Pregón Feria y Fiestas VILLAPALACIOS 2012 Villapalacios, 13 de septiembre de 2012 José Antonio Algaba Quijano PREGÓN DE LA FERIA Y FIESTAS EN HONOR DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ, VILLAPALACIOS, 2.012 Señora Alcaldesa, Sres. Concejales y demás Autoridades, Damas de las Fiestas, Peñas, Paisanos y Visitantes, AMIGOS TODOS. Su majestad, el rey Alfonso XIII, entregó en una ocasión un premio a D. Miguel de Unamuno, literato, filósofo e ilustre catedrático de la Universidad de Salamanca. El viejo y orgulloso maestro, todo un dechado de humildad, se dirigió entonces al Rey con las siguiente palabras: “Gracias, Majestad, por el premio que me habéis entregado y que, sin duda, me merezco”…”¿Cómo?” exclamó el monarca sorprendido, “a los que he entregado este mismo premio en otras ocasiones, siempre me han dicho que no se lo merecían…”, ante lo que D. Miguel contestó, “y es cierto Majestad, es que realmente no se lo merecían”… Yo soy más humilde que D. Miguel de Unamuno, y desde este momento, y con toda sinceridad, os puedo decir que no me considero merecedor de un privilegio tan elevado como es ser pregonero de las fiestas de Villapalacios. Bien poco he hecho todavía en esta vida, aunque en un futuro sí que confío ser útil a mi pueblo de alguna manera…aunque no sé cómo, ni qué haré... Sí puedo sentirme orgulloso de haber desempeñado mis ocupaciones con una cierta dignidad: mis estudios y luego mi trabajo. Pero este patrimonio mío no tiene más valor que el loable trabajo del médico, o que la sacrificada vida del labrador bregada en los duros y tan a menudo injustos campos nuestros; y tampoco mis quehaceres son más honrosos que la sufrida labor del olivarero, jornales ganados día a día, de sol a sol, tajo a tajo, y todo regado con las gotas de sudor de su frente. Todos ellos merecen ser pregoneros tanto o más que yo. Ahora bien, si el Ayuntamiento de tu pueblo te lo pide, ya reúna uno los méritos, o no lo haga; ya se crea, o no, acreedor de tal privilegio; no queda otra posibilidad que dar un SÍ rotundo a tal petición. Por tanto, sirvan mis primeras palabras de agradecimiento a nuestra alcaldesa Maribel y a toda la corporación local por hacerme partícipe de este privilegio; por haberme entregado las llaves que abren las puertas de nuestras queridas fiestas; las fiestas con las que desde crío he crecido, las que año tras año he disfrutado…mis fiestas. Y, por supuesto, muchas gracias a todos los aquí presentes por vuestra asistencia a este acto. El privilegio que se me ha brindado es infinito; la alegría inmensa, y mi agradecimiento tan grande como sincero. Insisto, muchas gracias. *** ¿Qué puedo decir a mi pueblo que no esté dicho ya? ¿Cómo ser original cuándo tan insignes pregoneros me han precedido: Políticos, juristas, sastres de toreros, o incluso ilustres físicos futuros premios Nobel? ¿Cómo igualar la calidad en el discurso de mis predecesores? Nuestra vecina Mariqueta realizó una loable alabanza a las mujeres paloteñas; meritoria fue la llamada de Josevi para que logremos todo aquello que nos propongamos, ya sea construir un pilón ya cualquier otro anhelo; mi primo Emilio dio a sus palabras un toque de humor para disfrute de oriundos del lugar, salvajamones y visitantes; y sonora fue también la invitación a la fiesta protagonizada por Pepe Ángel, turuta en mano. Grandes y sentidas palabras difíciles de igualar. Corren tiempos duros, no hace falta que os lo diga. Y nuestro pueblo no queda ajeno a esta realidad…El pueblo se queda sin gente, los críos no nacen, el Guadalmena se seca y, por si eso fuera poco, la cosecha de aceituna de este año es desastrosa. Pero no podemos caer en el pesimismo y en la desesperanza, y por eso quiero dedicar el presente pregón a quienes considero los abanderados de nuestra recuperación, a los que deben ser protagonistas del despertar de Villapalacios: Los jóvenes, la juventud de nuestro pueblo. El futuro es suyo, ellos tienen que tirar del carro de la sociedad, y son principalmente los jóvenes de Villapalacios los que han de lograr que este pueblo sea mejor día tras día, año tras año; de ellos depende que no caiga en el olvido y se convierta en un vago recuerdo de nuestra infancia que se va consumiendo en el tiempo,… en sus manos está que nuestro pueblo no muera. Pero para eso deben amar a su pueblo, deben quererlo, y deben pelear duro con él, por él y también para él…trabajando el olivar o la siembra, construyendo casas, emprendiendo negocios, creando riqueza…pero también promoviendo la cultura, participando en los actos públicos, respetando a sus vecinos, trabajando mano a mano con ellos…y, por supuesto, presumiendo de nuestro pueblo allá donde estemos o vayamos, invitando al forastero a que nos visite y pueda disfrutar de las maravillas que le podemos ofrecer, ya sea probar nuestro maravilloso aceite, reírse con nuestro lexicario, comerse unos buenos galianos o, simplemente, disfrutar de nuestra compañía. Es imprescindible tener una juventud formada e informada; ilustrada y cultivada; tolerante y solidaria; abierta de mente y de espíritu; razonable pero también apasionada; trabajadora e implicada con los problemas de su tiempo; responsable y respetuosa, pero también alegre y divertida…pues hay que disfrutar y exprimir el jugo de la vida todo lo que se pueda y hasta el final. -2- Los jóvenes deben viajar, deben perder el miedo a conocer otros lugares, otros pueblos, otras gentes. Ello nos forma, nos enseña…y es útil, pues podremos aprender las cosas buenas que otros hacen y que mejora sus vidas, para luego nosotros aprovecharlo en nuestro bien y en el de nuestro pueblo. Como no…Aprendamos de nuestros mayores, eternos luchadores y supervivientes de la vida; reconozcamos sus virtudes… y rindámosles honores por tanto que debemos agradecerles. Ellos nos han legado un pueblo tan especial como es el nuestro. Los jóvenes que por los avatares de la vida no estamos aquí durante todo el año no podemos dejar de venir a nuestro pueblo. Maldito el destino que lleva a una persona a romper con sus raíces; cruel el devenir que provoca la marcha de la patria chica. Es importante que volvamos siempre y cuando podamos: El motivo es lo de menos, la razón es irrelevante, la inquietud de cada uno es baladí: ya sea para reencontrarnos con la familia, bien para volver a ver a los amigos de toda la vida; disfrutar de un aperitivo en el Bananas o ver los partidos del Madrid en el Chicharro; coger setas en Matacenillas o espárragos en Guadalmena; cazar perdices en el Dehesón o pescar cangrejos en “Royo Sequillo”; tomar el fresco en la Glorieta, merendar en San Cristobal o preparar una buena cuerva en alguno de los cortijos que pueblan el río Casas… O busquemos el pueblo aunque solo sea porque necesitamos huir de la inhumanidad de la gran ciudad para aquí encontrar la cercanía de nuestros paisanos. Conforme pasa el tiempo y uno va creciendo aprecia con mayor intensidad estos pequeños placeres que nos brinda la vida. Y, hablando de la juventud, cómo evitar referirme a las peñas de Villapalacios, verdadero motor de las fiestas de un pueblo. Recuerdo que de ñaco eran tres las peñas que destacaban: El chupete, con sus camisetas naranjas, ya desaparecida; y luego estaban el Kuvikaje y el Cinco, todavía presentes las dos y a las que deseo larga vida. Recuerdo discutir con mi vecino Quique, el nieto de Teodoro, sobre qué peña era entonces la mejor de todas…a mí me gustaba el Cinco, porque ahí estaban todos mis primos y porque me dejaban ir con ellos a los toros con el pañuelo azul amarrado al cuello. Entonces yo era el crío más feliz del mundo. Mi primera peña propia fue el rastrojo (aunque íbamos todos de verde, como si los rastrojos fueran verdes…); luego llegó la Juerga, con aquellas camisetas rosas tan, tan…bueno, tan rosas…; luego vino la Peña Colada y, finalmente, Me Levanto a las Siete, tal y como nos había bautizado nuestro paisano Lolo, en honor a lo formales que entonces parece que éramos (…nos levantábamos a las siete para estudiar, para ir a misa…). Un saludo para nuestro padrino, y otro para mi querida peña, que se lo merece aunque hoy me hayan dejado solo en el pregón… -3- Cuando cada año vengo de Valencia, entro por la venta y veo las primeras luces de las fiestas, no puedo evitar pensar en los amigos que ya no estarán con nosotros. No quiero dejar de acordarme, cómo no hacerlo, de nuestros paisanos Juaca, Rafa, Poli, Roberto y Miguel Ángel que recientemente, y todos tan jóvenes, nos han dejado; y antes de ellos de Rafa, de Gregorio, de Antonio el del Pato, de Ciri o de mi primo César. Éstos son días de alegría, pero también lo son de recuerdo y, por qué no, deben ser días de homenaje a todos ellos…No solo hoy, y no solo estas fiestas, sino que siempre los tendremos presentes. Pero no podemos desfallecer, debemos seguir adelante, hay que continuar luchando, por más que la vida se empeñe en ponernos duras zancadillas, en ocasiones las peores. Villapalacios continúa, nosotros aquí estamos, la vida debe seguir y hoy, amigos todos, empezamos nuestra querida feria… *** El protagonismo de un pregonero debe ser pasajero, temporalmente limitado; su papel es tan fugaz como efímero. Y, sobre todo, uno no debe ser cansino, máxime cuando es la fiesta la que está esperando que uno termine su discurso…Por tanto, voy concluyendo. Soy Abogado, y mi función es defender los intereses de mi cliente ante un Juez; pero cuando me enfrento a un Tribunal no creáis que mi principal aspiración es obtener una sentencia favorable, sino, tan solo, saber estar a la altura de las circunstancias, pelear noblemente, con dignidad. Y esa ha sido mi pretensión y mi esperanza al pronunciar esta noche el pregón de las fiestas de mi pueblo: Ser digno y estar a la altura de tan importante cometido. Os debo confesar que vosotros, mi pueblo, sois el Tribunal más duro al que jamás me he enfrentado ni nunca creo que me enfrente. En una ocasión me dijo un gran hombre aquí nacido, José Antonio Algaba, mi padre, que ser Abogado era una buena forma de ayudar a los demás…Son bonitas palabras. Y si hay una cosa que echo de menos esta noche es que este hombre no pueda estar viéndome, aquí, subido en esta tarima, inaugurando la feria y fiestas de nuestro pueblo…Sé que mi madre, aquí presente, está muy orgullosa de mí, y seguro que mi padre también lo estaría. También le hubiera gustado a mi padre que yo encontrara una buena mujer y que me hubiera casado: “No entres en la Torá como tus primos…” me decía…en fin, sigamos con el pregón... Paisanos y visitantes, jóvenes y mayores, peñas de nuestro pueblo. Como pregonero que soy, os invito, pido y exhorto,… - A que comamos, bebamos, cantemos, bailemos y, sobre todo, disfrutemos todo lo que podamos…las fiestas deben ser alegría, son diversión, y así debemos vivirlas todos. -4- - Que olvidemos la crisis, borremos de nuestra mente el paro y los recortes, dejemos de lado hipotecas, primas de riesgo y a nuestra querida Ángela Merkel, al menos durante los próximos tres días. - Que convivamos todos, paisanos de este pueblo, en paz y alegría… olvidémonos de rencillas, disputas y diferencias. Nuestras fiestas no entienden de partidismos, no distinguen entre derechas o izquierdas…para la feria no hay buenos ni malos, no hay ricos ni pobres…Confraternicemos unos con otros como hijos todos de Villapalacios que somos. - Acojamos con cariño a los visitantes, consigamos que se sientan parte de esta villa, unos más entre nosotros,…y que cuando cada uno de ellos vuelva a su lugar de origen pueda decir: gran pueblo y mejor gente! - Acordémonos con cariño de nuestros paisanos que por motivos laborales, económicos, enfermedad o simplemente por la lejanía no pueden estar estas fechas con nosotros. La distancia no siempre es el olvido, y a buen seguro que estos días todos ellos, paloteños en la diáspora, recordarán con añoranza sus queridas fiestas. Ojalá que el próximo año puedan todos ellos acompañarnos en estos días de alegría. - Y, sobre todo, os deseo a todos que seáis felices, muy felices…y no solo en estos días de feria, sino todos los días del año; y no solo este año sino todos los años de vuestra vida... Y, dicho esto, de acuerdo con las facultades que nuestro Ilustre Ayuntamiento me ha conferido, no me queda sino declarar y proclamar oficialmente inaugurada la feria y fiestas de Villapalacios del año 2012. VIVA EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA VERA CRUZ!! VIVA VILLAPALACIOS!! José Antonio Algaba Quijano Villapalacios, septiembre de 2012 -5-