terapia y entrenamiento de la voz mediante una adecuada

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TERAPIA Y ENTRENAMIENTO DE LA VOZ
MEDIANTE UNA ADECUADA UTILIZACIÓN
DE LOS MÚSCULOS
Por Walter Schumacher
Dedicado al Prof. J. Perelló
muchos años de trabajo en conjunto
con laringólogos en terapias de la voz y
como especialista de la voz en oradores
y cantantes, siempre he enfocado el trabajo de la terapia y el entrenamiento mediante una utilización
adecuada de los músculos del aparato vocal. Este enfoque fue desarrollado por Miriam E. Elkus, en San
Francisco, junto a otros importantes laringólogos.
Este enfoque de la terapia y el entrenamiento mediante la utilización adecuada del aparato vocal en el
habla o en el canto trata fundamentalmente de siete
conjuntos de músculos, a saber, los de las mejillas, la
nariz, los labios, la mandíbula inferior, la lengua, el
velo del paladar y la cintura. El uso de cada uno de
estos conjuntos de músculos tiene un efecto determinado en el sonido de la voz.
La incorrecta utilización de cualquiera de estos
conjuntos de músculos al hablar o al cantar pueden
provocar una tensión en los músculos de la laringe y
de las cuerdas vocales. Esta tensión puede producir
ronquera, malestar, cansancio y pobreza en el timbre
de la voz, todo lo cual puede ir acompañado en el
individuo con nódulos vocales, puede producir úlceras, engrosamiento de las cuerdas vocales, y otros inconvenientes en la laringe y las cuerdas vocales, todo
lo cual puede ser constatado por el médico.
Cuando son utilizados correctamente, los músculos
de la laringe y las cuerdas vocales pueden funcionar
libremente; la calidad de la voz producida será, en
D
URANTE
consecuencia, normal. Mediante una utilización adecuada y constante de estos músculos, el habla o el
canto de cada individuo alcanza la mejor calidad que
puede producir ese aparato vocal en particular.
El primer grupo de músculos que el orador o cantante debería conocer son los que se sitúan en la parte
superior del rostro, los músculos de las mejillas. La
razón por la cual tratamos primero de estos músculos
es que si no los utilizamos correctamente, los sonidos
no podrán ser producidos como corresponde, y tampoco se podrán usar con propiedad los músculos de
los labios, la lengua y el velo del paladar.
* * *
Los músculos de las mejillas cubren parte de la estructura ósea y de las cavidades de la parte superior
del rostro, que son importantes elementos de resonancia del aparato vocal. Cuando se encuentran hundidos o deprimidos, actúan como silenciador de la
voz. El aire que vibra y que constituye la voz no puede flotar hacia la parte superior de los resonadores tal
como debiera, y la voz que resulta es una voz muerta,
apagada y aburrida.
Estos músculos deberían permanecer elevados en
todo momento, como en una sonrisa amable. Esta
elevación de los músculos de las mejillas permite que
las vibraciones de la respiración floten hasta llegar a
los resonadores y dar vida y resonancia a la voz.
Correspondencia: M. Schumacher Walter C., 895 Sutter Street 302. 94109 San Francisco CA, U.S.A.
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Los músculos de la nariz deben estar relajados y
libres.
Cuando están tensos y contraídos no permiten elevar los músculos de las mejillas, cierran los conductos
nasales y pueden producir un timbre nasal en la voz.
Cuando están libres y relajados acompañan fácilmente a los músculos de la nariz y permiten que los
conductos nasales permanezcan abiertos y que el aire
o la respiración fluyan libre y fácilmente.
Los músculos de los labios deben ser suaves y flexibles.
Si se les mantiene fuertemente apretados contra los
dientes, como suele hacerlo la gente que quiere ocultar una dentadura manchada e irregular, o para sostener una prótesis, no pueden elevarse los músculos
de las mejillas y no se pueden producir correctamente los sonidos consonantes en que intervienen los labios.
Cuando son suaves y flexibles, pueden acompañar
libremente a los músculos de las mejillas y pueden
utilizarse con propiedad para la emisión de los sonidos consonantes que les son propios.
Los músculos que mueven la mandíbula inferior y
los que se encuentran frente a los oídos, deben estar
siempre relajados y libres.
Si están tensos o contraídos, la mandíbula inferior
no puede moverse con la facilidad que se exige al hablar o cantar.
Cuando están relajados y libres, la mandíbula puede moverse hacia arriba o hacia abajo libre y fácilmente, con el fin de obtener los diferentes sonidos
vocálicos y consonánticos en los que interviene.
Los músculos de la lengua deben sentirse relajados
siempre que ésta deba moverse.
Si están tensos o contraídos, no pueden moverse
tan libremente como se desea. Nunca se debe pedir a
la lengua que haga nada. Cuando todos los otros
músculos del aparato vocal están siendo utilizados
correctamente, debería poder funcionar sin impedimentos para hablar o cantar.
Debe siempre descansar suavemente en la boca,
como si fuera a deslizarse por encima de los dientes
inferiores. Entonces podrá moverse libremente cuando se trate de producir los diferentes sonidos vocálicos y consonánticos.
Los músculos del velo del paladar deben estar en
condiciones de acompañar automáticamente el movimiento de elevación de las mejillas.
Cuando están hundidos, ocupan un espacio indebido dentro de la cavidad bucal.
Cuando se les ha ejercitado debidamente y pueden
elevarse acompañando la elevación de los músculos
de las mejillas, junto a los músculos correspondientes de la mandíbula inferior y de la lengua, ayudan a
formar el espacio interior necesario para producir
una voz plena, como cuando se grita por encima de
un ruido intenso, en un campo de juego o en un gran
espacio vacío, en un auditorio, en un teatro, o cuando se trata de cantar.
Los músculos de la cintura deben estar siempre
suavemente retraídos al hablar o al cantar.
Cuando están hundidos o deprimidos el cuerpo se
encuentra desplazado de su eje y en una postura inadecuada.
Cuando están ligeramente retraídos, el cuerpo entero, que constituye todo el aparato vocal, se encuentra
en la alineación y posturas correctas.
* * *
El elemento de soporte del aparato vocal va desde
la cintura hasta los pies cuando se está de pie, y, en
posición sentada, desde la cintura hasta el objeto que
sirve de asiento. La parte superior del cuerpo, el pecho, los hombros y el cuello deben estar libres y relajados como los de una muñeca de trapo. La cabeza
debe sentirse como si pudiese desprenderse y caer al
suelo.
Cuando el cuerpo entero ha alcanzado la alineación o postura adecuada, y todos sus músculos están
siendo correctamente utilizados al hablar o al cantar,
el aire o la respiración pueden circular libremente ha51
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ORIGINALES
cia fuera o hacia dentro. Lo único que el orador o
cantante debe hacer al principio, en lo que se refiere
a la respiración, es respirar tan frecuentemente como
sea necesario. Con la utilización constante de todos
los músculos del aparato vocal, será posible pronunciar o cantar frases más largas con un solo aliento.
Se debe enseñar al orador o cantante a ejercitar
correctamente cada uno de estos grupos de músculos
para poder mantenerlos en buenas condiciones físicas
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y usarlos correctamente para hablar o cantar. De esta
manera, el paciente o el alumno aprenderá a vencer
cualquier dificultad vocal que pueda persistir y a evitar que cualquier dificultad aparezca en el futuro.
Mediante la utilización constante de estos músculos, el orador o cantante podrá poseer la voz que
mejor se adecue a su aparato vocal.
Recibido: enero de 1986.
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