CONSTRUYENDO UNIDAD POPULAR Las elecciones del pasado 24 de mayo dejaron encima de la mesa tres enseñanzas clave, en primer lugar, se vuelve a constatar la tendencia descendente del bipartidismo una vez se observa una nueva disminución de sus votos entre 2011 y 2015. Partido Popular y Partido Socialista han pasado, en sucesivas elecciones locales, de representar el 71% de los votos en 2007, el 65,3% en 2011 hasta el 52% de la última convocatoria. No obstante, este último porcentaje es similar al de hace un año y medio, cuando en las elecciones europeas ambas formaciones obtuvieron conjuntamente el 49% de los votos totales, lo cual reflejaría también cierta fortaleza o suelo electoral. En segundo lugar, estamos asistiendo a la plasmación política e institucional del fenómeno social que tomo cuerpo en la movilización social y sindical de las huelgas generales y que emergió con el movimiento 15M en 2011. La emergencia de candidaturas ciudadanas unitarias en las últimas elecciones municipales, operando con metodologías de democracia participativa y bajo espíritu republicano, hace pensar que se está configurando un nuevo paradigma político en torno al cual se está aglutinando la izquierda alternativa. Además, en varias ciudades importantes del Estado estas candidaturas unitarias han logrado alcanzar el Gobierno. Este proceso, sin embargo, ha sido siendo uniforme en todo el Estado. En tercer lugar, el voto político de las elecciones autonómicas ha sido significativo, por una parte ha castigado, y con la notable excepción de Asturias y Castilla León, a las candidaturas en las que IU ha concurrido en solitario y por otra ha demostrado las limitaciones de Podemos para ser por si solos alternativa la bipartidismo. En estas elecciones autonómicas, además, el bipartidismo ha salido fortalecido en tanto que en ningún caso se ha desplazado de los gobiernos a PP y PSOE. Con todo ello, probablemente el 24M ha marcado un punto de inflexión en la historia política de nuestro país. Especialmente, el éxito de las candidaturas de unidad popular habría dejado claro que la ciudadanía quiere la unidad, y que este tipo de procesos, basados en el protagonismo y la participación ciudadana no solo suman sino que consiguen multiplicar. En este sentido, el documento "Hacia la Unidad Popular" que aprobó por amplísima mayoría el pasado Consejo Federal empezaba con una cita que señalaba la necesidad de estar preparados para lo imposible, lo inesperado, para lo que pueda suceder, decíamos que este era el resumen del modo político de pensar la política, de manera que las preguntas del futuro no sean imposibles de descodificar para la izquierda, porque ese sería el momento en el que la izquierda se habría quedado vieja, cuando no fuera capaz de responder a las preguntas de la oportunidad política. 1 Señalábamos también que el País vive momentos de una emergencia social que no es coyuntural porque el capitalismo español, como en el resto del planeta está aprovechando la crisis para realizar profundas transformaciones que modificarían de consolidarse la estructura social, de este modo se trata de alterar la propia concepción del mundo para la mayoría de las personas, se trata de consolidar una salida neoliberal de la crisis consolidando un sistema de vida basado en principios neoliberales, individualistas, reaccionarios y patriarcales, de manera que el neoliberalismo económico sea asumido como una forma de vida. Por ello la crisis de la política forma parte de este intento de acabar con toda posibilidad de participación democrática, ya que la separación que existe actualmente entre representantes y representados debe resolverse desde un modelo de más participación en la vida política si no queremos que fuerces fascista y xenófobas sean las receptoras del descontento social. El neoliberalismo, como proyecto político y civilizatorio, está aprovechando la crisis económica para recomponer el mapa social, económico y político a nivel mundial. Esto es evidente en los países del sur de Europa, pues es aquí donde los planes de ajuste están significando de forma más clara la construcción de un nuevo orden institucional al servicio de las necesidades del capitalismo neoliberal. La fuerte reacción de las oligarquías financieras y políticas frente a la respuesta popular, sea ésta en forma de movilización social o mediante gobiernos elegidos democráticamente, es un ejemplo claro del sólido compromiso neoliberal con esta regresiva transformación. En conjunto, todas las conquistas sociales arrancadas al poder económico en las últimas décadas, resultado de las cuales actualmente existe lo que llamamos Estado Social, están ahora amenazadas por la política neoliberal. Simultáneamente, la crisis económica y la gestión neoliberal de la misma han provocado un momento de emergencia social en todos los pueblos del Estado español. El desempleo, la desigualdad y la miseria se extienden sin que las administraciones públicas concentren sus esfuerzos en evitarlo y revertirlo. En función de todo ello Izquierda Unida aprobó en su Consejo Político Federal del 14 de Junio, una estrategia política clara: formar parte de la construcción de una amplia Unidad Popular para la construcción de un proyecto de nuevo País, se trata ahora de como contribuimos a desarrollar esta estrategia en el horizonte de las próximas Elecciones Generales con la determinación de ganar esas elecciones y llevar a la Moncloa un Gobierno que represente a la mayoría social trabajadora. Entendemos que la construcción de una amplia Unidad Popular es el único camino para confrontar con la derecha y derrotar al bloque dominante en las próximas elecciones generales, ya que hoy es más evidente que nunca que la Unidad no solo suma, sino que multiplica. En este momento en el que se dan diversas e incluso dispares procesos es necesario tener algunas ideas básicas que ayuden en nuestro trabajo, en primer lugar un llamamiento a toda la militancia y organización de IU para que se integren y acompañen los procesos de Unidad que ya están en marcha y contribuir desde ahí a globalizar este trabajo unitario, hacerlo siempre buscando liderazgos y trabajo colectivo, conformando espacios de trabajo en el que se integren diferentes fuerzas políticas y sociales. 2 Debemos afrontar esta tarea aprendiendo de las enseñanzas obtenidas tras el 24M, creemos que es necesario reafirmar el papel funcional de las organizaciones políticas, es decir, ser herramientas al servicio de las demandas ciudadanas y actuar como medios y no como fines en sí mismos. Para ello es necesario poner todo nuestro capital político y recursos al servicio de un proyecto de nueva sociedad, la construcción de un nuevo modelo de Estado. Esas demandas hoy día toman la forma, el nombre y el aspecto de la Unidad Popular. Tanto electoral como no electoralmente. El trabajo hacia la convergencia, hacia la unidad popular, no es tarea burocrática o de consigna central; no es tarea exclusiva de IU Federal, sino de todas sus federaciones, de todas sus estructuras sectoriales, provinciales y locales. Las cuales de manera creativa deben poner en marcha multitud de iniciativas en sus ámbitos territoriales que vayan en la línea de los parámetros y objetivos señalados, sabiendo combinar la necesaria federalidad con el análisis concreto de la realidad concreta de cada territorio y circunstancia social y política. Debemos desplegar toda la capacidad que la organización ha demostrado generando trabajo y dinámica unitaria en las recientes elecciones municipales. El conjunto de IU se tiene que poner a trabajar en ello desde esta Presidencia Federal. Vamos al encuentro de esos espacios unitarios, con lo mejor de nuestra cultura política: donde lo colectivo prima sobre lo personal, los intereses ciudadanos son el norte, donde la participación y la apertura y el voto en pie de igualdad no nos asusta, donde en lo plural que enriquece, nos reconocemos a nosotros y reconocemos a otros, un proceso que debe ser por tanto, lo más participativo e incluyente de partidos, colectivos políticos, plataformas sociales, personas. Se trata, como decíamos de construir entre todas y todos un nuevo modelo de Sociedad, que recoja las demandas de la más amplia mayoría social, de manera, que sea posible concretar un acuerdo programático básico que impulse una propuesta para cambiar la política y concretar candidaturas unitarias con actitud y determinación de ganar el Gobierno del Estado frente al intento de un Pacto de Estado que certifique una segunda transición que permita abrir un nuevo ciclo político bajo el dominio del capital especulativo. Desde IU consideramos que los parámetros en los que debemos actuar en este complejo proceso son la necesidad de conformarlo desde la base, desde un protagonismo colectivo y un trabajo horizontal, que ponga en valor las iniciativas que se están desarrollando a todos los niveles. Al mismo tiempo debemos considerar la diversidad del Estado, valorando los procesos que se están dando en nacionalidades y regiones como una potencialidad, en la medida de que no puede haber procesos unilaterales, sino que debemos encontrar el punto de encuentro en torno a una propuesta constituyente. IU ve este proceso de construcción de Unida Popular como una tarea cooperativa, no uniformadora, desde un protagonismo colectivo y compartido, en este sentido es importante determina cual es nuestra tarea en este momento, por ello repetimos el llamamiento a todo el colectivo de IU para que acompañe y ayude en la configuración de espacios de unidad, no se trata de una tarea mecánica, ni mucho menos burocrática, no es una consigna a seguir de forma imperativa, al contrario debe ser una tarea asumida con ilusión y capacidad dialéctica para ir al encuentro de espacios unitarios existentes o 3 de saber contribuir con otras a configurar estos espacios donde no existan, hacerlo de una forma colectiva, desde el protagonismo de las ideas sobre los personalismos. Procesos participativos, en los que el mestizaje político nos enriquezca a todas y todos, un proceso incluyente de partidos, colectivos, plataformas, personas y toda la variedad en la que la mayoría social trabajadora puede verse hoy reflejada. La construcción de la Unidad Popular esta hoy marcando la agenda política, esta superándonos, se ha generado ilusión y visibilidad, poniendo en evidencia que ninguna fuerza política por si sola puede derrotar al bipartidismo monárquico desde una propuesta transformadora, ahora se trata de ser capaces de dar respuesta en lo que nos corresponde a esta demanda, por eso se trata de situarnos en el lugar correcto, ni somos los promotores, ni somos los que lo dirigimos desde lugares ocultos, ni tampoco el proceso de construcción de UP nos es ajeno, los manifiestos, llamamientos, declaraciones que han surgido estos días son saludados por IU en lo que vienen a contribuir a consolidar la idea de que es posible aquí y ahora configurar una alternativa ganadora al actual gobierno del PP y abrir una etapa de gobierno de la mayoría. En este proceso, al que nos sumamos desde la base, debemos aportar nuestro trabajo de elaboración programática, nuestra presencia en el movimiento obrero, y en el feminista, no hay Unidad Popular sin que se sume el Movimiento Obrero y el Feminista y nuestra implicación en el proceso imparable de reivindicación del derecho a decidir por parte de todos los pueblo que componemos el Estado español, también debemos aportar nuestra implicación en la movilización, desde la confrontación con el TTIP, desde nuestra presencia en las marchas por la dignidad, reafirmamos nuestro convencimiento de que no hay posibilidad de construir ningún espacio de Unidad Popular sin la implicación del mismo en la lucha social. En lo concreto en estos momentos debemos consolidar la idea, cada vez más extendida de que solo desde la unidad de todas la fuerzas que estamos por una salida social de la crisis, se pueden ganar la próximas elecciones generales, y evitar que el triunfo del bipartidismo permita un Pacto de Estado que consolide las políticas de austeridad y recortes, en este sentido, el desarrollo a nivel de comunidad y provincia de espacios unitarios son saludados por IU como instrumentos útiles que evidencia el empuje que tiene esta demanda unitaria. Desde muchos sitios se nos reclama tener una hoja de ruta concreta, desde esta Presidencia señalamos que no hay Planes A, B, o C, que IU solo un tiene el Plan y una hoja de ruta, consolidar en estas semanas, hasta el inicio del mes de septiembre, la necesidad de alcanzar la más amplia alianza social y electoral que permita afrontar las próximas elecciones generales desde una solo candidatura de Unidad Popular, con amplio apoyo social, y ciudadano, en este sentido, partiendo de nuestra experiencia, a continuación se aportan algunas claves prácticas sobre la actitud que debemos adoptar y el papel que debemos jugar: - Debemos asumir que somos un actor más en el proceso de construcción de Unidad Popular. - Debemos actuar cómo facilitadores del proceso, poniendo al servicio de la Unidad Popular a nuestros cuadros, nuestros militantes, nuestros recursos materiales y sobre todo nuestro programa político. 4 - Debemos ser facilitadores, lo cual implica que no debemos monopolizar, ni por activa ni por pasiva estos procesos. Es el programa político, de transformación social, lo que debe vertebrar las candidaturas de unidad popular. Y consideramos, muy especialmente, que la prioridad ha de ser la creación de empleo. El objetivo político es ser capaces de evitar la Restauración Borbónica que promueven las élites financieras y políticas del sistema, proponiendo en su lugar la puesta en marcha de un proceso constituyente de Ruptura Democrática. Una ruptura que sólo podrá darse si todas las fuerzas sociales y políticas del Estado que la buscamos somos capaces de cooperar para constituir una candidatura unitaria de cara a las elecciones generales de este año. Queremos aprender de la experiencia histórica de este tiempo que ha desterrado la melancolía, el oportunismo y el derrotismo. Un tiempo que ha demostrado que objetivos que parecían al inicio difíciles o imposibles, fueron posibles porque los hicieron suyos la gente, la ciudadanía, sus protagonistas fundamentales. Creemos que es posible, que ¡sí se puede! 5