
tesis de maestría en Psicología Social, UNAM, México.
Schwartz, S.H. y Bilsky, W. (1990), “Toward to a Universal Psychological Structure of
Human Values”, Journal of Personality and Social Psychology, 58, 5, pp. 878-891.
IDENTIDAD Y CULTURA
88
Descargar