2007008 Desestimación

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JUNTA DE CONTRATACIÓN PÚBLICA
Expte.: R-8/2007
ACUERDO 3/2008, de 7 de marzo, de la Comisión Permanente de
la Junta de Contratación Pública, por el que se desestima la
reclamación en materia de contratación pública presentada por
don DMJ, en nombre y representación de los licitadores
agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, frente a la
Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de
Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las
obras de construcción del CdT.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Administración X publicó el día 6 de marzo de 2007, en el
Diario Oficial de la Unión Europea (Serie S, número 45), el anuncio para la
contratación de la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT,
mediante procedimiento abierto y un importe estimado de 420.000 euros (IVA
incluido). En dicha fecha se publicó, igualmente, el preceptivo anuncio en el
Portal de Contratación de Navarra.
SEGUNDO.- Mediante Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano
de Contratación, se adjudicó la dirección facultativa de las obras de
construcción del CdT a los licitadores agrupados: “G-V, S.L.”, LTT, ACA y “MyA,
S.L.”, por un importe de 327.775,40 euros (IVA incluido).
TERCERO.- El día 15 de junio de 2007 don DMJ, en nombre y
representación de don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, representación que
acreditó el día 19 de junio de 2007, presentó reclamación en materia de
contratación pública frente a la Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del
Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las
obras de construcción del CdT.
Dicha reclamación se fundamenta, en síntesis, en el hecho de que el
contrato para la construcción del CdT es un contrato de obra en el que,
conforme al artículo 133 de la Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos
Públicos (LFCP), se ha adjudicado conjuntamente la redacción del proyecto y la
ejecución de la obra a las empresas F y S y que el equipo redactor del proyecto
coincide con los adjudicatarios del contrato para la dirección facultativa de esas
obras. En su opinión dicha adjudicación contraviene la prohibición del artículo
176.2 LFCP, según el cual, los contratos de asistencia que tienen como objeto la
vigilancia, supervisión, control y dirección de la ejecución de las obras e
instalaciones no pueden adjudicarse a las empresas adjudicatarias de los
contratos de obras y las empresas a ellas vinculadas, salvo que el pliego de
cláusulas administrativas particulares disponga justificadamente otra cosa. Al
no encontrarse exceptuada dicha prohibición en el pliego, la adjudicación de la
dirección facultativa ha incurrido, según dice, en la prohibición señalada.
En consecuencia, solicita que se anule la Resolución 810/2007, de 28 de
mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección
facultativa de las obras de construcción del CdT. Mediante otrosí solicita la
suspensión cautelar de la adjudicación.
CUARTO.- Por Resolución 15/2007, de 2 de julio, del Presidente de la
Junta de Contratación Pública, se admitió a trámite la reclamación presentada
por don DMJ, en nombre y representación de los licitadores agrupados don AFP,
“ALAyA, S.L.L.” y don FZM.
QUINTO.- Con fecha 25 de junio de 2007 la Administración X remitió el
expediente del contrato objeto de la reclamación.
SEXTO.- Con fecha 6 de julio de 2007 don DMJ, en representación de los
reclamantes, reiteró las alegaciones ya presentadas en su escrito de
interposición de la reclamación. Igualmente, tras exponer que el expediente
remitido se encuentra íntimamente relacionado con el C0007/06, contratación
de los trabajos para la redacción de los instrumentos de ejecución del
planeamiento y la elaboración del proyecto y construcción de las edificaciones
necesarias para la implantación de actividades de la Administración X en T,
señaló que de dicho expediente únicamente se había aportado la Resolución
núm. 1206/2006, de 5 de octubre, del Órgano de Contratación, por la que se
adjudicó dicho contrato a la U.T.E. F y S y que se trata de un supuesto de
adjudicación conjunta de proyecto y obra, siendo que el equipo redactor del
proyecto estuvo compuesto por “G-V, S.L” y “MyA, S.L.”, que no figuran en
dicha Resolución, pero sí en otros documentos del citado expediente. Por ello,
solicitó que se requiriera a la Administración X para que aportara la
documentación en la que aparecen los redactores del proyecto antes
mencionado, o bien, que se certificara sobre dicho extremo.
SÉPTIMO.- Con fecha 19 de julio de 2007 se requirió a la Administración
X que aportara toda la documentación del expediente C0007/06, relativo a la
contratación de los trabajos para la redacción de los instrumentos de ejecución
del planeamiento y la elaboración del proyecto y construcción de las
edificaciones necesarias para la implantación de actividades de la
Administración X en T, en lo que respecta a los estudios o proyectos
presentados por los adjudicatarios del contrato con identificación de los autores
materiales efectivos de dichos estudios o proyectos o, en su defecto, una
certificación en la que figurara quiénes eran los autores materiales y efectivos
de los trabajos de redacción de los instrumentos de ejecución del planeamiento
y elaboración del proyecto de construcción de las edificaciones necesarias para
la implantación de actividades de la Administración X en T, con expresión de su
nombre o razón social y NIF y, en el caso de trabajos realizados por personal
por cuenta ajena, identificación de la empresa a la que pertenecen, con
expresión pormenorizada de cuantas soluciones, propuestas o informaciones
hayan aportado con motivo de dicho contrato.
OCTAVO.- Con fecha 26 de julio de 2007 la Administración X presentó
una certificación en la que se señala que en la elaboración del Plan Especial, el
Proyecto de Urbanización y los Proyectos Básicos y General de Edificación
habían intervenido los siguientes arquitectos:
-
Don
Don
Don
Don
JCGI y doña SV, de la empresa “G-V, S.L.”.
JMS, de la empresa S.
IPC, de la empresa “SyP, AA, S.L.”.
JV, que trabaja habitualmente para la empresa “AA” (sic).
Asimismo se indica que habían intervenido como técnicos en el desarrollo
del Proyecto de Edificación:
-
Don RP y don DE, de la empresa “SyP, AA, S.L.”.
Don CD y doña AR, de la empresa “Gi-V, S.L.”
Doña PD, de la empresa S.
Igualmente se certifica que la ingeniería del Proyecto de Urbanización de
la UE 2B del Sector 1 del Plan Especial había sido firmada por la empresa
“MyA, S.L.” y que los proyectos específicos de instalaciones fueron firmados por
la empresa de ingeniería “MyA, S.L.”, contando con la colaboración de la
empresa “IG JG”.
NOVENO.- Con fecha 26 de julio de 2007 se solicitó a los interesados, al
amparo de lo previsto en el artículo 89.1 de la Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, la presentación de alegaciones sobre la
posible aplicación al caso de la prohibición de licitar contenida en el artículo
20.3 LFCP.
DÉCIMO.- Con fecha 30 de julio de 2007 don JMJ, en representación de
los reclamantes, presentó las siguientes alegaciones:
a) Que en la parte expositiva de la resolución de adjudicación impugnada
se reconoce que el equipo redactor del proyecto es a quién se le adjudica la
dirección facultativa de las obras, lo que contraviene lo dispuesto en el artículo
176.2 LFCP, tal como ha reiterado desde el escrito de interposición de la
reclamación.
b) Que la adjudicación realizada por la Administración X incurre,
igualmente, en la prohibición establecida en el artículo 20.3 LFCP dado que las
especificaciones técnicas del contrato de dirección facultativa de las obras han
sido determinadas por los adjudicatarios, a la sazón miembros del equipo
redactor del proyecto de obras. Como muestra de ello señala que en la cláusula
séptima del pliego de condiciones que ha regido la contratación, que recoge los
criterios de adjudicación del contrato, el 50% de la puntuación se otorga a la
propuesta técnica de la actuación, la cual está íntimamente relacionada con el
propio proyecto a ejecutar, ya que la mitad de dicha puntuación se obtiene en
el apartado “Propuesta técnica de actuación: Informe con un análisis crítico del
proyecto y sobre su viabilidad de ejecución en función de los materiales y
soluciones constructivas propuestas”.
UNDÉCIMO.- Con fecha 30 de julio de 2007, la Administración X presentó
las siguientes alegaciones:
a) Que los pliegos de cláusulas administrativas de la dirección facultativa
de las obras determinan las características que han de regir dicho contrato sin
que formen parte de ellos los proyectos redactados por la U.T.E. “F” y “S”. Es
evidente, señala la Administración X, que la dirección de obra se debe ejecutar
con sujeción a los proyectos previamente aprobados, pero sin que se puedan
confundir las especificaciones técnicas que han servido para la adjudicación del
contrato de dirección de obra propiamente dicho. Los proyectos redactados no
son especificaciones técnicas del contrato de dirección de obra ni han servido
para la adjudicación de la contratación de la dirección facultativa.
b) También señala la Administración X que en nuestro ordenamiento
jurídico ha sido reiteradamente admitido por la jurisprudencia que los
arquitectos que han diseñado el proyecto pueden participar en la licitación de la
dirección de la obra, siendo una práctica habitual, sin que ello implique en
ningún caso contravenir la prohibición del artículo 20.3 LFCP. A este respecto,
afirma la Administración X que la finalidad de este precepto es la de evitar
restricciones y limitaciones injustificadas a la libre concurrencia y evitar tratos
privilegiados con respecto a otros licitadores, de manera que no basta el haber
participado en la elaboración de las especificaciones técnicas, sino que es
necesario acreditar que dicha participación ha provocado restricciones a la libre
concurrencia u otorgado tratos de favor. En apoyo de su tesis cita la Sentencia
del Tribunal Supremo de 24 de noviembre de 2004, añadiendo, que no basta la
mera cita del precepto o la mera afirmación de la realización del hecho, sino
que hay que acreditar la incidencia real del mismo. Por ello, considera que no
es de aplicación este precepto por cuanto los recurrentes no han argumentado
en esta línea, sino que ha sido la propia Junta de Contratación Pública la que ha
suscitado la cuestión.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La primera cuestión que se plantea en esta reclamación es
determinar si en la adjudicación del contrato de dirección facultativa de las
obras la Administración X ha infringido la prohibición establecida en el artículo
176.2 LFCP, que impide la celebración de estos contratos de asistencia con las
empresas a su vez adjudicatarias de los correspondientes contratos de obras y
con las empresas vinculadas a éstas, en el sentido en el que son definidas como
tales por la propia Ley Foral.
Al respecto, el artículo 16 LFCP dispone que se entiende por empresa
vinculada cualquier empresa en la que el contratista ejerza, directa o
indirectamente, una influencia dominante por razón de su propiedad,
participación financiera o de las normas que la regulan, o la empresa que a su
vez ejerza influencia dominante en el contratista. Esta influencia dominante se
presumirá que existe, señala la Ley Foral, cuando una empresa, directa o
indirectamente, disponga de la mayoría del capital social suscrito de otra, de la
mayoría de los votos correspondientes a las participaciones emitidas por la
empresa o bien, pueda designar a más de la mitad de los miembros del órgano
de administración, dirección o de vigilancia de la misma.
La finalidad del precepto citado es bien clara: para que la dirección
facultativa pueda controlar eficazmente la ejecución de cada unidad de obra, los
materiales que se utilicen, la correcta ejecución y disposición de los elementos
constructivos y de las instalaciones, las verificaciones y controles a realizar para
comprobar su conformidad con lo indicado en el proyecto y ejercer las demás
funciones que el ordenamiento jurídico le asigna es necesario garantizar su
total independencia del ejecutor material de las obras. La justificación de esta
necesidad de independencia es tan obvia que no merece mayores
consideraciones.
En este caso, no ha sido acreditada ninguna vinculación, tal y como la
define el artículo 16 de la precitada Ley Foral, entre los adjudicatarios del
contrato de dirección facultativa de las obras y las empresas adjudicatarias del
contrato para la ejecución de las mismas, siendo la relación anterior existente
entre algunos de ellos puramente mercantil, consistente únicamente en el
encargo de redacción de un proyecto de obras a cambio de un precio. En
consecuencia, debe desestimarse la reclamación en este punto.
SEGUNDO.- En segundo término, procede analizar si la prohibición de
concurrir a la licitación y, por tanto, de ser adjudicatario del contrato que se
contiene en el artículo 20.3 LFCP es de aplicación en este caso. Este precepto
señala que no podrán concurrir a los procedimientos de licitación las empresas
que hayan intervenido en la determinación de las especificaciones técnicas de
los contratos, así como las empresas vinculadas a aquéllas.
La prohibición señalada tiene como finalidad garantizar la igualdad de
trato entre todos los licitadores. Este principio deriva del artículo 14 de
Constitución y del artículo 6 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea
(Tratado de Roma), viene recogido tanto por la normativa comunitaria en
materia de contratación pública -artículo 2 de la Directiva 2004/18, de 31 de
enero, de contratos públicos- como por nuestro Derecho interno -artículo 21 de
la Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos- y ha sido puesto de
manifiesto por múltiples sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
(por todas, Sentencias de 12 de diciembre de 2002, Universale-Bau y otros, y
de 19 de junio de 2003, GAT, Ar. TJCE 2002\369 y TJCE 2003\182,
respectivamente). Como acertadamente significa la Junta Consultiva de
Contratación Administrativa de la Generalidad de Cataluña en su informe de 10
de mayo de 1996, se entiende que la empresa que ha participado en la
elaboración de las especificaciones técnicas que regularán la ejecución del
objeto de un contrato podría partir con un conocimiento previo mucho más
exhaustivo de las características, peculiaridades y requisitos técnicos de éste;
conocimiento que en el mejor de los casos sólo podría obtener el resto de
licitadores cuando se abriese el período de licitación pública. Además, significa
el órgano consultivo, la empresa que participase en la elaboración de las
especificaciones técnicas podría actuar condicionada por su posterior
participación en la licitación para poder ejecutar el mencionado contrato de
forma que podría disminuir su objetividad o rigor de planteamientos.
El Anexo III de la LFCP define las especificaciones técnicas como aquellas
exigencias técnicas que definen las características requeridas de una obra,
material, producto, suministro o servicio y que permiten caracterizarlos
objetivamente, de manera que se adecuen a la utilización determinada por la
entidad contratante. En relación con los contratos de obras, las especificaciones
técnicas pueden incluir también los criterios sobre definición y cálculo de costes,
pruebas, control y recepción de obras y técnicas o métodos de construcción, así
como todas las demás condiciones de carácter técnico que la entidad
contratante pudiera prescribir, conforme a una reglamentación general o
específica, con respecto a las obras acabadas y a los materiales o elementos
que las integren. La Directiva 2004/18 (Anexo VI) contiene una definición de las
especificaciones técnicas idéntica a la que aparece en la Ley Foral.
La duda que se plantea es si el proyecto de obras, redactado en el caso
que nos ocupa por los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa,
puede considerarse parte de las especificaciones técnicas de este último
contrato, lo que conllevaría la existencia de una prohibición de contratar y la
nulidad de la adjudicación, conforme a lo preceptuado por el artículo 126.2,
letra c) LFCP.
El artículo 130 LFCP dispone en su apartado 1, que los proyectos de
obras comprenderán, entre otras cosas, el pliego de prescripciones técnicas
particulares donde se hará la descripción de las obras y se regulará su
ejecución, con expresión de la forma en que ésta se llevará a cabo, de la
medición de las unidades ejecutadas, del control de calidad y de las
obligaciones de orden técnico que correspondan al contratista. En consecuencia,
comprendiendo el proyecto las prescripciones técnicas, la empresa que haya
participado en su elaboración no podrá licitar en el procedimiento de
adjudicación de la obra y ello por las razones de respeto al principio de igualdad
que se han expuesto anteriormente.
Pero, por el contrario, las especificaciones técnicas del contrato de
dirección facultativa no son las que están contenidas en el proyecto de obras,
sino otras diferentes, como acertadamente señala la Administración X en sus
alegaciones, que corresponden a un contrato distinto y que definen las
características del servicio que debe prestar el facultativo adjudicatario,
permitiendo caracterizarlo objetivamente.
La función de la dirección facultativa no es ejecutar materialmente las
especificaciones técnicas del proyecto sino dirigir y controlar la ejecución
material de las mismas que realiza el contratista de las obras. En definitiva, en
este caso, no puede apreciarse la existencia de una prohibición de contratar
sustentada en el artículo 20.3 LFCP pues no existe identidad entre el
empresario que elabora las especificaciones técnicas y el empresario que
ejecuta el contrato de obras cuya ejecución regulan aquéllas.
TERCERO.- Finalmente, procede analizar la tercera cuestión que se
plantea en este caso: la posibilidad de que la redacción del proyecto de obras
hubiera significado para los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa
una ventaja frente al resto de licitadores concurrentes. Si la respuesta fuera
positiva y en aplicación del principio de igualdad de trato que debe imperar en
toda licitación pública, como se ha señalado en el fundamento anterior, la
adjudicación que se combate en esta reclamación debería ser anulada.
No obstante, antes de entrar en el análisis de la cuestión conviene
recordar dos premisas que deben guiar esta labor: en primer lugar, el
trascendental artículo 21 LFCP, que obliga a interpretar las normas reguladoras
de la contratación pública respetando la doctrina dictada por la jurisprudencia
comunitaria y, en segundo lugar, la doctrina constante de nuestra
jurisprudencia en la interpretación restrictiva de las normas prohibitivas (por
todas STS, de 28 de noviembre de 1989, Ar. 1989\7915), interpretación que
también impone el principio de concurrencia establecido por la normativa
comunitaria (artículo 3 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea) y,
por ende, en nuestro ordenamiento interno.
Atendiendo a la primera de las premisas, es de especial interés la
sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 3 de marzo de 2005,
asunto Fabricom (Ar. TJCE 2005\53) cuyos apartados 26 a 31 y 36
transcribimos en parte:
“26. A este respecto, procede recordar que el deber de respetar el
principio de igualdad de trato responde a la esencia misma de las directivas en
materia de contratos públicos, que tienen por objeto, en particular, favorecer el
desarrollo de una competencia efectiva en los sectores que están comprendidos
en sus ámbitos de aplicación respectivos y que enuncian los criterios de
adjudicación del contrato tendentes a garantizar dicha competencia (Sentencia
de 17 de septiembre de 2002, Concordia Bus Finland, C-513/99, Rec. pg. I7213, apartado 81 y la jurisprudencia que allí se cita).
27. Por otra parte, según reiterada jurisprudencia, el principio de
igualdad de trato exige que no se traten de manera diferente situaciones que
son comparables y que situaciones diferentes no sean tratadas de manera
idéntica, salvo que este trato esté justificado objetivamente (sentencias de 14
de diciembre de 2004, Arnold André, C-434/02, Rec. pg. I-0000, apartado 68 y
la jurisprudencia que allí se cita, y Swedish Match, C-210/03, Rec. pg. I-0000,
apartado 70 y la jurisprudencia que allí se cita).
28. Ahora bien, una persona que se haya encargado de la investigación,
de la experimentación, del estudio o del desarrollo de obras, suministros o
servicios relativos a un contrato público (en lo sucesivo, una «persona que haya
realizado determinados trabajos preparatorios») no se encuentra forzosamente,
respecto de la participación en el procedimiento de adjudicación de dicho
contrato, en la misma situación que una persona que no haya realizado tales
trabajos.
29. En efecto, por una parte, la persona que haya participado en
determinados trabajos preparatorios puede verse favorecida a la hora de
formular su oferta, en virtud de la información que haya podido obtener sobre
el contrato público en cuestión al realizar los mencionados trabajos. Pues bien,
todos los licitadores deben disponer de las mismas oportunidades al formular el
contenido de sus ofertas (véase, en este sentido, la sentencia de 25 de abril de
1996, Comisión/Bélgica, C-87/94, Rec. pg. I-2043, apartado 54).
30. Por otra parte, dicha persona puede encontrarse en una situación que
dé lugar a un conflicto de intereses, en el sentido de que, tal y como señala
acertadamente la Comisión de las Comunidades Europeas, si licita en el mismo
contrato público, puede influir involuntariamente en las condiciones de éste,
orientándolo en un sentido que le sea favorable. Esta situación podría falsear la
competencia entre los licitadores.
31. Por tanto, teniendo en cuenta que la persona que haya efectuado
determinados trabajos preparatorios podría hallarse en tal situación, no cabe
afirmar que el principio de igualdad de trato obligue a tratarla del mismo modo
que a cualquier otro licitador.
36. En tales circunstancias, procede responder a la primera cuestión
planteada en los asuntos (...) que la Directiva 92/50, en particular su artículo 3,
apartado 2, la Directiva 93/36, en particular su artículo 5, apartado 7, la
Directiva 93/37, en particular su artículo 6, apartado 6, y la Directiva 93/38, en
particular su artículo 4, apartado 2 (directivas cuyas previsiones en este punto
hoy se recogen en el artículo 2 de la Directiva 2004/18, que las deroga), se
oponen a una norma (...), conforme a la cual se prohíbe presentar una solicitud
de participación o formular una oferta para un contrato público de obras, de
suministro o de servicios a una persona que se haya encargado de la
investigación, la experimentación, el estudio o el desarrollo de tales obras,
suministro o servicios, sin que se conceda a esa persona la posibilidad de
demostrar que, en las circunstancias del caso concreto, la experiencia adquirida
por ella no ha podido falsear la competencia.”
Y se trae a colación esta sentencia puesto que pudiera presumirse que, a
la vista de los hechos que motivan la reclamación, los adjudicatarios del
contrato de dirección facultativa contaron con la ventaja de haber participado
en los “trabajos preparatorios del contrato”, si se entendiera que la redacción
del proyecto de obras forma parte de éstos, u obtuvieron una ventaja por el
conocimiento previo del contenido del mismo.
Podrían abonar esta tesis varios hechos que constan en el expediente:
a) El Pliego de cláusulas administrativas del contrato para la dirección
facultativa de las obras del CdT fija, entre otros, el siguiente criterio de
adjudicación, “1.1. Propuesta técnica de actuación: informe con un análisis
crítico del proyecto y sobre su viabilidad de ejecución en función de los
materiales y soluciones constructivas propuestas”, con una ponderación del
25% sobre la puntuación total.
b) En el documento del expediente electrónico “11 Actas. pdf”, página 6,
al valorar el análisis crítico del Proyecto se señala que “El equipo de D. JCGI
presenta la mejor propuesta con respecto al análisis crítico del proyecto. Realiza
un análisis profundo de los aspectos incorrectos detectados en los planos del
proyecto de edificación que no se corresponden con lo expuesto en la memoria
del proyecto. Este desajuste tiene su importancia dado que aunque en la
memoria del proyecto se describe correctamente el contenido del mismo, la
realidad nos confirma –como ocurre en la mayoría de los proyectos– que son
los planos de obra la documentación utilizada en la ejecución.” Más adelante se
señala: “La documentación aportada de este modo, sirve de revisión al
proyecto.”
c) En el mismo documento “11 Actas.pdf”, página 5, al valorar la
propuesta de los reclamantes se dice: “En definitiva, se trata de un análisis
crítico menos detallado y con menos soluciones de rectificación que el
presentado por el equipo de JCGI.”
Partiendo de estos hechos se podría concluir que ese conocimiento previo
del proyecto, por haber participado en su redacción, ha permitido a los
adjudicatarios elaborar una mejor propuesta de soluciones de rectificación del
mismo, tal como ha sido valorada por la Mesa de Contratación, y que dicha
propuesta ha sido decisiva en la adjudicación del contrato. Pero otros
argumentos permiten alcanzar una conclusión distinta.
En primer lugar, no ha quedado acreditado en el expediente que los
adjudicatarios contaran con una ventaja a la hora de formular su oferta ya que
el proyecto de obras, como se ha dicho anteriormente, no forma parte de los
“trabajos preparatorios” del contrato, ni de sus especificaciones técnicas. Es
evidente que conocían el proyecto, por haberlo redactado, pero este
conocimiento no tiene que otorgar necesariamente una ventaja ya que las
actividades intelectuales de crear y revisar lo creado, con espíritu crítico, son
distintas e independientes y, aun más, parece mucho más fácil y efectiva la
intervención de un tercero en la revisión del proyecto que la del propio autor,
pues el descubrimiento por el redactor de los errores que contiene y su
comunicación a la entidad que ha retribuido la redacción es una autocrítica a la
labor realizada que, además, podría suponer para el profesional, en su caso, la
imposición por parte del órgano de contratación de las sanciones que se regulan
en el artículo 178 LFCP.
A mayor abundamiento, como significaba el artículo 72.2 del derogado
Reglamento General de Contratación del Estado, en todos los casos, los
diferentes documentos que en su conjunto constituyan un proyecto deben
definir las obras de tal forma que otro facultativo diferente del autor de aquel
pueda dirigir, de acuerdo con el mismo, los trabajos correspondientes y ello
queda refrendado cuando la propia LFCP establece, en su artículo 128, que el
proyecto deberá definir con precisión el objeto del contrato de obras y no veda
la posibilidad de que el contrato de dirección de las obras pueda ser adjudicado
a un profesional distinto del redactor del proyecto, regulando como un supuesto
especial la adjudicación conjunta de contratos de asistencia para la redacción
de proyectos de obras y dirección facultativa de las mismas (artículo 182). A
todo ello debemos unir que el plazo de presentación de proposiciones debe
determinarse teniendo en cuenta la complejidad del contrato y el tiempo
necesario para la adecuada presentación de ofertas (artículo 25 LFCP) y, en
este caso, el incumplimiento de estas normas por el órgano de contratación no
ha sido alegado por los reclamantes, por lo que debemos presumir que estos
admiten haber contado con un plazo suficiente para formular su análisis del
proyecto.
Por otro lado, la Mesa de Contratación afirma que los adjudicatarios
presentaron la mejor propuesta con respecto al análisis crítico del proyecto y
que los reclamantes realizaron un análisis crítico menos detallado y con menos
soluciones de rectificación que el presentado por el equipo de JCGI. Por ello,
estando ambos licitadores en pie de igualdad a la hora de analizar el proyecto
(recuérdese que no se trata de explicar o justificar el proyecto sino de detectar
sus errores o deficiencias), la Junta de Contratación Pública no puede sustituir
un juicio técnico por otro, ni es esto lo que se demanda.
Asimismo, atendiendo al principio de interpretación restrictiva de las
normas prohibitivas, no cabe impedir el acceso a la licitación a quien no ha
quedado demostrado que cuenta con ventaja sobre sus competidores.
Por todo ello, la reclamación debe ser desestimada.
En su virtud, y al amparo de lo establecido en el artículo 213 de la Ley
Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos y en el artículo 3.2 del
Decreto Foral 236/2007, de 5 de noviembre, por el que se regula la Junta de
Contratación Pública y los procedimientos y registros a su cargo, la Comisión
Permanente de la Junta de Contratación Pública,
ACUERDA:
1º. Desestimar la reclamación en materia de contratación pública
presentada por don DMJ, en nombre y representación de los licitadores
agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, frente a la Resolución
810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó
la dirección facultativa de las obras de construcción del.
2º. Notificar la presente Resolución a la Administración X, a don DMJ,
representante de los licitadores agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM,
a don LMDC y a G-V, S.L., a los efectos oportunos.
3º. Significar que frente a este Acuerdo, que es firme en la vía
administrativa, puede interponerse recurso contencioso-administrativo, ante el
Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, en el plazo de dos meses contados a
partir de su notificación.
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