U Gaceta n i v e r s i t a r i a NOSOTROS 1 de septiembre de 2003 ❖ 13 Estudiantes Generación X, con ilusiones, pero sin rumbo Luis Fernando Figueroa Cabrera / Claudia Elizabeth Comparán Meza* En días pasados escuché con entusiasmo y admiración la opinión de un joven, que por el hecho de serlo estaba dispuesto a romper con lo establecido, a opinar distinto a los demás, a cambiar el rumbo de la historia y dejar una enseñanza. Conforme su opinión fluía, su juventud disminuía y el abismo de la indiferencia apareció. La vida que de sus palabras afloraba, fue desapareciendo, hasta convertirse en muerte y desolación. De pronto y como si hubiera recibido un golpe, mi cerebro se colapsó con el resonar de sus palabras. Con la fuerza de un rayo acudió a mi mente un recuerdo. Realidad y ficción se fundieron. Las películas gringas aparecieron y dominaron mi pensamiento. Matrix me mostró un futuro no lejano: el hombre convertido y avasallado por la tecnología, apático, en la entrega de su vida, inteligencia y talento a la miseria que inunda este mundo. De pronto otro fantasma apareció en mi mente. Las caricaturas la dominaban. Mi vista poco a poco divisó en la cercanía una máquina para elaborar réplicas de las personas. Todos eran “soldados” sin opinión ni dominio propio, sometidos sin oponer resistencia, sin corazón ni sentimientos. En menos tiempo del esperado, amenazó a mi mente otro fantasma: el de la clonación. Todos los elementos que constituyen mi cuerpo, vibraron. Entonces perdí por completo el horizonte de la fantasía y me establecí en la realidad. De nuevo escuché el comentario de los jóvenes, quienes siguieron por el rumbo de la indiferencia, el rechazo a su realidad y el no mejoramiento de la misma. El campo se preparaba para la partida de un joven más, por el incontrolable incremento de la migración hacia las ciudades y la exportación de sus campesinos hacia el país vecino del norte. Ahora la responsabilidad recaía en la mujer o un anciano. El objetivo de este joven era no volver al pueblo que lo vio nacer y crecer. Proseguí en mis elucubraciones mentales: los jóvenes de hoy responden al primer anuncio televisivo, quieren un rumbo para su vida, pero sin bases sólidas. Mezclan pasado, presente y futuro y configuran el licuado generacional de la generación X, que marcha sin rumbo ni dirección, con ilusiones, pero sin objetivos. Los nuevos jóvenes que encuban las escuelas, intentan mezclar distintos objetivos, aunque sean irreconciliables. Vino a mi mente el abismo entre ricos y pobres, el vacío de las instituciones (escolares, sociales, gubernamentales, familiares, etcétera), que enseñan a los jóvenes la banalidad, a lucrar y satisfacer sus bajos placeres, a destruir. En el pasado hablar de juventud era hablar de un solo grupo, una sola voz. Hoy nuestra realidad es distinta: nos debatimos entre críticas, rencores, traiciones, odios, sangre y bandas rivales. La nueva juventud se pone cualquier camisa, por antipatriótica que sea, se unta cualquier pomada para ascender a la popularidad, quiere subirse a la ruta de la globalización, pero deja de lado el nacionalismo; prefiere venderse a la partidocracia y rechaza la democracia; se ahoga en las trivialidades, la banalidad. Los jóvenes ya no quieren seguir los pasos de las grandes personalidades: Ernesto Guevara, Gandhi, Carlos Fuentes, Emiliano Zapata, etcétera, sino el de personas fútiles, cuyo objetivo es solo obtener lo necesario para subsistir. Me duele escuchar los comentarios sin sentido de los jóvenes que no indagan más allá de lo que les proporciona su familia o escuela. Los jóvenes debemos luchar para cambiar nuestra realidad, pensar, imaginar, trabajar y mantener una revolución dentro de nosotros.❖ * Estudiantes de escuela incorporada: Centro Universitario de Educación Superior Hermosa Provincia. La importancia del trabajo de campo en investigación social Esperanza Martínez Ortiz* L a pertinencia de comprobar empíricamente las hipótesis que orientan la investigación en cualquier campo del conocimiento, es enfatizada no solo por quienes tratan estos temas, sino que surge de una elemental necesidad de sustentar con datos y apreciaciones directas los planteamientos que buscan entender un problema de investigación. Como pasante de la maestría de ciencias sociales, con especialización en estudios ibéricos y latinoamericanos, que imparte la UdeG, me interesé en el campo de la investigación, para concluir mi tesis relacionada con el tema amplio de la integración de nuestros países. La visión inicial fue idealista, y por qué no, utópica, sobre las afinidades que pudiéramos tener todos los pueblos situados al sur del río Bravo, con su legado histórico común, su idioma mayoritariamente compartido, sus raíces culturales y todo aquello que en general nos identifica cuando se trata de definir a Latinoamérica. El primer acercamiento al tema de la integración me llevó a encontrar que este tópico es estudiado básicamente desde una perspectiva económica y mercantil. Se trataba de flujos, cifras y datos que miden la efectividad y pertinencia de determinado esquema. Después fui aclarando el panorama cuando precisé que son procesos inscritos en la dinámica de la globalización, que finalmente es un fenómeno con múltiples dimensiones, no homogéneo, complejo, que presenta un conjunto de interacciones con multiplicidad de espacios, miradas, que genera dificultades, pero que trae también oportunidades y nuevas opciones. Esto resulta evidente cuando se analiza un esquema específico de integración, lo cual me llevó recientemente, en búsqueda de obtener información de fuentes directas, a viajar a Colombia, uno de los países que integran el Grupo de los tres, del cual forman parte también México y Venezuela, grupo que es objeto de mi tesis. En principio este acuerdo de integración es analizado como uno de los menos eficaces, y con poco éxito dentro del mapa del regionalismo en Latinoamérica, al punto que resulta poco atractivo como objeto de análisis. Sin embargo, encontré que esta experiencia de la integración subregional latinoamericana tiene algunas características que la hacen sui generis, y en esa medida valiosa para valorar las enseñanzas que de ella se desprenden y más cuando se está definiendo el ALCA. Mis hallazgos fueron igualmente variados, dependiendo de la perspectiva analizada. Este grupo ha tenido resultados sorprendentes en el aspecto comercial y económico, a pesar de las diferentes crisis que han sufrido sus integrantes. También ha obtenido éxitos en la concertación política al tratar temas que les son comunes, y sigue realizando actividades en algunos sectores, como la cultura y la energía, en los que muestra un especial dinamismo. Fue una oportunidad de consultar documentos y bibliografía, a la cual no había tenido acceso ni conocimiento, no obstante las indudables cualidades de internet. Y lo más importante, haber podido realizar, entre otras cuestiones, entrevistas con quienes integraron, por ese país, un comité encargado de evaluar ese esquema específico de integración. La experiencia y los resultados obtenidos fueron valiosos, ya que todos los entrevistados son personas expertas, actualizadas y fuentes privilegiadas de información sobre aspectos que difícilmente se encuentran en los libros y artículos publicados hasta la fecha, y que en esa medida aportaron a la investigación datos, detalles que me permitirán con toda seguridad presentar un trabajo que no solo incluya una información y una mirada novedosa y original, sino que facilitarán el análisis que pretendo hacer. * Abogada, pasante de la maestría en ciencias sociales con especialidad en estudios ibéricos y latinoamericanos, Deila, UdeG. ❖