b) Libreta de campo.

DE H I S T O R I A
NATURAL
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mucho por el roce, se mojan, se arrugan y las observaciones se van borrando hasta hacerse ilegibles. Muchas veces se hacen correcciones en el
campo sobre la misma hoja, que todavía se recuerdan por la noche, pero
que sería imposible interpretar algunas semanas después al regreso. A d e más, es preciso prever la posibilidad de la pérdida de la hoja entelada, por
extravío, por caér al agua, etc. Llevando un duplicado, en la forma que
recomendamos, se puede, a lo más, perder el trabajo de un día, pero 110 de
toda una campaña. P o r esta razón usamos también blocks o cuadernos de
hojas sueltas, retirando cada noche al equipaje las observaciones obtenidas durante el día y saliendo siempre al campo con el cuaderno en
blanco.
b)
Libreta de campo.
A nuestro juicio, los datos de la libreta de campo deben estar expresados y representados en tal forma que puedan ser interpretados
exactamente y en todo su alcance, no solamente por el autor, sino por
cualquier otro geólogo. E s t o no v a en contra de que la libreta de campo
sea r e f l e j o exacto de la personalidad geológica de su autor, lo que debe
estar por encima de todas las demás ventajas.
L a s explicaciones deben ser claras y forzosamente breves.
E l conjunto de observaciones en una misma localidad constituye una
estación. L a s estaciones se numeran correlativamente, y se empieza una
numeración distinta para cada hoja. Si varios geólogos trabajan en una
misma hoja, pueden empezar la numeración con varios cientos de diferencia con sus compañeros. A s í , uno de nosotros empieza invariablemente por la estación 1 , otro por la 400, el tercero por la 700. Generalmente1.000 estaciones bastan para cubrir con bastante detalle una hoja.
E n el mapa entelado se señalan las estaciones por un punto, escribiendo al lado el número de orden que les corresponde. S u posición sef i j a por la configuración topográfica, comparando la del terreno con la
representada en las curvas de nivel, así como para la posición con respecto a cumbres, casas, ríos y cualquier punto de referencia notable. Caso
de faltar éstos, ser la posición dudosa o requerirse gran precisión se
debe recurrir a la orientación por rumbos obtenidos por medio de la
brújula.
L a obtención de TRES medidas a referencias f i j a s seguras es el mejor
método de f i j a r un punto con poco error, lo que no suele conseguirse
observando únicamente dos puntos.
Marcamos siempre en el mapa, sobre el terreno, los contornos y contactos de terrenos que son claramente visibles, especialmente desde puntos elevados, y cuidando de rectificarlos y observarlos a menudo. Pero
es indispensable marcarlos, además, con exactitud en varios puntos, cortándolos repetidamente en los itinerarios. N o se olvide la importancia
absoluta que tiene el estudio cuidadoso y detallado de los contactos.
Cada estación consiste, en la libreta de campo, en una serie de anotaciones en que se resumen las características de la disposición y constitu-