t046-c10.doc

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Datos de los Autores: Feryala Cecilia S; Escobar Eduardo E
Universidad Nacional de La Rioja
Diplomatura en Educación para Ciencias de la Salud
Título: El Paciente Terminal como Persona-. Comisiones sugeridas: Área 1
Palabras Clave: Muerte, Paliativo, Medicina
“En verdad en verdad os digo: el que escucha mi palabra y cree en el que me
ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la
muerte a la vida” (Evangelio según San Juan, Capítulo 5, versículo 24).
Resumen: El nacimiento es un hecho cargado de connotaciones positivas, que
llena de esperanza a la Familia que recibe ese nuevo Ser Humano. Durante el
desarrollo de esta nueva Persona, se pasa de su niñez a la adultez, en un
entramado socio-cultural-religioso que lo forma en un sentido específico,
permitiéndole establecer un Proyecto de Vida que expone ante sus seres mas
cercanos como ejemplo y, además, se presenta ante la comunidad de
pertenencia, aun más allá de la desaparición física del sujeto. Esto genera
cierto arraigo terrenal en uno mismo y en los demás que participan de esta
experiencia.
A pesar del esfuerzo por explicar la muerte como un proceso natural desde lo
biológico y espiritual, es considerada como antinatural. Genera temor la idea
de pensarla y transitarla, sobre todo en aquellas personas sin creencias
religiosas, que no poseen un bien mayor al cual aspirar. La pulsión de vida es
tan fuerte, que se suelen ver casos donde se trata de preservarla más allá de lo
éticamente aceptable. La Comunidad Médica, por su formación tradicional,
muchas veces vive la muerte de los pacientes como un fracaso de la medicina.
La Impotencia y la Omnipotencia en relación a ella es un tema que se debe
debatir, en función del Bien Común. Los avances tecnológicos y científicos
otorgan, al Profesional de la Medicina, un poder que se puede utilizar de
manera desmedida e inadecuada, para vencer lo inevitable, abusando de esto
en función del lucro. En algunas oportunidades se somete al paciente a un
encarnizado tratamiento terapéutico que no permite lograr una muerte digna.
En contraparte, aparecen los que intentan terminar con el sufrimiento humano
por medio de la eutanasia. Como una nueva mirada, surge otra manera de
acompañar al paciente terminal, respetando sus deseos de vivir, mejorando su
calidad de vida y posibilitándole una muerte digna sin dolor. Esto se logra
integrando un Equipo Interdisciplinario de Salud, que asista desde el apoyo
espiritual, el psicológico y el médico. Lo primero es ayudarlo a buscar un
sentido a la muerte desde la perspectiva de su vida y sus creencias. Lo
segundo, preparando su psique para el desapego. Lo tercero, el tratamiento de
sus dolencias fisicas. Todos tienen derecho a no ser engañados sobre su
enfermedad, a recibir tratamiento del dolor, a no morir solo, aislado o
abandonado, a morir en paz y con dignidad, asistido espiritualmente de
acuerdo a sus creencias.
Quienes formamos a Profesionales de la Salud debemos enseñar a Humanizar
a la Medicina desde esta nueva perspectiva.
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