Panorama general reinado Alfonso XIII

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LECTURA: ESPAÑA EN EL DINTEL DEL SIGLO XX
España es en 1900 una monarquía parlamentaria liberal - no exactamente democrática- basada en la
Constitución de 1876 y en el turno de los partidos conservador y liberal que no son partidos políticos modernos,
sino reuniones de notables construidas de arriba a bajo.
El turno bipartidista se mantiene, no sin dificultades, dejando en la marginalidad a las fuerzas políticas y
neutralizando a los movimientos sociales que propugnan reformas y cambios (republicanos, reformistas,
nacionalistas -la Lliga-, partido reformista, movimientos obreros...)
La práctica del caciquismo y el fraude electoral es posible por unas relaciones sociales pervivencia del
Antiguo Régimen que, junto al analfabetismo y el alto índice de desmovilización popular pese a la existencia de
sufragio universal desde 1890, anulan la representatividad real del pueblo español y marcan la distancia entre la
“España oficial” y la “España real”. El continuismo y la importancia de la Iglesia y el Ejército en la vida social y
politica eran signos del anacronismo y de la escasa modernización de nuestro país.
Los cambios sociales y económicos de finales del siglo XIX y del XX crearán los conflictos y las
contradicciones que, a través de sucesivas crisis y ante la falta de una auténtica adaptación del régimen a los
“nuevos tiempos”, irán desmontando los pilares y bases políticas del sistema de la Restauración en cuatro fechas
simbólicas: : 1912 (crisis del “turno” tras el asesinato de Canalejas), 1917 (crisis de las Cortes con la convocatoria de
la Asamblea de Parlamentarios), 1923 (suspensión de la Constitución tras el golpe de Primo de Rivera) y finalmente
en 1931 (exilio del rey, caída de la monarquía y proclamación de la Segunda República).
Los 32 gobiernos con sus 16 jefes de gobierno entre 1901 y 1922 apenas lograron mantener el orden
social y el funcionamiento de los aparatos del Estado: una burocracia deficiente, un ejército descontento e
intervencionista, policía y relaciones con la Iglesia. Los problemas se agolpaban y sucedían con el correr de los
meses y años:
- Insuficiente industrialización, cuestión agraria, problemas de modernización y desequilibrios regionales.
- Desigualdades sociales, aumento de la conflictividad social, auge de los movimientos obreros reformistas
y revolucionarios
- Crisis de los partidos del turno y pérdida de su credibilidad política
- Auge de los movimientos nacionalistas frente a la estructura centralizada del Estado
- Ruptura progresiva entre los políticos y los militares y problemas del ejército.
- La cuestión colonial en relación con el protectorado de Marruecos repercutirá gravemente en la vida
política española. En las relaciones internacionales, España se había convertido en un juguete a merced de las
potencias europeas.
- Los enfrentamientos entre los defensores del papel social de la Iglesia-católicos, clericales- y los
partidarios de una sociedad secularizada, anticlericales: la cuestión religiosa como problema que divide a los
españoles
- El atraso en el proceso educativo y en la alfabetización de la población española
España es una nación europea, si bien “sólo superior en deuda pública y generales” ( Valentí Almirall).
Sigue siendo un país fundamentalmente agrario con una agricultura de bajos rendimientos que requiere de una
política económica proteccionista para sobrevivir. El crecimiento relativo de la producción agraria no supuso ningún
aumento de la renta de los trabajadores del campo El 70% de la población activa corresponde al sector primario; el
16% al secundario (construcción y textil fundamentalmente); el 14% al sector servicios (servicio doméstico y
burocracia....). La economía española, atrapada entre el latifundismo y minifundismo, con la reforma agraria
pendiente, aparece dominada por una burguesía terrateniente: el 28% - y más aún en el sur-, de las tierras de
cultivo son de más de 250 hectáreas; el 6% se encuentran en manos de la nobleza.
Las dificultades de modernización son claras: en 1900, sólo en Cataluña y País Vasco existe una auténtica
capitalización e inversión industrial, además de la burguesía comercial, financiera, de negocios de la capital de
Estado, Madrid. El sector industrial adolece de una gran falta de competitividad debido a los elevados costes de
producción y a la importación de patentes y materias primas. Esta realidad alimenta el proteccionismo reforzado.
No obstante serán innegables los progresos del crecimiento industrial, si bien con altos costes sociales. En definitiva,
se trata de un país que exporta productos agrícolas y materias primas y que importa fibras textiles y maquinaria; la
aparición de grandes empresas y el crecimiento de sociedades anónimas coexiste con una vasta red de empresas
pequeñas casi artesanales
Los 18 millones y medio de españoles de principios de siglo reflejan un crecimiento de la población con un
cierto descenso de la natalidad y mortalidad, aunque con índices inferiores a los principales países europeos. El
matrimonio más tardío es una supervivencia de la familia patriarcal: es necesaria la aportación de los hijos mayores
a la unidad económica familiar. Más del 63% son analfabetos (en Francia el 20%) y estos índices son mayores en el
sur y entre la población femenina.
Las desigualdades sociales, pese al incremento de las clases medias, se acentúan. El 75% de los españoles
son jornaleros, pequeños propietarios, obreros industriales, mineros y trabajadores del sector servicios: el jornalero
andaluz, el minero vasco y el obrero catalán son los símbolos de la clase trabajadora que se movilizará a través del
socialismo (PSOE) -reformista, revolucionario- y del anarquismo (CNT, tras 1910- sindicalista, insurreccional-. Entre
el 15-20% unas exiguas clases medias de profesiones liberales, pequeños y medianos propietarios rurales y urbanos,
burocracia, intelectuales: serán el caldo de cultivo del republicanismo.
El 5-10% constituyen las clases altas: nobleza terrateniente, grandes arrendatarios, alta burguesía
industrial, financiera, comercial, agraria. Forman el bloque de poder. Una oligarquía ministerial y parlamentaria expresión de la oligarquía económico-social-, formaba una minoría bien relacionada que controlaba la política del
país sirviéndose de un parlamentarismo deformado por el caciquismo. Su origen social se encuentra en la nobleza,
la burguesía y las clases medias injertadas en el sistema elitista del poder. Los grupos que monopolizaban el
dominio económico del país (banqueros, empresarios, grandes propietarios agrarios controlaban la política y eran
diputados, senadores, ministros. La ideología de estas élites y gobernantes se resume en este párrafo de Raimundo
Fernández Villaverde: “Las desigualdades sociales son necesarias y salvadoras, son como las desigualdades de la
naturaleza a las cuales debe la naturaleza su desenvolvimiento y su vida”
Así aprecia el historiador Tuñón de Lara la España que entra en el siglo XX:
“Sí, rodaban los ferrocarriles y también unos cuantos automóviles por polvorientas vías que más parecían
caminos de herradura que carreteras; había elecciones y parlamento pero con trampa; la modernización de la
prensa diaria (El Imparcial, ABC, El Debate...) con nuevas técnicas de difusión e información, hacían pensar que el
inmovilismo era más aparente que real. La gran sacudida de la guerra mundial había de dar respuesta a este
interrogante”
LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1931). Panorama general del reinado de Alfonso XIII
1.- Situación de España a comienzos del siglo XX (lectura: España en el dintel del sigo XX)
2.- Contexto internacional.- Carrera de armamentos (época del Gran capitalismo y del Imperialismo, crisis
coloniales y nacionalistas) primera guerra mundial, revolución comunista rusa, crisis de posguerra, aparición de los
movimientos totalitarios, crisis del 29 y posterior depresión económica. Imprescindible la evolución de la coyuntura
internacional (política y económica) para entender la evolución de la historia de España.
3.- Coyuntura económica y social.- Simultáneamente se produce una transformación lenta
significativa de la economía y de la estructura social.
pero
3.1.- Permanencias y cambios económicos:
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Permanencias: país pobre y atrasado, predominantemente agrario. Problemas agrarios: población
subempleada, bajos salarios, escasa demanda, baja productividad y estructura de la propiedad muy
desigual y desequilibrada con latifundios del sur y minifundios del norte.
Cambios: industrialización y crecimiento urbano que produce un aumento de los contrastes entre ciudad y
campo y el abismo entre clases dirigentes y clase obrera y campesina. Los problemas del desarrollo
industrial español son: excesiva regionalización (País Vasco, Cataluña y núcleos urbanos de la periferia),
concentración financiera, dependencia de capitales extranjeros: especialmente en químicas, eléctricas y
sector público, sumisión del desarrollo industrial al sector agrario y a un débil mercado interior. Se
refuerza el proteccionismo industrial e intervencionismo del Estado
Conclusión: conflictividad y tensión social crecientes
3.2.- Estructura y cambios sociales
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Clases dirigentes.- Predominio de la oligarquía terrateniente (burguesía, aristocracia): elitista,
conservadora y católica. Nuevos ricos y familias enriquecidas (banqueros, industriales, navieros,
comerciantes), especialmente en Madrid, País Vasco y Cataluña. Inmovilismo político y tendencia a
defender posturas autoritarias (por ejemplo Juan March) La legislación social de los gobiernos fue mínima
y conseguida en la calle a través de la presión sindical y huelgas.
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Clases medias.- Aumento significativo a la par que aumenta el proceso de urbanización. . Muy
heterogéneas con grandes diferencias de ingresos y posición social. Predominan los trabajadores de
“cuello blanco”: empleados de oficina, funcionarios, profesiones liberales, sector servicios. Ciertos
sectores de las clases medias, verán afectada su posición social por la inflación, influidos por la prensa e
intelectuales, optaron por opciones políticas reformistas, republicanas y nacionalistas.
Clases populares. Pobreza y descontento, en general. La emigración urbana hizo aumentar el proletariado
industrial, cada vez más concienciado políticamente. Peor situación del campesinado del sur -jornaleros
de Andalucía y Extremadura- . Crecen los grupos populares urbanos -pequeños comerciantes, empleados,
funcionarios públicos, artesanos, sirvientes...- escasamente concienciados
Además, destacamos dos aspectos:
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El creciente protagonismo del ejército, insatisfecho desde el 98, con serios problemas internos, y dividido
entre los africanistas y peninsulares -junteros-. Dentro del ejército empieza a cobrar fuerza un talante
autoritario, la crítica al régimen parlamentario y un sentimiento patriótico conservador que defenderá la
reivindicación del intervencionismo militar.
Se mantiene la importancia de la Iglesia y el clero. Aumento del clero regular. Controla la enseñanza y la
asistencia pública (beneficiencia). En general, la Iglesia defiende una sociedad conservadora e inmovilista.
Entre republicanos y socialistas, se reaviva el anticlericalismo que se reflejará en estos años
4.- Coyuntura y características generales de la vida política .- Durante el primer tercio de siglos
asistimos a la descomposición política del sistema de la Restauración y crisis social durante el reinado de Alfonso
XIII, lo que conduce a la Dictadura, la caída de la monarquía y la proclamación de la II República. Estos primeros
años del siglo XX aparecen condicionados por las repercusiones del desastre del 98 y la polémica de las
responsabilidades. Durante el reinado de Alfonso XIII asistiremos a la crisis de los cuatro pilares del sistema político
de la Restauración: tras el asesinato de Canalejas (1912) parece difícil mantener el turno bipartidista , la crisis de
1917 (Asamblea de parlamentarios) expresa la ineficacia de las Cortes, el golpe de estado de Primo de Rivera de
1923 suspende la Constitución y, finalmente las elecciones municipales de 1931, con la victoria de los candidatos
republicanos en las principales ciudades, producirán la caída de la Monarquía).
Las características generales de la vida política son las siguientes:
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Crisis del sistema y permanente inestabilidad política. Factores y causas:
La personalidad de Alfonso XIII y su papel político activo, rodeado por los sectores más conservadores del
generalato.
División de los partidos del turno y conflictos internos. Aparecen diversas facciones en los partidos del
sistema según personalismos
Progresiva pérdida de influencia del caciquismo. Mayorías de Cortes más precarias. Importancia creciente
del voto urbano
Crecimiento de los partidos ajenos al sistema: radicales, republicanos, nacionalistas, socialistas. Desde
1917 son necesarios gobiernos de concentración.
Aumento de las luchas sociales, concienciación de obreros y campesinos, fuerza creciente de los
sindicatos socialistas y anarquistas, enfrentamiento patronos-obreros. Crecimiento de las organizaciones
obreras y de su capacidad de movilización, tras el 98: protestas contra las quintas, campañas de prensa,
huelgas en ciudades industriales (Bilbao, Barcelona, Madrid...). División entre los sindicalistas anarquistas
y los socialistas (UGT) con diferencias ideológicas y de actuación (por ejemplo, el recurso a la huelga).
Reaparición del problema militar y clerical-religioso.
Auge de los nacionalismos y tensiones con el gobierno central.
5.- Periodización del reinado de Alfonso XIII
1.- Los comienzos del reinado (1902-1912). La revisión del sistema: Maura y Canalejas
2.- La descomposición y hundimiento de la monarquía constitucional
2.1.- España durante la 1ª Guerra mundial (1914-1918)
2.2.- Los fracasos de los intentos de democratización y la agudización de los conflictos sociales (19171923)
2.3.- La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
2.4.- El fin de la monarquía y la proclamación de la II República (1931)
EL DEBATE SOBRE LA MODERNIZACIÓN EN ESPAÑA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX
DEFINICIÓN DE MODERNIZACIÓN: Concepto que analiza las transformaciones de una sociedad
tradicional a una sociedad moderna en lo que se refiere a sistema político, estructura
económica, avance social, cultura y mentalidades.
Para determinar el grado de modernización de un país se pueden utilizar una serie de
indicadores:
1) Crecimiento económico en condiciones de competitividad, con incremento de los sectores
secundario y terciario. Puede aumentar la tasa de producción sin implicar modernización
de las estructuras económicas de producción
2) Mejora de condiciones de vida y sanitarias, aumento de la esperanza de vida
3) Nivel de urbanización: crecimiento de la población urbana
4) Alfabetización, avances en la escolarización, desarrollo de enseñanzas técnicas. Aumento
de la difusión y acceso a las fuentes de información
5) Democratización de la vida política y social. Esto supone:
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Sistema político representativo estable, aumento del cuerpo electoral y reducción
de la abstención
Movilización de las masas, incremento de la participación política, aparición de
partidos de masas frente a los partidos de notables
Legislación para atender las necesidades sociales. Mejoras en la distribución de la
renta y disminución de las desigualdades sociales
Especialización en la organización del Estado, eficacia en la gestión política y
económica y descentralización
6) Secularización: capacidad de elegir frente a la sanción de las autoridades y separación entre
lo civil y lo religioso (separación Iglesia-Estado)
TESIS.- La modernización en la España del primer tercio del siglo XX fue más limitada que en
otros países debido a diferentes motivos:
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Los gobiernos del sistema de la Restauración representaban los intereses de una oligarquía y de
poderosos grupos económicos que, con una concepción patrimonial del Estado y mediante el
caciquismo, el fraude electoral y la corrupción rechazaron reformas profundas, adoptaron
escasas medidas de democratización y frenaron la movilización de sectores diversos
(republicanos, obreros, nacionalistas) recurriendo como último recurso a la sustitución del
sistema liberal por una dictadura
El predominio de los intereses de los grandes propietarios de la tierra y de una agricultura
cerealística con escasa innovación técnica, poco competitiva y con una estructura de propiedad
y comercialización muy concentrada, exigió una política proteccionista (en conjunción con los
industriales vascos y catalanes) para reservarse el mercado, originó una concentración de
beneficios en pocas manos y limitó las posibilidades de desarrollo económico
La Monarquía y el sistema político de la Restauración se mostraron incapaces de adaptarse a
los cambios producidos por la evolución social y económica de España y de dar respuesta a los
problemas que requería la sociedad española: democratización, cuestión social y fiscal, reforma
agraria, reivindicaciones de los nacionalismos periféricos y los problemas religioso, militar y
educativo
El aumento del republicanismo como respuesta a la ineficacia de los gobiernos de la monarquía
y su recurso a la dictadura, se debe a las ilusiones y esperanzas para afrontar y resolver estas
cuestiones, y explica los sucesos de 1931 y la proclamación de la II República como un intento
para llevar a cabo la modernización y europeización de España.
Pese a todo son innegables los cambios sociales, económicos y de formas de vida durante el
primer tercio del siglo XX y un cierto grado de modernización que se verá bruscamente frenado
con la guerra y que originará una situación de la que España tardará en recuperarse
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