Tratamos de ayudar a los que están en nuestra misma situación

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Casos Reales
Estas cuatro mujeres tienen una
limitación física que pudo haberlas
vencido. Sin embargo, no se dejaron
ganar por ella: son profesionales y
trabajan ad honórem en distintas
organizaciones vinculadas con la
discapacidad. Por Florencia Illbele
Tratamos de
ayudar a los que
están en nuestra
misma situación
196 Cosmopolitan / septiembre 2012 De izq. a der.: Daniela Daiman,
Analía Crivello, Cecilia Gracía
Rizzo y Andrea Grassia.
1
Daniela
Daiman
“Mi vida es
un desafío
constante”
T
1) Con su familia. 2) En
2011 formó el equipo
Hockey Sordas Argentinas.
iene 23 años y es
la mayor de dos
hermanas. Por
causas desconocidas, ambas
padecen hipoacusia pro2
funda bilateral. “Me la detectaron a los dos años y
medio. Mis padres estaban preocupados porque yo no hablaba, y
consultaron con un especialista. El diagnóstico reveló que tenía la
audición disminuida: para poder escuchar, debía usar audífonos.
La primera vez que los utilicé, desapareció el silencio total en el que
vivía. Oí y reconocí las voces de mi papá, de mi mamá y de los
dibujitos animados. Después, aprendí a leer los labios y a pronunciar las palabras”, recuerda Daniela Daiman.
Sus días escolares no fueron fáciles. “Podría haber ido a una
escuela especial, para personas con la misma limitación física,
pero mis padres quisieron que interactuara con chicos oyentes.
Fue muy duro, porque mis compañeros no me entendían cuando
les hablaba, y me costaba jugar con ellos”, admite. Esa frustración se revirtió cuando Daniela se puso en contacto con otros
hipoacúsicos. “Sentí que no estaba sola en el mundo. Ellos me
transmitieron confianza y seguridad para comunicarme con
otras personas. Aprendí a expresarme y, de a poco, esa sensación
de ser un ‘bicho raro’ fue desapareciendo”, dice Daniela. Su
entorno se sorprendió cuando ella anunció que iba a estudiar
Diseño de Imagen y Sonido. “Todos pensaban que no iba a lograrlo, y hasta llegaron a decirme que estaba loca, pero lo tomé
como un reto. Estudio el sonido a través de las imágenes, y estoy
a punto de obtener mi tecnicatura. También curso el segundo
año de la carrera de Relaciones Públicas. Mi vida es un desafío
constante”, afirma con una sonrisa amplia.
Hace un año formó un equipo de hockey para chicas
REALIDA
hipoacúsicas: Hockey Sordas Argentinas. Ella jugaba
D
El 12,9%
este deporte a los cinco años, pero como no escuchaba
d
e la
població
el silbato y se sentía incómoda, se retiró a los 14.
n
a
r
g
e
(5.114.1
90 pers ntina
Cuando cumplió 21 decidió retomar, y gracias a
onas)
sufre alg
Facebook pudo reclutar a 50 chicas (entre ellas, a su
ú
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ip
o de
discapa
hermana
Carolina). “Conseguimos dos entrenadoras
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idad físic
FUENTE
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y
reemplazamos
el silbato por una luz láser verde que
Estad
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ística
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de
y Cen
sos (IN
apunta a la bocha cada vez que hay una falta. Jugamos
DEC).
todos los domingos”, concluye.
septiembre 2012 / Cosmopolitan
197
Casos Reales
1
Analía Crivello
“Hay que
esforzarse,
pero se puede
salir adelante”
E
l 22 de octubre de 2003, la vida
de Analía Crivello cambió para
siempre. Ella tenía 23 años, estaba a punto de recibirse de
periodista en la Universidad del
Salvador y se preparaba para vivir sola en
un departamento que acababa de alquilar.
Sus días eran intensos: se levantaba temprano para ir a la facultad, almorzaba algo
“por ahí” y luego iba a trabajar. “Hacía 15
días que era pasante en Universia, un portal para estudiantes universitarios. Era la
encargada de hacer el contenido para la
sección ‘Entretenimiento’, algo que me
apasionaba. Una tarde salí de la oficina y,
cuando estaba por cruzar la calle, un taxi
me atropelló y me arrastró varios metros.
Estuve tres semanas en coma 4, cinco
meses hospitalizada y tuve que hacer cuatro años de rehabilitación física en la Clínica ALCLA. No podía mover el brazo ni
la pierna derechos y padecía un desorden
en el habla y el lenguaje, por las lesiones
1
2
1) Con Martín y Alejandro fundó el Grupo
Ultreya, para ayudar a personas con
discapacidad neurológica adquirida.
2) Con María Luján Casal, su terapista.
cerebrales. Me
alimentaba a través
de una sonda y respiraba gracias a una
traqueotomía”, cuenta la periodista.
A Analía no le resultó fácil asumir lo que
le había sucedido. “Durante un año y
medio, creí que podía volver a ser como
antes. Cuando me di cuenta de cuál era mi
realidad, caí en una depresión muy fuerte,
de la que pude salir gracias al respaldo de
los médicos y al apoyo incondicional de mi
familia y de mis amigos”, dice. Al empezar
la rehabilitación, Analía no podía leer ni
hablar. Hoy puede hacerlo, aunque una vez
por semana visita a una fonoaudióloga para
seguir mejorando su pronunciación.
María Luján Casal, una terapista ocupacional de la Asociación para el Desarrollo de la Educación Especial y la
Integración (ADEEI), ayudó a Analía a
superar el miedo que sentía cuando debía
moverse en la ciudad. “Como yo tenía
pánico de salir sola a la calle, Luján me
acompañaba. Nos trasladábamos en colectivo o en subte. Al principio no podía
soltarle el brazo, pero ahora ya me manejo
sola”, cuenta con orgullo.
Actualmente, Analía realiza una pasantía laboral en la Fundación Ciudadanos del
Mundo: una organización no gubernamental (ONG) que promueve la inclusión, la
integridad y el respeto por los derechos de
inmigrantes y de refugiados. Dos veces por
semana recopila la información referida a
esa temática que aparece en los medios.
Además, desde 2010, junto a Martín y a
Alejandro, dos compañeros de ADEEI,
fundó el Grupo Ultreya (este término significa “más allá” en latín, y lo usan los peregrinos del Camino de Santiago de
Compostela, en España, para darse ánimos). “Queremos ayudar a las personas
que, como nosotros, tienen una discapacidad neurológica adquirida. Transmitimos
nuestra experiencia, brindamos apoyo y
damos charlas informativas para que
sepan qué se puede hacer después de la
rehabilitación. Hay que esforzarse mucho,
pero se puede salir adelante. Jamás me
hubiera imaginado que podía hacer algo
como esto y, sin embargo, acá estoy: tratando de dar una mano a partir de nuestras vivencias”, finaliza.
198 Cosmopolitan / septiembre 2012 2
1) Con su novio
Gabriel, en
Necochea. 2) En
2008, junto a su
hermana Estefanía.
Cecilia
García Rizzo
“Jamás me
victimicé. Soy
proactiva”
A
l cumplir 11 años, Cecilia
García Rizzo, que hoy tiene
32, empezó a notar problemas para caminar. “Tenía
que hacerlo en puntas
de pie”, recuerda.
Luego de visitar a varios neurólogos y sin
lograr un diagnóstico
certero, se sometió a
una operación por sugerencia de un traumatólogo.
En ella le estiraron los tendones de Aquiles, creyendo que esa era la solución definitiva, pero no lo fue.
Una biopsia reveló que padecía una
distrofia muscular de cinturas. “Es una
enfermedad neuromuscular crónica que
produce debilidad, cansancio y fatiga
en los músculos. Es un mal progresivo:
con el paso de los años, los síntomas se
intensifican. Antes, por ejemplo, podía
subir las escaleras, pero hoy ya no.
Tengo mucha dificultad para caminar
porque pierdo el equilibrio, así que para
las distancias largas uso un scooter eléctrico. En casa puedo pararme y movilizarme, pero solo durante un rato”,
explica Cecilia.
Continúa
Casos Reales
Muchas instituciones aceptan voluntarias.
ASOCIACIÓN DE
DISTROFIA MUSCULAR
ARGENTINA
(adm.org.ar)
(011) 153593-9265
BIBLIOTECA
ARGENTINA PARA
CIEGOS
(www.bac.org.ar)
(011) 4981-0137 / 7710
FUNDACIÓN RUMBOS
(rumbos.org.ar)
(011) 4706-2769
GRUPO ULTREYA
(grupoultreya.com.ar)
(011) 4701-0895 / 153458-7450
“Lucho para
lograr una
mejor calidad
de vida”
Andrea
Grassia
C
1
1) Este año,
Andrea
participó en
el stand que
la Biblioteca
Argentina
para Ciegos
tuvo en la
Feria del
Libro. 2) Ella
también
colabora en la
revista Braille
Joven.
Vos también
podés colaborar
2
omo nació seismesina, tuvo que
permanecer dos meses y medio
en la incubadora. “Ahí me detectaron un desprendimiento de la
retina que afectó por completo
mi visión. Mis padres me lo explicaron como algo natural, jamás desde la
lástima”, asegura Andrea Grassia.
Ella no asistió a una escuela para ciegos.
“Pero a la tarde iba a una institución para no
videntes. Una maestra integradora adaptaba
al sistema Braille el material que me daban
en la escuela y transcribía a tinta lo que yo
hacía, para que la docente pudiera corregirlo.
En la Biblioteca Argentina para Ciegos conocí a un grupo de chicos que me enseñaron
técnicas para manejarme en la calle y en los
colectivos. Mi objetivo era ser cada vez más
independiente”, cuenta Andrea.
En 2005, cuando cumplió 18 años, empezó
a cursar Periodismo en TEA. “Siempre me
interesó saber lo que pasaba a mi alrededor.
200 Cosmopolitan / septiembre 2012 MUJERES COMO VOS
(lucha por la
equidad de la mujer
en la sociedad y en
contra de la
violencia de género)
(ongmujerescomovos.
blogspot.com.ar)
(011) 15-3173-5952
MUTUALIDAD
ARGENTINA DE
HIPOACÚSICOS
(mah.org.ar)
(011) 4382-8275 /
4384-6111
De chica, jugaba con un grabador y entrevistaba a todos. Como me gustaba estar informada, mi mamá me leía el diario, hasta que
instalé el lector de pantalla en la computadora y pude empezar a hacerlo sola”, dice
Andrea. En 2005 también participó de la
Feria del Desarrollo de Cono Sur: con otros
chicos de la biblioteca presentó un proyecto
para realizar una revista impresa en sistema
Braille, que fue elegido y financiado por
UNICEF. La revista Braille Joven ya lleva
publicadas siete ediciones. “Llega al interior
de la Argentina y a otros países latinoamericanos. Recibimos muchas cartas de agradecimiento por el servicio”, afirma con orgullo.
En 2009, Andrea asumió como vocal ad
honórem de la comisión directiva de la biblioteca. “Me ocupo de todo lo vinculado a
la comunicación institucional: coordino
visitas guiadas y organizo talleres de Braille.
Este año tuvimos un stand en la Feria del
Libro”, cuenta.
Andrea también trabaja como asesora del
legislador porteño Adrián Camps en temas
vinculados a la discapacidad. “Jamás me
cuestioné cómo sería mi vida si pudiera ver.
Voy a seguir luchando para lograr una mejor
calidad de vida para mí y para otras personas que están en mi misma situación. Trato
de no quedarme, de mostrarles a los demás
y a mí misma que se puede”, asegura. ■
Fotos: SOL ESPINZO Y ÁLBUM PERSONAL DE LAS ENTREVISTADAS. MAQUILLARON: AGUSTINA LUSTRINI Y GRI VALLEJO PARA DE LA VEGA MAKEUP (WWW.DELAVEGAMAKEUP.COM.AR). AGRADECIMIENTOS: YAGMOUR.
Gracias al apoyo de sus padres y de sus dos hermanos
menores, ella aprendió a adaptarse y a sobrellevar esta
situación. “Jamás me victimicé. Soy muy proactiva: si
quiero hacer algo, busco alternativas. Así obtuve mi actual
trabajo: como no podía presentarme en un lugar sin saber
de antemano si era accesible o no para mí, se me ocurrió
buscar empleo en distintas organizaciones. Llegué a la
Fundación Rumbos, una ONG que impulsa políticas de
inclusión”, asegura.
Cecilia estudió Psicología en la Universidad de Belgrano
y obtuvo su licenciatura. Además, colabora como voluntaria
en la Asociación de Distrofia Muscular Argentina. “Formo
parte de la comisión directiva y me ocupo de la edición
trimestral de la revista Seguir Andando. También organizamos jornadas, talleres para padres de chicos con discapacidad y actividades recreativas (como campings o
muestras de arte). Acabamos de organizar una maratón a
beneficio, que se correrá el 30 de septiembre, con el objetivo
de juntar dinero para viajar a las provincias a asistir a
personas con limitaciones físicas que no tienen recursos.
Aportamos nuestro granito de arena para que la sociedad
sea más inclusiva”, concluye.
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