Atomización electrotérmica. Estos atomizadores por lo general son más sensibles debido a que la muestra completa se atomiza en un corto periodo, y el tiempo de residencia promedio de los átomos en la trayectoria óptica es de un segundo o más. Se usan para medir la absorción y la fluorescencia atómicas, principalmente. En este equipo se evaporan unos cuantos mililitros de la muestra primero a una temperatura baja y luego se convierten en cenizas a una temperatura un poco más alta en un tubo de grafito que se calienta eléctricamente. Después de convertirlos a en ceniza, la corriente se incrementa con rapidez a varios cientos de amperes, que hacen que la temperatura se eleve de 2000 a 3000°C; la atomización de la muestra ocurre en un periodo que va de unos cuantos milisegundos hasta algunos segundos. La absorción o fluorescencia del vapor atómico se mide entonces en la región inmediatamente por arriba de la superficie calentada. Señal de salida. A una longitud de onda a la que ocurre absorbancia o fluorescencia, la salida del transductor se eleva a un máximo después de algunos segundos de ignición seguida de un rápido descenso a cero cuando los productos de atomización escapan hacia los alrededores. El cambio es lo bastante rápido (con frecuencia <1 s) como para requerir un sistema de adquisición de datos moderadamente rápido. Por lo general las determinaciones cuantitativas se basan en la altura de pico, aunque también se usa el área de éste. Cuando se calcina una muestra se pueden obtener picos correspondientes a productos de evaporación molecular ya productos de la ignición de partículas, esto además de los picos correspondientes al elemento que se está analizando. Desempeño de los atomizadores electrotérmicos. Los atomizadores electrotérmicos ofrecen la ventaja de ser inusualmente sensibles para volúmenes pequeños de muestra. Por lo común, se emplean volúmenes de muestra entre 0.5 y 10 μL, en estas circunstancias, los límites de detección absolutos están en el intervalo de 10-10 a 10-13 g de analito. Debido a los ciclos de calentamiento-enfriamiento, los métodos de horno son lentos, por lo común requieren varios minutos por elemento. Una desventaja final es que el intervalo analítico es relativamente estrecho, por lo regular de menos de dos órdenes de magnitud. Como resultado, la atomización electrotérmica es el método de elección cuando la atomización de llama o plasma proveen límites de detección inadecuados. Análisis de sólidos con atomizadores electrotérmicos. Una manera de efectuar dichas mediciones es pesar una muestra finamente molida en un recipiente de grafito e insertarlo de forma manual en el horno. Una segunda forma es preparar una lechada de la muestra pulverizada mediante agitación ultrasónica en un medio acuoso. La lechada se vacía después con una pipeta hacia el horno para ser atomizada. Instrumentación de absorción atómica. Los instrumentos para esta técnica tienen un diseño similar al que presentan varias técnicas de espectroscopía atómica. Constan de una fuente de radiación, un soporte de muestra, un selector de longitud de onda, un detector y un procesador de señal y lectura. Fuentes de radiación. Los métodos de absorción son muy específicos debido a que las líneas de absorción atómicas son notablemente estrechas (0.002 a 0.005nm) y porque las energías de transición electrónicas son únicas para cada elemento. Por otro lado, las amplitudes de línea estrechas crean un problema porque incluso los monocromadores de buena calidad tienen anchos de banda significativamente mayores que la amplitud de las líneas de absorción atómica. Como resultado, las curvas de calibración no lineales son inevitables cuando las mediciones de absorción atómica se hacen con un espectrométro ordinario equipado con una fuente de radiación continua. Además, las pendientes de las curvas de calibración que se obtienen en estos experimentos son pequeñas porque la muestra absorbe sólo una pequeña fracción de la radiación proveniente de la rendija del monocromador; el resultado es una sensibilidad deficiente. El problema creado por la muy pequeña amplitud de las líneas de absorción atómica ha sido resuelto mediante el uso de fuentes de líneas con anchos de banda incluso más reducidos que la amplitud de la línea de absorción. Por ejemplo, se usa la línea de 589.6 nm del sodio como base para identificar el elemento, se aisla una línea de emisión de sodio a esta misma longitud de onda para servir como fuente. En este caso se puede usar una lámpara de vapor de sodio en la que los átomos del elemento son excitados mediante una descarga eléctrica para producir una línea. Las otras líneas de sodio emitidas desde la fuente son removidas con filtro o con un monocromador relativamente barato. Una desventaja del procedimiento descrito es que es necesaria una lámpara de fuente para cada elemento (o a veces grupo de elementos). Lámparas de cátodo hueco. Esta es la fuente más común para la medición de absorción atómica, consta de un ánodo de tungsteno y un cátodo cilíndrico sellado en un tubo de vidrio lleno con gas neón a una presión de 1 a 5 torr. El cátodo está construido del metal cuyo espectro se desea obtener, o sirve para soportar una capa de este metal. La ionización del gas inerte ocurre cuando una diferencia de potencial del orden de 300 V se aplica en los electrodos, lo cual genera una corriente de unos 5 a 15mA cuando los iones y electrones migran a los electrodos. Si el voltaje es suficientemente grande, los cationes gaseosos adquieren suficiente energía cinética para disolver algunos de los átomos metálicos de la superficie del cátodo y reproducir una nube atómica en un proceso llamado chisporroteo. Una parte de los átomos metálicos desprendidos están en estados excitados y, por tanto, emiten su radiación característica cuando vuelven al estado basal. Para finalizar, los átomos metálicos se difunden de nuevo a la superficie del cátodo o a las paredes de vidrio del tubo y son redepositados. La configuración cilíndrica del cátodo tiene a concentrar la radiación en una región limitada del tubo metálico; este diseño incrementa también la probabilidad de que los átomos se vuelvan a depositar en el cátodo y no en las paredes de vidrio. La eficiencia de las lámparas de cátodo hueco depende de su forma y del voltaje de operación. Los voltajes altos y, por tanto, las corrientes altas, dan lugar a mayores intensidades. Esta ventaja se contrarresta un poco por un incremento en ele ensanchamiento Doppler de las líneas de emisión de la lámpara. Además, las corrientes mayores producen una cantidad más grande de átomos no excitados en la nube. Los átomos no excitados, a su vez, son capaces de absorber la radiación emitida por los átomos excitados. Esta autoabsorción origina intensidades menores, en particular en el centro de la banda de emisión. En el comercio se encuentran diversas lámparas de cátodo hueco. Los cátodos de algunas constan de una mezcla de varios metales y permiten identificar más de un elemento. Modulación de la fuente. En el instrumento de absorción atómica común es necesario eliminar interferencias causadas por la emisión de radiación mediante la llama. Esta emisión es debida a la absorción de la muestra cuando se encuentra en la flama. Para evitar esto se modula la la radiación que sale de la fuente para que su intensidad fluctúe a una frecuencia constante. El detector recibe entonces dos tipos de señal, una alterna de la fuente y una continua de la llama. Estas señales se convierten en los tipos correspondientes de respuesta eléctrica. Un filtro simple se puede usar entonces para eliminar la señal de corriente directa no modulada y deja pasar la señal de corriente alterna para su amplificación. Una forma simple y completamente satisfactoria de modular la emisión de la fuente es interponer un disco metálico circular, o cortador, en el haz entre la fuente y la llama. El disco cortador y los cortadores de aspas giratorias son comunes. La rotación del disco o aspa a una velocidad constante conocida proporciona un haz que es cortado a la frecuencia deseada. Espectrofotómetros Un instrumento equipado con filtros de interferencia que se intercambian con facilidad ya este en el ecomercio. Para cada elemento se usan un filtro separador y una fuente de luz. Se afirma que se han obtenido resultados satisfactorios para la identificación de 22 metales. Sin embargo, la mayor parte de los intrumentos contienen monocromadores ultravioleta-visible de buena calidad, mucho de los cuales son capaces de lograr un ancho de banda del orden de 1Å. La mayor parte de los instrumentos de absorción atómica usan tubos fotomultiplicadores como transductores. Como se señaló antes, se requieren sistemas electrónicos que sean capaces de discriminar entre la señal modulada de la fuente y la señal continua de la llama. Instrumentos de un solo haz. Consta de varias fuentes de cátodo hueco (una para cada elemento), un cortador o un suministro de potencia por pulsos, un atomizador y un espectrofotómetro de rejilla simple con un transductor fotomultiplicador. La corriente oscura se anula con un obturador enfrente del transductor. El ajuste de transmitancia de 100% se hace entonces mientras se aspira un blanco en la llama. Por último, la transmitancia se obtiene con la muestra en lugar del blanco. Instrumentos de doble haz. El haz que sale de la fuente de cátodo hueco se divide mediante un cortador reflectante, una mitad pasa por la llama y la otra la rodea. Los dos haces se recombinan después mediante un espejo semiplateado y pasan a un monocromador de red de Czerny-Turner; un tubo fotomultiplicador hace las veces de transductor. La salida de este último es la entrada a un amplificador de cierre que se sincroniza con el movimiento del cortador. La relación entre la referencia y la señal de la muestra se amplifica y alimenta al dispositivo de lectura, que puede ser un medidor digital o una computadora. Interferencias en espectroscopía de absorción atómica. En los métodos de absorción atómica se encuentran interferencias de dos tipos. Las interferencias espectrales surgen cuando la absorción o emisión de una especie se traslapa o está tan cerca de la absorción o emisión del analito que se vuelve imposible la resolución mediante el monocromador. Las interferencias químicas resultan de varios procesos químicos que ocurren durante la atomización y que alteran las características de absorción del analito. Interferencias espectrales. Debido a que las líneas de emisión de las fuentes de cátodo hueco son muy estrechas, la interferencia como resultado del traslape de líneas es rara. Para que ocurra tal interferencia, la separación entre las dos líneas tendría que ser menos que 0.1Å. Esta puede ser por otro elemento o por productos de combustión que exhiben absorción de banda ancha o de partículas que dispersan la radiación. Un problema mucho mayor ocurre cuando la fuente de absorción o dispersión se origina en la matriz de la muestra. Por ejemplo, la longitud de onda de la línea de bario que se usa par el análisis de absorción atómica aparece en el centro de una banda de absorción amplia para CaOH. Por tanto, se prevé que el calcio interferirá en la determinación de bario, pero el efecto se elimina con facilidad sustituyendo el aire por óxido nitroso como oxidante. La mayor temperatura de la llama del óxido nitroso descompone al CoOH y elimina la banda de absorción. Por fortuna, con la atomización de llama son escasas las interferencias espectrales por productos matriciales y, con frecuencia, se pueden evitar mediante cambios en las variables analíticas, como la temperatura de la llama y la relación entre combustible y oxidante. Por otro lado, si se conoce el origen de la interferencia, se puede añadir un exceso de sustancia interferente a la muestra y a los estándares. Siempre que el exceso añadido a la muestra estándar sea grande respecto a la concentración de la matriz de la muestra, la contribución de la matriz será insignificante. La sustancia añadida se llama a veces amortiguador de radiación. El método de las adiciones estándar se puede usar favorablemente en algunos casos. Interferencias químicas. Estas interferencias son más comunes que las espectrales. Sus efectos se pueden reducir con frecuencia mediante una elección adecuada de las condiciones de operación. Se considera que los procesos en la llama están en equilibrio aproximado. Por tanto, es posible considerar los gases quemados como un medio disolvente al que se le pueden aplicar cálculos termodinámicos. Los equilibrios de interés principal incluyen la formación de compuestos de baja volatilidad, reacciones de disociación e ionización. Compuestos de baja volatilidad. Quizá el más común es la reacción entre los aniones y el analito formando compuestos de baja volatilidad que reducen la fracción atomizada del analito. Un ejemplo es la disminución en la absorbancia del calcio que se observa con las concentraciones crecientes de sulfato o fosfato. Con frecuencia las interferencias causadas por la formación de especies de baja volatilidad pueden ser eliminados o moderadas mediante el uso de temperaturas más altas. Como alternativa se pueden usar agentes liberadores, que son cationes que reaccionan de preferencia con el interferente y evitan su interacción con el analito. Los agentes protectores evitan la interferencia formando especies volátiles pero estables con el analito. Tres reactivos comunes pare este propósito son el EDTA, 8-hidroxiquinolina y APCD, que es la sal de amonio del ácido 1-prrolidinacarboditioico. Las bandas moleculares surgen de la presencia de óxidos metálicos o hidróxidos en la llama, así que constituyen una característica sobresaliente de sus espectros. Excepto a temperaturas muy altas, estas bandas son más intensas que las líneas para los átomos o iones. Preparación de muestra. Una desventaja de los métodos espectroscópicos de llama es el requisito de que la muestra debe ser introducida en la fuente de excitación en solución, por lo común acuosa. Desafortunadamente, muchos materiales de interés, como suelos, tejidos animales, plantas, productos del petróleo y minerales no se pueden disolver directamente en solvente comunes y con frecuencia se requiere de un tratamiento preliminar extenso para obtener una disolución del analito en una forma idónea para la atomización. De hecho, los pasos de descomposición y disolución son a menudo tardados e introducen más error que la medida espectroscópica misma. Algunos de los métodos comunes que se usan para descomponer y disolver muestras para métodos de absorción atómica incluyen el tratamiento con ácidos minerales calientes; oxidación con reactivos líquidos, como ácido sulfúrico, nítrico o perclórico (digestión húmeda); combustión en una bomba de oxígeno u otro recipiente cerrado para evitar pérdida de analito, digestión a una temperatura alta, y fusión a temperatura alta con reactivos como óxido bórico, carbonato de sodio, peróxido de sodio o pirosulfato de potasio. Una de las ventajas de la atomización electro térmica es que algunos materiales se pueden atomizar directamente evitando así el paso de disolución. Solventes orgánicos. A principios del desarrollo de la espectroscopía de absorción atómica se reconoció que se podrían obtener absorbancias incrementadas si las soluciones contenían alcoholes de bajo peso molecular, ésteres o cetonas. El efecto de los disolventes orgánicos es atribuible en gran medida a la eficiencia incrementada del nebulizador; la tensión superficial menor de tales soluciones da como resultado tamaños de gota más pequeños y un incremento en al cantidad de muestra que llega a la llama. Curvas de calibración. En la teoría, la absorción atómica debe seguir la ley de Beer. Desafortunadamente, con frecuencia las curvas de calibración no son lineales, así que es contraproducente realizar un análisis de absorción atómica sin confirmar en forma experimental la linealidad de la respuesta del instrumento. Así, una curva de calibración que abarca el intervalo de concentraciones que se encuentra la muestre debe ser preparada de forma periódica. El método de adiciones estándar se usa ampliamente en la espectroscopia de absorción atómica para comenzar de forma parcial o completa las interferencias químicas o espectrales introducidas por la matriz de la muestra. Los límites de detección en absorción atómica dependerán tanto del analito estudiado como de la técnica empleada para la atomización. En cuanto a la exactitud, en condiciones usuales, el error relativo relacionado con un análisis de absorción atómica de llama es del orden de 1 a 2%. Con precauciones espectrales, esta cifra se puede reducir a algunas décimas de por ciento. Los errores que se encuentran con la atomización electrotérmica exceden por lo regular los de la atomización de llama por un factor de 5 a 10. Espectroscopía de fluorescencia atómica. Esta técnica proporciona un medio útil y conveniente par la identificación cuantitativa de un número razonablemente grande de elementos. Sin embargo, a la fecha, el procedimiento no ha encontrado uso amplio debido a los éxitos aplastantes de la emisión atómica y, en especial, de los métodos de absorción atómica, que fueron desarrollados más de diez años antes que la fluorescencia atómica. El uso limitado de la fluorescencia atómica no ha surgido tanto de alguna debilidad inherente del procedimiento, sino más bien debido a que las ventajas de la fluorescencia atómica han sido pequeñas en relación con los métodos de absorción y emisión bien establecidos. Fuente: D. A. Skoog, F. J. Holler, S. R. Crouch, Principios de análisis instrumental, 6ta edición, Cengage Learning, México, 2008.