Organización Mundial de la Salud N O T A D E S C R I P T I VA Trastornos mentales y neurológicos U na de cada cuatro personas, o un 25% de los individuos, desarrollan uno o más trastornos mentales o conductuales en algún momento de la vida, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Estos trastornos pueden diagnosticarse ya con tanta fiabilidad y exactitud como la mayoría de los trastornos orgánicos comunes. Algunos de esos trastornos pueden prevenirse, y todos pueden ser manejados y tratados con éxito. El Informe sobre la salud en el mundo 2001 se centra en varios trastornos comunes. Se trata de la depresión, los trastornos por consumo de sustancias, la esquizofrenia, la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, el retraso mental y los trastornos de la infancia y la adolescencia. DEPRESIÓN ¿En qué consiste? La depresión, a veces denominada depresión unipolar, es un trastorno mental común caracterizado por una sensación de tristeza, una pérdida de interés en las actividades y una disminución de la energía vital. La depresión se diferencia de las oscilaciones normales del estado de ánimo por su gravedad, por los síntomas y por su duración. El suicidio sigue siendo una de las consecuencias más comunes y a menudo evitables de la depresión. Los episodios depresivos que alternan con alegría o irritabilidad exageradas se conocen como trastorno bipolar. Los trastornos depresivos y la esquizofrenia explican un 60% de todos los suicidios. Las causas de depresión son diversas: los factores psicosociales, como las condiciones de vida adversas, pueden influir en la aparición y persistencia de los episodios depresivos, pero intervienen también factores genéticos y otros factores biológicos. ¿Cuántos afectados hay? Se calcula que, considerando un periodo de un año, un 5,8% de los hombres y un 9,5% de las mujeres presentarán un episodio depresivo en algún momento. Estas cifras de prevalencia varían sin embargo de una población a otra. Se calcula que unos 121 millones de personas sufren actualmente depresión. ¿Qué medidas se pueden tomar? El tratamiento de primera línea para la mayoría de las personas con depresión consiste en medicación antidepresiva, psicoterapia, o ambas cosas. Los antidepresivos son eficaces en todos los niveles de severidad de los episodios depresivos importantes. Otra intervención eficaz es el establecimiento de sistemas de redes de apoyo para los individuos, las familias y los grupos vulnerables. La evidencia disponible respecto a la eficacia de la prevención de la depresión es menos concluyente: sólo unos pocos estudios han mostrado que las intervenciones de prevención propuestas sean eficaces. ESQUIZOFRENIA ¿En qué consiste? La esquizofrenia es un trastorno grave que aparece típicamente durante la adolescencia o en los primeros años de la vida adulta. Se caracteriza por una distorsión profunda de la facultad de pensar y de las percepciones, que afecta al lenguaje, el pensamiento, la percepción y el sentido de la identidad. A menudo se dan experiencias psicóticas, como alucinaciones auditivas o ideas delirantes. Puede deteriorar el funcionamiento hasta el punto de causar la pérdida de aptitudes adquiridas, de tal manera que muchos afectados dejan de poder ganarse la vida o deben interrumpir sus estudios. ¿Cuántos afectados hay? A nivel mundial hay en cualquier momento unos 24 millones de personas que sufren esquizofrenia. El trastorno se ha encontrado en todos los países donde se han hecho estudios al respecto. La esquizofrenia afecta aproximadamente por igual a hombres y mujeres. Sin embargo estas últimas tienden a desarrollarla en etapas posteriores de la vida, y también a evolucionar mejor después del tratamiento. ¿Qué medidas se pueden tomar? La prevención primaria de la esquizofrenia es imposible. Sin embargo, algunas investigaciones recientes se han Nota descriptiva: Informe sobre la salud en el mundo 2001 1 Organización Mundial de la Salud centrado en el desarrollo de técnicas idóneas para detectar a los afectados en las fases más tempranas de la enfermedad. La detección precoz aumenta las oportunidades de aplicar un tratamiento temprano, y reduce el riesgo de recaídas o de secuelas graves. El tratamiento de la esquizofrenia se basa en tres componentes principales: medicamentos para aliviar los síntomas y prevenir las recaídas; educación e intervenciones psicosociales para ayudar a los pacientes y a sus familias a hacer frente a la enfermedad y sus complicaciones; y rehabilitación para ayudar a los pacientes a reintegrarse en la comunidad y reanudar incluso sus ocupaciones. Hasta hace poco, alrededor de un tercio de los enfermos esquizofrénicos se recuperaban completamente. Tras los últimos progresos de la farmacoterapia y la atención psicosocial, casi la mitad de las personas que desarrollan esquizofrenia pueden confiar en que se recuperarán plenamente y por largo tiempo. Sin embargo, en los restantes casos, la enfermedad puede evolucionar de forma crónica o recurrente, con síntomas residuales y graves limitaciones de las actividades cotidianas. ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ¿En qué consiste? La enfermedad de Alzheimer es un síndrome cerebral degenerativo caracterizado por un deterioro progresivo de la memoria, el pensamiento, la comprensión, la capacidad de cálculo, el lenguaje, la capacidad de aprendizaje y el juicio. Es importante, sin embargo, diferenciar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer de la disminución normal de las funciones cognitivas relacionada con la edad, que es mucho más gradual y se manifiesta por una discapacidad mucho menor. ¿Cuántos afectados hoy? Actualmente hay en todo el mundo unos 37 millones de personas con demencia, y la enfermedad de Alzheimer es la responsable de la mayoría de los casos. Aproximadamente un 5% de los hombres y un 6% de las mujeres de más de 60 años de edad padecen la enfermedad. Con el envejecimiento de las poblaciones, se prevé que esa cifra aumentará rápidamente en los próximos 20 años. ¿Qué medidas se pueden tomar? Por ahora no hay ninguna curación para la enfermedad 2 Nota descriptiva: Informe sobre la salud en el mundo 2001 de Alzheimer. Las metas de la atención son mantener el funcionamiento del individuo, reducir la discapacidad causada por la pérdida de las funciones mentales, reorganizar las actividades rutinarias para maximizar el uso de las funciones conservadas, reducir al mínimo síntomas tales como la suspicacia, la agitación y la depresión, y proporcionar apoyo a la familia. Las intervenciones psicosociales, en particular la educación, el apoyo, la orientación y la asistencia de relevo, son sumamente importantes en la enfermedad de Alzheimer, tanto para los pacientes como para los parientes cuidadores. Algunos medicamentos han demostrado cierta utilidad para corregir la disfunción cognitiva y mejorar la atención, así como para atenuar las ideas delirantes. EPILEPSIA ¿En qué consiste? La epilepsia es el más frecuente de los trastornos cerebrales. Se caracteriza por la aparición reiterada de crisis convulsivas, los comúnmente denominados «ataques», que pueden adoptar muchas formas, desde lapsus de atención muy breves hasta convulsiones severas y frecuentes. Pueden producirse desde varias veces al día hasta una vez cada pocos meses. Los ataques epilépticos son causados por una suerte de explosiones de actividad eléctrica cerebral. La mayoría de los afectados no presentan anomalías patentes o demostrables en el cerebro, sólo cambios de la actividad eléctrica. ¿Cuál es su origen? Hay muchas causas de epilepsia, entre ellas factores genéticos predisponentes, lesiones cerebrales por infecciones, complicaciones del parto, traumatismos cerebrales, parásitos, alcohol u otras sustancias tóxicas, y tumores. La teniasis, la esquistosomiasis, el paludismo y la encefalitis son algunas de las causas infecciosas más frecuentes de epilepsia. Sin embargo, en la mitad de los casos la causa sigue sin conocerse. ¿Cuántos afectados hay? Se estima que hay en todo el mundo unos 50 millones de personas de todas las edades que sufren epilepsia, y se calcula que más del 80% de ellas viven en países en desarrollo. Organización Mundial de la Salud ¿Qué medidas se pueden tomar? Se consideran medidas eficaces para prevenir la epilepsia una atención prenatal y posnatal adecuada, el parto sin riesgo, el control de la fiebre en los niños, el control de las enfermedades parasitarias y las medidas de prevención de los traumatismos y lesiones cerebrales, como por ejemplo el control de la tensión arterial o el empleo del cinturón de seguridad y de casco protector. El tratamiento de la epilepsia tiene por objeto prevenir las crisis convulsivas y reintegrar a los afectados en todos los ámbitos de la vida de la comunidad. Los fármacos antiepilépticos pueden llegar a suprimir los ataques hasta en un 70% de las personas con diagnóstico reciente de epilepsia. A pesar de que en la mayoría de los países el costo del tratamiento puede ser de sólo 5 dólares por paciente y año, la gran mayoría de los afectados no reciben medicación. En África, por ejemplo, más del 80% de quienes sufren epilepsia no están sometidos a tratamiento alguno. R ETRASO MENTAL ¿En qué consiste? El retraso mental es consecuencia de un freno del desarrollo, o un desarrollo parcial, del cerebro, y se caracteriza por el deterioro de las aptitudes y la inteligencia general en áreas como la cognición, el lenguaje y las funciones motoras y sociales. También conocido como discapacidad o minusvalía intelectual, el retraso mental puede acompañarse o no de otros trastornos orgánicos o mentales. Además de los factores genéticos, los traumatismos durante el parto y las infecciones cerebrales, una causa común de retraso mental en la carencia de yodo. Esta carencia es la causa única más importante de daño cerebral prevenible y de retraso mental grave. ¿Cuántos afectados hay? Se calcula que la prevalencia general del retraso mental se sitúa entre el 1% y el 3%. Es más común en los países en desarrollo, debido a la mayor incidencia de lesiones por anoxia o privación de oxígeno al nacer y de infecciones cerebrales en los primeros años de infancia, factores todos ellos que son causa de retraso. ¿Qué medidas se pueden tomar? El retraso mental se puede prevenir. Entre las posibles medidas para ello cabe citar la yodación de la sal, para prevenir el retraso mental por carencia de yodo (cretinismo); la abstinencia de alcohol en las mujeres embarazadas, para evitar el síndrome alcohólico fetal; el control alimentario, para prevenir el retraso mental en las personas con fenilcetonuria; el asesoramiento genético prenatal, para detectar ciertas formas de retraso mental, como el síndrome de Down; y el control ambiental, para prevenir el retraso mental debido a intoxicación por metales pesados como el plomo. Las metas del tratamiento son el reconocimiento precoz y el aprovechamiento óptimo de la capacidad intelectual del individuo mediante el adiestramiento, la educación y el apoyo de la familia, la formación profesional y las oportunidades laborales en entornos protegidos. La capacitación de los padres para que actúen como profesores e instructores de aptitudes para la vida cotidiana es un elemento fundamental de la atención que requieren las personas con retraso mental. Los padres tienen que conocer los principios de aprendizaje oportunos, y ser adiestrados en las técnicas de modificación del comportamiento y de formación profesional. Además, pueden apoyarse mutuamente constituyendo redes y grupos. TRASTORNOS POR CONSUMO DE SUSTANCIAS ¿En qué consisten? Hay varios trastornos que se derivan del consumo de sustancias psicoactivas, entre ellas el alcohol, opiáceos como el opio o la heroína, cannabinoides como la marihuana, sedantes e hipnóticos, cocaína, otros estimulantes, sustancias alucinógenas, tabaco y disolventes volátiles. La intoxicación aguda, el uso nocivo, el síndrome de dependencia y los trastornos psicóticos son algunas de sus consecuencias. El tabaco y el alcohol son las sustancias más consumidas en todo el mundo, y las que peores efectos tienen en la salud pública. ¿Cuántos afectados hay? Hoy día, aproximadamente uno de cada tres adultos, o 1200 millones de personas, fuman tabaco. Para 2025, se prevé que la cifra superará los 1600 millones. Se ha estimado que el tabaco causaba 4 millones de defunciones anuales en 1998, y se calcula que las defunciones por esa causa se elevarán a 8,4 millones en 2020. Se estima que sufren trastornos por consumo de alcohol, Nota descriptiva: Informe sobre la salud en el mundo 2001 3 Organización Mundial de la Salud incluidos el uso nocivo y el síndrome de dependencia, unos 70 millones de personas, el 78% de las cuales no reciben tratamiento. La tasa de trastornos por consumo de alcohol es del 2,8% para los hombres y del 0,5% para las mujeres. Se abusa también de muchas otras sustancias, clasificadas en general como drogas. Ello incluye drogas ilícitas como la heroína, la cocaína y el cannabis. Se ha estimado que hay en el mundo unos 5 millones de personas que se inyectan drogas ilícitas. La alta prevalencia de infección por el VIH entre los usuarios de drogas inyectables representa importante problema de salud pública. ¿Qué medidas se pueden tomar? Las metas del tratamiento son reducir la carga de enfermedad, discapacidad y muerte por consumo de sustancias psicoactivas y ayudar a los pacientes a prescindir de las drogas en la vida. Como estrategias para ello cabe mencionar el diagnóstico precoz; la identificación y el manejo del riesgo de enfermedades infecciosas, así como de otros problemas médicos y sociales; la estabilización y el mantenimiento con farmacoterapia en los casos de dependencia de opiáceos; el apoyo psicológico; el acceso a los servicios, y las oportunidades de integración social. La desintoxicación médica es sólo el primer paso del tratamiento de la dependencia, y por sí sola no influye en el consumo de drogas a largo plazo. Debe proporcionarse atención a largo plazo para reducir las tasas de recaída. Y LA ADOLESCENCIA ¿En qué consisten? Contrariamente a lo que se cree, los trastornos mentales y conductuales son comunes durante la niñez y la adolescencia. Muchos de los trastornos más frecuentes entre los adultos, incluida la depresión, pueden empezar durante la infancia, pero hay dos categorías generales específicas de la niñez y la adolescencia. La primera son los trastornos del desarrollo psicológico caracterizados por un déficit o retraso de la aparición ya sea de funciones cognitivas o cerebrales específicas, como el habla y el lenguaje (dislexias), o de funciones más generales, como ocurre en el autismo. Estos trastornos evolucionan de forma constante, sin remisión o recaídas, aunque algunos tienden a mejorar con el tiempo. En la segunda categoría, los trastornos conductuales y emocionales, 4 Nota descriptiva: Informe sobre la salud en el mundo 2001 ¿Cuántos afectados hay? Aunque la prevalencia estimada varía considerablemente entre los distintos estudios, se calcula que un 10%-20% de los niños tienen una o más afecciones mentales o comportamentales. La magnitud real del problema se desconoce en gran parte, especialmente en las culturas no occidentales, de ahí la necesidad de nuevas investigaciones para establecer exactamente cuántos niños están afectados por esos trastornos y en qué grado lo están. ¿Qué medidas se pueden tomar? La atención prestada a este aspecto de la salud mental es insuficiente. Un correcto conocimiento del desarrollo psicológico normal y anormal es fundamental para diagnosticar los trastornos de la infancia y la adolescencia. Para ello lo mejor es disponer de observadores adiestrados al efecto y equipados con diversos instrumentos clínicos, sin olvidar la necesidad de informar a los padres y maestros. Hay distintas modalidades de tratamiento para los trastornos de la infancia y la adolescencia. Diversas pruebas de nuevo tipo basadas en la neuroimaginología prometen grandes avances en la definición de las funciones cerebrales patológicas subyacentes en numerosos trastornos, con la consiguiente oportunidad de mejora de las opciones terapéuticas. Actualmente se prefiere la atención ambulatoria a la hospitalización, pues representa la modalidad de atención menos restrictiva. El tratamiento de los trastornos de la infancia y la adolescencia exige un continuum asistencial a lo largo del tiempo, con mecanismos de vinculación de los servicios prestados en hospitales, centros ambulatorios, familias y escuelas. Los tratamientos pueden comprender tanto apoyo psicológico individual o colectivo, por ejemplo en forma de psicoterapia o de orientación, cuanto el uso de medicación, como en el tratamiento del ADHD (trastornos hipercinéticos) o de los trastornos emocionales graves. Para la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos y otros trastornos se emplean terapias cognitivo-conductuales y técnicas conductuales. Producto de NMH Communications. Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 2001. Diseño: Marilyn Langfeld. TRASTORNOS DE LA INFANCIA se incluyen los trastornos de déficit de atención con hiperactividad (ADHD o trastornos hipercinéticos), los trastornos conductuales y los trastornos emocionales de la infancia, incluida la depresión.