the door of mercy | la puerta de la misericordia

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THE DOOR OF MERCY | LA PUERTA DE LA MISERICORDIA
The Door of Mercy is a special Holy Door which Pope
Francis has asked to be opened in every Diocese during
the Extraordinary Holy Year in order to allow the
faithful in every part of the world to experience the
Mercy of the Father in its fullness. In the Bull of
Indiction Misericordiae Vultus, he writes: “On the same
Sunday [Third Sunday of Advent], I decree that in every
local church, at the cathedral – the mother church of the
faithful in any particular area–or, alternatively, at the
co-cathedral or another church of special significance, a
Door of Mercy will be opened for the duration of the
Holy Year. At the discretion of the local ordinary, a
similar door may be opened at any shrine frequented by
large groups of pilgrims, since visits to these holy sites
are so often grace-filled moments, as people discover a
path to conversion” (MV 3).
Indulgence and Conditions
The season of grace which is the Jubilee of Mercy,
will naturally be characterized by the possibility of
obtaining the plenary indulgence through certain
pious exercises culminating in entering through the
Holy Door, the Door of Mercy. These pious exercises
will accompany the prayer and celebration of the
Sacraments of Reconciliation and the Eucharist as
concrete signs of conversion and “immersion” in the
Mercy of the Father.
“To experience and obtain the Indulgence, the faithful
are called to make a brief pilgrimage to the Holy
Door, open in every Cathedral or in the churches
designated by the Diocesan Bishop, and in the four
Papal Basilicas in Rome, as a sign of the deep desire
for true conversion. Likewise, I dispose that the
Indulgence may be obtained in the Shrines in which
the Door of Mercy is open and in the churches which
traditionally are identified as Jubilee Churches. It is
important that this moment be linked, first and
foremost, to the Sacrament of Reconciliation and to
the celebration of the Holy Eucharist with a reflection
on mercy. It will be necessary to accompany these
celebrations with the profession of faith and with
prayer for me and for the intentions that I bear in my
heart for the good of the Church and of the entire
world”. (Pope Francis).
La Puerta de la Misericordia es una Puerta Santa
especial que, durante este Añ o Santo extraordinario,
el Santo Padre Francisco ha pedido que se abra en
cada Dió cesis, permitiendo a los fieles de todo el
mundo experimentar plenamente la Misericordia del
Padre. El mismo Papa Francisco lo expresa ası́ en la
Bula de Indicció n Misericordiae Vultus (n. 3): «Para el
mismo domingo [Domingo III de Adviento]
establezco que en cada Iglesia particular, en la
Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles,
o en la Concatedral o en una iglesia de significado
especial se abra por todo el Añ o Santo una idé ntica
Puerta de la Misericordia. A juicio del Ordinario, ella
podrá ser abierta tambié n en los Santuarios, meta de
tantos peregrinos que en estos lugares santos con
frecuencia son tocados en el corazó n por la gracia y
encuentran el camino de la conversió n».
Indulgencia y Condiciones
El tiempo de gracia del Jubileo de la Misericordia se
caracterizará, naturalmente, por la posibilidad de
obtener la indulgencia plenaria a través de algunos
ejercicios de piedad – culminados por la entrada por
la Puerta Santa o Puerta de la Misericordia – que
acompañarán la oración y las celebraciones de los
sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía,
como signos concretos del camino de conversión e
“inmersión” en la Misericordia del Padre.
“Para vivir y obtener la indulgencia los fieles están
llamados a realizar una breve peregrinación hacia la
Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las
iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las
cuatro basílicas papales en Roma, como signo del
deseo profundo de auténtica conversión. Igualmente
dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los
santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia
y en las iglesias que tradicionalmente se identifican
como Jubilares. Es importante que este momento esté
unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y
a la celebración de la santa Eucaristía con una
reflexión sobre la misericordia. Será necesario
acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y
con la oración por mí y por las intenciones que llevo en
el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el
mundo”. (Papa Francisco).
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