psicología dinámica módulo 4

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UNIVERSIDAD SAN PEDRO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA DINÁMICA
MÓDULO 4
DOCENTE:
MG. MANUEL CONCHA HUARCAYA
LA TEORÍA PSICOANALÍTICA DE LA NEUROSIS
CARÁCTER NORMAL Y PATOLÓGICO
Estadísticamente se podría tomar
como NORMAL a un ser que
razona de una manera acorde con
los patrones de influencia del
ambiente, de disciplina, gustos y
moral.
Para el psicoanálisis, la persona
normal es aquel ser maduro, libre
de síntomas, sin angustias, sin
conflictos mentales, que tiene una satisfactoria capacidad de trabajo, y es
capaz de amar a alguien que no es él mismo, es decir; que lleva una vida
sexual normal, con potencia orgásmica completa.
Según FREUD, las neurosis deberían su origen a motivaciones emocionales
y pulsionales inconscientes, que serían psicodinámicamente eficaces, y se
manifestarían simbólicamente mediante un conjunto de síntomas orgánicos
(parálisis, ataques, impotencia, etc.) y psicológicos (angustia, compulsiones,
obsesiones, fobias, depresiones, etc.), que caracterizan los clásicos cuadros
sindrómicos de las neurosis.
FREUD dedujo que no era necesario, para explicar el desarrollo de la
neurosis, postular la presencia del trauma sexual real. Las fantasías sexuales
infantiles, fuertemente reprimidas y, sobre todo, las relaciones objetales con
los padres o sus figuras sustitutivas, podían tener idéntico valor
psicopatogénico. En cualquiera de los casos, la economía libidinal del sujeto
habría quedado bloqueada, alterada. Como consecuencia de la represión
originaria, grandes cantidades de libido habrían sufrido una fijación a
determinados objetos y/o etapas de la evolución libidinal. El neurótico
manifestaría una regresión a aquellos objetos y/o etapas.
El trastorno neurótico revelaría aspectos positivos: un esfuerzo del Yo por
mantener de alguna manera, cierto grado de ajuste interno y de adaptación. La
neurosis sería una especie de intento fallido de curación.
Por tanto la neurosis, es el resultado de un compromiso entre: los conflictos
infantiles reprimidos (cuyos impulsos, deseos, fantasías no han desaparecido,
sino que sólo están reprimidos) y las defensas del sujeto frente a aquéllos, en
busca de lograr una cierta adaptación.
MECANISMOS DE DEFENSA DEL YO
Son procesos psicodinámicos inconscientes
que tratan
de
conseguir
una
mejor
integración (ajuste interno/adaptación al
medio), de la totalidad psicofísica de la
personalidad (o del Yo).
Para FREUD la estructura de la reacción
neurótica implicaría, desde el punto de vista
del análisis, un cierto compromiso o consenso
entre las representaciones, fantasías y
pulsiones internas (a veces fuertemente
reprimidas), el fondo se trataría de un
compromiso entre el principio del placer y el
principio de la realidad.
Los dinamismos inconscientes que el YO pone en juego para intentar
mantener esta especie de “salud precaria” y defender una cierta
organización coherente de la personalidad, son los llamados
“mecanismos de defensa” (Anna Freud).
Las fantasías, representaciones, pulsiones reprimidas amenazan la
coherencia del Yo y las exigencias del Súper-Yo. Esta situación
genera angustia, la cual trata de ser derivada y reducida de una
manera indirecta, y a veces peligrosa, mediante los “mecanismos de
defensa” del Yo.
Entre los principales mecanismos que podemos señalar, están:
a)
La Represión, es la defensa más
originaria, constituyente del inconsciente
y
mantenedora
de
permanentes
contracatexias.
Anna
Freud
llamó
también
“olvido
motivado”
es
simplemente la imposibilidad de recordar
una
situación,
persona
o
evento
estresante. Esta defensa también es
peligrosa y casi siempre va acompañada
de otras más.
Por ejemplo: una chica joven, acosada de una culpa importante por
sus fuertes deseos sexuales, tiende a olvidar el nombre de su novio,
aún cuando le está presentando a sus amistades. Un alcohólico que
no puede recordar su intento de suicidio, argumentando que debió
“haberse bloqueado”. O alguien que casi se ahoga de pequeño, pero
es incapaz de recordar el evento aunque los demás intenten
recordárselo, pero presenta un miedo terrible a los lagos y mares.
b) La Regresión o retroceso a un tipo
de conducta, de expresión y de
estructura de la personalidad, propios
de períodos evolutivos anteriores y
superados, en los que, sin embargo,
se dio una parcial, aunque intensa,
fijación de las pulsiones. Constituye
una vuelta atrás en el tiempo
psicológico cuando uno se enfrenta a
un estrés.
Cuando estamos en problemas o estamos atemorizados, nuestros
comportamientos se tornan más infantiles o primitivos. Un niño, por
ejemplo, puede empezar a chuparse el dedo nuevamente o a
hacerse pis si necesitan pasarse un tiempo en el hospital. Un
adolescente puede empezar a reírse descontroladamente en una
situación de encuentro social con el sexo opuesto. Un grupo de
personas civilizadas se pueden volver violentas en un momento de
amenaza. O un señor mayor que después de 20 años en una
empresa es despedido y a partir de ese momento se vuelve perezoso
y dependiente de su esposa de una manera infantil.
¿A dónde nos retiramos cuando nos enfrentamos al estrés?. De acuerdo
con la teoría freudiana, a un tiempo de la vida donde nos sentimos
seguros y a salvo.
c) La Formación reactiva o “creencia en lo
opuesto” (Anna Freud), es el cambio de un
impulso inaceptable por su contrario; en la
que de tal manera se refuerza el dique de la
represión, que se llega a establecer un
comportamiento contrario y opuesto al
deseo reprimido.
Así, un niño. Enfadado con su madre, puede
volverse un niño muy preocupado por ella y
demostrarle mucho cariño. El niño que sufre abusos por parte de un
progenitor, se vuelve hacia él corriendo. O alguien que no acepta un
impulso homosexual, puede repudiar a los homosexuales.
d) La Racionalización: o pseudo-justificación lógica y/o ética de
comportamientos motivados por factores inconscientes que no se
perciben. Representa la distorsión cognitiva de los “hechos” para
hacerlos menos amenazantes.
Utilizamos esta defensa muy frecuentemente cuando de manera
consciente explicamos nuestros actos con demasiadas excusas. Pero,
para muchas personas con un Yo sensible, utilizan tan fácilmente las
excusas, que nunca se dan cuenta de ellas. En otras palabras,
muchos de nosotros estamos bastante bien preparados para
creernos nuestras mentiras.
e) La Proyección o desplazamiento hacia
fuera
(Anna
Freud),
Comprende
la
tendencia a ver en los demás aquellos
deseos, pulsiones y hasta representaciones
propios e inaceptables para nosotros y que
son expulsados así del sujeto.
En otras palabras; los deseos permanecen
en nosotros, pero no son nuestros. Por
ejemplo: Un marido fiel y bueno empieza a
sentir atracción por una vecina guapa y
atractiva. En vez de aceptar estos
sentimientos, se vuelve cada vez más celoso con su mujer, a la que
cree infiel y así sucesivamente. O una mujer que empieza a sentir
deseos sexuales leves hacia sus amigas. En lugar de aceptar tales
sentimientos como algo bastante normal, se empieza a preocupar
cada vez más por el alto índice de lesbianismo en su barrio.
f) La Introyección o internalización fantasmática de objetos, o
cualidades y valores de otros objetos. Llamada también
identificación,
comprende
la
adquisición
o
atribución
de
características de otra persona como si fueran de uno, puesto que
hacerlo, resuelve algunas dificultades emocionales. Por ejemplo, si
se le deja solo a un niño con mucha frecuencia, él intenta convertirse
en “papá” de manera de disminuir sus temores. En ocasiones les
vemos jugando a con sus muñecos diciéndoles que no deben tener
miedo. También podemos observar cómo los chicos mayores y
adolescentes adoran a sus ídolos musicales, pretendiendo ser como
ellos para lograr establecer una identidad. Para la teoría freudiana, el
mecanismo de identificación es aquel a través del cual desarrollamos
nuestro Super-yo.
g) La Sublimación o derivación de las
pulsiones hacia la producción de
objetos
que,
socialmente,
son
considerados como de valor superior.
Es la transformación de un impulso
inaceptable, ya sea sexo, rabia, miedo
o cualquier otro, en una forma
socialmente
aceptable,
incluso
productiva. Por esta razón, alguien con
impulsos hostiles puede desarrollar
actividades como cazar, ser carnicero,
jugador de rugby o fútbol o convertirse
en mercenario. Una persona que sufre
de gran ansiedad en un mundo confuso puede volverse un
organizado, o una persona de negocios o un científico. Alguien con
impulsos sexuales poderosos puede llegar a ser fotógrafo, artista, un
novelista y demás.
Para Freud, de hecho, toda actividad creativa positiva era una
sublimación, sobre todo de la pulsión sexual.
Un claro ejemplo de este mecanismo lo apreciamos en la película
“Las dos vidas de Andrés Rabadán”.
h) Ascetismo, es la renuncia de las
necesidades es una de las defensas que
menos hemos oído hablar, pero se ha
puesto nuevamente de moda con la
emergencia del trastorno llamado anorexia.
Considerando
la
teoría
freudiana,
la
negación de estas chicas a comer es una
tapadera de su negación a su desarrollo
sexual. Y desde luego que la sociedad
aumenta la presión. ¡Lo que para otras
sociedades representa una mujer madura es
para nosotros una mujer con 15 kilos de
más!
Los pre-adolescentes, cuando se sienten amenazados por sus
emergentes deseos sexuales, pueden protegerse a sí mismos
inconscientemente a través de negar no sólo sus deseos sexuales,
sino también todos sus deseos.
i) Aislamiento (también llamado intelectualización) consiste en
separar la emoción (o el afecto) de un recuerdo doloroso o de un
impulso amenazante. La persona puede reconocer, de forma muy
sutil, que ha sido abusada de pequeña, o puede demostrar una
curiosidad intelectual sobre su orientación sexual recién descubierta.
Algo que debe considerarse como importante, sencillamente se trata
como si no lo fuera.
j) El Desplazamiento es la “redirección” de un impulso hacia otro
blanco que lo sustituya. Si el impulso o el deseo es aceptado por ti,
pero la persona al que va dirigido es amenazante, lo desvías hacia
otra persona u objeto simbólico. Por ejemplo, alguien que odia a su
madre puede reprimir ese odio, pero lo desvía hacia, digamos, las
mujeres en general. Alguien que no haya tenido la oportunidad de
amar a un ser humano puede desviar su amor hacia un gato o un
perro. Una persona que se siente incómodo con sus deseos sexuales
hacia alguien, puede derivar este deseo a un fetiche. Un hombre
frustrado por sus superiores puede llegar a casa y empezar a pegar
al perro o a sus hijos o establecer discusiones acaloradas.
FREUD propuso una clasificación de los trastornos mentales en
función del nivel dinámico fijación/regresión.
Consideración
dinámica
psicoanalítica
Neurosis actuales
Denominación del
trastorno mental
Grado de regresión
Neurastenia
Neurosis de
angustia
Psiconeurosis
(y organoneurosis)
Neurosis histérica
Neurosis obsesivoCompulsiva
Psicosis
maniacodepresiva
Psicosis
esquizofrénica
Acontecimientos y
situaciones
actuales y
recientes
Fase Fálica
Fase Anal
Neurosis narcisistas
Fase oral
CARACTERES NEURÓTICOS
Alexander, las define como las personas que tienen escasos síntomas
clínicos, pero en las cuales, por el contrario, todos los impulsos
inconscientes son expresados y vividos en el mundo exterior, como
un verdadero “acting-out” y no esperan por ello un castigo de la
sociedad, sino que, por el contrario, ellos mismos se imponen la
pena.
Clasificación según REICH
1. CARÁCTER HISTÉRICO
Lo llamativo en
conducta sexual
forma específica
evidente índole
carácter nervioso,
ambos sexos, es una
cargante unida a una
de agilidad física de
sexual. Presentan un
ágil, temeroso y rápido.
La expresión fisionómica y la forma de
caminar de las personas de carácter
histérico, no son jamás duras y firmes
como en el carácter obsesivo, ni altaneros y
seguros de sí mismos como en el
fáliconarcisista; por el contrario son
blandos, de movimientos ondulantes (sin
ser elásticos), sexualmente provocadores. Coquetería franca o
encubierta en la mirada, en la manera de hablar, descubren en las
mujeres, el tipo de carácter histérico.
En el hombre las manifestaciones evidentes son una blandura y
cortesía exagerada, fisonomía femenina y una conducta con toques
correspondientes al sexo opuesto.
La típica mujer de este carácter es la que pregunta siempre: “¿Me
quieres?... ¿Cuánto?... ¿A qué hora vas a venir?...” etc.
Se insinúan sexualmente, pero se defienden llevadas por la angustia,
pero lo hacen a cualquier precio Es decir son altamente sexualizadas
pero incapaces de vivir el acto sexual.
El sujeto con carácter histérico quiere ante todo comprobar por vía
de su conducta sexual la existencia de los peligros temidos y el lugar
de donde éstos pudieran provenir. En un segundo plano, viven el
hecho de que, en esta conducta seudo-sexual, se pongan de
manifiesto pulsiones secundarias como son el narcisismo y el deseo
de autoridad y dominio.
2. CARÁCTER OBSESIVO
El rasgo típico del carácter obsesivo es
un sentido pedantesco del orden y la
limpieza. La vida de estas personas,
tanto en lo que se refiere a los
importantes como a los pequeños
acontecimientos, transcurre como si
estuviera
regida
por
un
plan
preestablecido e inconmovible. Si algo
de este plan se les modifica, lo viven
como una sensación de desagrado, si la
frustración no es muy profunda; en los casos agudos, desencadena
angustia y a veces agresividad. Poseen un carácter inhibido,
depresivo, lento y bloqueado.
A nivel laboral son muy buenos empleados, pero pésimos creadores.
Este estado se produce como resultado de un proceso que consiste
en reemplazar las representaciones que inconscientemente se han
vuelto importante, por otras alejadas o secundarias para el
inconsciente.
Se caracterizan por una fuerte tendencia las reacciones de
compasión y culpa, hecho que no se opone a que por sus otras
características sean precisamente los seres con los que no es
agradable convivir.
Son tibios, tanto en el amor como en el odio, actitud que en los
casos extremos puede llegar a un bloqueo afectivo toral. Se puede
decir que son los sujetos que se manejan queriendo alcanzar un
“punto medio” en sus afectos.
3. CARÁCTER FÁLICO-NARCISÍSTICO
El carácter de este sujeto es seguro de sí
mismo, a veces arrogante, elástico,
fuerte, y con frecuencia prepotente e
imponente
e
incluso
burlonamente
agresiva.
Para KRETSCHMER, el carácter fáliconarcisístico predomina en el biotipo
atlético, con menos frecuencia en el
asténico y raras veces en el pícnico.
A pesar de sus expresiones duras y
atléticas, muestran rasgos femeninos o
“cara de niño”. En la vida diaria estas
personas, suelen prevenir el ataque que esperan mediante un
contraataque anticipado, exteriorizando la agresividad de su
conducta no tanto por lo que dicen sino por el tono con que lo
expresan.
Reaccionan frente a cualquier lesión a su vanidad, ya sea con un
firme bloqueo, con un profundo mal humor o una intensa agresión.
En oposición a ello, su narcisismo se pone de manifiesto en forma de
una acentuada seguridad en sí mismo, arrogancia y dignidad y no en
forma infantil.
Sus actividades sociales son marcadas, impulsivas, enérgicas,
exaltadas y generalmente productivas gracias a la agresión libre,
propia de los representantes menos neuróticos de este tipo.
A nivel sexual, poseen potencia eréctil antes que orgásmica, las
relaciones con las mujeres están perturbadas por el menosprecio
hacia ellas y poseen rasgos de masculinidad acentuados.
SEXUALIDAD DEL CARACTER NEURÓTICO
Es accesible a la satisfacción sexual, sólo
con sentimiento de culpa. En su concepto
inconsciente el acto sexual es en sí algo
sucio y cruel, significando para él, en sus
etapas más profundas, una tortura al
objeto de donde su potencia eréctil y
orgásmica está perturbada.
En su vida amorosa, se comprueba
fácilmente su infantilismo, siendo el objeto
mando sólo el representante simbólico de
una figura incestuosa (padre, madre,
hermano o hermana) y su relación amorosa está acompañada de
todas las angustias, inhibiciones y caprichos neuróticos, propios de la
relación incestuosa infantil.
Es poligámico, pues nunca encuentra en el objeto real al de su
fantasía, a lo cual se une la continua insatisfacción derivada de su
impotencia orgásmica. Si llega a cumplir una rígida monogamia, lo
hace creyendo guardar consideración a su cónyuge, pero en realidad
teme a la sexualidad y a su incapacidad para regularla. También
influye su angustia ante la posibilidad de estar solo y su temor a no
encontrar otro objeto o perder el actual.
Es indiferente o aun capaz de reaccionar con cierta medida de odio
frente a la felicidad que sienten los demás en el amor. Reacciona en
algunos casos con ansiedad y en otros con odio, sobre todo cuando
llega a estar en contacto con el problema sexual (Reich).
SÍNTOMAS NEURÓTICOS
LOS SUEÑOS
El análisis de los sueños permite una visión de las
leyes estructurales y el modo de operar del
inconsciente, confiriendo así la mejor preparación
para el estudio de los procesos análogos: los
síntomas neuróticos.
Los sueños pueden ser provocados por estímulos
externos, estímulos somáticos interoceptivos o
estímulos psíquicos.
Al interpretar un sueño deben
siguientes elementos del mismo:
CONTENIDO
MANIFIESTO
CONTENIDO
LATENTE
Son las
imágenes del
sueño
tal
como
se
las
recuerda
al despertar.
Son las
imágenes,
deseos o
pensamientos
que constituyen
su motivo
verdadero y que
intentan llegar al
consciente.
tenerse
en
CENSURA
consideración
los
TRABAJO DE
SUEÑO
Es
la Es la elaboración
expresión
psíquica que
represora del sufre el
Yo
contenido
al servicio del latente antes de
Súper Yo
convertirse en
contenido
manifiesto.
Se puede decir que el Sueño es siempre la tentativa de satisfacer
alucinatoriamente un deseo inconsciente reprimido. Cuando éste es
inmoral, debe sufrir una serie de transformaciones y cuando no lo
es, se expresa libremente constituyendo los sueños de comodidad e
infantiles.
Para poder pasar a través de la censura de la parte inconsciente del
YO y expresarse como contenido manifiesto sin provocar angustia, el
contenido latente debe sufrir una elaboración que se denomina
deformación del sueño, que consiste en una serie de mecanismos:
DRAMATIZACIÓN
O
CONCRETIZACIÓN
CONDENSACIÓN
Es la expresión de los pensamientos abstractos
mediante imágenes concretas, sin preocuparse si
la traducción es lógica o no.
Varios personajes o elementos del contenido
latente se unen apareciendo en el contenido
manifiesto como una sola persona, pero con las
características condensadas de cada una de ellas.
DESDOBLAMIENTO Una persona u objeto del contenido latente
O
corresponde a dos o más del contenido manifiesto
MULTIPLICACIÓN
y cada uno de los elementos puede estar indicando
una cualidad.
DESPLAZAMIENTO Una imagen del contenido manifiesto está
sustituyendo a otra del contenido latente. También
puede ocurrir que no sea la imagen lo que se ha
desplazado sino una emoción determinada, sin
cambiar de forma (proyección)
INVERSIÓN DE LA El contenido manifiesto presenta como imagen del
CRONOLOGÍA
sueño la imagen inmediata posterior a la que forma
el contenido latente.
REPRESENTACIÓN La representación del contenido latente aparece en
POR LO NIMIO
el contenido manifiesto por sus detalles más
insignificantes. Otra forma consiste en acentuar,
en el contenido manifiesto, algo que en los
pensamientos latentes tiene un valor secundario y
en cambio, colocar el principal en segundo término.
REPRESENTACIÓN Cuando en diferentes sueños se observa que
SIMBÓLICA
determinados elementos concretos del contenido
manifiesto están relacionados, con cierta
constancia con un elemento reprimido del contenido
latente, se denomina al primero como símbolo .Para
que sea considerado como tal, lo simbolizado debe
estar reprimido. Hay algunos
que podrían llamarse universales, pero en general,
su significado varía según la raza, cultura y tiempo.
En todos los sueños de los adultos intervienen dos factores:
- los pensamientos latentes
(contenido)
- los deseos inconscientes
(energía)
Se dice que la condición indispensable para
que los pensamientos latentes puedan pasar
al contenido manifiesto es que no sean
inmorales, pero desde el punto de vista de la
moral del sujeto, no del colectivo.
Una vez que se ha producido una cierta
modificación, estos elementos pasan al
preconsciente. Este proceso se conoce con el
nombre de elaboración secundaria, que
consiste en perfeccionar el sueño desde el punto de vista consciente.
Cuando los contenidos latentes se han modificado por los procesos
primario y secundario, pueden atravesar la censura que los separa
del consciente y es en ese momento cuando se transforman en
contenido manifiesto.
En el contenido manifiesto aparecen elementos que proceden de
vivencias del sujeto ocurridas en el día o días anteriores al sueño.
Freud llamó a estos elementos restos diurnos.
Al interpretar los sueños, se procura descubrir la forma propia del
súper-yo, viendo cuáles son los pensamientos rechazados por la
censura del sueño, que sería la manifestación de esta instancia sobre
el Yo.
En el método freudiano de análisis de sueños, se demanda al
paciente que dirija su atención sobre la idea de referencia de cada
elemento del sueño, para observar claramente y comunicar al
médico, sin excepción alguna, todo aquello que se le ocurra con
respecto a ella, sin aplicar ninguna crítica. Si se puede conseguir que
el sujeto renuncie a sus juicios sobre los contenidos y continúe
tejiendo redes de asociaciones mientras sigue focalizado al tema
dado, se obtendrá un material psíquico que enlazará claramente a
una idea morbosa, se conectará con otras y constituirá un significado
inteligible para el paciente.
Por la reacción ante el contenido manifiesto, los sueños pueden
dividirse en tres categorías:
a. los que poseen un sentido y que al mismo tiempo son
comprensibles, no despertando extrañeza o asombro
b. aquellos que, aunque presentan coherencia y sentido, nos causan
extrañeza por no saber cómo incluir dicho sentido en nuestra vida
psíquica,
c. aquellos sueños que carecen de sentido y comprensión y que se
nos muestran incoherentes, embrollados y faltos de sentido.
Los sueños de los niños son simples y francas realizaciones de los
deseos y tienen una directa conexión con la vida diurna, presentando
la única transformación en el sentido que una idea que es optativa es
sustituida por una visión en el presente y cierta.
MATERIAL Y FUENTE DE LOS SUEÑOS
Las fuentes de donde los sueños
extraen su material, vale decir su
temática o contenido, son las
siguientes:
a. Lo reciente y lo indiferente
b. Experiencias infantiles
c. Fuentes somáticas
d. Fuentes comunes a todo el
género humano (sueños típicos)
En los sueños solemos encontrar restos diurnos, experiencias del día
anterior: esto es lo reciente. Sin embargo el sueño no acoge todas
esas experiencias, sino sólo aquellas que son indiferentes o
secundarias vistas desde nuestra vida despierta. Este carácter nimio
de lo manifiesto, sin embargo, remite siempre a algo sumamente
importante en el nivel latente.
El sueño puede surgir también de impresiones infantiles que durante la
vigilia hemos olvidado. Habitualmente estas impresiones no aparecen
en forma directa sino a través de alguna alusión, y entonces la
interpretación desarrolla y completa esta impresión infantil.
Los sueños poseen con frecuencia varios sentidos (varias
realizaciones de deseos). Incluso una de ellas puede encubrir a la
otra, hasta que debajo de todas ellas encontramos un deseo
primordial de nuestra primera infancia.
Otras fuentes del material onírico son los estímulos somáticos. Estas
fuentes se agregan a las anteriores, de manera que la teoría del
sueño como realización de deseos sigue en pie. Un estímulo
somático importante es la necesidad de dormir, y aquí entonces el
sueño tiene por función preservar ese dormir. Un estímulo somático,
placentero o displacentero, puede generar en el sueño una escena
como producto psíquico (la sensación de sed evocada en la imagen
del desierto); y al revés, sucede también que un contenido psíquico
reprimido puede sustituirse fácilmente por una interpretación
somática (por ejemplo la sobreprotección materna puede sustituirse
como asfixia orgánica).
Por último, hay ciertos sueños típicos que sugieren que hay fuentes
comunes a todos los seres humanos. Por ejemplo el sueño de sentir
vergüenza ante la propia desnudez, la muerte de personas queridas,
los sueños de dar examen, el sueño de volar, etc.
Finalmente, digamos que el acto de soñar es por sí una regresión a
las más tempranas circunstancias del soñador, una resurrección de
su infancia con todos sus impulsos instintivos y sus formas
expresivas.
Detrás de esta infancia individual se nos promete una visión de la
infancia filogénica y del desarrollo de la raza humana; desarrollo del
cual no es el individual, sino una reproducción abreviada e influida
por las circunstancias accidentales de la vida.
CENSURA DEL SUEÑO
La censura del sueño corresponde a un medio de supresión que
sufren las excitaciones psíquicas que perturban el reposo y se logra a
través de satisfacción alucinatoria. La censura es una de las formas
por la cual el fenómeno onírico es deformado, de hecho ese es su
misión. Se puede encontrar así lagunas o elementos dudosos en el
sueño. Entra aquí la “omisión” y el “desplazamiento”, la primera es
clara, y la segunda hace alusión a la modificación y a la arbitraria
agrupación de los elementos. ¿Porqué y contra qué se ejerce la
Censura? Esta se aplica sobre toda idea que el sujeto reconoce como
reprimible e indecente desde el punto de vista ético, estético y
social. Sabemos además que la censura se encuentra presente en
todo momento, incluso en la vigilia.
EL SIMBOLISMO DEL SUEÑO
La relación entre los elementos del sueño y su traducción es
simbólica, por lo tanto el elemento pasa a ser un símbolo de la idea
onírica que a él le corresponde.
Como ya antes hemos dicho, sólo es correcto usar la simbología
(según Freud) en el caso que el paciente se rehúse a darnos alguna
idea sobre el contenido manifiesto de su sueño, y además no puede
ser un sustituto de la técnica de asociación libre sino sólo un
complemento.
Vemos que la simbología en los sueños es tremendamente similar a
lo que dentro del lenguaje es la poesía.
Freud llega a darse cuenta que en la relación simbólica sobreviven
los significantes (palabras con sus significados) arrastrando todas
sus raíces y evolución.
LA ELABORACIÓN ONÍRICA
La elaboración onírica es la transformación del contenido latente en
contenido manifiesto. La interpretación de los sueños es, por su
parte, todo lo contrario, inferir, a partir del contenido manifiesto las
ideas latentes correspondientes.
Efectos que producen la elaboración onírica:
1. Condensación: este fenómeno produce que el contenido
manifiesto sea más breve que las ideas latentes que lo provocaron.
Consiste esencialmente en que un elemento manifiesto puede hacer
alusión a varios latentes y uno latente puede aparecer en varios
elementos manifiestos. Puede suceder que hayan elementos latentes
que poseen rasgos comunes y aparecen fundidos en el sueño
manifiesto. Se puede dar también que en una palabra se junten dos
ideas heterogéneas, porque esta palabra tiene varios sentidos
(acepciones). A través de la condensación aparecen también en el
fenómenos onírico “personas compuestas” (o más bien personajes
compuestos), donde una persona toma el cuerpo de otra, o se sabe
que el personaje es alguien pero es físicamente como otra persona.
Es muy importante dejar en claro que la condensación no es
resultado de la censura, y que ocurre simplemente por razones
económicas.
2. Desplazamiento:
desplazamiento:
podemos
decir
que
hay
dos
tipos
de
a. Donde el elemento latente queda reemplazado por algo lejano a
él. A esto se le llama “alusión”
b. La importancia de un elemento es transferida a otro.
Según Freud la función del desplazamiento es desorientar, así nos
damos cuenta de que, a diferencia de la condensación, éste
fenómeno forma parte de la censura. La alusión posee la limitación
de que la relación entre los elementos presentes es tremendamente
lejana y extraña y por lo tanto resulta ininteligible. En los casos en
que es imposible llegar de la alusión a su sustrato, entonces, la
censura habrá conseguido su propósito.
3. Transformación de las ideas en imágenes visuales: la psiquis
humana, en el fenómeno onírico, debe llevar la mayoría de las ideas
y materiales mentales a imágenes visuales (ya que de esto se
compone esencialmente el sueño). Sabemos también que los sueños
de una misma noche poseen un mismo significado o siguen la misma
idea como una cadena lógica.
4. Antítesis: elemento manifiesto que posee un contrario, puede ser
empleado en su propio sentido, en sentido opuesto o en ambos
simultáneamente. En el sueño también puede darse que la sucesión
de los acontecimientos esté invertida. Según Freud los sueños y la
relación que poseen con el lenguaje hacen alusión a los tiempos
primitivos, donde todo el lenguaje estaba basado en la descripción
de imágenes.
5. Elaboración secundaria: consiste en transformar en un todo
coherente los datos más inmediatos del sueño, para esto se ordenan
los materiales conforme a un sentido independiente (a través de
procesos secundarios, o sea de vigilia) e introduciendo
complementos allí donde se crea necesario. El sueño no es otra cosa
que el resultado de la elaboración, o sea la forma que la misma
imprime a las ideas latentes.
SUEÑOS INFANTILES
Podemos decir que estos sueños
tienen muy poca deformación o
incluso es nula. Sobre los sueños
infantiles podemos concluir lo
siguiente:
1. No se necesita análisis para
estos sueños, lo único presente en
ellos es el acontecimiento del día
previo que debe ser rescatado.
2. Tiene sentido, son inteligibles y
completos.
3. Prácticamente no poseen deformación y si la tienen es muy
pequeña.
4. Podemos definir “sueño infantil” como una reacción a un suceso
del día anterior que ha dejado un deseo insatisfecho, esta trae
consigo una realización de dicho deseo.
5. Podemos notar que la función del sueño es prolongar el reposo en
base a la mantención de la excitación en niveles bajos, para esto
realiza los deseos que van aflorando.
6. El deseo es el estímulo del sueño, mientras que el contenido del
sueño es la realización de aquel deseo de forma alucinatoria. De esto
inducimos por lo tanto que el contenido manifiesto se diferencia del
contenido latente en los sueños infantiles (pero solo en esto).
7. Vemos así que el sueño se da como resultado de una transacción
donde entran en juego las funciones fallidas.
8. Aunque los sueños diurnos son también realizaciones de deseo
(ensoñación diurna), estos se diferencian de los sueños ya que los
primeros no se presentan con caracteres alucinatorios.
LOS ACTOS FALLIDOS.
Son actos en cuya realización importa una falla evidente en algún
mecanismo psíquico. Han sido agrupados en general, en siete tipos:
orales, escritos, de falsa lectura y de falsa audición, olvido temporal,
pérdidas y actos sintomáticos.
Son solamente trastornos temporales de una función que en otro
momento puede ser perfecta o correctamente desarrollada; su falta
de corrección es a veces conocida tan pronto como la atención se
focaliza sobre ello. Los factores desencadenantes de los actos fallidos
pueden ser fisiológicos o psicofisiológicos: en el primer caso puede
tratarse de trastornos circulatorios o una indisposición y en el otro
caso, se encuentran la excitación y la distracción.
Los actos fallidos son contagiosos y pueden ser provocados por
sugestión. Presentan un sentido propio y, por lo tanto, tiene derecho
a ser considerados como un acto psíquico completo, con su fin propio
y como una manifestación de contenido y significación peculiares.
Existen actos fallidos cuyo sentido es fácil de descubrir y otros no;
en los primeros, la intención latente sustituye por completo a la
manifiesta; mientras que en los otros tiene que conformarse con
deformarla o modificarla, dando origen a creaciones mixtas que
pueden resultar más o menos plenas de contenido.
Existe en el acto fallido una tendencia perturbadora (la intención
latente) y la otra perturbada, y de la magnitud en que la primera
afecte a la segunda depende que el acto fallido sea más o menos
comprensible.
Las relaciones existentes entre el conocimiento consciente de la
tendencia perturbadora con la perturbada puede encasillarse en tres
grupos:
1. la tendencia perturbadora es conocida por el sujeto antes que se
produzca en acto fallido;
2. la tendencia perturbadora es reconocida, pero el sujeto ignora que
esté activa antes de la equivocación y,
3. la tercera situación, es que el sujeto proteste contra la
interpretación.
Esto se debe al distinto grado de represión del contenido perturbador
(latente), por lo que se puede decir que los actos fallidos son el
producto de una transacción en que una de las intenciones se
impone en la misma medida en que la otra fracasa.
Freud estableció tres grupos de hechos:
- Equivocación Oral: de escritos, de lectura y de falsa audición.
- Del olvido, en relación con nombres propios, palabras, propósitos o
impresiones.
- Actos de término erróneo: no encontrar un objeto necesitado o
perder otro.
En el olvido de propósitos, una persona lo olvida porque mantiene
una situación incómoda con una persona vinculada a si intención. En
las equivocaciones orales, el proceso es similar a la mnemotécnica
porque una palabra recuerda a la otra. Para la pérdida de objetos,
habría un deseo inconsciente de perderlos que logra manifestarse o
una intención de realizar un sacrificio sustitutivo.
LOS ACTOS FALLIDOS Y EL CHISTE.
Veremos
cómo
las
representaciones
inconscientes
pueden emerger al consciente de
una manera desfigurada en hechos
que trascienden
nuestra vida
diaria. Dos hechos, de muchos, en
los que se puede apreciar este
fenómeno son: los actos fallidos y
el chiste.
Los actos fallidos son acciones causales y somáticas y actos u
operaciones fallidas que tienen un sentido (llevan un mensaje) y un
propósito (cumplen una función), resultado de un conflicto
intrapsíquico por una lucha de fuerzas, en el aparato psíquico, de
representaciones inconscientes (reprimidas), que quieren devenir
conscientes, contra las representaciones conscientes (manifiestas).
Esta lucha de fuerzas produce una interferencia entre la
representación consciente (perturbadora) y la representacióninconsciente (perturbada), produciéndose un refrenamiento y
sofocación. Así, se suscita una transacción entre sistemas
(Consciente-Inconsciente) sin éxito ni fracaso de ninguno.
Lo anterior produce muchos comportamientos apreciables, como ser
el olvido de nombres propios, en el que no sólo se olvida, sino que se
recuerda erróneamente y acuden a la conciencia nombres
sustitutivos, que persisten con tenacidad. De aquí que Freud deduce
que existe una determinada conexión con el nombre erróneo y el
olvidado. A veces, el nombre es olvidado como ganancia de propósito.
Los mismo se aplica al olvido se palabras extranjeras y de series de
palabras. De igual manera se producen las equivocaciones orales o
lapsus lingue, en los que la equivocación obedece a la perturbación
causada por una idea reprimida o semireprimida, extraña a la que se
quiere expresar, puede ocurrir por sustitución de palabra o por
semejanza o similicadencia.
En cualquier caso, la perturbación ocurrida intenta evitar que
despierte el recuerdo de una sensación penosa o desagradable. Y lo
que nunca falta en toda clase de equivocaciones (orales, escritas, de
lectura, de nombres, de acciones, olvidos, etc) es la palabra o idea
perturbadora, sea cualquiera la causa de que proceda, la que impide
a una representación inconsciente devenir consciente.
Estos recuerdos que pueden causar displacer se presentan como
sustitutivos de otras impresiones y abarcan toda la vida del
individuo, no están presentes en la memoria, pero son evocados por
sucesos en el instante o historia del individuo y es así que desean
exteriorizarse y en ese proceso son perturbados. Dichos recuerdos
son los denominados recuerdos infantiles encubridores, los cuales no son
exclusivamente visuales y en ninguno se observa a la propia
persona.
En el caso del CHISTE, Freud halla que un fenómeno que ocurre es el
de condensación, que consiste en la fusión de dos palabras formando
una sola, y por ese motivo, aunque se trate de una equivocación,
resulta chistosa; como en el caso de Heine y la palabra “familionar”, en
la que el sujeto quiere decir “familiarmente”, pero que se perturba con
la idea de que esa familiaridad sólo le es posible a un “millonario” y
ello motivó a la fusión de palabras. También se aprecia otro
elemento en los chistes: el desplazamiento, para lo cual Freud alude a
un sin fin de ejemplos. El desplazamiento conduce, por lo general al
sofismo o a la simpleza. A la vez, puede haber chistes que emplean un
material en otro sentido, juego de palabras de doble sentido con
alusión o encubrimiento de idea. Y la gracia del chiste no se
encuentra en el pensamiento expresado, sino en la idea latente o en
el propósito que lleva. Todos estos y los de formación verbales
subordinan al concepto de formación de sustitutivos.
Sobre las tendencias del chiste, Freud distingue el chiste inocente
(que encuentra un fin en sí mismo y mantiene un juego de palabras)
y el chiste erótico (que a la vez es hostil o agresivo y obsceno o
erótico). La relación entre el chiste erótico del meramente sucio se
encuentra en la asimilación infantil de las funciones sexuales y las de
defecación, sustituyendo en estos chistes como en los hostiles la
agresión de palabras a la de otra.
El chiste trae consigo la consecución de placer, lo que puede
deducirse del hecho que obedece a la satisfacción de la tendencia
(hostilidad u obscenidad). Por ello, el chiste produce regocijo al
vencer un obstáculo exterior y uno interior. En este último la
aportación de placer obedece a una economía de gasto psíquico y al
ahorro de la coerción.
Fácilmente puede observarse, en el chiste, cómo el deseo se realiza,
disfrazando la intención para burlar a la censura y vencer la
coerción.
Entonces, podemos ver la relación entre el chiste y el sueño, en los
que se presentan los mismos fenómenos: desplazamiento,
condensación, elaboración inconsciente, etc. La gran diferencia entre
ambos es que surgen en dominios diferentes de la vida anímica y en
lugares del sistema psicológico muy alejados uno del otro: el sueño
busca satisfacer una necesidad y ahorrar displacer, mientras que el
chiste busca conseguir placer.
Manuel Concha Huarcaya
Psicólogo
www.psicomanuel.blogspot.com
[email protected]
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