Una exposición en la Pedrera recrea la apasionante figura del

38 LA VANGUARDIA
C U L T U R A
MIÉRCOLES, 7 FEBRERO 2007
Una exposición en la Pedrera recrea la
apasionante figura del pianista Ricard Viñes
BARCELONA. – Fue el pianista
de referencia de Ravel, Debussy, Satie, Poulenc, Balakirev, Granados,
Falla o Turina y compartió su amistad con la de pintores y escritores como Picasso, Redon, Nonell, Valéry,
Fargue o Cocteau. Fue estudioso de
varios idiomas –incluido el árabe–
matemáticas y álgebra, voraz lector
de inmensa biblioteca y fanático de
la ruleta y del espiritismo. Alcanzó
la fama internacional como concertista y murió casi en la indigencia.
La personalidad apasionada y
apasionante de Ricard Viñes (Lleida, 1875-Barcelona, 1943) es recreada en la pequeña exposición que
desde ayer se exhibe en l'Entresòl
de la Pedrera organizada por Fundació Caixa Catalunya.
Esta institución dedica cada vez
más atención a “uno de los flancos
de la vida cultural menos atendidos
en Catalunya: el de la música contemporánea”, en palabras de Àlex
Susanna, director de la fundación,
de ahí la elección de Viñes “pues
fue un ejemplo de compromiso con
la música de su tiempo”.
El pianista leridano fue, en efecto, un gran defensor de las vanguardias musicales de las tres primeras
décadas del siglo XX, y más concretamente de los músicos franceses y
Montserrat Caballé
ofrece hoy en el Liceu
su recital aplazado
La soprano Montserrat
Caballé ofrece esta noche
(21.30 h) en el Gran Teatre
del Liceu el recital que tuvo
que aplazar el pasado
noviembre debido a la
enfermedad de su pianista
habitual, Manuel Burgueras.
Al no encontrarse éste
recuperado aún, la cantante
será acompañada hoy por
José Ramon Tébar. La
soprano barcelonesa
interpretará un programa
que incluye arias de óperas
olvidadas de Händel
(Lucrezia), Cherubini
(Demofonte), Mayr (Medea
in Corinto), Niedermeyer
(Marie Stuart), Nicolai (Il
Templario), Catalani
(Loreley y Dejanice),
Saint-Saëns (Phryné) y
Gounod (La reine de
Saba), así como lieder de
Brahms y canciones de
Massenet. – Redacción
n El polifacético artista leridano fue el gran
pianista de las vanguardias musicales de las
primeras décadas del siglo XX y un personaje
central en la escena artística parisina de la época
MARINO RODRÍGUEZ
BREVES
La Sinfónica de
Tenerife y Matthias
Goerne, en el Palau
LEGADO RICARD VIÑES / ARXIU MUNICIPAL DE LLEIDA
El pianista leridano Ricard Viñes, en una foto de 1912
Una hora de música
La exposición reconstruye la trayectoria vital y profesional de
Viñes a través de diversos objetos –fotografías, partituras, útiles
personales, recortes de diarios, carteles de conciertos, cartas o retratos (entre ellos sendos óleos de Ulpiano Checha y Georges d'Espagnat)–, en su mayoría pertenecientes al legado Viñes del Arxiu Municipal de Lleida o a Nina Gubisch-Viñes, nieta del hermano del compositor, y recurriendo también a la tecnología audiovisual. Así, la
vida de Viñes se recrea en un documental montado a base de fotografías y su actividad artística se resume por medio de un montaje interactivo que recoge cerca de 300 programas de conciertos protagonizados por él a lo largo de su carrera, que se puede ver con diferentes
opciones de consulta (por compositor, por ciudad o por año) y que
reconstruye parcialmente el gran repertorio que abarcó el pianista
leridano. Hay también un espacio de audición en el que se pueden
escuchar sus muy escasos registros sonoros: una veintena de piezas
que suman no mucho más de una hora de música.
españoles. La lista de autores de los
que estrenó obras, no pocas dedicadas a él, es enorme y Viñes mantuvo esa dedicación a la música de su
tiempo toda su vida, no sólo durantes sus conciertos en París, donde estudió piano, hizo su debut profesional en recital a los 20 años (en la sala Pleyel) y pasó buena parte de su
existencia, sino también en sus giras de conciertos por Europa, Sudamérica y el norte de África.
Pero Viñes fue más que un gran
pianista. “Fue una personalidad poliédrica –afirma Màrius Bernadó,
comisario de la muestra– que estuvo en el centro de la vida artística
del París de principios del siglo XX,
de sus círculos culturales más avanzados. Fue un autodidacta interesado en la literatura, la filosofía, las
ciencias ocultas o el arte que llegó a
reunir una estupenda biblioteca y
una notable colección de pinturas.
Escribió poemas y un muy interesante diario y compuso también algunas obras para piano solo o para
voz y piano”.c
El Palau de la Música acoge
hoy y mañana (en ambos
casos a las 21 horas) sendos
conciertos pertenecientes a la
temporada Palau 100. Esta
noche la Orquesta Sinfónica
de Tenerife, bajo la batuta de
Víctor Pablo Pérez y con la
colaboración de cuatro
solistas vocales (Raquel
Lojendio, soprano; Rainer
Trost, tenor; Gustavo Peña,
tenor; y Georg Zeppendfeld,
bajo) presentará un
programa dedicado a la
música masónica de Mozart
que incluye una primera
parte con varias piezas
breves y una segunda
integrada por una selección
de fragmentos de la ópera
La flauta mágica. Mañana,
el barítono Matthias Goerne,
acompañado por la
pianista Elisabeth Leonskaja
y con la colaboración
como narrador de Jordi
Dauder, interpretará el
ciclo de canciones de
Johannes Brahms La bella
Magelone. – Redacción
Vilhelm Hammershøi, Interior amb dona jove vista d’esquena, c.1903-1904 (fragment). Randers Kunstmuseum. (Dinamarca).
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