diario republicano-progresista

Anuncio
M&élá.^hm
Lunes 22 í'e Agosto de 1887
' ÜDACCiS ! ADlintigÜ
P1ECI0S 1)1 my.Mm
cAüroiAHis, 4, ratíssffsto
Teléfono 332
AauBciog y comanícados á precí©«
convencionales, — Toda c i r r a s p o n deacia política diríjase al Director de
MADRID, un m e s , 1 peseía.—Pao-
vuNciAS, trimostre, 4,50, pagadas directamente á l a Administración, y
6 por corresponsal. Semoatre, 8, paadas direetanientc.—ULTRAMAR y
XTRANJERO^ írímesíre, 10.
PAGO ABSLANTABO
t
EL PAÍS, y laadaiinistrativa á
B . TOMÁS K O H T E S Y MURO
I—,
rídmeyo siielío, K^
I—Múm. 62
DIARIO REPUBLICANO-PROGRESISTA
oéiitiíaos
'—> números
céatlniw
msesxs«i¡!Ss'SS3Msies3^^!SBBam^iím^í^:^miscBa^Kmsia^ma^a^^¿
i'raoasan. se llaman de otro modo y entonce-sse Justifican diciendo quo la opinión del país estaba preparada.
Dos aspectos, á cual m á s importante, ofrece
Sostiene La Iberia quo no reina en España at/la cuestión del general Salamanca, resuelta en
nió.sfera de revolución; y siendo así, ¿cómo se justiel sentido de su no ida á Cuba, y bajo esos dos
ñoft el temor que inspira?
aspectos debemos juzgarla, ya que ambos reLas revoluciones, dicen, y así es lo cierto, no sebávisten excepcional gravedad, digan lo que quie* *
cea más que cuando los pueblos las quieren, y yo sé
ran los órganos oficiosos.
Nosotros creemos que no hayihombres.neee- quo suelen quererlas cuando las instituciones que
Es el primero, aquél por virtud del cual se ' sarios; creemos que el general Salamanca pue- los rigen son enigmas indescifrables; cuando los godetermina y plantea la cuestión misma, y que de ser sustituido quizá ventajosamente por hom- biornoS; hasta los que se llaman liberales, por llapodemos y debemos calificar como un triunfo b r e s no menos dignos y honrados que él, porque marse algo, dan pruebas de un doctrinarismo intolede la publicidad y u n a demostración del inmen- la honradez no es dichosamente planta parásita
rable ó de una pasividad insufrible; cuando los pueso, de! incontrastable poder de la prensa.
en esta b u e n a t i e r r a española; pero sustituir al
blos no pueden resistir las cai-gas que les impoue
En efecto, suprimid la prensa, suprimid el general Salamanca en estos momentos, ni lo una administración torjje y desastrosa; cuando los
eriódico, esta hoja en cuya superficie dejan su
creemos hábil p a r a la vida del gobierno,;ni util
homljres y los partidos de gobierno están más que
uella, apenas perceptible, todos los aconteci- p a r a los intereses generales del país.
ga-stados con-ompidos, y más esencialmente cuando
mientos y todas las impresiones de la vida m o la inmoralidad lo invade todo, hasta el extremo de
El país, que va perdiendo la fé en muchos
derna, y nadie sabrá por qué el gabinete elige
hombres, solo atiende ya á aquellos que le ofre- denunciar sus progresos repugnantes en personas
ai general Salamanca para el mando superior
cen ventajas económicas, reales y positivas, y que han ocupado ú ocupan altos puestos en la gode Cuba, nadie s a b r á lo que piensa ese general
bernación del Estado,
desde el primer momento vio con simpatía que
d é l a admin-stración pública ni de los hombres so indicaba al general Salamanca para el m a n Si esta es ó no es la situación actual de España, yo
que la representan; nadie conocerá su p r o g r a - do de Cuba. Ahora le verá caido sin que se lo no he de decirlo, entre otras causas, porque tengo el
m a de gobierno, sus propósitos de moralizar h a y a puesto á prueba, y su simpatía por él c r e convonoimiénío de que el tiempo, y no tardando, nos
esa administración ni Jas causas que, derpués cerá en perjuicio del 'Sr. Sagasta. El prestigio
dará gusto á todos, poniendo en claro lo que hoy
de conocidas, obliga» á los altos poderes d de- del Sr. Sagasta m e r m a r á en relación de lo que
apasionada ó interesadamente se pretenda con mal
rogar su nombraníiento.
medre el del general Salamanca, y si el Sr. Sa- consejo desfigurar ó de.soonocer.
Deuda de gratitud, reconocimiento de méri- gasta tiene la desgracia, m á s que presumible, de
líice La Iberia, y frescura se necesita para decirque el que mande á Cuba no real ce las prome- lo, que la evolución política ea constante en Estos propios, promesa graciosamente empeñada,
sas del general dimitido, s u caída será inevita- paña.
cualesquiera fuesen fas razones que militaron
p a r a elevar á aquel alto puesto al general Sala- ble y por tal extremo incorrecta que no h a b r á
Si es en «1 sentido de retroceso la evolución á que
manca, estas razones permanecerían ocultas ejemplo de otra igual en ía historiade los gober- 89 refiere, e.stoy conforme, y ne otro alcance debe
n
a
n
t
e
s
.
sin el periódico, que, á un mismo tiempo draga y
tener.
crisol, desciende á las profundidades de la poliY menos mal, si todo se redujese á eso.
¿Qué se ha hecho de la Constitución del 6'J, vertica, y de ellas e x t r a e cuanto en esas profundiPero al caer el Sr. Sagasta, enfrente de él se bo, así puede decirse, de la revolución á que un año
dades encuentra, si es limo p a r a arrojarlo, si os levantará un hombre .seguido quiza de todo un
antes contribuyeron coa larga serie de algaradas los
oro p a r a depurarlo y fundirlo.
iiartido. Ese hombre podríe ser el general Sala- hombres de La Iberia?
Que no e r a oro todo lo que relucía en el
manca, con un p r o g r a m a de gobierno en la mano
En los trece años que viven restaixrados los pogeneral Salamanca, podía ser la convicción de en el cual no so ostentasen más que estas pala- deres que La Iberia contribuyó á derrocar llevando
algunos que se precian de conocer á ciertos bras: (cMoralidad administrativa.»
sus teorías revolucionarias á las puertas de los cuarhombres y á ciertos caracteres, pero no la del
teles, ¿qfié concesión han hecho en el partido demogobierno del Sr. Sagasta. El Sr. Sagasta no cocrático de aquella Constítuoión'í'
nocía al general Salamanca; no lo conocían, por
Si se han restaurado las personas, no so han reslo visto, i9s instituciones; pero un periódico h a taurado las ideas. ¿Dónde está el Jurado y el matri19 de Agosto de 1887.
bla, un periódico revela con esta expontaneidad
monio civil, y la libertad de cultos, y la de imprenta,
característica, que es el m á s santo y respetable
Señor Director de E L PAÍS.
y el sufragio uniTersal? ¿Dónde los principios desde los atributos de la prensa, ana conversación
centralizadores y ampliamente liberales que inforEl artículo titulado "La última carta de Eiiiz
pública sostenida por el general Salamanca en Zorrüla,,
maron los actos'de los gobiernos de la revolución?
que
publicó
el
día
15
de
este
mes
La
Ibet o m o de la mesa de un hotel, y bastó esto p a r a
Anulados y desconocidos.
lioy El Heraldo de la situación, servirá de tema
que el Si*. Sagasta y las instituciones le conocie- ria,
En trece años de restauración alfonsina ha habila primera mía á E L PAÍS después de aceptar
sen, y u n a vez conocido, meditasen, y después para
cargo de corresponsal con que me lia favorecido do tiempo sobrado para volver la cara á esos prinde meditar se decidiesen á relevarle "del cargo yel honrado.
cipios demostrando así la pretendida aliaHza entro
p a r a que le habían nombrado.
Pero antes de eatrar en materia, y, para 6\ i! ar los poderes irresponsables y los intereses deai-oAhora bien; si el Sr. Sagasta y las instituciocoufusiones ó juicios lijeros, por lo ménof diré le cráticos.
n e s hubieran respetado como áebieran las iui
Volviendo á las asonadas, debo decir que aquí naque en rigor de verdad no parece necesario: que mis
niativas, las previsiones, losconsejos de la pren- comunicaoioues con E L PAÍS, de cualquier género die las quiere ni las prepara. Acaso no suceda otro
sa, ¿hubieran tenido necesidad de a r r e p e n t i r s e . quesean, representarán eieBipre ini propio juiuio tjiuto donde con ellas se sueña y_ de ellas .se habla á
ahora? ¿Hubieran tenido necesidad de colocai-se sobre los asuntos en que me obligue a entecderel todas horas, idea que no omito sin ftmdamento «ério
con todo su poder por debajo de ese otro poder
cargo de confianza que desempeño cerca dol perió- y sin pruebas que en caso necesario podrán plenaque tanto persiguen, que tanto tiranizan v m o - dico, y que cuidaré de advertir lo contrajo, con toda mente justificarla. Por hoy sirva esto de advertencia,
lestan?
que iiad.a más me parece preciso.
claridad, sí alguna véz sucediera otra cosa.
¡Oh, la prensa! ¡Qué mal le paga el Sr. SagasAfortunadamente para nuestra causa, sabe el país
Sentado e.sto, debo ponerías en pió para dirigirt a los favores que le hace! Platón decía que el
me con todo respeto A Jíl Merahh de hoy, que no 4 qué atenerse con respecto al estado de alarma quo
abuso del poder contra ¡os pueblos semejaba al
merece meaos atenoióu su trasoendeut-il artículo & los ministeriales conviene sostener.
tutor que blando contra su pupilo el puñal que ya citado.
Ya todo el mundo sabe que fué una invención rile fué dado para defenderle. Los abusos del s e dicula el viaje que el Sr. Kuíz Zorrilla hizo por los
No
emplearé
palabras
y
frases
gordas
de
dudosa
ñor Sagasta contra la prensa, representan algo oportunidad y de mal efecto siempre, como las de Pirineos, conducido por robustos aragoneses en cómás, porque representan la puñalada del hijo hoBjbre terco y visionario, plaga y azote, pcriSoaaje moda silla de manos.
c o n t r a su propia madre, cuando no el insensato
Todo ol mundo sabe que aquella reunión de Burconspirador impotente, oomunii', a de levandesignio de ahogar la voz encargada de desper- funesto,
tiscos y ambiciosos y soñadores, etc., etc., porque deos, por él presidida, es otra farsa inventada por
t a r su conciencia.
todo esto puede pasar y hasta debe tolerarse en las el miedo, y así délos demás viajes con cuya relacolumnas del moderno Heraldo; pues sabido es que ción detallada han llenado sus columnas los diarios
todos
los medrosos se hacen la ilusión de que, le- ministeriales.
Convenía á nuestro propósito y á nuestra cavantando
y ahueo.í.ido la voz, ahuyentan «1 miedo
Si ellos inventan y acojen tales especies, sacanlidad de periodistas, tan venida á menos en esde que est'án poseidos.
do ds ellaa partido, ellos sabrán por qué.
tos menguados tiempos, registrar en el primer
Dentro de poco, el telegrama publicado por El
iNo: la couíianza que yo tengo en el porvenir de
aspecto de la cuestión Salamanca un triunfo
nuestra patria está, á la altura del miedo que siente Imparoial y explotado por La Iberia, para lanzar
del periodismo.
género de denuestos sobre el hombre ilustre
El segundo aspecto'debe buscarse en la acti- La Iberia de los desaciertos del gobierno que defien- todo
que
con
su actitud resuelta y firme impone miedo á
de
y
de
la
debilidad
de
las
instituciones
que
ahora
tud en que su destitución coloca a,l general SaKU3
adversarios,
pasará á la historia como las otras
representa
y
apoya
con
el
mismo
ardor
con^
que
lamanca.
invenciones creadas por los ministeriales, y del arEl general Salamanca, después de ser nom- apoyó y representó en otro tiempo las soluciones tículo do La Iberia,, no quedará rastro ni memoria.
brado por ía reina regente gobernador general más revolucionarias.
Por lo demás., sépalo el moderno Heraldo. Aquí
Véase, por tanto, que no puede sor mayor mi
de la isla de Cuba, hizo revelaciones importantísimas. De esas revelaciones, m á s ó menos confianza en el porvenir, ni más grande, por conse- no está la válbula quo permita las expansiones temidas por los ministeriales; más en lo cierto estaoportunas—que esto maldito lo que nos interesa cuencia, mi presente tranquilidad de espíritu.
Empiezo por decir á Ln Iberia que no discute rían éstoa suponiendo quo está aquí el muro que
á nosotros—dedúcese que el general Salamanca,
noblemente indignado en presencia de las co- con severidad de juicio, ni siquiera con la debida contiene ó encauza las corrientes, cuyos efectos deben sentir, á pssar suyo, los fieros enemigos del serruptelas administrativas, tan en boga en a q u e - buena fé.
Lo primero, porque todo cuanto escribe acerca ñor Ruíz Zorrilia, si en algo hemos do estimar BUS
llos lejanos parajes, persigue el generoso ideal
de moralizar la administración, llamando á de nuestro ilustre jefe revola la alteración de ner- alarmas, su.s preocupaciones y s u s ahogos.
Y" dejaré, por hoy, á un lado les atrevimientos de
funcionarios y autoridades al cumplimiento de vios que el solo recuerdo de su nombre le produce,
La Iberia, que no merecen, en verdad, mayor casti«u deber, del cual, si hemos de creer s u s pala- y más aún su actitud tan enérgica como prudente.
bras,—y no hay razón ]'ara que no las creamos
Lo segundo, porque La Iberia, para hacerse car- go que dejarlos correr, para que la opinión pública
—viven alejados casi totalmente.
go de la posición que en estos momentos ocupa el los juzgue y los condone.—J2¿ corresponsal.
Si un hombre que alienta tan honrados y n o - §1". Iluiz Zorrilla con raspéete á su partido y á la
política española, entre dos textos ha elegido el
bles propósitos, merece u n a destitución en el
momento mismo on que v á á traducir m h e - peor.
En efecto, una persona tan autorizada como
chos s u s promesas, jqué r e s e r v a el Sr. Sagasta
nara el dilapidador y p a r a oí ertcnbridor de los discreta, el Sr. Muro, que acaba de visitar en París
La Época no tiiiéea en afirmar, como hizo en
robos de la fortuna pública? ¿.No h a temido el al Sr. Euíz Zorrilla, dice en San Sebastián la acti- otro tiempo con el Sr. Márto.i (son palabras suyas)
Sr. Sagasta contestar á esta pregunta, que es la tud de éste, comunica sus propias impresiones, que que ol Sr. Euiz Zorrilla pueda líegar á ser un candip r e g u n t a que hoy le dirigen diecisiete millones pueden ser tan fatales para la situación que con tan dato más á los ministerios de la moaarquia.
desesperado ahinco defiende La Iberia, así se dedude españoles?
Pues titubee el colega.
P u e s f | u 6 - y fíjese bien el Sr. Sagasta en lo ce do los últimos párrafos de la conversación del
iHarto sabido es, y D. Alfonso X CI, á quien Dios
Sr. Muro con el Sr. Vargas, y en vez de elegir este
que decimos—por encima d e ciertas convenperdone, se enteró del asunto, que nuestro jefe pudo
cionales discreciones; por encima de ciertos p a - texto auténtico y respetable, toma pie de un tele- ser, no candidato, como dice La Época sirviéndose
Bajeros enojos y de ciertas humillaciones, acaso grama de El Im.paiv.ial en que un corresponsal de del vocabulario conieute de la intriga, sino elegido
necesarias y justas, en el amor propio de s u s este periódico dice haber oído, sin indicar á quién, en el punto y hora que el propio ilustre desterrado
compañeros de gabinete; por encima de ciertas que el Sr. Euíz Zorrilla trata de probar fortuna con se hubiera dignado señalar.
diplomacias ridiculas y ciertos mal tenidos mi- una nueva algaraJa.
Y por nuestra parte, tampoco titubeamos en afirramientos, ¿no está aq'ui el inícrés altísimo de
Si La Iberia pretendiera discutir de buena fe,
la moral y el deber de administrar bien y flel- entre dos testos, el uno do persona autorizada que mar que La Época sueña...
Si acertó respecto al Sr. Hartos, no se engiia por
mente el tesoro de la nación, á costa de tantos da su nombre, y ©1 otro de persona desconocida, hasufrimientOB conquistado? ¿Cómo presenciar bría elegido, para formar juicio acerca de la a'ctitud ello.
Ese acierto estaba al alcance de todas las forimpasibles y sin protesta ese escandaloso de- del Sr. Buíz Zorrilia, el primero, que es el que tiene
tunas.
j-poGbe del caudal del Estado, que es el producto la debida autenticidad.
También pudo acertar, y acertamos todos, respecdel trabajo asiduo, del ahorro y del sudor de los
No lo ha hecho así: pues ha faltado á la buena fe
to 4 iMoret, Montero Eios,"Somero Girón, ote, etc.
pueblos?
con que deben discutirse los asuntos graves,
Hay quo vaticinar más hondo...
pilgaradasl He aquí una palabra «Te que se viene
Y cuando ante esa c o m é a t e general de inilañana es gobierno Euíz Zorrilla, no de la momoralidad, entre esa atmósfera de negocio y abusando.
Algaradas se llaman siempre los movimientos narquía, sino de lo que salga, y tendrá á su disposig r a n j e r i a , se levanta un hombre para decir:
«¡Basta!»; cuando ese houibre tiene la represen- políticos fraaasados, como por ejemplo, todos aque- ción La Época, con todo lo demás que lleve camisa
ción moral de todos los que producen, de todos llos que preparó el Sr. Sagasta antes de la revolu- limpia ea este país tan trabajado por revolucioaes y
los que trabajan, de todos ios que sufren en este ción del 08, Cuando como en esta última fecha no restauraciones...
SI g@li®ri@ ail© il giic*ral
país; cuando en ese hombi>e t'enen fija su miraíla el labrador, q u e vende s u s frutos p a r a pagar
los impuestos, el industrial que cierra su t á b n c a
por no poder pagar jornales, el propietario que
vende su finca porque no le r e n t a , ¡se atreve a
destituirlo el Sr. Sagasta!
E
Besie Paris
¿Lo duda Xa Época?
Pues acnérde.sG del plastrón con que se preseató
el <3 en la Presidencia del Consejo.
* *
El diario conservador dice que al Sr. Zon-illa la
separarán de la monarquía honestas distancias...
^Las frases adquieren, cirounstanoialmente, un
vaior convencional que no suele ser el recto y « e naico.
En oste caso nos encontramos ahora.
Pero conviene hacer constar, que antes qne se involucrara ol idioma y se mistificaran los adjetivos,
no había entre la mujer honrada y la que no lo era,
más que una línea divisoria: i a honestidad.
Al traspasarla, la mujer qu© á tanto se atrevía,
también se ganó siempre im calificativo enéreico y
clásico...
•& J
iNo cuente, por lo tanto, La Época con ess dato
más para contado en ©1 deBenvolvimiento de los destinos de la monarquía.,.
•Aún hay señoras!
La Vnión, comentando un suelto de La Iberia,
dice que los conservadores no embisten.
Pues por eso el público les ha propinado nna des
comunal silba mandándolos al corral.
El clérigo de ElBesúmen, con ima franqueza que
le honra, consigna quo el cura vivía, vive y vivirá cmi
mujeres, á pesar de todas las disposicioDes y da todos los concilios.
Hablando se entiende la gante.
Estarnas conformes con que el órim sagrado no
destruye los temperamentos.
¿Qué va á destruir?
Antes bien, parece que les arrecia.
Y conste que nosotros no encontramos malo que
el clérigo viva con una mujer.
Lo que encontramoa malo es qua el clérigo...
Per ae...
•
iRuestro tonsurado con^pañero asegura., además
que |x>dia citar algunos prelados extranjeros, y hast^
alguno español, qne albergan señoras en sus viviendas.
No 86 moleste ol ilustrado presbítero. Como si lo
vjéran^os.
Y puestos ya en esa tessitura do la juersa eentrP
peta que pudiéramos llamor de atracción hacia el
centro natu-ral, como él dice, más vale que tengan
mujeres en casa.
¡Dios sabe lo que sucedería sino las hubiera, á
pesa» de esa reaütmoia pasiva de que habla el digno
sacerdote!
¡Esa fuerza centrípeta acabó con al colegio de
San José!
Leonios:
•'Habiendo manifestado la reina regente deseos
de aprender el vascuence, rogó se le manda-ra un
profesor de dicha lengua.,.
Pues va á haber bofetadas on la Academia Española.
Cabalmente, y en buen hora lo digamos, todos
ellos escriben en vizctdno.
Empezando por Cánovas.
El cual ea el más indicado hoy para esas íunciones.
Hoy que el hombre está cesante.
O, como si dijéramos, que está duermes.
Dice una carta de Rabat, quo anoche publica 1»
preas."».:
"En la puerta del primer recinto que comunica
con el gran Zoco, en el Bab-el-iSad, hállanse colocadas siete cabezas de otros tantos jefes de la tribu
Eair, ea permanente insurrección.,,
No sabemos si al leer esto se le haría la boca
agua al Sr. León y Castillo, ó se le pondrían los pelos de punta.
",
Los fenómenos quo se refieren á las insurrecciones son muy complej os?....
^L'nas veces se dá diente con diente, y otras se
grita ]á ellos! con despecho y coraje. E.S según.
Sobre todo, León, que áesde que es ministro, persigue una tribu de Zair fantástica, no sabe ya 61
mismo á qué atenerse.
Pero lo seguro es que no caerá esa breba al &&
(iobernaoión.
¡Siete cabezas, y de jefes!
_ ¡Qué satisfecho .se presentarla el hombre en Censejo con esos áocumentos hmimnos!
Mientras que ahora no dispone más que de unos
malos hilos.....
¡Y la tribu do Eair tan buena, rióndo.se en sua
barbas, como sietnpre!
lia iacota.
La de hoy contiene, entre otras, las disposíciúue»
siguientes:
• Presidenciü.—Decreto declariindo que no ha debido suscitarse la competencia, á que se refiere estre la audiencia de iBúrgos y el gobernador de J«.
misma.
Hacienda.—Decretos nombrando subdirector primero de aduanas á D. Emili© Abreuy Viana, administrador de la aduana de Irún á D. LUÍB Gabanilla»
ó interventor de la misma, á D. Julio de Sa.»tiago y
Saena Diez.
7acantes.—L9, plaza de médico titular de la vil!»
de Agaete, que Im de proveerse por concurso, dotada con 2.000 pesetas anuales.
—Otra de depositario municipal de Castropol; los
aspirantes lo solicitarán á la alcaldía áel mismo en
el término de veinte días.
Descargar