Victorino Alonso culpa a Aragón por no señalizar la cueva de Chaves

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ELMUNDO
JUEVES 22 DE SEPTIEMBRE DE 2016
DIARIO DE
CASTILLA
Y LEÓN
DEL SIGLO XXI
CORTES
GANADERÍA
El Pleno acaba
con siete acuerdos
unánimes tras la
bronca del martes
Sólo el 18% de
los ganaderos
pide la ayuda a la
reducción de leche
Tras la tormenta llegó la calma, con 7 acuerdos unánimes y el protagonismo de un
niño con parálisis cerebral
que consiguió una enfermera para ir al colegio. PÁGS 4 Y 5
FUNDACIÓN BARREIROS
De los Mozos reclama
la formación «urgente»
de un gobierno PÁGINA 6
Sólo el 18% de los ganaderos
de Castilla y León con entregas de leche en julio de 2016
ha presentado la solicitud de
ayuda a la reducción voluntaria de la producción. PÁGINA 13
Victorino Alonso culpa a Aragón
por no señalizar la cueva de Chaves
L Niega haber ordenado arrasar la cueva y ser el dueño del coto donde está, en la primera sesión del juicio
por la destrucción del yacimiento L Responsabiliza también al director de las excavaciones, ya fallecido
FELIPE RAMOS / ALICIA CALVO
VALLADOLID
Repartió culpas y responsabilidades, pero no asumió ninguna. «Si el
Gobierno de Aragón hubiera señalizado el yacimiento, no hubiera pasado nada». El empresario leonés
Victorino Alonso negó ayer cualquier implicación en la destrucción
de la cueva de Chaves, durante la
primera sesión del juicio en el que
comparece como acusado de dos
delitos contra el patrimonio y contra el Medio Ambiente.
Este espacio natural de Chaves
era la segunda excavación del Neolítico más importante de la Península, hasta que las máquinas arrasaron con el material arqueológico hace ya siete años. Ubicada en el coto
de caza de Bastarás, Huesca, pertenece a la empresa Fimbas, de la que
se supone que Alonso es propietario. Aunque ayer volvió a negar este
extremo.
El empresario del carbón accedió
entre abucheos al juzgado de lo Penal 1, de Huesca, y en su declaración siguió la estrategia mantenida
durante la instrucción del caso.
Victorino Alonso aseveró que no
tiene «nada que ver» con la empresa que explota el coto (Fimbas), ni
con Ferpi, dueña de las máquinas
‘ejecutoras’ y, por lo tanto, negó que
ordenara retirar los restos arqueológicos para construir un abrevadero para animales en el coto.
Sí reconoció, en cambio, que es el
administrador único de dos negocios que forman parte del accionariado de las dos compañías, pero
subrayó que no es propietario y que
no tiene acciones.
De entrada, aseguró ayer ante el
juez que «no sabía que había un yacimiento» por esa zona, que él «sólo acudía al coto a cazar», que iba
«de puesto en puesto, al aire libre»,
y que se enteró de valor cultural del
enclave después, tras las denuncias.
Acto seguido, sin ser preguntado
específicamente por ello, enumeró
a los que considera responsables de
Victorino Alonso, ayer, entrando al juzgado de lo Penal 1 de Huesca para la primera sesión del juicio. HUESCANOTICIAS.COM
UN TESORO
NEOLÍTICO
SIN ESTUDIAR
Segundo más importante.
La cueva de Chaves, en una
finca cinegética de la Sierra
de Guara, era el segundo
yacimiento neolítico más
importante de la Península.
Ecologistas señala que aún
faltaba por estudiar más del
90% de su espacio. Sólo se
han salvado 110 metros
cuadrados. «El daño es
incalculable», señaló el
abogado de la organización
Pablo Malo, que indicó que
en el juicio «se vieron muchas
contradicciones».
Entrada de la cueva de Chaves arrasada, que contenía un yacimiento neolítico. E. M.
la pérdida arqueológica.
El conocido empresario minero
culpó al Gobierno de Aragón por no
señalizar el bien patrimonial para
protegerlo, y apuntó hacia alguien
que ya no puede rebatirle: el fallecido Vicente Baldellou, director de las
excavaciones arqueológicas, «por
un error de supervisión, al pedir
que despejasen las piedras que había en la entrada de la cueva», sostuvo.
Precisamente, Baldellou fue
quien denunció en 2009 que la maquinaria pesada había acabado con
el yacimiento y, en la fase de instrucción, no reconoció en ningún
momento la secuencia de los hechos que ayer defendió el acusado,
más bien, todo lo contrario.
Alonso también señaló en otra dirección, en la de las organizaciones
ecológicas de Huesca y de León:
«Siempre están contra mí», clamó.
Además del acusado, también
comparecieron varios testigos.
Unos corroboraron la defensa de
Alonso y otros la tumbaron.
Un guarda del coto y un representante de Fimbas atestiguaron que
actuaron por orden del director de la
excavación. Por contra, otros ex empleados, como Alejandro Millet, declararon que Alonso les mandó arrasar la cueva. «Vi al Victorino y al encargado de Ferpi dentro de la cueva
gesticular y decir qué había que retirar y dónde echarlo», afirmó.
El juicio continúa hoy con pruebas periciales y se extenderá hasta
mañana. El fiscal solicita dos años y
ocho meses por un delito contra el
patrimonio Apudepa (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio
Aragonés) y Ecologistas, personados como acusaciones particulares
junto al Gobierno de Aragón, lo elevan a tres años, por un delito medioambiental.
Además, las acusaciones particulares le exigen una indemnización
de 61 millones de euros. Una cantidad que el Ministerio Fiscal rebaja
a 14 millones.
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