T100 - DURACIÓN DEL CICLO BIOLÓGICO DE PIEZODORUS

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T100 - DURACIÓN DEL CICLO BIOLÓGICO DE PIEZODORUS GUILDINII
(WESTWOOD) (HETEROPTERA: PENTATOMIDAE) EN EL CULTIVO DE SOJA
[GLYCINE MAX (L.) MERRILL]
F.A. Massoni y J.E. Frana
INTA, EEA Rafaela. Ruta 34 km 227 – Tel: 03492 440121
[email protected]
Palabras claves: Ciclo biológico, Piezodorus guildinii, Pentatomidae, Soja.
INTRODUCCIÓN
El complejo de chinches conformado por Nezara viridula (L.), Piezodorus guildinii
(Westwood), Dichelops furcatus (F.) y Edessa meditabunda (F.) (Heteroptera:
Pentatomidae) constituye una de las principales plagas de la soja. En nuestro país, varias
especies presentes antes de la difusión del cultivo se adaptaron a la nueva fuente de
alimento y en sus comienzos causaron severas pérdidas (Baigorri & Giorda, 1997).
En nuestro país, en la década de 1980 N. viridula fue la especie más abundante,
representando más del 70 %. Las otras especies, generalmente de presencia ocasional,
fueron E. meditabunda, P. guildinii, D. furcatus, Euchistus sp., Horcias nobilellus Berg,
Phitia picta (Drury) y Oebalus poecillus (Dallas), (Sosa & Parra, 1994; Vivas et al. 1994).
Sin embargo, la predominancia de N. viridula, fue sustituida en la campaña 2001/02 por P.
guildinii, representando aproximadamente el 90 % del complejo de chinches (Sosa, 2002).
Esta situación también fue observada por Bodrero et al., (2002) en el centro norte de
Santa Fe. No sólo se ha identificado un sensible incremento de abundancia de
pentatómidos, sino también un cambio en la abundancia relativa de las especies que
componen el complejo. Serra & La Porta (2001) sugieren que la menor mortalidad ninfal y
el menor tiempo generacional de P. guildinii pueden explicar en parte, la mayor densidad
en relación a otros pentatómidos.
Piezodorus guildinii deposita sus huevos principalmente sobre hojas, flores y frutos de las
plantas huéspedes (Rizzo, 1976; Fragas & Ochoa, 1971). En los cultivos de soja en
fructificación, las hembras desovan preferentemente en las vainas, depositando140-170
huevos, siendo cada postura de 24 a 30 huevos dispuestos en dos hileras paralelas
(Vincini & Alvarez Castillo, 2000). Panizzi et al., (2000) mencionan que cada hembra
puede realizar hasta diez oviposiciones con lo que el número total de huevos por hembra
oscila entre 120 y 160 huevos. Según Panizzi (2004), este valor puede variar desde
aproximadamente 28 en soja, hasta aproximadamente 500 sobre Indigofera truxilensis.
Los adultos pueden tener una longevidad total de 50 días sobre Glycine max (L.) Merrill
(media de hembras y machos). Tras un período de incubación de siete días eclosionan
dando lugar a las ninfas que pasan por cinco estadios (Fraga & Ochoa, 1971). El ciclo de
desarrollo de huevo a adulto dura de 35 a 40 días. Según Rizzo (1976), el período ninfal
dura de 25 a 33 días y el ciclo de desarrollo, generalmente un mes en temporada estival.
El adulto invernante vive más tiempo (Fraga & Ochoa, 1971). Baigorri & Giorda (1997),
mencionan que el desarrollo de los cinco estadios ninfales puede requerir 30 a 40 días.
Piezodorus guildinii pasa el invierno en estado adulto, cobijados en los escondrijos
naturales para protegerse del frío, sin embargo un alto porcentaje perece antes de finalizar
el invierno. Al llegar la primavera se desplazan hacia los cultivos (Rizzo, 1976; Fragas &
Ochoa, 1971). Según Aragón et al. (1997), transcurrido el invierno, la primera generación
se desarrolla en campos de alfalfa, caupí, tréboles y otras leguminosas. En enero y
febrero suele ser la especie predominante en lotes de soja de siembra temprana (Baigorri
& Giorda 1997). La naturaleza y alcance de los perjuicios en G. max, es similar al
reportado para N. viridula, produciendo mermas en el número de semillas y disminución
del poder germinativo. P. guildinii normalmente es la primera especie en aparecer en la
soja durante la floración, o aún más temprano. Aparentemente se encuentra mejor
adaptada para alimentarse sobre plantas con flores respecto a otros pentatómidos
(Panizzi, 2004).
Hasta el presente se desconocen las causas que provocaron dicho incremento de
abundancia, pero algunas hipótesis de estudio conducen a pensar que los cultivares de
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Protección Vegetal
soja que responden a grupos de madurez cortos (III, IV y V) y que se siembran en el
centro de la provincia de Santa Fe entre septiembre y octubre, habrían promovido la oferta
de recursos alimenticios (vainas) en épocas tempranas distintas a las tradicionales
siembras de noviembre. Las temperaturas registradas en la región, al ejercer un efecto
directo sobre el desarrollo de los insectos, podrían sumarse a las causas que determinan
el incremento en la densidad de P. guildinii. Especialmente se hace referencia a los
períodos del verano donde las temperaturas máximas son elevadas con respecto al
promedio histórico y a las altas temperaturas mínimas. En cierta forma, estas
temperaturas serían las causantes del estrés térmico-hídrico que los cultivos de soja
sufren en la región. Si bien existen trabajos sobre la duración del ciclo biológico de P.
guildinii en condiciones de laboratorio, no existen estudios dedicados a conocer el tiempo
de desarrollo de la chinche de la alfalfa en condiciones de campo (cultivo de soja).
El objetivo del presente trabajo fue determinar la duración del ciclo biológico de P.
guildinii en el cultivo de soja con el objeto de validar un modelo fenológico (Trumper et al.,
2005) de la especie en el futuro.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en un cultivo de soja de la EEA Rafaela. El 21/11/2005 y
15/12/2005 se sembró el cultivar A4910RG en surcos a 70 cm en siembra directa.
Previamente, durante el mes de enero de 2006, 200 adultos de P. guildinii de ambos
sexos fueron recolectados en borduras de ensayos de épocas de siembra y pasturas de
alfalfa en el mismo campo experimental. Las chinches se trasladaron al laboratorio y se
colocaron en jaulas de voile (45 x 50 x 55 cm) con el objeto de inducir la cópula y facilitar
la posterior recolección de los desoves.
Los pentatómidos se mantuvieron a temperatura ambiente con suministro diario de
plantas de soja (R5 y R6) como alimento. Los desoves obtenidos fueron colocados en
cajas de Petri y rotulados. Luego se esperó la eclosión de las ninfas para su observación y
posteriormente se cuantificó el número de huevos e individuos por desove utilizando una
lupa binocular Nikon (zoom de 10-40X). En la parcela correspondiente a la primera fecha
de siembra se colocaron las cohortes desde mediados de enero hasta fines de febrero,
mientras que en la soja sembrada en diciembre las cohortes se colocaron desde fines de
febrero hasta los últimos días de marzo. Las ninfas neonatas (NI) de cada desove, se
colocaron en el cultivo en estado reproductivo y se depositaron en dos o tres plantas de
sojas próximas, para disminuir la variabilidad de temperatura en relación al resto. Cada
grupo de plantas hospederas fue identificada con un código y fecha de colocación de la
muestra que representaba la cohorte. Dichas muestras se observaron periódicamente y se
registró la abundancia de cada estadio ninfal desde el primero al quinto (NI, NII, NIII, NIV y
NV). Las observaciones finalizaron cuando los insectos alcanzaron el estado adulto. Las
condiciones de temperatura media, máxima y mínima desde enero hasta abril de 2006
fueron registradas en la estación meteorológica automática de la EEA Rafaela.
RESULTADOS
Se presentan resultados sobre las frecuencias acumuladas de ninfas de estadios
avanzados y adultos de P. guildinii, los que potencialmente por su ingesta pueden causar
daño.
Se observó que las NIII, correspondientes a las cohortes colocadas en el cultivo durante
enero y febrero, surgen a partir de los 10 días del desove; las NIV, NV, y adultos se
detectaron a los 14, 21 y 33 días, respectivamente. La mayor frecuencia de adultos de P.
guildinii se presentó a los 34 días y los últimos se registraron a los 36 días (Figura 1).
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Frecuencias acumuladas (%)
100
80
N3
60
N4
N5
40
Ad
20
0
1
4
7
10
13 16 19 22 25
Días de desarrollo
28
31
34
Figura 1. Frecuencias acumuladas (en porcentajes) de las NIII, NIV, NV y adultos (Ad) de P. guildinii
criadas a campo desde el mes de enero, en función del tiempo.
Frecuencias acumuladas (%)
Se observó que las NIII, correspondientes a las cohortes colocadas en febrero y marzo,
se registraron a partir de los 10 días del desove; las NIV, NV, y adultos se detectaron a los
13, 22 y 33 días, respectivamente. La mayor concentración de chinches adultas se
presentó a los 38 días y los últimos surgieron a los 43 días (Figura 2).
100
80
N3
60
N4
N5
40
Ad
20
0
1
4
7
10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40
Días de desarrollo
Figura 2. Frecuencias acumuladas (en porcentajes) de las NIII, NIV, NV y adultos (Ad) de P. guildinii
criadas a campo desde el mes de febrero, en función del tiempo.
Los ejemplares de P. guildinii se desarrollaron bajo las condiciones de temperatura
presentadas en la Figura 3. Los valores promedios de Tmax = 28,0ºC, Tmed = 22,2ºC y Tmin
= 16,5ºC pueden considerarse normales para ésta época del año (Figura 3).
min.
Temperaturas (ºC)
50
med.
40
max.
30
20
10
23
-a
br
9ab
r
26
-fe
b
12
-m
ar
26
-m
ar
12
-fe
b
29
-e
ne
15
-e
ne
1en
e
0
Fechas
Figura 3. Temperaturas máximas, medias y mínimas (ºC) registradas durante los días
correspondientes al desarrollo de P. guildinii. EEA Rafaela, 2006.
La cantidad de días que insumió el desarrollo hasta cumplir el 50% en cada estadio
desde NIII hasta adultos fue 14, 17, 25 y 34 días, para las cohortes colocadas en enero y
14, 20, 26 y 36 días, para los grupos colocados en febrero.
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Protección Vegetal
Los resultados de este estudio concuerdan con Fraga & Ochoa (1971): el 73% de los
adultos obtenidos en las cohortes colocadas a mediados de enero, se logró a los 34 días
después del desove y a los 38 días en las cohortes iniciadas a fines de febrero.
CONCLUSIONES
Si se considera que un cultivar de soja de un grupo V largo, como el sembrado, que
tiene un período de R1-R5 de 25-30 días y desde R5-R8 de aproximadamente 40, se
destaca que P. guildinii podría manifestar dos generaciones durante el período
reproductivo de la soja. Estos resultados servirían como insumo de los modelos
fenológicos de plagas y cultivos.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece especialmente a la Agencia Nacional de Promoción Científica y
Tecnológica, SECyT, por el apoyo brindado a través del proyecto PICTO 08/12910.
BIBLIOGRAFÍA
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