Reclamos de vecinos de diversos barrios en Seguridad

Reclamos de vecinos de diversos barrios en Seguridad
Fecha: 11/04/2016
La comisión escuchó pedidos de residentes en Cristalería, Sorrento y Echesortu, por los
diversos delitos que se suceden en los mismos
La reunión la presidió el titular de la comisión, Diego Giuliano, de Rosario Federal, y asistieron Lorena
Giménez Belegni, del Partido del Progreso Social (PPS); Osvaldo Miatello, de Compromiso con
Rosario; Sebastián Chale, de Radicales Progresistas; Pedro Salinas, de Ciudad Futura; Gabriel
Chumpitaz, de Unión PRO Federal y Eduardo Toniolli, del Partido Justicialista (PJ).
Cristalería
Recibieron en el primer tramo del encuentro a integrantes de la vecinal del barrio Cristalería, quienes
solicitaron mayor cantidad de patrulleros, dado que “sigue habiendo robos, arrebatos, robos de carteras,
celulares” e insistió que debería haber “patrulleros que den vuelta por el barrio con más continuidad”.
Solicitaron los integrantes de la vecinal que “la subcomisaría se eleve a comisaría, para que tenga más
patrulleros y más efectivos” y marcaron el crecimiento del barrio con la incorporación de Zona Cero,
donde viven 1.500 familias.
Por su parte otro de los vecinos recordó que hace unos meses “estaban Gendarmería y Prefectura,
pero ya no están más” y hasta mencionaron que desde la entidad le habían facilitado la sede para que
pudieran “comer”.
Consignaron que “el 80 por ciento de los delitos no se denuncian” y también reclamaron por la
realización de las obras prometidas en la subcomisaría, que “se llueve”.
Por su parte el edil Chumpitaz recordó que se había solicitado un enlace para la Zona Cero, ante la
insistencia de los vecinos respecto que al lugar “no entran colectivos ni taxis”.
En tanto el edil Giuliano indicó que “Cristalería es tierra de nadie. No hay respuesta ni posibilidad de
reacción con un sólo movil para 27 kilómetros cuadrados de patrullaje y 45.000 habitantes”. Acotó que
“lo único que hizo el gobierno de Santa Fe fue colocar un cartel con la leyenda 'Santa Fe avanza', pero
no avanzan las obras en la comisaría no todo lo prometido sobre seguridad en la zona”. Asimismo
insistió en la “falta de respuesta del estado”.
Sorrento
Posteriormente concurrieron habitantes del barrio que ello denomina Wiphala Qom, en la zona de
Sorrento, donde fueron ejecutadas las nuevas viviendas de quienes habitaban en el barrio Toba de
Travesía y debieron dejarlas para la apertura de calles.
El concejal Toniolli explicó que “deben caminar 7 cuadras por un sendero de tierra, con basurales”,
dado que siguen concurriendo a la escuela, el centro de salud y el Centro de Prevención de Adicciones,
que están en el viejo barrio” y acotó que “la calle es un desfiladero”, por lo que al igual que los vecinos
que concurrieron reclamó la apertura de una calle.
Las vecinas mencionaron que roban a los niños y jóvenes cuando van a la escuela y que se produjeron
intentos de violación. Asimismo precisaron “algunos 'choros' se esconden en unos silos abandonados,
en instalaciones que eran ferroviarias”.
Recordaron que tras un reclamo que efectuaron se colocó una garita policial, pero “sólo hubo policías
15 días”. Asimismo pidieron mejoras en la iluminación y “al menos el ripiado” de la calle.
Echesortu
También asistieron residentes en la calle Castellanos al 1500 y al 1600, en barrio Echesortu, quienes
expresaron su reclamo ante la sucesión de robos, cometidos “todos por gente que va en moto, a veces
son dos motos, con dos personas en cada una, para robar un celular”.
Dijeron las vecinas que “los arrebatos se dan a toda hora”, para mencionar que “desde las 22 hay una
especie de toque de queda, nadie sale a la calle”.
La concejala Giménez Belegni, planteó la situación que se genera, “después de las 22, cuando cesa la
actividad en el Club Echesortu, en la plaza Buratovich”, en la que “no hay ningún tipo de control”.
Los residentes en el área también aludieron a las casas que “son barreteadas” para poder robar.
Sostuvieron que no se aprecia patrullaje por parte de la Policía Comunitaria y que “no estamos
acostumbrados a vivir así”, dado que era un barrio “relativamente tranquilo”. Aseveraron que “hoy la
gente está muy enojada”.