EL 02D-07: ¿PACTO DE LA RECONCILIACIÓN? Agustín Blanco Muñoz Seguimos manteniendo el obligado deslinde con todo régimen que se exprese a través de un poder que emana del capital, máximo resultado de la fuerza y organización de una sociedad de y para la desigualdad, logrado a través de una profunda siembra de violencia, con sus inevitables consecuencias. En ellos hace presencia todo tipo de traficantes e incluso militan los llamados revolucionarios que no vacilan en confundirse con reformistas y populistas, para producir y reproducir las estructuras del aprovechamiento, que se basan en el control-manipulación de las mayorías. El descaro hace estación en todos los caminos. Mucho se ha hablado de la crisis-colapso del capitalismo. ¿Pero cómo negar que este sistema encontró en el llamado socialismo real una manera perversa de extender sus dominios? Y es en medio de este hilo de fracasos que se pretende levantar ahora el proyecto para lograr la reimposición del ‘régimen anticapitalista’. Cuba, ha sido la principal impulsora en este ex país del socialismo del petróleo bolivariano, revolucionario, conformado a partir de la compra de espacios y conciencias, y decidido, como diría Rómulo Betancourt, en ‘libérrimos comicios’. El 02D-07 ha sido visto por una buena parte de ‘las oposiciones’ como el inicio de la derrota definitiva de la propuesta socialista. Para ellos ‘el proceso’ está materialmente liquidado y sólo hace falta esperar el paso de cinco años para que vuelva el gobierno de los demócratas de quince (15) años atrás. Regresaríamos así a una especie de cuarta república reencauchada y actualizada. Y en verdad, aquí, más allá del proyecto militarista-socialista o socialismo petrolero del siglo XXI, sólo existe el desgastado y derrotado proyecto de la llamada cuarta república. Derrota contra derrota. Plena y total tragedia. Y es a estos dos monstruos que destrozan lo poco que hoy nos queda de Venezuela, a quienes nos seguimos enfrentando. Y como elemento demostrativo de esta destrucción, hemos denunciado el acuerdo-negociación del 02D-07. El fraude-trampa adquiere el mayor relieve porque esta vez se juntan las dos partes para acordar lo que puede convenirles para el futuro político. Los demócratas beneficiarios del voto, entienden necesario preservar la institucionalidad democrática y la electoral en particular. Y por ello, terminan firmando un pacto que obliga a todos a defender el voto como única ley del cambio político y social venezolano. Una reedición del Pacto de Coche. El colectivo venezolano no tiene el más mínimo conocimiento de los arreglos del 02D-07. ¿Por qué si ‘las oposiciones’ obtuvieron un triunfo por un margen apreciable lo negocian al conocido 1% irreversible? ¿Qué consiguieron a cambio? ¿Por qué se aceptó que el triunfo del No era irreversible faltando un 12% de las actas-votos por procesar? Estamos ante dos frentes del fraude y la destrucción. Y se trata simplemente de crear, darle forma y organización a lo que ya esas dos partes ven como el enemigo fundamental: la legión de abstencionistas que hizo formal graduación el 03D-06 y que ratificó su voluntad el 02D-07 de no plegarse a las prácticas del engaño y la manipulación electoral. En adelante, el régimen demostrará que fue el gran triunfador del fraude-trampa del 02D-07. En el momento fue derrotado “pírricamente”, pero en el mediano plazo esa derrota le permite presentarse como el más demócrata de los gobiernos, que cuenta con un CNE mundialmente aceptado como limpio y transparente. ¿Quién podrá dudar de los resultados que se proclamen en las elecciones para alcaldes y gobernadores o en las legislativas y presidenciales? Este régimen sale del 02D-07 con apreciables debilidades. Queda al descubierto la lucha a cuchillo planteada entre los grupos-posiciones que integran el PSUV, la inexistencia de un apoyo homogéneo e incondicional en las FAN, la poca efectividad de medios de comunicación controlados, la forma errática de proponer el llamado socialismo petrolero del siglo XXI, el deficiente control de unos tarifados que se negaron a votar por la reforma al captar que no había un criterio unitario en las líneas de mando y, en definitiva, la existencia de muchos frentes ‘internos’ contrarios a la reelección del jefe único. Pero este hueco-fracaso en que cae el régimen el 02D-07 tiene un gran y brillante salvador: ‘las oposiciones’ que ofrecen el Pacto de la Reconciliación, cuyo alcance aún no conocemos, pero que a la hora de escribir este artículo (01-01-08) parece comenzar a perfilarse en las declaraciones del GP en las que señala su disposición a retomar la Causa R de Alfredo Maneiro para proceder a revisar el ‘proceso revolucionario’ con fallas evidentes que serán rectificadas para dar un reimpulso el ‘proceso de cambios’ (UR, 01/01/08) Y para dar continuidad al talante democrático puesto de manifiesto el 02D-07 al reconocer su derrota, procede ahora a decretar una Ley de Amnistía, que a la vez ayude a dejar de lado la acusación de que preside un régimen con presos y perseguidos políticos. Dudamos que el GP cumpla con el ofrecimiento de “pasar la página” y dejar de lado su política de confrontación que le lleva a invocar permanentemente el odio, el desprecio-descalificación adversario ‘oligarca, pitiyanqui y traidor’. del Esto puede ser parte de su plan de recuperación: vender ahora la reforma socialista como la máxima expresión de la democracia, quitándole los artículos más conflictivos y crear un clima de pazreconciliación en el cual lo electoral sea universalmente aceptado y respetado. De esta manera se aprobará su ‘socialismo petrolero’ y mantendrá la hegemonía en todos los poderes públicos. La lucha es dura. Pero seguiremos cumpliendo con el compromiso de decir lo que pensamos sobre los negociantes de lado y lado que hoy gobiernan y dominan en Venezuela para que se profundice cada días más la condición de ex país. Y planteando, consecuentemente, la necesidad de construir el Bloque de la Anti destrucción o de la Esperanza de y para los venezolanos. En esta tarea tenemos que avanzar en el difícil año que ahora se inicia con una mega-crisis económica, social y política que traerá un sinnúmero de protestas que pueden llegar al nivel de explosiones de alto contenido violento. Una situación que el régimen, ahora en Pacto de Reconciliación, detendrá con la aplicación de los “instrumentos legales que le proporciona el Estado” para perseguir, vejar y aplastar a todo aquel que se atreva a enfrentar las realizaciones del Estado Democrático de Derecho. ¿Cuántos años más de Pactos del y para el engaño aguardarán a este colectivo? [email protected]