A. MEDINA-VILLANUEVA, ET AL NOTA CLÍNICA Síndrome de QT largo presentado como epilepsia A. Medina-Villanueva a, C. Rey-Galán a, A. Concha-Torre a, R. Gutiérrez-Martínez b LONG-QT SYNDROME PRESENTED AS EPILEPSY Summary. Introduction. Long-QT syndrome is characterised by an alteration in cardiac repolarisation that brings about ventricular arrhythmias. The resulting cerebral hypoxia leads to fainting and convulsions that, in up to 10% of cases, are interpreted as epilepsy. Case report. We report the case of a patient of paediatric age who was affected by an isolated presentation of congenital long-QT syndrome, which had initially been diagnosed as idiopathic epilepsy, and who suffered a sudden loss of consciousness while doing exercise. The initial electrocardiographic monitoring revealed a ventricular tachycardia in torsades de pointes, which was reversed by advanced cardiopulmonary revival manoeuvres. At 12 days after admission, there was an absence of electrical brain activity and brain death resulted. Conclusion. The high mortality among symptomatic patients affected by long-QT syndrome and the effectiveness of the treatment highlight the importance of a correct diagnosis. A detailed clinical history and an electroencephalogram with a simultaneous electrocardiogram (ECG) recording, together with continuous EEG recording for 24 hours, with the manual evaluation of the corrected QT, would all help in the identification of unsuspected cases. A complete study of the family, including the possible associated mutations, could be a new form of early diagnosis. [REV NEUROL 2002; 35: 346-8] Key words. Convulsions. Diagnostic errors. Electrocardiogram. Electroencephalogram. Epilepsy. Long-QT syndrome. INTRODUCCIÓN El síndrome de QT largo (SQTL) es una entidad caracterizada por una prolongación en la repolarización ventricular cardíaca, que induce frecuentemente arritmias ventriculares, en especial taquicardia ventricular polimorfa tipo torsades de pointes (TP) [1-3]. Su manifestación clínica típica la constituyen cuadros sincopales recurrentes, inducidos por el ejercicio o por estrés emocional [1,3]. En función de su fisiopatología se clasifica en hereditario o adquirido [3,4]. Existen dos formas de transmisión hereditaria: una autosómica recesiva, el síndrome de Jervell Lange-Nielsen, asociada a sordera congénita, y otra autosómica dominante, el síndrome de Romano-Ward, mucho más común y sin defecto auditivo. Por otra parte, no son raros los casos de aparición esporádica [5]. Se han identificado mutaciones que causan SQTL en tres genes, localizados en los cromosomas 3, 7 y 11, que codifican diferentes canales iónicos cardíacos [2,6,7]. Las modificaciones en estos canales de flujo iónico producen alteraciones en la repolarización cardíaca, que pueden determinar la aparición de intervalos QT prolongados. Los casos adquiridos resultan, en su mayoría, secundarios a la toma de fármacos, fundamentalmente antiarrítmicos y fármacos psicoactivos [3]. Se produce también prolongación del intervalo QT en situaciones de bradicardia intensa, trauma craneal y trastornos electrolíticos, como hipocaliemia e hipomagnesemia [3]. La mortalidad es alta entre los pacientes sintomáticos no tratados. Un 20% de estos pacientes fallecen durante el primer año tras el síncope inicial, y aproximadamente un 50% a los 10 años Recibido: 23.01.02. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones: 04.02.02. a Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Departamento de Pediatría. Hospital Central de Asturias. Universidad de Oviedo. Oviedo. b Servicio de Pediatría. Hospital del Oriente de Asturias Francisco Grande Covián. Arriondas, Asturias, España. Correspondencia: Dr. Alberto Medina Villanueva. Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Hospital Central de Asturias. Celestino Villamil, s/n. E-33006 Oviedo. Fax: +34 985 103 585. E-mail: [email protected] 2002, REVISTA DE NEUROLOGÍA 346 [3]. La introducción de una terapia específica reduce la mortalidad a largo plazo, por debajo del 5% [1,5,8]. La disponibilidad de un tratamiento eficaz (betabloqueadores, implantación de marcapasos o desfibrilador) refuerza la importancia de un diagnóstico acertado y temprano. Desdichadamente, existe con frecuencia un retraso en el establecimiento del diagnóstico, que puede llevar a la muerte del paciente [3]. La pérdida de conciencia y la muerte súbita son los síntomas más comunes en el SQTL. Éstos se deben a las arritmias (TP) desencadenadas normalmente por ejercicio físico o estrés (miedo, enfado, ruidos, etc.) [3,9]. En los pacientes que experimentan el síncope, la TP revierte espontáneamente, por regla general dentro del primer minuto [9]. Cuando esto ocurre, el paciente recobra la conciencia, sin desorientación ni síntomas residuales. Si el ritmo de TP persiste durante un tiempo más largo, se genera hipoxia cerebral, y ésta puede, a su vez, ser la causa de convulsiones y muerte [3]. Hasta un 10% de los casos de SQTL se diagnostican de epilepsia, normalmente de tipo generalizado [1,3], aunque no se conoce en la actualidad cuántas de las epilepsias primarias generalizadas se deben a un SQTL [3]. A pesar de todo esto, debemos tener en cuenta que al menos un tercio de los pacientes nunca desarrollarán ningún tipo de síntoma [3]. Presentamos el caso de una niña con un síndrome de QT largo congénito de presentación aislada, inicialmente considerado como epilepsia. CASO CLÍNICO Niña de 12 años que ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos tras sufrir, mientras realizaba ejercicio físico, una pérdida brusca de conciencia, con ausencia de pulso. Se le realizaron medidas de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica, durante 17 minutos, hasta la llegada de la UVI móvil. En la monitorización electrocardiográfica se constató una taquicardia ventricular en TP (Fig. 1). Tras realizar desfibrilación, el ritmo cardíaco de salida fue una asistolia, que se superó con maniobras de RCP avanzada y adrenalina intravenosa. Como antecedentes personales destacaban dos episodios de pérdida de conciencia de larga duración, cuando contaba 7 y 9 años. El electroencefalograma (EEG) realizado tras el último de estos episodios mostró un posible REV NEUROL 2002; 35 (4): 346-348 EPILEPSIA Y QT LARGO Figura 1. Taquicardia ventricular en torsades de pointes monitorizada tras la pérdida de conciencia de la paciente. foco epileptógeno frontotemporal izquierdo, que persistió en estudios posteriores. Por esta razón, se inició tratamiento con carbamacepina, que fue suspendida tres meses antes del presente episodio, al no mostrar episodios de pérdida de conciencia y evidenciarse una mejoría en el EEG. En la familia no se recogen antecedentes de síncopes, muertes súbitas, arritmias o sordera. Ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos en situación de coma (índice de Glasgow de 4 puntos), intubada y conectada a ventilación mecánica. A su ingreso presentaba: pH: 7,40; HCO3: 23 mEq/l; exceso de bases: –1,3; PO2: 271 mmHg; CPK: 1.256 U/L, y CPK-MB: 44 U/L. La auscultación cardíaca era normal. La ecocardiografía no demostró alteraciones anatómicas estructurales. Tanto en el electrocardiograma (ECG) inicial (Fig. 2) como en todos los que se realizaron con posterioridad se encontró una prolongación del intervalo QT con QT corregido (QTc) para la frecuencia cardíaca, según la fórmula de Bazett, superior a 0,46 s. La tomografía computarizada (TC) cerebral inicial fue normal. El estudio realizado a las 48 horas tras el ingreso mostró un importante edema cerebral, con aparición de áreas de isquemia en lóbulos occipitales y parietales que se agravaron en controles posteriores. A los 12 días del ingreso, la pérdida de los reflejos del tronco encefálico y la ausencia de actividad eléctrica encefálica constataron la muerte cerebral de la paciente. DISCUSIÓN El SQTL se caracteriza por intervalos QT prolongados, labilidad del intervalo QT y taquicardia ventricular polimórfica. Las manifestaciones de la enfermedad varían, con una incidencia elevada de muerte súbita en algunas familias afectadas. Como sucedió en el caso presentado, al menos un 10% de los pacientes con SQTL se diagnostican previamente de epilepsia, aunque no se conoce en la actualidad cuántas epilepsias primarias generalizadas son secundarias a un SQTL [1,3]. Por esta razón, el SQTL debe considerarse en todo adolescente o adulto joven que presente la siguiente secuencia: vértigo, dolor de cabeza, pérdida momentánea de visión, pérdida de conciencia y convulsiones. En algunos casos existe una sensación de ‘pérdida de vida’, previa al cuadro sincopal y a las convulsiones [10]. En nuestra paciente, la coincidencia de los episodios de pérdida de conciencia con la existencia de un foco epileptógeno en el EEG orientó el diagnóstico hacia un problema primariamente neurológico. Probablemente, la edad de presentación y los hallazgos del EEG orientasen el diagnóstico hacia una epilepsia parcial benigna de la infancia, lo que hizo que se instaurase tratamiento REV NEUROL 2002; 35 (4): 346-348 Figura 2. Trazado electrocardiográfico basal que muestra una prolongación del intervalo QT con QT corregido (QTc) para la frecuencia cardíaca de 0,61 s. con carbamacepina. Ackerman [3] describe un caso similar en una niña de 12 años con convulsiones generalizadas en la que se inició tratamiento anticonvulsionante. Esta paciente se mantuvo libre de convulsiones hasta el momento de producirse la muerte, de forma súbita. Al revisar los ECG de dicha paciente se pudo constatar la existencia de un SQTL, al igual que la prolongación del intervalo QT en su madre y en un tío materno, que también habían presentado convulsiones previamente. Tanto en nuestro caso como en el presentado por Ackerman la orientación hacia un problema neurológico hizo que el diagnóstico definitivo de la enfermedad se retrasase. Sin embargo, este hecho no es particularmente extraño, y se puede prolongar hasta la edad adulta [10]. Aunque se trata de una etiología poco frecuente, se ha podido comprobar un aumento de su incidencia en los últimos 10-20 años. La razón esgrimida para explicar esta aumento no es la existencia de una mayor tasa de mutaciones espontáneas, sino una mayor eficacia en los diagnósticos de los casos silentes [3]. La importante morbimortalidad de los pacientes no tratados y la gran eficacia del tratamiento preventivo resaltan la importancia de realizar un diagnóstico temprano. En este sentido, es preciso la realización de una historia clínica detallada. Unos antecedentes familiares de sordera, arritmias cardíacas o muerte súbita inexplicada orientarían el diagnóstico; también, la presencia de palpitaciones, disnea o sensaciones presincopales, tipo ‘pérdida de vida’ previas, así como la aparición de los episodios durante la realización de ejercicio o en situación de estrés emocional. En nuestra paciente, uno de los datos que orientaba hacia el diagnóstico de SQTL fue la aparición de síncopes asociados al ejercicio, ya que esta clínica se presenta en más de un 50% de los pacientes [1,3]. Por otra parte, es imprescindible identificar los factores relacionados con una mayor incidencia de muerte súbita, como sordera congénita, antecedentes de síncopes, sexo femenino y episo- 347 A. MEDINA-VILLANUEVA, ET AL dios documentados de TP o fibrilación ventricular [11]. En nuestra paciente concurrían al menos tres de estos factores de riesgo: historia previa de síncope, sexo femenino y el registro de TP identificado en el momento del episodio sincopal, que desencadenó la muerte de la paciente. Cualquier niño que presente un QTc prolongado (≥0,46 s) o un QTc en el límite sintomático, asociado a alteración de la onda T o a una historia familiar positiva, debe remitirse al cardiólogo pediátrico para su evaluación. Ésta consistirá en una monitorización electrocardiográfica durante 24 horas, ECG en ejercicio y ECG sentado y de pie. Además, el cardiólogo pediátrico debe coordinar el estudio familiar, iniciar una terapia adecuada y sugerir el consejo genético a la familia [3], ya que la identificación de los genes asociados a la enfermedad ofrece nuevas oportunidades para la investigación combinada a escala molecular, celular y clínica. Dada la alta frecuencia de miembros de la misma familia con prolongación del QT (hasta un 88%) [11], es importante realizar una historia clínica cuidadosa a la víctima de cualquier episodio de pérdida de conciencia y a sus familiares. Se debe indagar siempre sobre antecedentes de muerte súbita, mareos, pérdidas momentáneas de visión, desmayos, síncopes, convulsiones refractarias a antiepilépticos convencionales o accidentes inexplicables en la víctima o sus familiares. En cualquiera de estos casos debería realizarse un ECG de 12 derivaciones [12,13], tanto al niño que ha sufrido el episodio aparentemente letal como a sus padres. En cualquier caso, el cálculo automático del QTc nunca debe sustituir el cálculo manual, ya que una de las características del SQTL es la variabilidad del intervalo QT [3,13,14]. Además, el cálculo del QTc debería realizarse de forma habitual por los electroencefalografistas ante cualquier paciente con pérdida de conciencia asociada a convulsiones [15]. En definitiva, entender los principales elementos que caracterizan el SQTL, conocer las formas de presentación y estar capacitado para identificar su presencia en el ECG nos permitirá atajar más eficazmente a este ‘asesino silencioso’, como lo denomina Ackerman [3]. BIBLIOGRAFÍA val and the QT-heart rate relation in families with genotypically char1. Garson A Jr, Dick M, Fournier A, Gillette PC, Hamilton R, Kugler JD, acterized long QT syndrome. J Am Coll Cardiol 1997; 29: 93-9. et al. The long QT syndrome in children. An international study of 287 8. Schwartz PJ, Moss AJ, Vincent GM, Crampton RS. Diagnostic criteria patients. 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La hipoxia cerebral resultante puede ocasionar síncopes y convulsiones que, hasta en un 10% de los casos, se interpretan como cuadros epilépticos. Caso clínico. Presentamos el caso de una paciente en edad pediátrica, afecta de un síndrome de QT largo congénito de presentación aislada, diagnosticada inicialmente de epilepsia idiopática, que sufre una pérdida brusca de conciencia mientras realizaba ejercicio. En la monitorización electrocardiográfica inicial se constató una taquicardia ventricular en torsades de pointes, que revierte con maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada. A los 12 días de ingreso, se comprueba una ausencia de actividad eléctrica encefálica y se diagnostica la muerte cerebral de la paciente. Conclusiones. La alta mortalidad de los pacientes sintomáticos afectos de un síndrome de QT largo y la efectividad de su tratamiento, refuerzan la importancia de un diagnóstico acertado. Una historia clínica detallada y la realización de electroencefalografía con registro simultáneo de electrocardiograma (ECG), así como registro continuo durante 24 horas de ECG, con la valoración manual del QT corregido, contribuirían a la identificación de casos no sospechados. La realización de un estudio familiar completo, que incluya las posibles mutaciones asociadas, puede constituir una nueva forma de diagnóstico precoz. [REV NEUROL 2002; 35: 346-8] Palabras clave. Convulsiones. Electrocardiograma. Electroencefalograma. Epilepsia. Errores diagnósticos. Síndrome de QT largo. 348 SÍNDROME DE QT LARGO PRESENTADO COMO EPILEPSIA Resumo. Introdução. A síndroma do QT longo caracteriza-se por uma alteração da repolarização cardíaca que produz arritmias ventriculares. A hipoxia cerebral resultante pode ocasionar síncopes e convulsões que, em cerca de 10% dos casos, são interpretados como quadros epilépticos. Caso clínicos. Apresentamos o caso de uma paciente em idade pediátrica, com síndroma do QT longo congénito de apresentação isolada, diagnosticada inicialmente como epilepsia idiopática., que sofre uma perda brusca de consciência enquanto realizava exercício. Na monitorização electrocardiográfica inicial, constatou-se uma taquicardia ventricular em torsade de pointes, que reverte com manobras de reanimação cardiopulmonar avançada. Aos 12 dias de internamento, comprova-se uma ausência de actividade eléctrica encefálica e diagnostica-se a morte cerebral da doente. Conclusões. A elevada mortalidade dos doentes sintomáticos com síndroma de QT longo e a eficácia do seu tratamento, reforçam a importância de um diagnóstico acertado. Uma história clínica detalhada e a realização de electroencefalografia com registo simultâneo de electrocardiograma (ECG), assim como o registo contínuo durante 24 horas do ECG, com avaliação manual do QT corrigido, contribuiriam para a identificação de casos não suspeitos. A realização de um estudo familiar completo, que inclua possíveis mutações associadas, pode constituir uma nova forma de diagnóstico precoce. [REV NEUROL 2002; 35: 346-8] Palavras chave. Convulsões. Electrocardiograma. Electroencefalograma. Epilepsia. Erros de diagnóstico. Síndroma do QT longo. REV NEUROL 2002; 35 (4): 346-348