Dialógica: Edith Medina Bioestructural, pensar lo

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Bioestructural, pensar lo vivo modificable
Dialógica: Edith Medina
Tecno|Grafía[s]
E
NTRE LAS CATEGORÍAS DIRIGIDAS A ESTABLECER ENLACES EN ARTE, CIENCIA, CULTURA Y TECNOLOGÍA, EDITH MEDINA HA PODIDO
REALIZAR PRÁCTICAS E INVESTIGACIONES QUE INVITAN A LA REFLEXIÓN DE MOMENTOS SOCIALES PARTICULARES AUXILIÁNDOSE EN EL
USO TÉCNICO DE LO CONSTITUIDO EN LABORATORIOS CIENTÍFICOS. ES A TRAVÉS DE ESTAS ESTRUCTURAS CONFIGURANTES QUE
PROYECTOS COMO A LÁGRIMA VIVA Y UNTITLED 18'' CUESTIONAN DEFINICIONES CONVENCIONALES SOBRE GÉNERO, BIOLOGÍA,
EMOCIÓN Y VIOLENCIA.
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 Transitio_MX 05, 2013
A lágrima viva: fisiología biológico social de una lágrima
·De la inherencia vital hacia lo tecnomodificado, nociones
personales del concepto vida, integración a discursos
T|G: En los últimos veinte años la concepción vida se ha transformado
radicalmente debido al avance técnico en manipulación de material
biológico: ¿ésta transformación mantiene una relación directa con tu
percepción del término?, ¿cómo influyen las consecuentes representaciones científicas generadas dentro de tus prácticas y ejecuciones
teóricas?
EM: Al momento de abordar la vida como tema acotado a entendimientos
biológicos, los mismos me parecían muy esquemáticos, sistémicos. Para mí un
transcurso vital si puede ser esquemático, pero no en un aspecto enteramente
racional, considero que la estructura de lo vivo tiene que ver con un surgimiento. Me gusta enfatizar que lo vivo no es sólo lo que se cree que está
vivo, sino que es aquello que incluso, va más allá de los juicios y convenciones
sobre lo inerte. Lo vivo es un tanto poético, algo íntimo, vinculado con la idea
de un elemento que fluye constantemente, una entidad viva y muerta simultáneamente, que tiene una poesía específica, visual e interna, es ahí donde se
encuentra enlazada mi labor artística. Al trabajar con materia orgánica no sólo
me interesó la idea de lo vivo entendido como algo circunscrito a la biología,
también me interesó pensado como un espectro social que se activa y que
genera reacciones a su alrededor, un componente que puede provenir del
cuerpo y que tiene efecto en el exterior: social, personal y emocional.
T|G: ¿Cómo surge el interés por la investigación, exhibición e interven-
ción de procesos biológicos aplicados a discursos artísticos?, ¿Fue a consecuencia del momento histórico, una inquietud personal?
EM: En realidad no simplifiqué ese interés a“voy a intervenir entidades vivas”,
más bien, tuvo que ver con una estructura de aprendizaje y de ejercicio artístico que tenía desde hace muchos años donde el motivo principal era el
cuerpo, fue así que a partir de la corporalidad elaboré piezas que me permitieron involucrarme con los cuestionamientos que se intersectaban entre el
arte, la ciencia y la biotecnología. Fue cuando distinguí elementos que estaban
motivando ciertas exploraciones y en consecuencia mi interés por componentes corpóreos como lágrimas, cabello y sangre incrementó. Esas exploraciones siempre se han localizado dentro de un foco de búsqueda personal,
son elementos que casi nunca son considerados reflexivamente, los mismos
generan dinámicas, procesos y comportamientos sociobiológicos. La terminología sociobiológico funciona muy bien para mi, porque es un compuesto
que define dos contextos diferentes y determina cosas especificas, sin embargo, cuando los contextos coliden, hacen evidentes una serie de realidades
que a veces ni científica, ni socialmente están tan claras.
T|G: Hace aproximadamente diez años comenzaste una búsqueda exten-
siva sobre el surgimiento e incursión del bioarte como disertación ante
cambios tecno-científicos, estéticos y económicos, cómo afecta este
devenir tus decisiones como artista?
EM: Al decidir investigar elementos biológicos es cuando comienzo a tener la
inquietud de trabajarlos, no sólo de hacer un ejercicio teórico, sino de entenderlos materialmente, creo que eso lo determinó todo, en algún momento dejé
de producir obra y me avoqué de tiempo completo a la investigación, pero
eventualmente urdir las dos perspectivas se convirtió en una necesidad. Al
investigarlo también quería experimentarlo, fue algo automático, todas mis
piezas tienen que ver con inquietudes personales, de imaginarios, de preguntas, dudas.
· A lágrima viva: Reactivación emocional y sensitiva del ente
biocultural/ Recolección de lágrimas: un ejercicio colectivo
de sensibilidad/ Reciprocidad científico + artista
T|G: A lágrima viva (2013) reúne lágrimas tomadas de 20 mujeres para
ser reproducidas en un laboratorio dentro de cultivos nutritivos, ¿cómo
es que se reactiva el valor simbólico de las muestras en cuanto a género
e identidad social en un espacio expositivo como Transitio_MX 05?
EM: Ahora que ya produje la pieza entiendo que lo más importante no fue
sólo ingresar a un laboratorio y apegarme a su metodología científica, aunque
creo que el proceso es substancial, lo más interesante para mí fueron los
resultados documentales. Lo que sucedió con las personas involucradas, con
esas 20 donantes y su experiencia, ese lapso de recolección de muestras se
convirtió en un evento biológico-cultural. El llanto sucede cotidianamente y
pareciera que es imperceptible, sólo cuando se hace consciente a través de la
visibilidad cambia por completo su simbología y representación, por lo tanto,
su noción colectiva.
Una de las tareas más complicadas de A lágrima viva consistió en involucrar
los espectros científico y emocional ya que todo surgió del cruce de muchas
interrogantes : el entendimiento de las lágrimas como construcción social de
género, la conversión de una lágrima en un elemento sujeto a la interpretación, el significado biológico y emocional de las lágrimas para el cuerpo que
las produce, cómo este excedente funge como un ejercicio de liberación bioquímica y neuronal, y los múltiples detonadores de una lágrima.
Mas allá de exhibir un tubo Eppendorf lleno de líquido microbial, traté de
tener un alcance más personal, otro tipo de contacto hacia mujeres que lloraron durante semanas.
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 Transitio_MX 05, 2013
A lágrima viva: fisiología biológico social de una lágrima
T|G: Pareciera que la pieza trata de reunir dos polos en contraposición, el
discernimiento científico y los semblantes emocionales, ¿cómo se enfrentaron estas condiciones dentro de las instalaciones del CINVESTAV
donde todo operaba dentro de lineamientos técnicos precisos?, ¿cómo
se equilibró esta etapa metódica con la recolección de muestras?
EM: Uno de los grandes conflictos al exponer A lágrima viva era forjar la
conexión entre lo emocional y lo sumamente estricto de los protocolos de
laboratorio, numerosas repeticiones, ensayos, experimentos… estaba más
inclinada en eso que en algún otro aspecto. Elaboré documentos buscando
aclarar cuál era la intención real de la pieza para poder empalmar y estructurar
lo acumulado. Algo que dialogué con el equipo del CINVESTAV era que no
perdiéramos de vista eso, la intención de la pieza. Cuando establecí que el
sector a alcanzar era un grupo de mujeres de diferentes edades y características, ellos me decían que eso no era una muestra, que una verdadera muestra
debía tener características similares, una base específica con ciertos controles
para que obtuviera un modelo más representativo.
Lo que inferí es que mi intención no era hacer una muestra para comprobar
un resultado concreto, como una infección ocular, era una muestra para
entablar conversaciones sobre un vínculo de formaciones culturales, debido a
estas razones hubo que negociar varias cosas, pero siempre estuvo muy claro
que había un transcurso metodológico y condiciones contiguas entre los procesos artístico, personal y científico.
T|G: La combinación entre arte y ciencia aludida en proyectos de esta
índole resulta un binomio exitoso si se circunscribe a procesos de construcción y líneas de investigación, esta fusión asegura un proceso en el
laboratorio donde se inaugura un aprendizaje compartido, una intercesión.
¿Cuál fue el resultado de trabajar conjuntamente con una institución
como el CINVESTAV?
EM: Soy muy afortunada, el equipo con el que colaboré siempre estuvo muy
abierto a intercambiar ideas, algo que recuerdo es que los coordinadores del
área técnica solían decirme que estaban fuera de su zona de confort haciendo
métodos sin un propósito bien delimitado, les causaba conflicto no saber bien
cuál iba a ser el resultado, yo les respondía que éramos dos fuera de nuestra
zona de confort. Coexistió una confrontación para obtener una pieza con
variables, y objetivos. Fue complicado para ambos, en métodos de trabajo,
visión y vinculación, los dos lados se vieron afectados, desde explicar sus
propósitos y relaciones, hasta apuntar que se necesitaba y qué no.
·Bioarte: América Latina, institucionalización, materia
biológica en exhibición
T|G: ¿Cómo percibes las nociones del desarrollo de bioarte en América
Latina?, ¿Qué piensas acerca de la vinculación e institucionalización del
bioarte en México?
EM: Hace algunos años que migré del concepto bioarte, me gusta más pensar
en la expansión de un arte vivo, desde mi perspectiva después de muchos
años de investigar manifestaciones acorde, se empezó a agotar la utilización
de la palabra bioarte. Algo que comenzó a suceder en México en los últimos
cuatro o cinco años de exploración, fue la institucionalización del término; más
que el término es la relación biología con arte, incluso artistas con los que
tuve relación que no se autodenominaban como bioartistas y no involucraban
sus piezas con ese binomio, lo hacen actualmente. En cierta medida creo que
no hay una oferta tan grande y eso ha generado que se estandaricen ciertos
tipos de artistas, tipos de obras y conceptos. Algo que me gusta de estas
relaciones son las posibilidades de discurso, aunque a veces se pierden y frecuentemente se encierran en ciertos aspectos técnicos. A veces los proyectos
se concentran en el medio, no así en el discurso, el discurso es igualmente
importante que el medio.
Hablar de laboratorios y ciencia tiene su espectacularidad, eso puede ser un
arma de dos filos: en principio ayuda a generar un panorama, pero por otro
lado enclaustra al ejecutante a ser muy utilitario. Localizándonos en México,
me gustaría puntualizar que si hay una proliferación de proyectos de bioarte,
sería idóneo si hubiera más espacios para generarlos, ya que sigue siendo una
vinculación individual con el laboratorio institucional, no por algo escasean
espacios como biolabs, sin embargo, es importante indicar que hoy hay más
puntos de referencia, hace diez u once años, no había espacios disponibles
para quienes estaban rastreando este tipo de vertientes, no se enlazaban.
Discutir de bioarte en América Latina es hablar de ciertos países, ya que no
toda América Latina tiene un desarrollo y una cercanía equiparable, Brasil,
Colombia, Argentina y México muestran un crecimiento, desarrollo y trabajo
tecnológico particular a comparación de otros países que comparten la misma
extensión geográfica, esto tiene que ver con los diferentes enfoques, contextos y relaciones que se gestan de acuerdo a cada entorno, así como los discursos y sus consecuentes discusiones, cuestionamientos y políticas hacia
estructuras lógico-científicas estatales.
T|G: ¿Cómo se enfrenta la curaduría a la exhibición de materia
viva, a los procesos logísticos que esto conlleva?
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 Arte de Acción en el Centro Cultural de España en San Salvador, República del Salvador, 2009
Untitled 18”
EM: Lo veo como curadora y como artista, no es una tarea fácil, al respecto
Eduardo Kac menciona que los museos o los espacios expositivos se concentran en objetos y no en sujetos, cuando se instala una pieza que tiene una
estructura viva en desarrollo, con requerimientos especiales, el museo piensa
en un objeto, no en un sujeto, como una bacteria, una planta, etc. Eso hace
muy complicado el montaje, además hay cosas con las que no se está tan
familiarizado en logística curatorial como transporte de semillas, montaje,
iluminación, temperaturas, ambientadores, cosas sencillas para las cuales los
espacios expositivos no están tan preparados o habituados. Los intereses
también se mezclan, quizá al espacio le interesa que se vea, pero al artista le
interesa que se vea crecer, y en ocasiones la exhibición no hace evidente este
crecimiento, son organizaciones complicadas, aún cuando han pasado tantos
años del montaje de este tipo de exhibiciones.
tecnología corporal, portadora de las relaciones cotidianas que nos asumen
como conversores de beneficios u obstáculos.
TG: ¿En qué términos describirías tu relación con la tecnología?, ¿cómo
se presenta bajo tu criterio?
EM: Pienso en la tecnología como un elemento dispuesto a la reinterpretación
y modificación que puede cristalizarse en un motivo discursivo, en múltiples
transformaciones que superan al medio. Al hablar de tecnología, hablo también de un proceso de conocimiento, de la unión con un entorno remoto. Me
refiero a discursos, teorías, aprendizajes, posibilidades, fases y cambios directos, un diálogo constante.O
·Untitled 18”: Vislumbrando la violencia mediatizada, tecnología y representación
T|G: Untitled 18” (2009) se sirve de tecnologías de la información para
advertir que cada dieciocho segundos una mujer sufre un acto violento
¿cómo han madurado las reflexiones con respecto a esta pieza después
de 6 años?, ¿qué ha cambiado al representar la violencia dirigida al
género?
EM: Tengo una tendencia fuerte de estudio de género, siempre la he tenido,
en ese momento me interesaban los datos, los números y la visualización de
la información, fue un momento histórico en el que la traducción de la información cobraba mucha importancia, Untitled 18”es una estructura que se
deposita en el apogeo de la cultura digital para exteriorizar la sucesión de
acciones violentas hacia mujeres alrededor del mundo cada dieciocho segundos. Mi evolución es pasar de una tecnología o un medio que en ese momento es el más cercano y disponible para seguir cuestionando esos temas
pero desde lugares diferentes, pasé de hacer piezas que sucedían en un escenario como el tiempo real, a hacer prototipos con más permanencia.
T|G: ¿Cómo percibes la violencia asociada a la tecnología?
EM: Antes concebía la violencia como algo que era evidente, por ejemplo,
Untitled 18”habla de una violencia visualmente percibida, con el paso del
tiempo me he dado cuenta que la violencia es poco evidente, he aprendido a
entenderla desde percepciones muy sutiles. Cambié el proceso para poder
tratarla desde una perspectiva poética, menos espectacular, pasé de un valor
esquemático a una metáfora. Se cree que la violencia se constituye a partir del
otro, pero la violencia comienza desde uno mismo, está configurada como
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Fotografía:
-edithmedina.com
-Tecno|Grafía[s]
©Tecno|Grafía[s]
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