Guía práctica para dientes blancos

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Guía práctica para la farmacia
en salud bucal
Módulo 4
Guía práctica
para dientes blancos
Cuarta entrega del curso que brindará guías en las principales
problemáticas de la salud bucal. Acompañando esta entrega
(dosis 208, junio 2013), el cuestionario de evaluación.
Por Dr. Vicente Aránguiz F. *
Blanco.
Las personas consideran
que uno de los más preciados atributos
de los dientes es el color “blanco”. Esto tal
vez en referencia o recuerdo del hermoso
color de los dientes de leche o temporales de nuestra primera dentición o a la
sensación de dientes saludables y limpios que otorga el color blanco.
Es importante aclarar que el color es una
percepción sensorial y que esta influenciada por aspectos como: las fuentes de
luz o iluminación, la hora del día, las condiciones del entorno, la textura de la superficie y las características del observador.
Dicho esto, debemos puntualizar que los
dientes sanos no son blancos “técnicamente”. Presentan una base natural de color amarillo, color que está originado por
Sonrisa revelando la diversidad de colores de los dientes
presenta, por lo general, un color amarillo mas intenso o con mayor saturación
del color, porque allí hay mayor cantidad
de espesor dentinario. En la medida que
avanzamos hacia el tercio medio e incisal
del diente, este color base se va aclarando o cambiando de opacidad y translucidez, debido a que la cantidad de dentina
subyacente disminuye, llegando a veces
a sólo observarse un color casi transparente en el borde incisal o color gris. Esto
ocurre ya que allí casi no hay dentina y
sólo hay esmalte.
Luz. El esmalte dental es transparente o
Dientes de color “blanco” posterior a un tratamiento
de blanqueamiento profesional
el color de la dentina, que es el tejido que
se encuentra por debajo del esmalte dental. Este tejido es de color o tinte amarillo
con variaciones de intensidad o saturación dadas por los diferentes volúmenes
o espesores de la dentina en los dientes.
Por ejemplo, si dividimos la superficie de
un diente en tres tercios, el 1/3 inferior
o zona más cercana al cuello del diente
translucido. A través de éste se transmiten los diferentes niveles de intensidad
o saturación de la dentina, y su superficie refleja la luz incidente, generando la
percepción de los diferentes niveles de
luminosidad (claro-oscuro) o brillo del
color, que dependen de la textura de la
superficie del diente.
Esta precisión es clave. Los dientes no
tienen un solo color, sino que presentan
variaciones de color a lo largo de su superficie que, además, se ve influenciada
por otras situaciones o características,
como por ejemplo la textura de la super-
Dientes con alteraciones de color en la superficie producto de la acumulación de placa bacteriana
ficie del diente. Si ésta es rugosa, el diente tenderá a verse mas oscuro u opaco.
En este aspecto, la acumulación de placa
bacteriana o biofilm dental, junto con el
depósito de sarro, constituyen una de las
causas principales de alteraciones en la
percepción del color de los dientes, dado
a su facilidad de adquirir pigmentaciones
de naturaleza extrínseca.
Por otra parte, la presencia de manchas
o tinciones sobre la superficie del diente también generara una percepción de
color del diente más oscuro, porque estas manchas absorben luz y no permiten
un reflejo directo de ésta, condición que
hace que se disminuya el brillo o luminosidad de los dientes.
Esta última condición descrita, manchas
o tinciones en la superficie de los dientes,
constituyen la causa mas frecuente de cambio de color u oscurecimiento de los dientes,
especialmente en aquellas personas que
presentan hábitos como el tabaquismo.
Los fumadores presentan sobre sus dientes depósitos de color marrón y negro correspondientes a el alquitrán y la nicotina. La intensidad de las manchas está en
directa relación al número de cigarrillos
que consumen al día. Esto puede ocurrir
de manera similar en personas que consumen grandes cantidades de café, té,
bebidas cola y también salsa de soya.
Percepciones. Desde el punto de vista
de teoría del color, los dientes percibidos
como más blancos o más claros deberían
tener: un menor croma o tinte, mayor luminosidad y más brillo. Por lo tanto, la
pregunta sería ¿en qué podemos influir
para cambiar la percepción del color del
diente mediante cuidados en casa? La respuesta es una: sólo podemos influir en el
color de la superficie. Esto es aumentando el brillo o luminosidad de los dientes
mediante la aplicación de esta guía básica que considera que es el odontólogo el
que debe diagnosticar el origen o causas
de las alteraciones de color de los dientes,
ya que estas alteraciones no sólo pueden
corresponden a manchas extrínsecas, sino
también pueden implicar otro tipo de situaciones, como tinciones intrínsecas que
necesitan de otro tipo de tratamiento.
Los pasos básicos son los siguientes:
1. Cepillado diario, al menos, dos veces al
día. El cepillado de la noche es el más importante para eliminar o reducir la acumulación de placa bacteriana/ biofilm dental.
2. El cepillado debe durar al menos dos
minutos. Esto es el doble del promedio
que utiliza la mayoría de las personas,
que sólo se cepillan en tiempos menores
o iguales a 60 segundos.
3. El uso de una pasta dental especializada en remoción de manchas superficiales,
o blanqueadora, es de importancia en las
situaciones de personas con presencia de
los hábitos anteriormente descritos. Este
tipo de pasta dental tiene en su composición elementos que pulen suavemente
sin dañar la superficie del esmalte, eliminando o reduciendo por frotación las
manchas superficiales y aumentando el
brillo o luminosidad de los dientes. Estas
pastas dentales tienen en su formulación
agentes como los polifosfatos, pirofosfatos y diversos tipos de silica.
4. La limpieza interdentaria con hilo dental y
cepillos interdentales ayuda a reducir la acumulación de placa y sarro entre los dientes.
5. Uso de enjuague bucal con acción antisarro o antideposito, que permite prevenir
y reducir la nueva formación de sarro y prevenir o disminuir la posibilidad de adherencia o deposito de las manchas extrínsecas.
6. Reducir la ingesta y consumo diario de
café, té, salsa de soya y cigarrillos.
7. Controlar cada tres meses con su odontólogo para efectuar control de la mantención del tratamiento y evaluar la necesidad de realizar limpiezas o profilaxis
profesional, esto especialmente en casos
de personas fumadoras.
* Asuntos Científicos Colgate Cono Sur
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