Azucena Hernández Definitivamente, ante la avasallante diversidad

Anuncio
Revista destiempos - Año 7– Número 36 – Publicación bimestral
DIASPÓRICA: EL ORDEN NATURAL DE LAS COSAS
mente jala a una gran cantidad de latinoamericanos
migrantes. Es la ciudad que sirve como contrapunto
imaginario para los personajes en su travesía, aunque
algunos cuentos no se desarrollen ahí, todos estos son
cuentos urbanos.
Lo que también nos lleva a repensar los límites
de las fronteras. El estilo de Fernando Olszanslki es un
ejemplo de prosa netamente en español escrita en
territorio norteaméricano; una prosa cuidada y literaria
en la mayoría de los relatos. Dice Marc Auge que
“encerrarse en una cultura única es lo que produce
ceguera. El conocimiento de otra cultura tiene el mérito
de relativizar toda adhesión a una sola cultura” (18),
por eso, lo que los personajes de Olszanski muestran es
una desestabilización de ciertos estereotipos del “buen
migrante” latino en Estados Unidos.
Sucede entonces una relativización de una
cultura por otra: la migración produce un cambio en
los personajes, los acontecimentos los hacen verse a sí
como seres en quienes ha fraguado el cambio. Aunque
algunos cuentos de Olszanski parecieran tratar sobre
los temas de siempre cuando se habla de migración, lo
que los diferencia brillantemente es que algunas son
historias oscuras y por conflictivas, más humanas.
Tal es el caso, por ejemplo de uno de los cuentos
más lúcidos que abre la colección. Se llama “Mosqueteros”, en él, un personaje en tercera persona narra
la historia de Emilio y su travesía de muerte por el
desierto de Arizona. El relato surge como un intento
de conservar la memoria del otro. Sin embargo el
efecto sorpresa de este relato consiste en el tratamiento
Azucena Hernández
Universidad de California, Berkeley
Definitivamente, ante la avasallante diversidad de
percepciones, discursos desordenados, modos de ver
la vida, individualidades y la disfuncionalidad de
narrativas totalizadoras, es a veces preferible por salud
mental, asumir como credo que
existe un orden en el mundo, y
que este orden quizá pueda ser
asumido como un símil del
cambio. Como el río de
Heráclito que nunca será el mismo en su permutación continua.
Pertinente metáfora la del
río cuyo manido lastre geográfico le ha impuesto a la frontera
entre México y Estados Unidos
una línea geográfica y política,
pero también una línea difuminada que va fraguando percepciones nuevas con
sentimientos y deseos. Aunque en El orden natural de
las cosas (Linkgua/ Tres aguas: Barcelona-Miami,
2010), no hay ríos, la mayoría de los relatos de esta
colección del argentino Fernando Olszanski dan cuenta
de personajes de nacionalidades latinoamericanas que
migran hacia Estados Unidos.
En El orden natural de las cosas la ciudad de
Chicago es el anclaje urbano que directa o indirecta94
Revista destiempos - Año 7– Número 36 – Publicación bimestral
realista y brutal que el autor le da al conflicto humano
en una situación límite de supervivencia. El asesinato,
la compasión, el olvido de un testimonio y la lucha por
la vida son los temas de este cuento.
Marc Auge dice: “Llevar a cabo el elogio del
olvido no implica vilipendiar la memoria, y mucho
menos aún ignorar el recuerdo, sino reconocer el
trabajo del olvido en la primera y detectar su presencia
en el segundo.” A partir de esta cita, se puede afirmar
que esto sucede en “Mosqueteros”, y quizá en toda la
colección, en narrar la pequeña historia de esos
migrantes como un intento de contrarrestrar el olvido;
y veceversa, pues en el deseo de olvidar la mala
fortuna de la vida también se encuentra esa actitud de
comunicación recíproca ante la memoria, sus fallas y
omisiones que también cuentan. Así cuenta el
narrador:
relato donde el personaje recuerda a un excompañero
de cuarto, y el cómo se ayudó de otro para desaparecer
su cuerpo muerto y evitar el infortunio de las averiguaciones y la deportación.
Cabe señalar que los motivos de la huida son
variados. En el relato “La superposición de las Marías”
el personaje dice:
Por eso me fui de Buenos Aires, mientras
otros aquí son refugiados de alguna
guerra de por ahí, o buscan un futuro en
una economía diferente yo vine a
ocultarme, a encontrar en el espejo una
imagen diferente a la que encontraba en
mi ciudad. (94)
Algo importante que Olszanski hace es demostrar en sus cuentos cierta profundidad en el trato del
conflicto humano; los migrantes de El orden natural de
las cosas son seres a veces arrepentidos de sus
decisiones, marcados por el parteaguas existencial que
implica mudar. Son a veces historias de éxito como
“Dinero fácil” donde las fricciones entre individuos
migrantes de distitas edades y latitudes se suprimen
para lograr un final armónico; o como el cuento que da
título a la colección, cuyo tema es el incesto y las
solidaridades torcidas.
Para resumir, el estilo de Fernando Olszanski es
cuidado, siendo en la mayoría de los casos, literario,
con una adjetivación precisa que potencia los efectos
del contenido. Hay piezas atractivas de una prosa fina
y profunda de las cuales es posible deducir que la
“Emilio empezaba a pensar en su propia
muerte. Se vio a sí mismo tendido en la
aridez del desierto de Arizona, tal vez
como alimento de carroñeros. Sólo podía
pensar en su familia, que nunca se enteraría de lo sucedido; en su cadáver
descompuesto a la intemperie, devo-rado,
destruido, corrupto. (El orden natural 18)
En “El abrelatas y el sacacorchos”, lo chocante
es la perspectiva del migrante ya instalado legalmente
en los Estados Unidos, con esposa norteamericana, con
hijo, con casa, viviendo el supuesto sueño americano,
pero el acecho del recuerdo oscuro ahí está: es un
95
Revista destiempos - Año 7– Número 36 – Publicación bimestral
migración de la memoria ha acompañado al flujo
humano de los cuerpos para conformar historias
mixtas de desplazamientos y arraigos. En estos
itinerarios por la supervivencia material o emocional,
las palabras se convierten en testimonio parcial de los
procesos en que las personas y las comunidades
mudan de regiones geográficas y culturales para ser
marcados por el acontecimiento vital. Por lo tanto, El
orden natural de las cosas de Fernando Olszanski es un
ejemplo de esos momentos en que la vida nos da un
jirón de sí misma.
96
Descargar