Predicación Marcos salmo 11

La fe viene de Dios (Salmo 11)
Por Marcos Oter
Hoy vamos a estudiar el Salmo 11.
Introducción:
Los 150 salmos que tenemos en la Biblia están divididos en diferentes tipos para
identificarlos mejor. Hay 13 tipos de salmos. No los vamos a nombrar todos pero, por
ejemplo, están los salmos de “aleluyas o alabanzas”, “salmos de oración y súplica”, etc.
El salmo 11 pertenece al tipo de salmo de “confianza o devoción individual”. Osea, este
Salmo expresa:
1-La confianza del individuo en la integridad de Dios y la ayuda de su presencia.
2-También la devoción (vivir a Dios, caminar con EL, querer agradarle) de su corazón.
-Charles Spurgeon llamó a este Salmo: “Un Cántico del Amigo Firme y Fiel.”
-Este Salmo nos habla de la importancia de confiar en Dios por encima de todo y
sean cuales fueren las circunstancias que nos rodean, incluyendo nuestras dudas, miedos
o falta de entendimiento de las cosas.
-El confiar en Dios en cualquier circunstancia nos traerá gozo:
-Salmo 34:8: “Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en EL”.
Entonces vamos a desarrollar 3 puntos que nos deja este Salmo en cuanto a la fe en
Dios:
1) Solo la fe que viene de Dios es verdadera fe
2) Cuan difícil es confiar en momentos de adversidad.
3) Nuestra fe puede ser afirmada en cada aspecto de nuestra vida y eso produce la paz
que Jesus dijo que nos había de dar: Juan 14:27.
Desarrollo:
1) Solo la fe que viene de Dios produce verdadera confianza en Dios
Primero vamos a leer el Salmo 11:1. El primer renglón o primera frase:
- “En Jehová he confiado”
David, autor de este salmo lo comienza con una gran afirmación de confianza en Dios.
No es la única vez que David escribe sobre su confianza en Dios. Esta y otras
afirmaciones están llenas de fe dada por Dios:
Verdadera confianza:
Salmo 7:1: “Jehová Dios mío, en ti he confiado”
Salmo 54:4: “He aquí, Dios es el que me ayuda”
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-Sabemos que su fe viene de Dios porque está aferrado a su misericordia para tener esta
fuerte confianza en Dios:
-Salmo 57:1: “Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma. Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos”.
Dios es quien se ha mostrado como Dios que socorre a los que esperan en Él y en por
eso David confía:
-Salmo 32:10; 37:40
La verdadera confianza del cristiano también está basada en la bondad de Dios:
Salmo 119:39: “Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios”.
Confía en la misericordia, salvación y bondad de Dios por que está escrito en su palabra:
Salmo 119:41,42: “Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho.
Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado”.
-Es una fe verdadera, tiene como base la misericordia, bondad y la Palabra de Dios.
-Pero a veces en momentos de dificultad, nos cuesta tener esa firme confianza en Dios.
La Biblia muestra que hermanos nuestros parecían tener la misma confianza que viene de
Dios que el salmista, pero en momentos de dificultad, ya no lo tenían tan claro:
Falsa confianza en Dios:
-Mateo 14:22-33- Parece que Pedro quiere tener una firme confianza y hasta se echa a
andar pero...¿en qué estaba basada en ese momento su confianza?
Parece que imaginaba que creía.... pero luego...
-También Dios ha querido que quede reflejado en su Palabra la profesión de fidelidad a
Jesús de Pedro, con palabras realmente muy fuertes y dignas de ser palabras ejemplo
para nosotros para llevarlas a cabo.
-Lucas 22:31-34
Pero mas adelante:
-Lucas 22:54-62 Pedro niega a Jesus
-Cuando Pedro decía te seguiré hasta la muerte, era una profesión sin la fe de Dios,
tampoco tenía como base la potencia de Dios, su poder....estaba basado en sus propias
fuerzas.
-¿Cuantas veces nos ha pasado (por lo menos a mí me ha pasado), que le hacemos una
promesa a Dios: “Señor, te aseguro que a partir de ahora nunca jamás voy a mentir...y
esa es la primera mentira porque después de nuevo mentimos”.
“Señor voy a orar todos los días 2 horas, y el primer día no pasamos de los 15 minutos”.
2) Cuan difícil es confiar en momentos de adversidad.
Salmo 11:1-3:
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David nos dice la razón por la que presenta su confianza en Dios, alguien le dice que
huya y él responde con una pregunta con mucha fe: “¿por qué he de huir?”.
El hecho de huir en si, no es malo.
Muchos hombres de Dios inspirados por él, huyeron de tiranías y crueldades:
Huye David muchas veces por los rencores de Saul: 1Samuel 22:1; 22:5.
Huye Jacob de su hermano que maquinaba su muerte cuando es bendecido en su lugar.
Huye Moises de las amenazas de Faraón.
Huye Elias de la malísima Jezabel.
Huye Pablo descolgado por un muro en un cesto de los judíos de Damasco: Hechos
9:23-25
Y huye el mismo Jesus también en algunas ocasiones: Jn 10:39; 8:59
Un escritor dijo al respecto:
“No fue miedo el huir de Cristo, sino grande misterio. No fue fragilidad humana sino virtud
divina”.
El Señor mismo huyó porque no había llegado su hora de ser arrestado. Mientras huía
estaba cumpliendo la voluntad de Dios
-El problema es si huimos abandonando aquello que Dios nos ha mandado a hacer, como
por ejemplo Jonas que es enviado por Dios a predicar a Nínive, pero se va a Tarsis (Jonás
1:2)
-O si huimos por miedo a los hombres (en el trabajo no puedo porque mis jefes tal cosa..)
o por que nos vemos incapaces como Moisés en su vejez se veía incapaz de libertar a su
pueblo, o como Gedeón se veía incapaz porque era un hombre de humilde condición y su
ejercito era de 300 hombres, o por que nos frenan nuestros propios pecados...
La falta de fe verdadera, fe que viene de Dios, nos va a traer problemas en momentos
difíciles:
-David al escribir este salmo estaba atravesando momentos difíciles, algunos creen que
este salmo es uno más de persecución de Saul a David.
-Pero este Salmo es aplicable a cualquiera de las situaciones adversas en que nos
encontramos a causa del enemigo, sean personas, tentaciones, pruebas, etc.
En momentos así es cuando nos entran dudas, preguntas, le preguntamos a Dios por qué
tenemos que pasar tales cosas. Cuando todo va bien nuestra supuesta fe puede ser
como la de Pedro, ¡te seguiré hasta la muerte!. Pero, ¿en la adversidad, confiamos en
Dios?
Richard Gilpin: “En las tentaciones de tribulación y terror no es conveniente discutir la
cosa con Satanás”.
-Charles Spurgeon: “¡Con qué astucia Satanás procura nuestra ruina por medio de la
desconfianza! Echará mano de nuestros amigos más queridos para convencernos de que
no tengamos confianza, y usará una lógica tan plausible que, a menos que afirmemos de
modo definitivo nuestra confianza inmutable en Jehová, conseguirá que como un pájaro
tímido huyamos a las montañas siempre que se presente peligro”.
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Y es que aun los amigos pueden ser usados por Satanás y para sacar nuestra mirada de
la voluntad de Dios: Mateo 16:21-23
En el Salmo 11:3 parece que hay algo de duda o temor en esas palabras de David.
John MacArthur dice sobre este versículo: “Estas son las palabras de un cristiano
comprometido pero confundido”.
- Ahí vemos como el diablo trata de hacernos dudar de Dios para que abandonemos lo
que EL nos ha mandado a hacer y usa enemigos, amigos, lo que sea:
-Salmo 11:4-7
David hace más fuerte su confianza y obtiene consuelo.
Si David se hubiese quedado escondido y con miedo, diciendo “no Señor ¿por qué me
pasa esto?”. No, él confió en su voluntad porque tenía una base de fe en su Dios, le
conocía y creía en EL y en el plan que tiene para con los impíos (Salmo 11:6) y el que
tiene para con sus hijos (Sal 11:7).
Nosotros podemos también echar nuestras cargas en Dios y esperar en su misericordia:
1P 5:7-11: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de
vosotros”.
Conclusión:
-Podemos tener paz en Dios aferrándonos a su Palabra
Salmo 34:19: “Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová”.
Aferrados a EL podremos decir en cualquier circunstancia como Isaías:
“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi
canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí” (Isaías 12:2).
Necesitamos la fe que viene de EL cada día y clamar a EL por fe.
En total contraste con los días inseguros y la incertidumbre de la vida, el corazón que
confía firmemente en el Señor tendrá, después de ser probado, paz en su presencia.
No necesitamos confiar en nuestras fuerzas, el Padre prometió que enviaría al
Consolador y Jesús prometió que nos daría paz:
Jn 14:27
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