Muestran en el DF los grabados más recientes de Francisco Toledo

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Muestran en el DF los grabados más recientes de Francisco Toledo
26.03.2014
Por Merry MacMasters
¿Se le ocurrió a él o lo leyó en alguna etapa de su vida?, es la disyuntiva de Francisco Toledo (1940) ante ciertos relatos. Es decir, ¿qué vino primero? ¿El
dibujo del maestro o el cuento?
Entrevistado con motivo de De fábula, exposición de grabados recientes suyos, que hoy se abre en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), Toledo se remite
al caso del león al que le cortan las uñas.
“Hace mucho –explica– hice una ilustración de un león en la que una señora le corta las uñas. Pensé que era una historia que se me había ocurrido, pero viene
en Esopo (el fabulista griego). Un león se enamora de una muchacha y el papá le dice, sí, como no, pero antes tienes que arreglarte el pelo, cortarte las uñas,
para que puedas pretender a mi hija, pero le está quitando toda la fuerza que tiene.
Algunas veces he hecho muchas ilustraciones sin saber, creyendo que son ocurrencias mías, pero no, a veces son cosas que ya leyó uno. Bueno, Esopo lo he
de haber leído de niño, pero se quedaron allá y aparecen de vez en cuando.
Aguatintas y aguafuertes
La narración es un elemento característico de la obra de Toledo. De fábula es una exposición que tuvo sus comienzos precisamente en Fábulas de Esopo, que
se mostró por vez primera en junio del año pasado en el Centro de las Artes de San Agustín Etla (CaSa), en Oaxaca. El artista había impreso el medio centenar
de grabados entre abril y junio de 2013.
El origen de la serie de ilustraciones está en el descubrimiento que hizo el impresor Juan Pascoe en una tienda de viejo de una edición de las fábulas de Esopo,
realizada en Oaxaca en 1849 por Ignacio Rincón, como material didáctico para los seminaristas de la clase de latín. No se sabe a ciencia cierta si en realidad
existió Esopo, pero se le ubica alrededor del año 600 aC.
Toledo propuso a María Isabel Grañén, presidenta de la Fundación Harp Helú, hacer las ilustraciones de los textos. El resultado fueron 50 imágenes de pequeño
formato en aguatinta y aguafuerte, que ilustran 27 fábulas. También se propuso traducir los textos a cuatro variantes del zapoteco.
La exposición ha itinerado a diferentes ciudades, con sus respectivos cambios. Por ejemplo, cuando se exhibió en el Museo Taller Erasto Cortés de Puebla se
incluyeron seis placas y tres obras más de las que se habían mostrado en el CaSa.
Después de una estancia en Aguascalientes, la muestra llega a la ciudad de México, pero con el título De fábula, porque “se incluyen otras fábulas. Bueno, hay
una de Augusto Monterroso que ilustré que tiene que ver con una jirafa y un cañón (La jirafa que pronto comprendió que todo es relativo). Luego, hay algo que
tal vez se relacione con un texto de Kafka, llamado Chacales y árabes. Hay un camello, animal que nunca antes había dibujado”.
También se incluye un retrato de Esopo y la esposa de su dueño, ya que era esclavo. Entonces, creo que tuvo amores con la esposa del dueño.
Otra novedad de la muestra De fábula: Francisco Toledo, obra reciente que hoy se inaugura a las 19 horas en el Munae (avenida Hidalgo 39, Centro Histórico),
es que los grabados de la parte nueva se imprimieron en un taller que hay en el CaSa, dice Francisco Toledo a La Jornada.
Tomado de La Jornada
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