casas, arrostrando los inconvenientes de los infanticidios, estamos en la obligación, los que profesamos la doctrina cristiana, de sostener esta fundación, la que fue erigida en el siglo X por Santo Tomás de Villanueva, y en el X V I I por San Vicente Paul con un fin muy moral y esencialmente caritativo. Que veamos si son remediables esas cifras antes de imitar á Mayence, Genova, Londres y algunos pueblos protestantes que suprimieron sus inclusas ó cerraron tornos; y discurriendo Mámente, no con el sentimiento, sino con el raciocinio, no con el corazón, sino con la cabez-a, se corte la égida á esa hidra devastadora, individualizando lo que sea posible. Fuera conveniente, respecto á las primeras medidas, el convocar un Congreso europeo, al que concurrieran las notabilidades médicas, administrativas y del alto Clero, y en su seno se resolviera lo mas acertado, con aprobación de los Gobiernos respectivos. Una vez establecidos algunos principios que mitigaran el mal, ó que disminuyeran algo mas la vertiente dó se abisman tantas criaturas, entonces producirían gran efecto las medidas de localidad, que pudieran reducírsela las buenas condiciones de lactancia, á la represión de las personas que abandonan los infantes en calles, puertas, santuarios, etc., porque estas y otras parecidas exposiciones son un asesinato sin valor de cometerlo, como lia dicho un escritor; á la celosa inspección de las amas de; fuera de los establecimientos y á sus lactofllos por las Señoras mas acomodadas y filantrópicas de los pueblos y por empleados ad hoc; á las recompensas honoríficas ó retribuidas á aquellas que devolvieran los niños en buen estado, y á un descuento de soldada ó de salario á l a s que encaso contrario, probado el descuido; y buenas medidas higiénicas y bromatológicas dentro de los Casas. En Valladolid so ha mirado con predilección este negocio, y se están meditando prevenciones que hablan en favor de la Junta provincial de Beneficencia. La administración y el régimen interior del Establecimiento es