Religiones en México

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Religiones en México
Más del 80%, opina que en México si hay discriminación en contra de las
minorías religiosas.
El contexto de las iglesias en México es diverso y amplio; aunque la
religión católica predomina en el país, cada vez más otras creencias se
vienen abriendo paso y creciendo.
Según datos de la Secretaría de Gobernación, hasta el 15 de noviembre
de 2006 había registradas 6 mil 652 asociaciones religiosas, divididas
así:
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3,048 son católicas, apostólicas y romanas
1,774 de Pentecostés
1,608 bautistas
69 presbiterianas
54 espiritualistas
24 ortodoxas
14 adventistas
11 budistas
10 luteranas
9 judías
6 metodistas
5 de la Luz del Mundo
4 científicas cristianas
4 corresponden a "nuevas expresiones“
3 hinduistas
2 de los Testigos de Jehová
2 krishnas
2 islámicas
1 anglicana
1 de los mormones
1 del Ejército de Salvación.
La Iglesia católica refiere de sí misma cuatro características esenciales
fundadas en el Evangelio y la enseñanza de Jesucristo contenida en él:
Unidad. Se refiere a la fe y la moral de sus integrantes, todos ellos bajo
la autoridad de un único jefe supremo, el Papa, que es el obispo de
Roma.
Santidad. Con este concepto establece que aunque como católicos,
incluso de alta jerarquía, puedan pecar, la Iglesia en su conjunto y en
tanto que representa el Cuerpo Místico de Cristo está libre de toda
mancha.
Catolicidad. Entendida como universalidad (del griego katholikos,
"universal") y referida al hecho de que la Iglesia está destinada a
hacerse presente en todo tiempo, en todo lugar y a todo hombre, con el
propósito de poder anunciar el Evangelio.
Apostolicidad. Condición que la Iglesia reclama para sí al considerar a
sus actuales jerarcas (el Papa y los obispos) como sucesores de Pedro y
los demás apóstoles y herederos de toda su autoridad.
El budismo tiene su origen en el subcontinente indio (India, Bangladesh
y Pakistán) entre los siglos V y VI antes de Cristo. Se ha difundido por
todo el mundo.
Los budistas creen en las posibilidades creativas, latentes del hombre.
En que es la mente la que eleva al hombre a un pedestal sobrehumano
o lo degrada a un nivel infrahumano.
Los budistas no tienen fe en las plegarias para pedir o interceder, sino
creen en la importancia del autoesfuerzo y en la eficacia de la
meditación que está orientada hacia la autoconquista, el autocontrol, la
autopurificación y la iluminación.
Históricamente se denomina evangélico al movimiento iniciado con la
reforma eclesial propiciada por la doctrina de Martín Lutero.
Se utiliza el término evangélico para designar genéricamente a los
cristianos protestantes y a sus iglesias.
Creen en la Santa Trinidad, (Padre, Hijo y Espíritu Santo); en que
Jesucristo es Dios encarnado y nacido de una virgen; en la segunda
venida de Cristo para el juicio final, y también en el cielo y el infierno.
A diferencia de los católicos, no creen en la salvación por méritos; ni en
la veneración a la Virgen ni a los santos o imágenes. Tampoco en el
rosario, la confesión, sacerdotes, oración por los muertos, el purgatorio
y la autoridad del Papa.
En general, el término "adventista" se refiere al cristiano que cree en el
pronto regreso de Cristo (segunda venida).
Aunque son varias las denominaciones cristianas que pueden
considerarse "adventistas", el nombre es usado habitualmente para
referirse a los adventistas del Séptimo Día, que es una denominación
cristiana protestante evangélica, surgida a partir del movimiento
millerista en Estados Unidos, entre 1848 y 1850.
El corazón de la doctrina de los Adventistas del Séptimo Día está
centralizado en Jesucristo como fundamento de su fe, la base de su
religión.
La historia del islam comienza en Arabia en el siglo VII. Su libro sagrado
es el Corán y forma la base de la doctrina islámica.
Fue revelado a Mahoma, el último profeta, por Dios a través del
arcángel Gabriel. El Islam se considera continuador de la tradición
profética del judaísmo y el cristianismo, religiones a las que considera
de algún modo hermanas, pero apartadas del tronco inicial.
El Islam cree en la radical unidad y unicidad de Dios: sólo hay un Dios, y
éste no tiene diferentes encarnaciones o personas.
Sus cinco pilares son la profesión de fe, la oración, la limosna, el ayuno
y la peregrinación anual a La Meca.
El judaísmo es la religión del pueblo judío. Es la más antigua y la más
pequeña de las tres religiones monoteístas -judaísmo, cristianismo e
islamismo; conocidas también como (religiones del libro) o
(abrahámicas)- y aquella de la que históricamente se desglosaron las
otras dos.
El rasgo principal de la fe judía es la creencia en la omnisciencia,
omnipotencia y providencia de Dios, Yahvé, que habría creado el
universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los
10 mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y
cuarto de la Torá, el Pentateuco de los cristianos.
Los Krishnas hacen hincapié en la devoción al dios Krishna, un héroe de
la antigua India, séptimo hijo de Vasudeva y Devaki.
Sus seguidores practican cuatro "principios de la religión": compasión,
veracidad, limpieza y austeridad.
Para apoyar esto y controlar la mente y los sentidos, los miembros no
comen carne, huevos, ni pescado.
Tampoco practican juegos de azar; nada de sexo "ilícito"; no intoxicarse
con algún tipo de droga, alcohol o tabaco.
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), Esta
Iglesia se fundó en Estados Unidos en el siglo antepasado. Es una
creencia religiosa que toma su nombre del Libro del Mormón llamado así
por su editor, el antiguo profeta Mormón. La mayor organización dentro
de esta tradición es la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días.
Entre otras cosas, creen en Dios, en su hijo Jesucristo y en el
Espíritu Santo, y que los hombres serán castigados por sus propios
pecados, y no por la transgresión de Adán. Consideran que por el
sacrificio de Cristo todo el género humano puede salvarse mediante la
obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.
Las iglesias que actualmente se denominan menonitas se originaron en
Zurich, Suiza, en el siglo XVI.
Los menonitas creen en la centralidad y la inspiración de la Biblia y en
Jesucristo como el que fue enviado por Dios para efectuar la
reconciliación entre el creador y el mundo quebrantado. Comparten las
creencias centrales con los cristianos de las iglesias católicas,
protestantes y evangélicas. Enfatizan las conexiones entre la fe, las
palabras y los hechos. Creen que el bautismo y la membrecía en la
Iglesia deben ser voluntarios.
La Iglesia Metodista es una "combinación singular" del cristianismo del
Nuevo Testamento, la Reforma Protestante y la influencia de sus
fundadores: los hermanos Juan y Carlos Wesley. Los metodistas creen
en las Sagradas Escrituras como la Palabra inspirada de Dios en la que
hay una revelación progresiva del creador. Creen en una "Biblia
abierta", y en que el individuo la lea por sí mismo y se forme su propia
interpretación bajo la dirección del Espíritu Santo. No creen en orar a los
santos ni en el purgatorio. Sólo hay dos sacramentos: el bautismo y la
cena del Señor.
Iglesia Ortodoxa es la denominación de una de las tres grandes
comunidades o iglesias vinculadas al cristianismo (católica y las iglesias
protestantes). La Iglesia Ortodoxa es heredera de las comunidades
cristianas del Mediterráneo oriental, y se separó de la Iglesia católica en
1054. No tienen un Papa. Las iglesias ortodoxas son autocéfalas. En la
actualidad las iglesias ortodoxas más importantes son la griega, rusa y
antoqueña.
El presbiterianismo es parte de la familia de iglesias reformadas dentro
del protestantismo basadas en las enseñanzas de Juan Calvino, que
traza sus raíces institucionales a la Reforma escocesa, liderada por John
Knox. Para los presbiterianos, el Antiguo y el Nuevo Testamentos son la
Palabra de Dios, "la única regla infalible de fe y práctica", y la fuente de
aquellas verdades por las que los hombres viven. La Biblia fue escrita
por hombres "inspirados", es decir, que Dios habló por medio de ellos.
La tradición no es igual a la Biblia; es inferior. Reconocen sólo dos
sacramentos: la comunión y el bautismo. Creen en el cielo y el infierno,
que son realidades espirituales reveladas en términos materiales.
Testigos de Jehová, los miembros de esta organización religiosa, iniciada
en el siglo XIX, proclaman que el genuino nombre de Dios es Jehová.
Basan su doctrina en una lectura estricta de la Biblia, de la que tienen
una versión propia por un profundo estudio de los manuscritos más
antiguos: la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, y
confían en un próximo paraíso en la tierra, bajo el reinado de mil años
de Jesucristo, a quien no consideran Dios, sino divino, hijo de Jehová,
distinto de él y la primera de sus creaciones.
El movimiento pentecostal como tal tuvo sus comienzos al principio del
siglo XX en Estados Unidos. Son cristianos que creen en un relato de la
Biblia, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los 120 discípulos
congregados en el aposento alto en Jerusalén, en el día de Pentecostés.
Practican el hablar en lenguas tal como lo hicieron los cristianos en la
Iglesia de Jerusalén en el primer siglo de la era cristiana.
Ejército de Salvación, organización fundada por William Booth en 1865
con la misión de atender a los pobres y ofrecerles la salvación a través
de Jesucristo. Están en contra de las Iglesias constituidas dado que
consideran que son incapaces de ofrecer bienestar espiritual. Prohíben el
consumo de alcohol y llevan una vida ascética.
Sus raíces están en Gran Bretaña en el Siglo III. Los anglicanos como
cristianos, creen en las doctrinas y las creencias fundamentales de la fe
Cristiana como la Santa Trinidad y la obra reconciliadora de Cristo en la
cruz. Según la Biblia, todos los creyentes son ministros con dones
dados por Dios y ejercen estos dones tanto en la iglesia como en la
sociedad. Los Obispos, Presbíteros y Diáconos sirven dentro de la Iglesia
como líderes consagrados para guiar a las congregaciones, equipándolas
para que puedan cumplir el llamado de Dios en el mundo.
En el hinduismo hay diversidad de creencias, pero básicamente los
hinduistas creen que detrás del universo visible, al que atribuyen ciclos
sucesivos de creación y destrucción, hay otra existencia eterna y sin
cambios. Abandonar el ciclo de reencarnaciones y retornar al universo
espiritual constituye el mayor de todos los logros para los hinduistas.
Todos los hinduistas creen en un ser supremo. Pero con respecto a la
naturaleza de este ser, hay dos creencias principales: Dios es una
energía impersonal y Dios es una persona. En la corriente hinduista
impersonal, Dios es denominado Brahman. Todos los demás seres son
su expresión, por lo que se le considera principio del universo.
En su libro “El dogma de Cristo”, Erich Fromm examina la conversión del
cristianismo en religión del Estado y la gran transformación final de una
confraternidad libre en una organización jerárquica: la Iglesia.
La religión tiene la tarea de impedir cualquier independencia psíquica
por parte del pueblo, de intimidarlo intelectualmente, de hacer
mantener ante las autoridades la docilidad infantil socialmente
necesaria. Al mismo tiempo desempeña otra función esencial: ofrece a
las masas una cierta medida de satisfacción que les hace la vida
suficientemente tolerable como para impedir que intenten pasar de la
actitud del hijo obediente a la de hijo rebelde.1
La religión sirve sencillamente para hacer que las masas se resignen
más sencillamente a las muchas frustraciones que presenta la realidad.
En su libro El porvenir de una ilusión, Freud Ya no se limita a preguntar
cómo es psicológicamente posible la religión; desea saber además por
qué existe la religión misma o qué la ha hecho necesaria. Le atribuye a
la religión el efecto de un narcótico capaz de traer algún consuelo para
1
Fromm Erich, El dogma de Cristo, Barcelona, Ed. Paidós Ibérica, S.A., 1994.
el hombre en su impotencia y desamparo frente a las fuerzas de la
naturaleza.
Los dioses siguen cumpliendo una triple finalidad: deben exorcizar los
terrores de la naturaleza, deben reconciliar a los hombres con la
crueldad del destino, particularmente tal como se muestra en la muerte,
y deben compensarlos por los padecimientos y privaciones que una vida
civilizada2 en común ha impuesto sobre ellos Sigmund Freud, The Future
of an Illusion. Standard Edition, XXI, 17-18.
Freud da así respuesta a la pregunta: “¿Qué constituye la fuerza interior
de las doctrinas religiosas y a qué circunstancias deben estas doctrinas
su efectividad al margen de la aprobación racional?”
Estas [ideas religiosas], que ofrecen la satisfacción de los más antiguos,
extraños, y urgentes deseos de la humanidad. El secreto de la fuerza
radica en la fuerza de estos deseos. Tal como ya sabemos, la aterradora
impresión del desamparo sentida en la infancia despertó la necesidad de
protección –protección por medio del amor– que fue provista por el
padre, y saber que este desamparo duraría toda la vida hizo necesario
aferrarse a la existencia de un padre, pero esta vez un padre más
poderoso. De allí que la benévola regla de la divina Providencia alivie
nuestro temor ante los peligros de la vida; el establecimiento de un
orden moral en el mundo asegura el cumplimiento de las demandas de
justicia, que tan a menudo han quedado insatisfechas en la civilización
humana; y la prolongación de la vida terrenal en una existencia futura
provee el marco local y temporal en el cual tendrá lugar la satisfacción
de estos deseos.3
Las respuestas para los enigmas que tientan la curiosidad del hombre,
como por ejemplo la forma en que comenzó el universo o la relación que
existe entre cuerpo y alma, se desarrollan de conformidad con los
supuestos que dan base a este sistema.
Es un alivio enorme para la psique del individuo si los conflictos de su
infancia que tienen origen en el padre –conflictos de complejos que
jamás han sido superados totalmente– son eliminados y llevados a una
solución universalmente aceptada.
2
3
Ibidem.
Ibidem.
El hombre se empeña por alcanzar el máximo de placer; la realidad
social lo compele a renunciar a muchos impulsos, y la sociedad procura
resarcir al individuo de esos renunciamientos por medio de otras
satisfacciones inofensivas para la sociedad, es decir, para las clases
dominantes.
Una ilusión de la que participan todos se convierte en realidad. La más
antigua de estas satisfacciones fantaseadas colectivamente es la
religión.
La religión desempeña una función triple: para toda la humanidad,
consuelo por las privaciones que impone la vida; para la gran mayoría
de los hombres, estímulo para aceptar emocionalmente su situación de
clase; y para la minoría dominante, alivio para los sentimientos de culpa
de aquellos a quienes se oprime.
Agrada a Dios que los hechos sean decididos en parte por el consejo del
destino.
Para comprender el significado psicológico de la fe en los primeros
Cristianos en Cristo –y es ésta la finalidad principal del presente
estudio– nos es necesario visualizar qué clase de gente prestó apoyo al
cristianismo primitivo.
Eran las masas de pobres analfabetos, el proletariado de Jerusalén y los
labradores del campo, quienes, a causa de la creciente opresión política
y económica y del desprecio y la restricción sociales, sentían cada vez
más la necesidad de cambiar las condiciones existentes.
El contenido del mensaje cristiano primitivo no era un programa
económico o de reforma social sino la bendita promesa de un futuro no
lejano, en el que los pobres serían ricos, los hambrientos estarían
satisfechos y los oprimidos tendrían autoridad.4
El cristianismo, que había sido la religión de una comunidad de
hermanos iguales, sin jerarquía ni burocracia, se convirtió en “la
Iglesia”, la imagen refleja de la monarquía absoluta del Impero Romano.
4
Ibidem.
Originariamente no era la iglesia sino Dios quien podía perdonar los
pecados. Más tarde, extra ecclesiam nulla salus: únicamente la iglesia
ofrece protección contra cualquier pérdida de gracia.
Como institución, la iglesia se hizo sagrada en virtud de su fundación
como establecimiento moral que educa para la salvación. Esta función
se limita a los sacerdotes, especialmente al episcopado, “que en su
unidad garantiza la legitimidad de la iglesia y ha recibido la jurisdicción
de perdonar pecados”.
La Iglesia Católica entendió cómo acelerar y reformar de manera
maestra este proceso de cambiar el reproche contra Dios y los
dirigentes y convertirlo en el reproche de sí mismo. Acrecentó el
sentimiento de culpa de las masas hasta el punto de hacerlo casi
insoportable; y al proceder así logró una doble finalidad: primero,
contribuyó a que los reproches y agresiones fueran desplazados de las
autoridades y dirigidos hacia las masas sufrientes; y, segundo, se
ofreció a estas masas sufrientes como un padre bueno y amoroso, dado
que los sacerdotes aseguraban perdón y expiación para el sentimiento
de culpa que ellos mismos habían provocado. Cultivó ingeniosamente la
condición psíquica de la cual ella, y también la clase superior, obtuvieron
una doble ventaja: la desviación de la agresión de las masas y la
seguridad de su dependencia, gratitud y amor.
Para los dirigentes sin embargo, la fantasía del Jesús sufriente no sólo
tenía esa función social sino también una importante función psíquica.
Los liberaba de los sentimientos de culpa que sentían a causa de la
desdicha y sufrimiento de las masas a quienes habían oprimido y
explotado. Al identificarse con el Jesús sufriente, los grupos
explotadores podían ellos mismos hacer penitencia. Podían consolarse
con la idea de que, dado que hasta el Hijo unigénito de Dios había
sufrido voluntariamente, para las masas el sufrimiento era una gracia de
Dios, y por lo tanto no tenían motivo para reprocharse a sí mismos por
causar tal sufrimiento.
El significado que la divinidad materna tuvo para el cristianismo católico,
a partir de la cuarta centuria, se pone de manifiesto, primero, en el
papel que la Iglesia, como tal comienza a desempeñar; y, segundo, en
el culto a María.
Se ha demostrado que al cristianismo primitivo le era aún bastante
ajena la idea de una iglesia. Sólo en el curso del desarrollo histórico
asume la iglesia una organización jerárquica; la iglesia misma se
convierte en una institución sagrada y en algo más que meramente la
suma de sus miembros.
La iglesia es la mediadora de la salvación, los creyentes son sus hijos,
es la Gran Madre sólo a través de la cual se puede alcanzar seguridad y
bendición.
En gran medida se ha estudiado a la religión y lo que conlleva, sin
embargo en el país de México la religión que se profesa fielmente no es
ninguna de las anteriores. No es el catolicismo ni el cristianismo,
muchos creen que el ser fieles es ser intolerantes, y es ahí cuando
caemos en el fanatismo.
Considero que las religiones hoy en día son un negocio que lucran con el
alma de los individuos. Algunos de los representantes de dichas
instituciones manipulan la palabra y la Biblia misma jugando con el
credo y la fe.
La prospectiva de las religiones en México es un aumento de las
mismas. Ante la necesidad de creer en un ser supremo se llena esta
demanda con una oferta.
Cada religión tiene su filosofía así como sus reglas que las distinguen de
otras, sin embargo todas creen en la existencia de un Dios.
La situación de la vasta cantidad de religiones se ha venido convirtiendo
en un problema para el país. El ambiente de discriminación es una de
las dificultades por la que tiene que pasar una persona en pleno siglo
XXI.
36% de los mexicanos no permitirían que en su casa vivieran personas
de distinta religión.
37% opina que es más difícil enseñarle valores a los hijos cuando se
permite la existencia de muchas religiones en el país.
Más de la mitad de los mexicanos opina que entre más religiones
existan, tendremos mayores conflictos entre las sociedades.
Más del 80%, opina que en México si hay discriminación en contra de las
minorías religiosas.
Casi el 40% opina que las minorías religiosas, en México, ganan
menores salarios que el resto de las personas.
Más del 80% considera tener pocas, o nulas, posibilidades para mejorar
sus condiciones de vida.
21.4% ha sido víctima de un acto de discriminación por ser minoría
religiosa, en el último año.
El 24% de las personas de minorías religiosas se siente rechazado por la
sociedad.
31.4% de las personas de minorías religiosas consideran tener menores
oportunidades para conseguir un empleo que el resto de las personas.
23% de las personas de minorías religiosas considera tener mayores
problemas que el resto de las personas pobres.
Casi el 30% dice que sus hijos han sido víctimas
discriminatorios por ser una persona de minoría religiosa.
de
actos
La discriminación, incomprensión, falta de trabajo y la pobreza son el
principal sufrimiento de las minorías religiosas.
Los espacios en donde más se discrimina a las minorías religiosas son el
trabajo, la escuela, la familia y los hospitales públicos.
Más de la mitad considera que la discriminación en contra de las
minorías religiosas, en México, no ha disminuido en los últimos cinco
años.5
La diversidad de culto es muy amplia por lo que nos corresponde ser
tolerantes y respetar la libertad de credo. Si en realidad la religión que
profesas te mantiene en armonía y felicidad contigo mismo no le veo la
5
Encuesta Nacional sobre Discriminación en México. Realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la
Discriminación y la Secretaría de Desarrollo Social.
necesidad de juzgar y discriminar a quien no piensa igual que tu. Piensa
un momento y reflexiona en que la mayoría de las personas fanáticas
son los individuos mas infelices, envidiosos, crueles, egoístas y
soberbios de este mundo, de que les sirve ir tanto a rezar si sus almas
están podridas.
Bibliografías:
http://sedesol2006.sedesol.gob.mx/subsecretarias/prospectiva/discrimi
nacion/Resumen/Resultados%20Generales%20por%20Modulo.pdf
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/146957.html
Fromm Erich, El dogma de Cristo, Barcelona, Ed. Paidós Ibérica, S.A., 1994.
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