Sembrador de sueños Tuve la inmensa alegría de llegar a conocerlo. Dios cruzó nuestros caminos, hace mucho, mucho tiempo. Hombre de aspecto imponente, casi hosco, circunspecto… ¡Como engaña la apariencia! Es todo un niño por dentro. Sólo hay que ver su labor, crea un mundo de ilusión y va pasando en la vida tan sólo sembrando sueños.