Pleonexia política - Corporación Viva la Ciudadanía

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Pleonexia política
Mauricio Castaño H.
Historiador – http://colombiakritica.blogspot.com/
Por ser la política cada vez cosa de mercado, del marketing, de los intereses
particulares, cada vez se aleja más de su significado que le dio origen en su
antigüedad griega, ocuparse del bienestar público, del bienestar común. Hoy
las personas que van a la arena política hacen parte de la defensa del mundo
del negocio, del mundo empresarial, del enriquecimiento a como dé lugar, y si
aparecen con otras caretas fungiendo liderazgo de pueblo, sólo son
maniqueísmos que ocultan a un depredador inescrupuloso, que como hienas
salvajes van hambreadas a disputar carroñas, a usurpar la mejor tajada del
tesoro público.
Las altas inversiones que hacen en el deformado sistema democrático para
lograr un escaño no son gratuitas, sólo son migajas que luego recuperan en las
ejecuciones de los dineros públicos. Los cálculos en pesos colombianos
superan en más de diez veces a los permitidos por la ley. Se calcula que una
curul al Congreso puede costar entre 2.000 y 5.000 millones de pesos,
mientras que el dinero permitido para un candidato es de solo 301 millones.
¿Quiénes se permiten hacer el negocio de la política? Los audaces, los artistas
del engaño, los seres inescrupulosos que en la compraventa de los votos
posan de mansos corderos, lucen la mejor sonrisa pero que una vez electos
son fieras devoradoras, temibles para las masas que ingenuas buscan
cercanías. Ejemplos hay por doquier: el embaucador partido del movimiento
cristiano MIRA, recién se le destapó sus grandes negocios con la mafia criminal
en más de 14 países bajo la fachada espiritual religiosa, se les acusa de lavar
activos y de tener vínculos con la temible banda de ultraderecha de los
Urabeños. O en el inmediato pasado la mayoría del gabinete del alcalde
Samuel Moreno con sus compinches ladrones empresariales de la familia Nule.
Estamos hablando entonces de los que se dejan pillar o de los que les falló el
negocio o de los que tropezaron con otros más depredadores. ¿En quién
confiar?
Hombres de buena voluntad, si topas con cualquier protuberancia de Poder, no
dudéis, arrojarla a la papelera. La concentración de poder alimenta lo peor de
la condición humana. En vez de pedir un voto para acumular poder, hacer lo
contrario, cederlo, desconcentrarlo, permitir que cada comunidad sea
autogestionaria. Desconfiad entonces de esos ídolos que prometen y prometen
salvación. La concentración de Poder embriaga, corrompe. Acaso no has
experimentado que buscas y buscas al político elegido y nunca te concede la
cita; se esconde con pendejas excusas de las supuestas miles ocupaciones,
pero él está allá en su escondite con putas bebiendo whisky o con sus
secuaces fraguando sucios negocios de lucro personal, en negociazos con los
recursos públicos.
Mientras los sistemas sean complejizados, más difíciles son de controlar. Los
burócratas emiten circular tras circular para enredar, para crear confusión. En
río revuelto todo mundo pesca. Divide y reinarás. Ejemplos son los inservibles
sistemas de Salud, Pensiones, sólo sirven para engordar a sus dueños
empresarios. O de las pésimas obras de infraestructura, los contratistas se han
apropiado de los dineros. Todos quieren cobrarse favores, todos quieren
riqueza fácil y rápida. Viene a bien la descentralización, hacer sistemas
simples, menos complejos, en comunidades pequeñas los controles son
posibles. Más que dejarse seducir por falsas sonrisas que quieren conquistar
un voto con la excesiva publicidad por lo demás contaminante. Es mejor abrir
caminos de autogestión al estilo de algunas comunidades indígenas, que
frenan esos deseos ilimitados de tener y tener, la Pleonexia le llamaron los
griegos.
Pese a estos aires decepcionantes, existen algunas pocas motivaciones que
devuelven algo de esperanza. El actual presidente candidato colombiano habla
de la paz como finalidad de la seguridad o de los aspirantes a las legislaturas
que han dado muestra de su lucha frontal contra las fuerzas oscuras que
persisten en la guerra, en afianzar sus grupos de ultraderecha, en apropiarse
por la violencia de las tierras de los campesinos para abrir sus corredores
estratégicos para los tráficos ilícitos.
Edición N° 00385 – Semana del 31 de Enero al 6 de Febrero– 2014
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