SEMANARIO FARMACÉUTICO 145 DISTRIBUCION GEOGRÁFICA M LOS MEDICAMENTOS SIMPLES POR Is/L. O-. ^Plan.cli.on. (Continuación) COMUNICACIÓN Á LA SOCIEDAD DE FARMACIA III.—Región del desierto La región del desierto está de tal modo ligada á la de las estepas, que es muy dil'ícil separar una de otra: la sola diferencia que hay entre ellas, es que una de éstas se halla situada en altitudes r e lativamente elevadas, con alternancia de estaciones y é p o c a s regulares de lluvias m á s ó menos abundantes, en tanto que estos fenómenos son puramente accidentales y, en suma, muy raros en la otra zona. Más muchas circunstancias locales reducen la región de las estepas, en extensiones considerables, á un estado muy parecido al de los verdaderos desiertos. El tipo de la región que nos ocupa es el Sahara; se extiende, como es fácil de ver en los mapas, desde los estribos del Atlas en Marruecos, Alger y T ú n e z , hasta los limites del S u d á n ; m á s al Este llega hasta el M e d i t e r r á n e o , abarcando la Cirenaica, que forma como un islote m e d i t e r r á n e o en medio de las arenas y se extiende hasta el Mar Rojo á t r a v é s del Egipto. Los antiguos conocieron bien esta curiosa comarca; Strabon la comparaba con justo motivo á una piel de pantera, cuyo centro es la vasta extensión de las arenas amarillas y las manchas, verdes oasis. Los egipcios de los tiempos remotos, los á r a b e s , desde su conquista del A f r i c a , la han recorrido con sus caravanas. Los b o t á n i c o s desde hace mucho tiempo la han caracterizado. E l Egipto y la Arabia fueron explorados por P r ó s p e r o A l p i n o , Forskal, Hasselquist, O l i v i e r y Delile, b o t á n i c o de la e x p e d i c i ó n de B o n a parte; y en nuestros días los exploradores de Alger, Cosson, M a r tius, Doumet-Adanson y Kralick, han extendido sus investigaciones á estos curiosos p a í s e s . Es indispensable no creer, en efecto, que el desierto se halla completamente desprovisto de v e g e t a c i ó n ; á veces una tempestad se desencadena con violencia en aquel punto; un terreno bajo, un oued (valle), sufre una i n u n d a c i ó n pasajera; tres dias d e s p u é s , un verde prado aparece y puede servir de pasto á las bestias de los i n d í g e n a s ; pero fuera de esta v e g e t a c i ó n accidental, hay plantas que vegetan normalmente en los espacios á r i d o s . Los viajeros distinguen tres formas del desierto; los límites d e l ABRIL 30 DE 1893.—AÑO XXL—NÚM. 18 19 Í46 SEMANARIO t?AkMACEUtlCÓ Sahara, en el que el sulfato de cal ha recubierto la arena subyacente y forma superficies blancas; los oueds ó valles de erosión, en la proximidad de las m o n t a ñ a s de Marruecos y de Alger, son algunas veces, por tiempo limitado, verdaderos lechos de corrientes, y, por último, la grande planicie de arena, con sus dunas, que dan ¡dea de un mar embravecido s ú b i t a m e n t e , siendo los granos del suelo perpetuamente juguete de los vientos, sobre todo del Nordeste que allí domina. A cierta profundidad de estos terrenos, áridos en la superficie, existen capas de agua que no se sospechan nunca. Las lluvias, el agua' procedente de la fusión de las nieves en los picos de las m o n t a ñ a s a l i m é n t a n l a s , filtrándose á t r a v é s de la arena, c o l o c á n d o s e al abrigo d é l a e v a p o r a c i ó n . Por a c á y por allá se aproximan á la superficie, y originan una fuente, ó se hace bastante superficial para que puedan arraigar ciertos vegetales; y originan en este caso un oasis de verdura que contrasta por su sombra y frescura con la sequía de los arenales y el ardor de un sol abrasador. Cada una de estas estaciones tiene sus vegetales; la planta especial de los oasis es el datilero (Phcenix dactylifera L . ) , el á r b o l alimenticio del desierto; sin él el Sahara serla inhabitable é inhabitado: capaz de resistir los fríos de 5 ó 6o y un calor de 50o, está a d mirablemente organizado para un país en que se producen estos extremos de temperatura; la única condición que exige es que haya agua cerca de sus raíces y la encuentra en los oasis. En los del Norte se elevan y extienden sus ramas á la altura de 15 ó 20 metros, y los cultivos pueden realizarse á su sombra, y es, en efecto, donde se cosechan nuestros frutos y nuestras legumbres. En el Souf arenoso crece menos, pero su tronco enrama m á s y alarga, produciendo frutos deliciosos, gruesos y azucarados, que por la vía de T ú n e z sostienen un comercio considerable. En las partes á r i d a s se encuentran plantas singulares que hallan condiciones de existencia en sus c o r r e r í a s vagabundas, merced á los vientos. Es una de ellas la Rosa de Jericó, crucifera curiosa, que por la sequedad encorva sus ramas hacia el centro, formando una especie de bola, que rueda á t r a v é s de los terrenos del desierto y se desarrolla cuando encuentra un poco de humedad, dejando caer de sus silicuas semillas glutinosas é h i g r o s c ó p i c a s . Otra es el Liquen comestible, que renace cuando en su carrera es llevada á un reducido r i n c ó n menos seco. Por último, son plantas de semillas plumosas, que transportadas en gran n ú m e r o , concluyen por hallar agua suficiente para nacer y desarrollarse; estos son los Aristidia, que forman el alimento de los camellos. Las plantas permanentes no faltan nunca en las planicies y los oueds; son arbustos espinosos (Zi^iphus Lotus L a m . y N i t r a r i a t r i dentata Desf.); Salsoláceas a n á l o g a s á las de las marismas saladas del Languedoc; Statices de flores paniculadas. Allí donde las depresiones del terreno conservan un poco de humedad, los azufaifos se recubren de hojas, los Tamarix balancean sus copas blancas ó r ó seas; los tallos rastreros de la coloquíntida se extienden por el suelo cargados de frutos parecidos á balas. áEMANARIO PAKMACÉUT1CO 147 En el Souf, cuando el suelo conserva cierta fijeza, la v e g e t a c i ó n no desaparece por completo; al lado de algunos ejemplares de la flora de sus planicies, se encuentran plantas c a r a c t e r í s t i c a s ; el D r i n (Aristida pungens Desf.), buscada por los camellos; el E%el {Colligonum Comosum U h e r . ) , de la familia del trigo sarraceno y de las Poligóneas. He tomado por tipo del desierto el Sahara; fuera del Africa se reproducen condiciones c l i m a t é r i c a s iguales en la Arabia, de que unagran parte, prescindiendo de lasvertientes montañosas del Oeste y Sudeste, pertenecen á esta r e g i ó n . Mas allá del golfo P é r s i c o , la zona se extiende por una de los puntas de la India occidental en el país de Scinde y parte meridional de Punjab. El Beloutchistan, que he colocado en las estepas asiáticas, es, según entonces dije, la t r a n s i ción entre éstas y el verdadero desierto, y se encuentran de este modo enlazadas todas las regiones que tienen entre sí las mayores relaciones. Las estepas tienen, en efecto, como el desierto, sus arenas á r i d a s y saladas, y enmedio sus oasis, que en las partes m e r i dionales están plantados de palmeras con frutos m á s ó menos suculentos. Los contactos con la flora m e d i t e r r á n e a son menos directos; entre las dos regiones se elevan en Africa la zona alta de las estribaciones del Atlas, con su Pistacia A t l á n t i c a Desf, el Batoum de los á r a b e s . La Cirenaica es la sola englobada sin intermediario por las arenas del desierto. Del lado del Sur, la t r a n s i c i ó n es m á s brusca entre el Sahara y las regiones fértiles del J o r d á n , con los valles del Nilo, las m o n t a ñ a s de la Abisinia y de la Nubia pertenecientes á la zona Ecuatorial, lo mismo que las costas de la Arabia y las m o n t a ñ a s de la India que forman la zona desierta al Sudeste. Las plantas medicinales son poco numerosas en los desiertos; la lista que doy no es muy larga, y sin embargo, algunas son muy c u riosas y otras de utilidad relativa y que no se estienden más allá de la zona donde se las encuentra; seria más extensa si hubiese querido unirla las especies cultivadas y sobre todo las qua proporcionan en la estación favorable las inundaciones del Nilo; cereales de todo g é nero, cebada, trigo, arroz, sorgo, maíz y mijo; plantas testiles: l i n o , c á ñ a m o y a l g o d ó n ; t i n t ó r e a s : í n d i g o , orcaneta, c á r t a m o , semillas y frutos oleaginosos; aceitunas, s é s a m o , y adormideras; frutos de la r e gión m e d i t e r r á n e a ; naranjas y limones; r a í c e s alimenticias; colocasias; productos de casias y de acacias; legumbres variadas, etc., etc. Pero estas especies son e x t r a ñ a s al país y deben referirse á las c o marcas de que son originarias. TABLA. DE LAS ESPECIES DE LA REGION DEL DESIERTO , MEDICINALES O ÚTILES, ORDENADAS POR FAMILIAS NATURALES Cruciferas.—Anatastica Rosa de Jericó, Hierochuntina L . Sahara, Egipto, Arabia, Palestina, 148 SEMANARIO F A R M A C E U T I C O Wtutáeeus.—Tribulus alatus Delile. Arabia, Egipto, Scinde. Frutos d i u r é t i cos.—Zygophyllum coccineum L . Egipto, Arabia, Jericó. Semillas vermífugas. Wtámnaas.—Zi^yphus Lotus Lam. Desiertos de Africa. A^ufaifo. liegumlnosas.—Lupinas digitatus Forsk. Egipto medio. Altramu%. Cucurbitáceas.—CííruíZtís Colocynthis Arn. Sahara, Egipto, Estepas de la Palestina y de la Siria. Coloquinlidas. Compuestas—Artemisia judaica L . Desiertos de Egipto y de la Arabia P é trea. Suerte de Semen-contra. S o l á n c a s . W i t h a n i a coagulans Stoks. Scinde. Las bayas sirven para coagular la leche. í , a h l a a a s . — T y h m u s decussatus Benth. Arabia Pétrea, Sinaí. Suerte de tomillo, Micromeria S i n a í c a Benth. Sinaí. Análoga a l tomillo. VoUgóneaia.—Colligonumcomosum L'her. Egipto, Arabia, Persia. E^el. Qnenopódeas.—Salsola fcetida Delil. Egipto, Arabia. Atriplex leucocladum Boiss. Egipto, Arabia. A t . farinosum Forsk. Palmeras.—p/ice/n's dactilífera L . Oasis del Sahara y de toda la región. D a tilero. f>raiuineas. — Andropogon lanigerum Deef. Arabia. Squenanto oficinal. Aristida pungens Deef. Desiertos de Africa, estepas. D r i u . Forraje para los camellos. liinnenea.—Lecanora esculenta Eversm. — Lee. affinis Eversm. Sahara, Arabia, Sinaí, estepas. Liqúenes comestibles; uno de los M a n á s de los hebreos. (Journ. de Parm. et C h i m . ) ASUNTOS CIENTIFICOS NOTA SOBRE L O S NUEVOS R E M E D I O S por M . Adrián ("Continuación) III.—Antisépticos; desinfectantes A C I D O CH ANIS I C O < ^ O C H 3 Este compuesto, i s ó m e r o d e l á c i d o M e t i l s a l i c ü i c o , se obtiene por o x i d a c i ó n de las esencias de a n í s , hinojo, e s t r a g ó n . . . : ha sido p r o puesto hace algunos años por el D r . C r u c i como a n t i s é p t i c o para la c u r a c i ó n de las ú l c e r a s ; pero su valor t e r a p é u t i c o no ha sido sufi- SEMANARIO F A R M A C E U T I C O 149 cientemente valorado para generalizar su uso, así que se ha abandonado. El á c i d o Anísico se presenta en agujas p e q u e ñ a s , blancas, d o t a das de un ligero olor aromático, poco solubles en agua fría, mejor en la caliente, alcohol y éter. Dosis.—En polvo sólo sobre las llagas. El Anisato de Sosa ha sido asimismo propuesto al interior, no como a n t i s é p t i c o , sí como antipirético y antirreumático; pero esta sal, lo mismo que el ácido de que se deriva, no ha sido j a m á s utilizada de un modo corriente. El Anisato de Sosa se presenta bajo la forma de cristales pequeños, blancos, con olor muy débil que recuerda el de anís é hinojo, muy solubles en agua. Dosis.—Se emplea del mismo modo y á igual dosis que el S a l i c i lato de Sosa. ACIDO ASEPTÍNICO Los periódicos alemanes recomendaron hace dos a ñ o s , con el nombre de ácido A s e p t í n i c o , un producto descubierto en 1885 por Busse; s e g ú n los mismos, este nuevo antiséptico poSee un poder m i crobicida superior al lodoformo y Sublimado, y ofrece preciosas ventajas para la cura de las ú l c e r a s y quemaduras y para la cauterización de las placas diftéricas; por último, posee una a c c i ó n h e m o s t á tica poderosa. A pesar de todas estas brillantes cualidades no se ha utilizado t o d a v í a en medicina, en la que no parece t o m a r á plaza. El á c i d o Aseptínico es un liquido incoloro, diáfano, con olor poco pronunciado, miscible en el agua en todas proporciones. Dosis.—Soluciones ó gasas al 5 ó 10 por 100 para la c u r a c i ó n de las ú l c e r a s . — P u r o ó diluido al 50 por 100 como h e m o s t á t i c o . ACIDO BENZOICO C6HsC02H. La acción poderosamente a n t i s é p t i c a del á c i d o benzoico, unido á su olor agradable y el ser inofensivo, ha hecho que desde largo tiempo sea un medicamento precioso , tanto por su valor t e r a p é u t i c o cuanto por la facilidad de su a d m i n i s t r a c i ó n . Por otra parte, su i m portancia desde el punto de vista químico es t a l , que todo e l m u n d o conoce sus caracteres, propiedades, modos de prepararle, etc. Lo mismo acontece con el BENZOATO DE SOSA que se emplea hace mucho tiempo, y á veces se le prefiere á causa de su mayor s o l u b i l i lidad. Creo suficientemente conocidos estos medicamentos, y por tanto inútil ocuparnos a q u í de ellos; pero voy á pasar revista á algunos de sus derivados, que recientemente han sido introducidos en t e r a p é u tica y cuya mayor parte presenta un i n t e r é s real. D e j a r é á un lado, por el momento, el SUBENZOATO DE BISMUTO y I50 SEMANARIO FARMAcéUTICO el BENZOATO DE MERCURIO, y de los que me o c u p a r é á la par que de otras sales de estos metales: BENZEUGENOL éter benzoico del Eugenol Las propiedades a n t i s é p t i c a s y la a c c i ó n bienhechora del E u g e nol en determinados casos de tuberculosis, surgieron la idea de combinarle con el á c i d o benzoico para facilitar su a d m i n i s t r a c i ó n y evitar su acción irritante. Pero el Benzeugenol, cuya existencia data de hace dos a ñ o s p r ó x i m a m e n t e , no ha correspondido al éxito que con él esperaban sus autores, no se le ha utilizado jamás y puede c o n s i d e r á r s e l e olvidado. El Benzeugenol cristalina en agujas incoloras, inodoras, con sabor amargo poco pronunciado, que se funden á 76o, muy poco solubles en agua, más en alcohol caliente, é t e r y cloroformo. T r a t á n d o l e por el ácido sulfúrico concentrado adquiere, como el Eugenol, coloración rojo p u r p ú r e a . BENZONAFTOL Benzoato de Naftol $ C6H5.CO_C10H7O La acción irritante del Naftol p sobre las mucosas de la faringe, esófago y estómago era un o b s t á c u l o considerable para la v u l g a r i zación de dicho producto al interior, á pesar de su valor a n t i s é p t i c o y los felices resultados que ya se h a b í a n obtenido. El Betol p e r m i t i ó bien pronto remediar este inconveniente, pero su a d m i n i s t r a c i ó n prod u c í a en el intestino la formación de cierta cantidad de ácido salicílico libre, que podía ocasionar accidentes, particularmente en los enfermos cuyos r í ñ o n e s no funcionaban muy bien. En presencia de estas dificultades á M M . Ivon y Berlioz se les o c u r r i ó , h a r á poco más de un a ñ o , ensayar el Benzoato de Naftol cuyo procedimiento de o b t e n c i ó n h a b í a sido ya descrito en 1869 por Maikopar, ó sea de la a c c i ó n del cloruro de Benzoilo sobre el Naftol P á una temperatura de 170o. El producto bruto obtenido de este modo, se purifica de seguida mediante muchas cristalizaciones en alcohol, para privarle del Naftol en exceso. La acción t e r a p é u t i c a del Benzonaftol fué estudiada d e s p u é s en el laboratorio del D r . Gilbert, d é l a Facultad de Medicina, y los experimentos practicados permitieron deducir ¡a intoxicidad del p r o ducto aun á dosis elevadas y su valor considerable como antiséptico intestinal. Este medicamento, como el Betol, pasa por el e s t ó m a g o sin ser atacado, y sólo se descompone en el intestino en Naftol ¡3 que a c t ú a inmediatamente, siendo eliminado por la orina, parte al estado nat u r a l , parte al estado de ácido h í p ú r í c o . Produce al mismo tiempo una diuresis más ó menos pronunciada. SEMANARIO FARMACÉUTICO 151 Este producto no presenta olor ni sabor desagradables y puede administrarse sólo, de preferencia en sellos, habiendo sido descartada la forma de poción ó solución, por su poca solubilidad. La facilidad con que se presta á su a d m i n i s t r a c i ó n ha c o n t r i b u i do mucho á que se vulgarice, y hoy día el Benzonaftol se emplea cada vez m á s y tiende á adquirir en medicina una considerable importancia. Ciertos fabricantes, para evitarse la molestia y los gastos de una p r e p a r a c i ó n complicada, venden con el nombre de Benzonaftol un producto purificado incompletamente, y hasta una simple mezcla de ácido Benzoico y de Naftol ¡3, que no ofrece las ventajas del m e d i camento puro, puesto que el Nattol se halla siempre al estado libre; la falsificación es felizmente fácil de descubrir. Si se trata de una simple mezcla, el olor propio del ácido Benzoico le denuncia inmediatamente, por ser el verdadero producto inodoro. Por otra parte, es sencillo hallar el Naftol libre del modo siguiente: se disuelve una p e q u e ñ a cantidad del producto sospechoso en cloroformo no alcoholizado, al que se a ñ a d e una pastilla de potasa c á u s t i c a , y se hace que hierva el todo; si hay Naftol l i b r e , la potasa azulea inmediatamente; en contrario caso permanece blanca, al menos algunos instantes, hasta que el Benzonaftol principie á descomponerse. El Benzonaftol puro se presenta en p e q u e ñ o s cristales aglomerados, incoloros, inodoros, de sabor casi nulo, que se funden á 110o, insolubles en agua, poco solubles en alcohol y é t e r fríos, mejor en cloroformo. Dosis.—Se pueden administrar sin inconveniente 40*5 gramos por día; pero una dosis diaria de 50 centigramos es muy suficiente, y generalmente no se pasa de ella. BENZOPARA.CRESOL C6Hs.CO~.C6H1O.CHs Mr. Petit presentó hace algunos días á la Sociedad de T e r a p é u t i c a este nuevo compuesto, como s u c e d á n e o del Benzonaftol; su modo de p r e p a r a c i ó n indicado por el autor es el siguiente: a c c i ó n del benzoato de sosa sobre el paracresol en presencia del oxicloruro de fósforo y purificación por cristalización en alcohol. La aparición de este producto es a ú n muy reciente para poder juzgar su valor t e r a p é u t i c o , y sobre todo, del porvenir que le e s t á reservado. El Benzoparacresol cristalina en hermosos cristales incoloros, de olor aromático poco pronunciado, insolubles en agua, poco solubles en a l cohol, más en el é t e r y cloroformo. BENZOFERRONEÍDO Con este nombre hace dos a ñ o s que el D r . Galezowski p r e c o n i z ó un derivado d é la anilina, destinado á reemplazar el Pyoktanino en 152 SÍ5MANARÍO FARMACEUTICÓ oculística, y presentando sobre este último la ventaja de no manchar la piel y las curas. No habiendo publicado el autor su modo de p r e pararle^ creo inútil ocuparme de él, tanto más cuanto que nunca ha sido muy usado, hasta en su principio, y que hoy ha c a í d o en olvido completo. Dosis. — Solución al c e n t é s i m o en agua destilada para lociones repetidas con frecuencia. (Se continuará.) NOTICIAS VARIAS NECROLOGÍA.—Ha fallecido en Ginebra, el d í a 4 de A b r i l último, á los ochenta y siete años de edad, un eminente b o t á n i c o suizo, nacido en París en 180Ó, el profesor Alfonso De Candolle, hijo del no menos c é l e b r e Agustín De Candolle, siendo corresponsal del Instituto de Francia, etc. EL AZUL DE ME FILENO.—El D r . Santa María, profesor del Hospital de la Princesa, ha publicado un articulo acerca del azul de metileno en el tratamiento del paludismo, y de las observaciones c l í n i cas el citado m é d i c o deduce las siguientes conclusiones: « 1 . a El azul de metileno no tiene acción alguna a n t i p a l ú d i c a , en el sentido t e r a p é u t i c o de esta palabra. » 2 . a Tanto en la forma aguda (acceso completo de frío, calor y sudor) como en la crónica (neuralgias) no cumple ni llena i n d i c a ción alguna. »3.a Tiene el inconveniente de provocar una disuria que; si se aumentara, al impedir la e v a c u a c i ó n completa de la vejiga, se constituiría en o b s t á c u l o para la eliminación de los productos tóxicos que se expelen por este emunctorio. » 4 . a Cuando el paludismo reviste un c a r á c t e r marcadamente pernicioso, el empleo del azul de metileno sería altamente censurable, debiendo emplearse desde el primer momento las sales de q u i nina. » Y 5.a En la convalecencia de esta proteica i n f e c c i ó n , el azul de metileno es inferior al a r s é n i c o , quina, hierro, fósforo, manganeso, nuez v ó m i c a , amargos, etc.» Así son los más de los medicamentos que el mercantilismo m o derno anuncia á diario con bombo y platillos. Bueno sería que la revisión se hiciera con todos. ACCIDENTE DE LABORATORIO.—En el curso de una experiencia en el Colegio de Francia, M . Eugenio Fassily, preparador de M . Berthelot, sufrió una herida en la cara por la explosión e s p o n t á nea de un b a l ó n lleno de á c i d o sulfúrico. El joven preparador se a p o d e r ó de un vaso que c r e í a contener agua y se la vertió en la cara, con lo que a u m e n t ó sus sufrimientos, pues no era agua, sino alcohol.