JUNTA DE CONTRATACIÓN PÚBLICA Expte.: R-8/2007 ACUERDO 3/2008, de 7 de marzo, de la Comisión Permanente de la Junta de Contratación Pública, por el que se desestima la reclamación en materia de contratación pública presentada por don DMJ, en nombre y representación de los licitadores agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, frente a la Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- La Administración X publicó el día 6 de marzo de 2007, en el Diario Oficial de la Unión Europea (Serie S, número 45), el anuncio para la contratación de la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT, mediante procedimiento abierto y un importe estimado de 420.000 euros (IVA incluido). En dicha fecha se publicó, igualmente, el preceptivo anuncio en el Portal de Contratación de Navarra. SEGUNDO.- Mediante Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, se adjudicó la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT a los licitadores agrupados: “G-V, S.L.”, LTT, ACA y “MyA, S.L.”, por un importe de 327.775,40 euros (IVA incluido). TERCERO.- El día 15 de junio de 2007 don DMJ, en nombre y representación de don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, representación que acreditó el día 19 de junio de 2007, presentó reclamación en materia de contratación pública frente a la Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT. Dicha reclamación se fundamenta, en síntesis, en el hecho de que el contrato para la construcción del CdT es un contrato de obra en el que, conforme al artículo 133 de la Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos (LFCP), se ha adjudicado conjuntamente la redacción del proyecto y la ejecución de la obra a las empresas F y S y que el equipo redactor del proyecto coincide con los adjudicatarios del contrato para la dirección facultativa de esas obras. En su opinión dicha adjudicación contraviene la prohibición del artículo 176.2 LFCP, según el cual, los contratos de asistencia que tienen como objeto la vigilancia, supervisión, control y dirección de la ejecución de las obras e instalaciones no pueden adjudicarse a las empresas adjudicatarias de los contratos de obras y las empresas a ellas vinculadas, salvo que el pliego de cláusulas administrativas particulares disponga justificadamente otra cosa. Al no encontrarse exceptuada dicha prohibición en el pliego, la adjudicación de la dirección facultativa ha incurrido, según dice, en la prohibición señalada. En consecuencia, solicita que se anule la Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las obras de construcción del CdT. Mediante otrosí solicita la suspensión cautelar de la adjudicación. CUARTO.- Por Resolución 15/2007, de 2 de julio, del Presidente de la Junta de Contratación Pública, se admitió a trámite la reclamación presentada por don DMJ, en nombre y representación de los licitadores agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM. QUINTO.- Con fecha 25 de junio de 2007 la Administración X remitió el expediente del contrato objeto de la reclamación. SEXTO.- Con fecha 6 de julio de 2007 don DMJ, en representación de los reclamantes, reiteró las alegaciones ya presentadas en su escrito de interposición de la reclamación. Igualmente, tras exponer que el expediente remitido se encuentra íntimamente relacionado con el C0007/06, contratación de los trabajos para la redacción de los instrumentos de ejecución del planeamiento y la elaboración del proyecto y construcción de las edificaciones necesarias para la implantación de actividades de la Administración X en T, señaló que de dicho expediente únicamente se había aportado la Resolución núm. 1206/2006, de 5 de octubre, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó dicho contrato a la U.T.E. F y S y que se trata de un supuesto de adjudicación conjunta de proyecto y obra, siendo que el equipo redactor del proyecto estuvo compuesto por “G-V, S.L” y “MyA, S.L.”, que no figuran en dicha Resolución, pero sí en otros documentos del citado expediente. Por ello, solicitó que se requiriera a la Administración X para que aportara la documentación en la que aparecen los redactores del proyecto antes mencionado, o bien, que se certificara sobre dicho extremo. SÉPTIMO.- Con fecha 19 de julio de 2007 se requirió a la Administración X que aportara toda la documentación del expediente C0007/06, relativo a la contratación de los trabajos para la redacción de los instrumentos de ejecución del planeamiento y la elaboración del proyecto y construcción de las edificaciones necesarias para la implantación de actividades de la Administración X en T, en lo que respecta a los estudios o proyectos presentados por los adjudicatarios del contrato con identificación de los autores materiales efectivos de dichos estudios o proyectos o, en su defecto, una certificación en la que figurara quiénes eran los autores materiales y efectivos de los trabajos de redacción de los instrumentos de ejecución del planeamiento y elaboración del proyecto de construcción de las edificaciones necesarias para la implantación de actividades de la Administración X en T, con expresión de su nombre o razón social y NIF y, en el caso de trabajos realizados por personal por cuenta ajena, identificación de la empresa a la que pertenecen, con expresión pormenorizada de cuantas soluciones, propuestas o informaciones hayan aportado con motivo de dicho contrato. OCTAVO.- Con fecha 26 de julio de 2007 la Administración X presentó una certificación en la que se señala que en la elaboración del Plan Especial, el Proyecto de Urbanización y los Proyectos Básicos y General de Edificación habían intervenido los siguientes arquitectos: - Don Don Don Don JCGI y doña SV, de la empresa “G-V, S.L.”. JMS, de la empresa S. IPC, de la empresa “SyP, AA, S.L.”. JV, que trabaja habitualmente para la empresa “AA” (sic). Asimismo se indica que habían intervenido como técnicos en el desarrollo del Proyecto de Edificación: - Don RP y don DE, de la empresa “SyP, AA, S.L.”. Don CD y doña AR, de la empresa “Gi-V, S.L.” Doña PD, de la empresa S. Igualmente se certifica que la ingeniería del Proyecto de Urbanización de la UE 2B del Sector 1 del Plan Especial había sido firmada por la empresa “MyA, S.L.” y que los proyectos específicos de instalaciones fueron firmados por la empresa de ingeniería “MyA, S.L.”, contando con la colaboración de la empresa “IG JG”. NOVENO.- Con fecha 26 de julio de 2007 se solicitó a los interesados, al amparo de lo previsto en el artículo 89.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, la presentación de alegaciones sobre la posible aplicación al caso de la prohibición de licitar contenida en el artículo 20.3 LFCP. DÉCIMO.- Con fecha 30 de julio de 2007 don JMJ, en representación de los reclamantes, presentó las siguientes alegaciones: a) Que en la parte expositiva de la resolución de adjudicación impugnada se reconoce que el equipo redactor del proyecto es a quién se le adjudica la dirección facultativa de las obras, lo que contraviene lo dispuesto en el artículo 176.2 LFCP, tal como ha reiterado desde el escrito de interposición de la reclamación. b) Que la adjudicación realizada por la Administración X incurre, igualmente, en la prohibición establecida en el artículo 20.3 LFCP dado que las especificaciones técnicas del contrato de dirección facultativa de las obras han sido determinadas por los adjudicatarios, a la sazón miembros del equipo redactor del proyecto de obras. Como muestra de ello señala que en la cláusula séptima del pliego de condiciones que ha regido la contratación, que recoge los criterios de adjudicación del contrato, el 50% de la puntuación se otorga a la propuesta técnica de la actuación, la cual está íntimamente relacionada con el propio proyecto a ejecutar, ya que la mitad de dicha puntuación se obtiene en el apartado “Propuesta técnica de actuación: Informe con un análisis crítico del proyecto y sobre su viabilidad de ejecución en función de los materiales y soluciones constructivas propuestas”. UNDÉCIMO.- Con fecha 30 de julio de 2007, la Administración X presentó las siguientes alegaciones: a) Que los pliegos de cláusulas administrativas de la dirección facultativa de las obras determinan las características que han de regir dicho contrato sin que formen parte de ellos los proyectos redactados por la U.T.E. “F” y “S”. Es evidente, señala la Administración X, que la dirección de obra se debe ejecutar con sujeción a los proyectos previamente aprobados, pero sin que se puedan confundir las especificaciones técnicas que han servido para la adjudicación del contrato de dirección de obra propiamente dicho. Los proyectos redactados no son especificaciones técnicas del contrato de dirección de obra ni han servido para la adjudicación de la contratación de la dirección facultativa. b) También señala la Administración X que en nuestro ordenamiento jurídico ha sido reiteradamente admitido por la jurisprudencia que los arquitectos que han diseñado el proyecto pueden participar en la licitación de la dirección de la obra, siendo una práctica habitual, sin que ello implique en ningún caso contravenir la prohibición del artículo 20.3 LFCP. A este respecto, afirma la Administración X que la finalidad de este precepto es la de evitar restricciones y limitaciones injustificadas a la libre concurrencia y evitar tratos privilegiados con respecto a otros licitadores, de manera que no basta el haber participado en la elaboración de las especificaciones técnicas, sino que es necesario acreditar que dicha participación ha provocado restricciones a la libre concurrencia u otorgado tratos de favor. En apoyo de su tesis cita la Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de noviembre de 2004, añadiendo, que no basta la mera cita del precepto o la mera afirmación de la realización del hecho, sino que hay que acreditar la incidencia real del mismo. Por ello, considera que no es de aplicación este precepto por cuanto los recurrentes no han argumentado en esta línea, sino que ha sido la propia Junta de Contratación Pública la que ha suscitado la cuestión. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- La primera cuestión que se plantea en esta reclamación es determinar si en la adjudicación del contrato de dirección facultativa de las obras la Administración X ha infringido la prohibición establecida en el artículo 176.2 LFCP, que impide la celebración de estos contratos de asistencia con las empresas a su vez adjudicatarias de los correspondientes contratos de obras y con las empresas vinculadas a éstas, en el sentido en el que son definidas como tales por la propia Ley Foral. Al respecto, el artículo 16 LFCP dispone que se entiende por empresa vinculada cualquier empresa en la que el contratista ejerza, directa o indirectamente, una influencia dominante por razón de su propiedad, participación financiera o de las normas que la regulan, o la empresa que a su vez ejerza influencia dominante en el contratista. Esta influencia dominante se presumirá que existe, señala la Ley Foral, cuando una empresa, directa o indirectamente, disponga de la mayoría del capital social suscrito de otra, de la mayoría de los votos correspondientes a las participaciones emitidas por la empresa o bien, pueda designar a más de la mitad de los miembros del órgano de administración, dirección o de vigilancia de la misma. La finalidad del precepto citado es bien clara: para que la dirección facultativa pueda controlar eficazmente la ejecución de cada unidad de obra, los materiales que se utilicen, la correcta ejecución y disposición de los elementos constructivos y de las instalaciones, las verificaciones y controles a realizar para comprobar su conformidad con lo indicado en el proyecto y ejercer las demás funciones que el ordenamiento jurídico le asigna es necesario garantizar su total independencia del ejecutor material de las obras. La justificación de esta necesidad de independencia es tan obvia que no merece mayores consideraciones. En este caso, no ha sido acreditada ninguna vinculación, tal y como la define el artículo 16 de la precitada Ley Foral, entre los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa de las obras y las empresas adjudicatarias del contrato para la ejecución de las mismas, siendo la relación anterior existente entre algunos de ellos puramente mercantil, consistente únicamente en el encargo de redacción de un proyecto de obras a cambio de un precio. En consecuencia, debe desestimarse la reclamación en este punto. SEGUNDO.- En segundo término, procede analizar si la prohibición de concurrir a la licitación y, por tanto, de ser adjudicatario del contrato que se contiene en el artículo 20.3 LFCP es de aplicación en este caso. Este precepto señala que no podrán concurrir a los procedimientos de licitación las empresas que hayan intervenido en la determinación de las especificaciones técnicas de los contratos, así como las empresas vinculadas a aquéllas. La prohibición señalada tiene como finalidad garantizar la igualdad de trato entre todos los licitadores. Este principio deriva del artículo 14 de Constitución y del artículo 6 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (Tratado de Roma), viene recogido tanto por la normativa comunitaria en materia de contratación pública -artículo 2 de la Directiva 2004/18, de 31 de enero, de contratos públicos- como por nuestro Derecho interno -artículo 21 de la Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos- y ha sido puesto de manifiesto por múltiples sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (por todas, Sentencias de 12 de diciembre de 2002, Universale-Bau y otros, y de 19 de junio de 2003, GAT, Ar. TJCE 2002\369 y TJCE 2003\182, respectivamente). Como acertadamente significa la Junta Consultiva de Contratación Administrativa de la Generalidad de Cataluña en su informe de 10 de mayo de 1996, se entiende que la empresa que ha participado en la elaboración de las especificaciones técnicas que regularán la ejecución del objeto de un contrato podría partir con un conocimiento previo mucho más exhaustivo de las características, peculiaridades y requisitos técnicos de éste; conocimiento que en el mejor de los casos sólo podría obtener el resto de licitadores cuando se abriese el período de licitación pública. Además, significa el órgano consultivo, la empresa que participase en la elaboración de las especificaciones técnicas podría actuar condicionada por su posterior participación en la licitación para poder ejecutar el mencionado contrato de forma que podría disminuir su objetividad o rigor de planteamientos. El Anexo III de la LFCP define las especificaciones técnicas como aquellas exigencias técnicas que definen las características requeridas de una obra, material, producto, suministro o servicio y que permiten caracterizarlos objetivamente, de manera que se adecuen a la utilización determinada por la entidad contratante. En relación con los contratos de obras, las especificaciones técnicas pueden incluir también los criterios sobre definición y cálculo de costes, pruebas, control y recepción de obras y técnicas o métodos de construcción, así como todas las demás condiciones de carácter técnico que la entidad contratante pudiera prescribir, conforme a una reglamentación general o específica, con respecto a las obras acabadas y a los materiales o elementos que las integren. La Directiva 2004/18 (Anexo VI) contiene una definición de las especificaciones técnicas idéntica a la que aparece en la Ley Foral. La duda que se plantea es si el proyecto de obras, redactado en el caso que nos ocupa por los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa, puede considerarse parte de las especificaciones técnicas de este último contrato, lo que conllevaría la existencia de una prohibición de contratar y la nulidad de la adjudicación, conforme a lo preceptuado por el artículo 126.2, letra c) LFCP. El artículo 130 LFCP dispone en su apartado 1, que los proyectos de obras comprenderán, entre otras cosas, el pliego de prescripciones técnicas particulares donde se hará la descripción de las obras y se regulará su ejecución, con expresión de la forma en que ésta se llevará a cabo, de la medición de las unidades ejecutadas, del control de calidad y de las obligaciones de orden técnico que correspondan al contratista. En consecuencia, comprendiendo el proyecto las prescripciones técnicas, la empresa que haya participado en su elaboración no podrá licitar en el procedimiento de adjudicación de la obra y ello por las razones de respeto al principio de igualdad que se han expuesto anteriormente. Pero, por el contrario, las especificaciones técnicas del contrato de dirección facultativa no son las que están contenidas en el proyecto de obras, sino otras diferentes, como acertadamente señala la Administración X en sus alegaciones, que corresponden a un contrato distinto y que definen las características del servicio que debe prestar el facultativo adjudicatario, permitiendo caracterizarlo objetivamente. La función de la dirección facultativa no es ejecutar materialmente las especificaciones técnicas del proyecto sino dirigir y controlar la ejecución material de las mismas que realiza el contratista de las obras. En definitiva, en este caso, no puede apreciarse la existencia de una prohibición de contratar sustentada en el artículo 20.3 LFCP pues no existe identidad entre el empresario que elabora las especificaciones técnicas y el empresario que ejecuta el contrato de obras cuya ejecución regulan aquéllas. TERCERO.- Finalmente, procede analizar la tercera cuestión que se plantea en este caso: la posibilidad de que la redacción del proyecto de obras hubiera significado para los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa una ventaja frente al resto de licitadores concurrentes. Si la respuesta fuera positiva y en aplicación del principio de igualdad de trato que debe imperar en toda licitación pública, como se ha señalado en el fundamento anterior, la adjudicación que se combate en esta reclamación debería ser anulada. No obstante, antes de entrar en el análisis de la cuestión conviene recordar dos premisas que deben guiar esta labor: en primer lugar, el trascendental artículo 21 LFCP, que obliga a interpretar las normas reguladoras de la contratación pública respetando la doctrina dictada por la jurisprudencia comunitaria y, en segundo lugar, la doctrina constante de nuestra jurisprudencia en la interpretación restrictiva de las normas prohibitivas (por todas STS, de 28 de noviembre de 1989, Ar. 1989\7915), interpretación que también impone el principio de concurrencia establecido por la normativa comunitaria (artículo 3 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea) y, por ende, en nuestro ordenamiento interno. Atendiendo a la primera de las premisas, es de especial interés la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 3 de marzo de 2005, asunto Fabricom (Ar. TJCE 2005\53) cuyos apartados 26 a 31 y 36 transcribimos en parte: “26. A este respecto, procede recordar que el deber de respetar el principio de igualdad de trato responde a la esencia misma de las directivas en materia de contratos públicos, que tienen por objeto, en particular, favorecer el desarrollo de una competencia efectiva en los sectores que están comprendidos en sus ámbitos de aplicación respectivos y que enuncian los criterios de adjudicación del contrato tendentes a garantizar dicha competencia (Sentencia de 17 de septiembre de 2002, Concordia Bus Finland, C-513/99, Rec. pg. I7213, apartado 81 y la jurisprudencia que allí se cita). 27. Por otra parte, según reiterada jurisprudencia, el principio de igualdad de trato exige que no se traten de manera diferente situaciones que son comparables y que situaciones diferentes no sean tratadas de manera idéntica, salvo que este trato esté justificado objetivamente (sentencias de 14 de diciembre de 2004, Arnold André, C-434/02, Rec. pg. I-0000, apartado 68 y la jurisprudencia que allí se cita, y Swedish Match, C-210/03, Rec. pg. I-0000, apartado 70 y la jurisprudencia que allí se cita). 28. Ahora bien, una persona que se haya encargado de la investigación, de la experimentación, del estudio o del desarrollo de obras, suministros o servicios relativos a un contrato público (en lo sucesivo, una «persona que haya realizado determinados trabajos preparatorios») no se encuentra forzosamente, respecto de la participación en el procedimiento de adjudicación de dicho contrato, en la misma situación que una persona que no haya realizado tales trabajos. 29. En efecto, por una parte, la persona que haya participado en determinados trabajos preparatorios puede verse favorecida a la hora de formular su oferta, en virtud de la información que haya podido obtener sobre el contrato público en cuestión al realizar los mencionados trabajos. Pues bien, todos los licitadores deben disponer de las mismas oportunidades al formular el contenido de sus ofertas (véase, en este sentido, la sentencia de 25 de abril de 1996, Comisión/Bélgica, C-87/94, Rec. pg. I-2043, apartado 54). 30. Por otra parte, dicha persona puede encontrarse en una situación que dé lugar a un conflicto de intereses, en el sentido de que, tal y como señala acertadamente la Comisión de las Comunidades Europeas, si licita en el mismo contrato público, puede influir involuntariamente en las condiciones de éste, orientándolo en un sentido que le sea favorable. Esta situación podría falsear la competencia entre los licitadores. 31. Por tanto, teniendo en cuenta que la persona que haya efectuado determinados trabajos preparatorios podría hallarse en tal situación, no cabe afirmar que el principio de igualdad de trato obligue a tratarla del mismo modo que a cualquier otro licitador. 36. En tales circunstancias, procede responder a la primera cuestión planteada en los asuntos (...) que la Directiva 92/50, en particular su artículo 3, apartado 2, la Directiva 93/36, en particular su artículo 5, apartado 7, la Directiva 93/37, en particular su artículo 6, apartado 6, y la Directiva 93/38, en particular su artículo 4, apartado 2 (directivas cuyas previsiones en este punto hoy se recogen en el artículo 2 de la Directiva 2004/18, que las deroga), se oponen a una norma (...), conforme a la cual se prohíbe presentar una solicitud de participación o formular una oferta para un contrato público de obras, de suministro o de servicios a una persona que se haya encargado de la investigación, la experimentación, el estudio o el desarrollo de tales obras, suministro o servicios, sin que se conceda a esa persona la posibilidad de demostrar que, en las circunstancias del caso concreto, la experiencia adquirida por ella no ha podido falsear la competencia.” Y se trae a colación esta sentencia puesto que pudiera presumirse que, a la vista de los hechos que motivan la reclamación, los adjudicatarios del contrato de dirección facultativa contaron con la ventaja de haber participado en los “trabajos preparatorios del contrato”, si se entendiera que la redacción del proyecto de obras forma parte de éstos, u obtuvieron una ventaja por el conocimiento previo del contenido del mismo. Podrían abonar esta tesis varios hechos que constan en el expediente: a) El Pliego de cláusulas administrativas del contrato para la dirección facultativa de las obras del CdT fija, entre otros, el siguiente criterio de adjudicación, “1.1. Propuesta técnica de actuación: informe con un análisis crítico del proyecto y sobre su viabilidad de ejecución en función de los materiales y soluciones constructivas propuestas”, con una ponderación del 25% sobre la puntuación total. b) En el documento del expediente electrónico “11 Actas. pdf”, página 6, al valorar el análisis crítico del Proyecto se señala que “El equipo de D. JCGI presenta la mejor propuesta con respecto al análisis crítico del proyecto. Realiza un análisis profundo de los aspectos incorrectos detectados en los planos del proyecto de edificación que no se corresponden con lo expuesto en la memoria del proyecto. Este desajuste tiene su importancia dado que aunque en la memoria del proyecto se describe correctamente el contenido del mismo, la realidad nos confirma –como ocurre en la mayoría de los proyectos– que son los planos de obra la documentación utilizada en la ejecución.” Más adelante se señala: “La documentación aportada de este modo, sirve de revisión al proyecto.” c) En el mismo documento “11 Actas.pdf”, página 5, al valorar la propuesta de los reclamantes se dice: “En definitiva, se trata de un análisis crítico menos detallado y con menos soluciones de rectificación que el presentado por el equipo de JCGI.” Partiendo de estos hechos se podría concluir que ese conocimiento previo del proyecto, por haber participado en su redacción, ha permitido a los adjudicatarios elaborar una mejor propuesta de soluciones de rectificación del mismo, tal como ha sido valorada por la Mesa de Contratación, y que dicha propuesta ha sido decisiva en la adjudicación del contrato. Pero otros argumentos permiten alcanzar una conclusión distinta. En primer lugar, no ha quedado acreditado en el expediente que los adjudicatarios contaran con una ventaja a la hora de formular su oferta ya que el proyecto de obras, como se ha dicho anteriormente, no forma parte de los “trabajos preparatorios” del contrato, ni de sus especificaciones técnicas. Es evidente que conocían el proyecto, por haberlo redactado, pero este conocimiento no tiene que otorgar necesariamente una ventaja ya que las actividades intelectuales de crear y revisar lo creado, con espíritu crítico, son distintas e independientes y, aun más, parece mucho más fácil y efectiva la intervención de un tercero en la revisión del proyecto que la del propio autor, pues el descubrimiento por el redactor de los errores que contiene y su comunicación a la entidad que ha retribuido la redacción es una autocrítica a la labor realizada que, además, podría suponer para el profesional, en su caso, la imposición por parte del órgano de contratación de las sanciones que se regulan en el artículo 178 LFCP. A mayor abundamiento, como significaba el artículo 72.2 del derogado Reglamento General de Contratación del Estado, en todos los casos, los diferentes documentos que en su conjunto constituyan un proyecto deben definir las obras de tal forma que otro facultativo diferente del autor de aquel pueda dirigir, de acuerdo con el mismo, los trabajos correspondientes y ello queda refrendado cuando la propia LFCP establece, en su artículo 128, que el proyecto deberá definir con precisión el objeto del contrato de obras y no veda la posibilidad de que el contrato de dirección de las obras pueda ser adjudicado a un profesional distinto del redactor del proyecto, regulando como un supuesto especial la adjudicación conjunta de contratos de asistencia para la redacción de proyectos de obras y dirección facultativa de las mismas (artículo 182). A todo ello debemos unir que el plazo de presentación de proposiciones debe determinarse teniendo en cuenta la complejidad del contrato y el tiempo necesario para la adecuada presentación de ofertas (artículo 25 LFCP) y, en este caso, el incumplimiento de estas normas por el órgano de contratación no ha sido alegado por los reclamantes, por lo que debemos presumir que estos admiten haber contado con un plazo suficiente para formular su análisis del proyecto. Por otro lado, la Mesa de Contratación afirma que los adjudicatarios presentaron la mejor propuesta con respecto al análisis crítico del proyecto y que los reclamantes realizaron un análisis crítico menos detallado y con menos soluciones de rectificación que el presentado por el equipo de JCGI. Por ello, estando ambos licitadores en pie de igualdad a la hora de analizar el proyecto (recuérdese que no se trata de explicar o justificar el proyecto sino de detectar sus errores o deficiencias), la Junta de Contratación Pública no puede sustituir un juicio técnico por otro, ni es esto lo que se demanda. Asimismo, atendiendo al principio de interpretación restrictiva de las normas prohibitivas, no cabe impedir el acceso a la licitación a quien no ha quedado demostrado que cuenta con ventaja sobre sus competidores. Por todo ello, la reclamación debe ser desestimada. En su virtud, y al amparo de lo establecido en el artículo 213 de la Ley Foral 6/2006, de 9 de junio, de Contratos Públicos y en el artículo 3.2 del Decreto Foral 236/2007, de 5 de noviembre, por el que se regula la Junta de Contratación Pública y los procedimientos y registros a su cargo, la Comisión Permanente de la Junta de Contratación Pública, ACUERDA: 1º. Desestimar la reclamación en materia de contratación pública presentada por don DMJ, en nombre y representación de los licitadores agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, frente a la Resolución 810/2007, de 28 de mayo, del Órgano de Contratación, por la que se adjudicó la dirección facultativa de las obras de construcción del. 2º. Notificar la presente Resolución a la Administración X, a don DMJ, representante de los licitadores agrupados don AFP, “ALAyA, S.L.L.” y don FZM, a don LMDC y a G-V, S.L., a los efectos oportunos. 3º. Significar que frente a este Acuerdo, que es firme en la vía administrativa, puede interponerse recurso contencioso-administrativo, ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, en el plazo de dos meses contados a partir de su notificación.