DON PEDRO EL CRUEL

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(TRES I'UECO;)
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HISTORIA
DE
DON PEDRO EL CRUEL
REY DE CASTILLA
y RESEÑA D~ LOS PRI~!.lPALES SUCESOS EN SU RE;NAM
'}zispaeho:
l\1A.DRID
ue Hernanuü, Arenal, 11.
Suce;:;ort~S
-----.-~~~
INTHODUCCIONJ
UY esencial es p,u'>:"\
todos los hombres el
conocimiento <le la
historia, pues q uo Les
hace ver los ptindpales sucesos acaecidos en su patria y les
presenta los var0nes
que más se han distinguido en ella
cualrluié'ra que sea l:l
esfera en que hayan
bl'illaJo, instruyéndolos hasta el punto
de que puedan formar unjuicio exacto
de ellos al juzgarlos
por 8í mismos. PJCOS
reyes ha haLido en
Castilla q\le inspiren
un illter8" tan vivo
como el flue (¡fll:ce
D. Pedro l, 'luien
al!enas contaba diL'z
y seis años de UÚ,u
cU:'lndo so encontró
dueJ\o (le un trono y expuesto alrf,ismo tiEmpuS. las asechanzas y ma,guinacionos ele sus numerosc,s enemigos, (IUO tanto fuera como dt:J~,rr)
cid riÍno trabnjaba ti ,in (e,a1' p:u a derribarle. Presenta Hl n:inndu r.nda,
clase de acontecimientos: ~Dg(\,;;OS¡ traiciones, guerras, du::;r:rl·'X" ¡, iicr-
h'!1 ejeé 1 t,ada'l con violencia, envencnr.miento3 y ()'J~''Os mncho~ ~"\ccc;os
<1e que nos ocüparemos á su tLmpo.
;~
L-os castigos 'lue el rey D. Pedro impuso frccurntemente á SllS vasallos y aUIl á sus mi~mo.3 parientes y :tllcgados, fueron á veces estremados, y siempre ejecutados con la mayor cruel(bd y escándalo. De IVJuí
el que unos le halhn apellidado PI O,'uel al pailo gU!) sus parciales le han
riado el renombre de Justiciero, funrHlid,Be cstos cn quc, l1'cndida la
"itu,wion qU) atravesaba el rein0 de Casti;!a, era n~cesn,rio emplear mucho rig;)!' y severidad para comervar el 6rden y trurlfjuilühJ en sus
yasallos; y alcgan'lo los otros que aunq lle e,to era eicrto no por eso
debIÓ creerse autorizado aquel rey para faltnr desus;uhmentc á la j usticia y á todos los más sant01 deberos, dl'cretando ejecuciones horrorosas y llevando al extremo la bal'~)arie y la inhumaniJad, E~ta elin'rgencia ck 0l'ini'1nes ha sido causa de que se haya escrito y hablado mucho acprc,~ eld reina!o de a}uel hombre, á quien los uno." han mirado
com:) héroe y los otros como mah'ado.
Sin embargo de tautos eS~i'itos com') hay, n'1tase la falta de uno
que se ci ¡la estrieta'TIcnte á la vid,l de D. Pedl'o, y esto es lo C)!le hoy
damos á luz. Sin prevencion favorable ni contraria describiremcls, pues,
todos los actos de este infort'1l1::tdo rey que tu vo la (I.~sgracia dd carocer de un amigo leal que le co:.tuvie,;e en sus dcsacierto,;; que en al"un
modo vino á cxpiar cn sus últimos días, al InlIarse abandonado de t;dos
sus nobles y vamllos, y al verse preci;;:ado iL implorar el auxilio de sus
enemigos, para recibir luego muerte tmi,10r;¡, do manos del fratricida
D. Enrique, quiea r.mbi,:iosa,menLe y sin IC::iíti,tlo dei'ccho, anbelaba ceñirse la corona, eomodeslmes lle,:;6 á conseguirlo, nI mi~mo tiempr) que
pl'Otestal,a que no le impelian otros motivos al combatir á D. Pedro
que el de libertar á la tierra de un m6nstruo que habia nacido para
azote del género humano, y el de vengar las injust~Ls muertcs lJ11e La1,j¡¡,n recilJi.Jo su madre y hermallos: no cabe duda que si e~to:'\ fueron
r:Ul deseos, dehiS quedar' cUlmm"eI1tei::l,tist'u:lJO, pun]Ue á J));1S diJ ase,j·
¡,al' á su hermano y usu:'f'urle ti trollO, como si l'stano le saciara., llev6
su rencor al extrem') de 1,(oCt,1' enetlrI'a.t en rri~ioncs á sus sobrinos, r10T1JI? eslu ViCl'JD hasta couduir :sus dias.
"
)', ) .
HISTORIA
DE
DON PEDR,O EL
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CAPITULO PRIMERO
Nacimiento de D. Pedro.-Primeros actos de su reinado.j[uerte de doña Leonor de Guzman, sublevacion de aluuno.~ nobles.-Amores del rel! con doña Maria de Padilla.-Salel¿eri·
do en un torneo.
Nació D. Pedro en la ciudad de Búrgos por 109 últimos dias del mes
de Agosto del año de 133-t.j fueron sus padres el rey D. Alfonso XI, el
vengador, y la reina doña María de Portugal, qutimesle encomendaron
desde pequeño rara que le educara á D. Juan de Alburquerque, noble
ambicioso, de orígen portugués, que lejoJ de corregir los defectos que
ya cmpezabfHl á notarse en el príncipe puesto á S'l cnidado, Ee ocupaba
únicamente en halagar el ánimo de este, sati sfaciendo todos sus
caprichos y deseos á fin de cautivar su voluntad con la mira de obtener su privanza cuando subiese al trono.
~
.. Hallábase la córte en Sevilla cuando á la edad de quince años y
siete meses fué proclamado D. Pedro rey de Castilla, con motivo de la
muerte de su padre, acaecida en el asedio de Gibraltar á 26 de ~hr
zo de 1350.
-6Tuvo el rey D. Alfonso por querida á una. noble señora lbmada doña. Leonor de Guzmau, de la. que dejó varios hijos, entre elles D. Enrique, conde de Trastarnara, D. Fadrique, D. Tello, D. Fernando y
otros.
~...
Tenia D. Pedro una estatura aventajada: su rostro, sin ser afeminado, era blanco y hermoso, sus cabellos rubios y azules sus ojos. Estaba dotado de grandeza de ánimo, de mucho valor y osadía, y su cuerpo no se doblegaba jamás con el trabajo, al cual estaba habituado, ej ercitándose desde peqmño en la caza y otras ocupaciones penosas; verdad
es que edas buenas pr€ndas estaban oscurecidas por grandes defectos,
¡:,ues era altanero, de costumbres disolutas, colérico, procedia con mucho rigor en sus actos de justicia, por cuyo motivo mereció que le dieran el sobrenoml,re de C1'uel. Al subir al tronoh¡tllábase el rey muy desmoralizado por la vituper:; ble conduda que seguian algunos nobles ambieiOEOS, entregándose á todo género de excesos ['01' saciar su a varida
y apetitos desordenados: dejóse guiar al princi}Jio por la. reini1 madre y
por su favorito D. Juan deAlbur')uerquc, y empezaron ádividir~e 109
cOItEOsanos, l'iiguiendo unos el partido del rey, y otros el de sus hermanos, los hijos de doña Leonor de Guzman.
Conocia esta el caráder rencorow y altaJ¡ero de la. reina doña Ma
ría, y temerosa de que se vengara del desvio que por causa suya. la habii1 mallifestu(lo su marido, en cuanto supo lit muerte de este se retiró
á nIedina-Sidonia, En donde se creia segura por algun tiempo; pero
cuando)un estaba reci.ente h impre¡;ion que cn todos los ánimos habia
ocasionado aqup] de~gn1ciado suceso, doña María, como ya se ha. dicho,
ej¡orcia ba¡;tante ('ominio en el rey su tia, que hacia los mayores esfuerzos para que cast:gase á la que considera ba como enemiga, logró por fin
que se trasladara á dofi'U Leonor á Sevilla, dándole por pri.~ion el t,alacio, de donde á, poco tiempo fué conducida á Talavera. Los IJij08 de i1(lue11a sel'íora y los p:nientes y grandes persolULjes allegados á la misma,
terr:erosos de sufrir igual suerte, se refugii1ban, los unos en Algeciras,
y los otros en sus tierras y castillos, á la sazon en que D. Pedro, grao
vemente enfermo, dabi1 tan pocas esperanzas de vida, que los módícos
le desahuciaron. Como acontece en tales casas, que veían tan próxinula
muerte del monarca, se ocupaban ya en designar la. perEona(l ue le hat,ia
de suceder en el trono, siendo el princiral pretendiente D. Juande Lara á quien apoyaba Garcilaw de la Vega, D. Alonso Coronel y otros
muchos nobles, los cuales se retiraron de la córte tan pronto como supieron que 1<1 enfermedad del rey no ofrecia peligro alguno, y que estaba enterado de tod.as ms intrigas.
Restablecido ya D. Pedro, uno de sus actos fué ordenar la m1lerte
de doña Leonor de Guzman, inducido por la reina, que no po,lia olvidar las infidelidades de Alfonso XI; un esCUJf:TO de esta salió de Se-
"
villa inmediatamente para ejecutar la inhumana sentencIa Fonunciada
contra doña Leonor, Hin miramiento al grancariilo que la habia rrofesa.do el <Lfunto rey, niá losh~osque tenia él, que aunquei1egítimos, eran
hermanos de D. Pedro; quien con esta primera ejecucion tan inj usta,
prC'cursora de otras muchas que despues tuvieron lugar, empezaban á
hacerse acreedor al nombre de Oruel COIl que posteriormen te se le conoció: verificóse, pues, la muerte de la desvontumda dO:1a Leonor enla villa de Talavera, villa que desde ent''''1ces se llamó Talavera clnla Reina,
sin duda por pertener<Jl" á la mad~·e de D. Pedro ypol' la sentencia que
en , lla se consumó.
Gran sensacion produjo entre los enemigos del rey la ",uorte de
dona Leonor, y particularmente en los hijos de esta, que empezaron á
valerse de cnantos medios estaban á su alcance para vengarse, derribando á. D. Pedro, que de tal suerte se ensañaba con una débil mujer
que en nada le habia ofendido. El primero que leyantó el estandarte de la rebelion fué D. Alonso Ooronel, noble que poseia muchad
tierras de Andalucía, y que se apresuró á fortificar sus castillos, encerrándose en su villa de Aguilar: marchó prontamente D. Pedro
á combatirle, recobrando á su paso muchas de las villas sublevadas, y
ya se preparaba á poner sitio á Aguilar cuando le noticiaron que el bastardo D. Enrique ha bia armado gente contra él en Asturias y apodel'ádose de la fortaleza de Gijon, y que su hermano D. Tello habia entrado por Aragon, haciéndose dueño de algunos pueblo:;; en la raya. Oon
este motivo, despues de dejar algunas trúpas que cercaran la villa ele
Aguilar, march5 el rey con las restantes al encuentro de sus hermanos,
y consiguió que los que defendian la fortaleza de Gijon se le rindieran,
con coudicion de que perdonaría tanto á dIos como á D. Enrique:
volvi6 su;; armas contra D. Tello, quien huyó precipitadamente á AragOll al Rabel' estas noticias, abandonando los pueblos que habia tomado,
y debiendo el perdon que D. Pedro vino á concederle á la iut6l'ce"ion
del rey de Aragon. En esta espedicion á Asturias conoció el rey á una
dama llamada duila :María de Padilla, y quedó profundamente enamorado de ella. Tenia esta mujer diez ysiete años y era extmordinariarnente hermosa; sus ojos eran nC'gros y espre~ivos; el rostro blanco y agraciado; l~s c¡l,bellos de un color negro brillante; y su talle erguUo y esbelto estalm ea armonía con la majebtad de sus miradas; su condieion
ora n0ble; encOllkábase de dama al servicio de la mujer de AlbuI'l¡uerque ~n casa elü este, donde se hospedó el rey, la yió y la declaró Sil pasioL., tenielllo 1.1 dicha de sor cOl'l'esponclido; un tio de la Padilla, ) ¡amado D. ,} uar! Hinobtrosa, sirvió do medianero en estos amores y ofreció al rey que EO la llevaría á Sahagun, miontras tanto que él acalal,a
do pacificar 01 reino, 8c:p:11"óse D. Pedro con gran pesKr de aquella mujer gue tau~0 habhl. d'" in'luir on s'.! futura suerte, y que bego fué cau-
-8sa demuchas desgracias que le sobrevinieron por su genio arrebatado y
fogoso, que no podia sufrir ninguD género de obstáculos.
Vuelto el rey á Andalucía estrech6 con ahinco el sitio puesto á la
villa de Aguilar, cuyos habitantes seguian sublevados, y aquí se le pr(l~
sentó otra ocasion de acreditar la opillion de severo en que todo su
reino le tenia, á consecuenciadela umdre de doña Leonor de Guzman y
de la de Garcilaso de la Vega á quien tambien hizo perecer por un leve
motivo en Búrgos, y arrojar su cadáver por una ventana á la plaza: fué
8bta ocasion, que habiendo ganado la villa despues de cuatro meses de
cerco, condenó á muerte, como reos de alta traicion, á D. Alomo Cor'mel, jefe de los rebeldes, á su sobrino y otros cuatro nobles que eran
los más culpables; si bien es cierto que rerdcnó al pueblo, conter,táadose Con derribar los muros para castigar la infidelidad de sus mora ..
dores.
Mientlas tenianlugar estos acontecimientos pemaron en elca~amieIl. to de D. Pedro su madre doiia María y su privado Alburquerque, apoyados por los nobles de más ini'uencia, á fin de separarle de sus amores
con la Padilla, que empezaba á inquietarles por la influencia que ejercia en el ánimo del rey; costóles mucho trabajo el hacerle consentir en
la boda, mas al cabo llegaron á convencerle, haciéndole ver que los cortesanos comenzaban á murmurar acerca de sus intrigas amoroms, y que
un matrimonio con la Padilla motivaria muchas disensiones, adcmás de
que no era digno de un rey como él, y que se hacia necesario asegur:cr
sucesor legítimo á la corona para evitar de este modo las guerras que
la falta de aquel origina ¡;iempre en los Estados.
Alcanzado el consentimiento del rey, enviaronse á Francia varios no·
blesque llevaban la embajada depedir al duque de Borbon, (llle tenia
seis hUas, aquella que fuese más digna de Eentarse en el trono q1le ocupa ba el soberano de Castilla: con gran satisfaccion de todos eligióse la
hija mayor llamada doña Blanca, quien por la bond:ad de su cal'áct~'r,
por sus virtudes y por su belleza rarecia la más á propósito.
Trascurridos a~gunos meEes, mientras que en Francia se hacia n es-tas negociaciones, eelebráronse unas fiestas en To1'1 ijos, villa cercan:\ :\
Toledo, en albricias de que la Padilla dió á luz una niiia, á la que pusieron de nombre Beatriz.
Quiso D. Pedro tomar parte sin que nadie lo supiera en el ""rneo
que con este motivo Ee veri6có, y al efecto presentúse en el palenrj1Ie disfrazado con la amardura de un capitan do sus guardias, llaLarH:o b.
íi tundon y curioi'iclad de loi' espectadores por los grandes hechos de va.
lúl' \.~on que se distinguió.
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DespuEs que el rey hizo morder la arena al primer mantenedor del
torneo sin desventaja algur:a por Sll parte, saH6 el seguur[o caLallul'o
muy valiente, desl.:undo vengar b cai,Ja de su eompaüero; al l'l"llllO"
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choque lompi6 D. Pedro su lanza en la coraza de gU (;ontr'ano 'llle ;¡',
bambole6 en la silla y perdió 1m; estribos al asestar su 1anz,l Cún violencia á la cimera del casco del rey, quien bajando la cabeza rápidamente pudo evitar el golpe. Declararon los j uecos del torneo \'cncid o al
segundo mantenedor, y salió el tercero: mudó de C'fLballo el rey, pues
estada ya muy cansado el que,montaba, y tomó I'UeVfL lanza: mas uo
mud6 de manoplas, á pesar de que la de la mano derecha la tenia rota
con moti va d,~ las fuerzas que hacin. y con el choque de las astilla s dE
la lanza que habi:l roto; púsose frente á su contrario, y dada la seña
de a taqlle por los clarinos, partieron á cw?a]!e viniendo tí. eneontr:trs"
los dos cornpeLidores en medio del palenque: con robu~to bote de JalE;,
!Leó el rey de b l:iilla ~í su contrario, y lc arr~j6 á fuern. como si úa']':'
':'JlID:l p: .llna; pero de.'graciadamente salió herido, pues h hnza clcllYJhll
tencdm '¡Ile iba dirigida á su coraza, varia,;ldo de dil'tccion 'Jon 1110 vi
miento tan brn:;co, penetró al punto en h mano deree;la de! rey, (]'-le
empezó á. arrojar gran cantidad do sangro por la horida; apLud:anieb."
e~[Hcct,aclorel:i COll e~trépito, oblignndolo á que levantara 1<. "ioél'a ele /',n
casco, al mismo tielllpo clue el yellcido mantenedor, a(o]on:lr:t.1o CO!'
b caid;t, era retirado del eireo por sus escUdl"l'US. Con <\'(dI11Jru rcco
nació la eIlt,nsia.c,m;ub 1l111hitlld <Í S11 rey; qnien al momen~\) l:ie oncon
tl"ó rode;'ldo de todos los nobles asistent·.'s á b ii8St'1, que :1.1 ver h,_ricl)
iÍ. su sobcrano s:l,lta!'ol1 all)a]cmquo á socorrerle y á inl:iütl'le YIVamente
que so reLirara :í. palrteio, como así 10 hizo, despues de onlcniLr que
cO'ltinllase la fiesta sin intelTupcion y como si nada hubiese oC'ul'Iido.
Algnn cuidado hubo de ofrecer la herida, del rcy, y por lo tanw
tuvo (Iue permanecer unos días en Torrij os, cn cuya villn. recibiú la. DO
ticia de que la princesa dolía Blanca salia de Francia con dil'ccciuli
Esparia.
'rodos los corte;;anos le acollscja:'on gue era una necesi(hd polítir'n
rea Lmr la boda contratada con la princesa.
EIJl'J D. Pl'dl'O, sin cnll'argo, sentía separarse de los amores de f-\l
dama, á (luien tanto apreeialm.
Luelmndn, por fin, cntre los deberes que tenia como hombre priya,.
do Ji como UlOll:1fea, se dl"cidió, no sin gran repugun,neia, á cu ll) ¡Ilir
con la, ratilic:tcion de los desposorio'; reales, pOl"';lue se hal.Jiu. ya, Jau o
c.ucnLa de ello ¡í lJos C<.Írtcs.
ü
D.
l'EDllO EL CUtJEL.
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-- 10 -
UAPI'fULO
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n.
(1fJ-;·', ¡J ¿aJ1ca
de BO¡"{))i/ cun D. Pedro.-A banc!,,na es!. á su cS}Josa.-RdiÍ1iasc AI~unll(c¡'(jlW á PM·lupal.IFst~'en\) del1' í ?faJl/e /J. L'//í'rr¡I!('.-C'ordiciOIl de algul10s noMes .-··/f"d,IS con doña Juana de Castro.
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E')TArlLECIDO ;;0 hallflb~ don Pedro. do la hCfi
':;-;=~--:-: d,t que I'l'cil,ió en el torneo. CUillldo. hizo su enc:c~r/~!~if~~:'í\\,\\@"~::< !\ll tralla C!~ \'alll\.dolid la primc'", dnña Blal1e~t
~~",:,i",i~
¡::I a~i)Itl¡'a[jilda d0 nlglln(}) noLdcs tranccses y
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ó·nlace eOJl ,:1 p:'ill':u;;a de Francia, y á pesar t::\llluic[l de 13, yil'ilS y reiterad . ls ill<,talil.'ia') do la reina rnatlre y de ~u prilll':r lllillistw A!lJ'J:"
qIlCJ''l'JC, inte:lt'J aplear las !Jodas para mits :ldelallte; Ilu'o el jllloblo
tille LO neultaba el desagrado por 1,1 cO:lducta (JllC el rey obscr\'ab!\ en
,,-sunto de ~allta gravedad y trascendene;a, Il\dlo de decidirle 6. (}110 ve,it,ease luego su mab'imonio. ¡Tel'rib13 cO'ldieiua la de lo" lrlO 11 a re¡ts ,
que se ven Ul'ecisad:Js á luchar con sus propios afcct'),q, debiendo sqllll.
tarlo;) en el rn:ís c')mpleto olvido á truC:J1lC de consenrar In paz y trancl',ilidad de F.US reinos!
0cL,lmirolls3 al
las rcgias bod;lS oa Valladolid, pero con la .lota·
ble cin'uHskwcia de que no hubo en ellas Ulla. magniticellci:t y I1p:lr:1'
Lo diJllO <h tan ilustres de-;posa.uo3, y '3sta [alta de ostcntacion y luio rué miraua 1'0.1' al'mnos como un triste ~)resagio de la mala SLlod,e
que, segun luego 'lerc~uos} estaba rcserv;d~t p:a~ la Pl'ovirloncin. á la
u.mla venturada ]'rillce~a doña Blanca de Borl!'J!l.
Fueron padrinos de los esdarccidos príncipe:> he reina ele AI'1'l~oU r
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han ri'c;()uc;ili:ulos con D, Pe;!!"l,
Dus dias (~esi?!lOi do la" Ci;'"C11l0!ll[l,3 nnp,;iJl,\~ [iSí):¡"i, el ;'")';;,, partjda rara ii' A rounirse con l.J,I P;;. 1 [:;1" ~ In ci~HLvl d0 'r:}L.!:I,). l~:-~t~l t.h:tr::tlllirwcio!1 abnl1¡) ,[ h l'('i;Lt dn;'l:; ~Ll1 í:l, y á <\¡:,u:"ll;o;:"l1'5, (Jilienl's L,
tndic:ll"On al .l'(:,Y l{J~; tYlal:'l.''; I~: 'l~,:'.'C'C¡·¡enci;L-j IIHe po:tj;t lr~v~'r ,_'i, su rt:ill~..1 :¡; :1~~t,,¡Iid~L"i,:L lnn ,'I:J)Ci {~i~~;la) C:"li ,_;i'·Li¡~~a. de' Ll, (r,~e ,'")~{ Ü' r O a, n:erL'C!ít; y
ptUU ll:tcl'¡]'; ,L.,:'::Hlr '!I.' ~jU l.'l'¡)Uj,-,!l,(l le l.:l::,nifj~:)t:l~".)a quc .S·.) :';:-)i!\~d.lia 't
~LCll!i:·:;<l.~·:·:(~ I"Jn ~;l, ll\¡:ll1CiD, la fjllt..': no snLiLia el dc:;proci,) ¡ilC ~e lail0.~
t·i~J ¡;~'! l<t l'er, 'oua. de L.L PI tll(CSa dOlliL I3L:lllC<-..
l"l~!.nJi jcn »'") arni~()'S de e~t:~ trFluarÜlt ,_11.: per:.:1.~.n(I::~ rd !'G~~-, rnronín,:.;una de b" rcl!exi¡,nos q;lU Jl21licÍcron pi',jdiljo el; "ct ,:,:¡¡,,;,~ ,'1 Cf";':LO
(}ue ror todu8 ~'C dc~cn,Lal y ~_:Hll0 d(~ '?alla,d,;~ijl ac(,ln[)~;-¡~t·l\J cL~ ;·:~t;': ner·
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~Lt~ en el tllH3-or dcsrollsl:c:()l ~: lnt\~.; bil~n Cq1L(; tlri;~icneut í-iUC C0rtlO, rei .
.la en el pah" io du VaUa.i<Jii'i.
~Iicntra:q IIU!~ el rc.y ~·c hrtlLdJ,t, en 'rok~du '.'4·d1 ;.~l.r Pn,djlL"l, 1:.'} F8n::':~ln·
do lllá:--. I¡no ('H :dirflontay ~:J p.l~.. i\)'·1, tl'aiJ'~)80 C:J la C'sl t\.; {;.G \"~<~.~ali~)li,l
jo hfu:t-r!e volYél' á. l'fjUnjl'S~:a Cf>:~ ¿L)l~~r;. I~!a.Ee~l y éV¡tfll' ele e;_,tt~ JL{idd lt.'':::
gl'B,lH1es nlat, s f}ne su aU:::011cia l)l'olollg:~dn., 1J -\b~ lit. ncce~:r~lj:iltl(. . lltA.~ de
eallSal' en el f"cíllÍJ.
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In¡]ignóso (:L l'e}' al sa:Jer est.a J.cterluin(~tcioll y so (-l:::;olcrizó clJntu~
su priva,lo Albanjllor\lUc, (1110 e,,;', Cj\1~:~n 11:>.Lia pfCnr:')-:;;:ic, ~¡,\lne.;L¡t mE::
di.da, re,'e]oso del m,llljo (lUO hn 1)!, :1'; ¡liúdo la PadiiL: los ["triado"
d J e~ta, tart1el~o30:":. dn atraer;;ü el .~r1íi) públi(.:;,', ¿lC0ESI..·.;.Ll ,~)U al rey vc'!·
'!l~eS(~ /í la córtc h~lc.i0nd·),L; J>;(::,¡.~nt.0 ;f~~(~ si c rj)lLin1j l~ ':.!' l:..l,:ja(lo L~e, t1uua
bl¡¡,lleft no cliúparia L in,pú~vild '1'1:' ]n',: \ jn,'p:r;d; ,;1 los jJltüblo:<;
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p'ln, c'l) ','olvcJ'!;.¡, ;\, vcrj:uná",
Dicer:o 'Ino el desvío con :iW siemprE> miró el rey ;¡ UCÚll L:il,II;~a fue
oC:l6io,la:j ¡ pür una ríe:. baJlih (IUO astiL le rcg,dó, cumpi.':llh 6, un judiu,
L'lSgico ce profesloTl, quo p0l' intrigo's de la P::~dilb 1:1, L:ui1 Ld lÍzaclu ,
~' 'llle al coloc,"Í.rseb D. Pl:drq solJr:~ su pecho e;rey;, v{!r c.ll'uscadr, tilla
¡ ,o~m9 serpiü:'ite: en realidal Lalit[l,ha lI'lO ,'Je l.!'lbiei'a casado ~ disgusto
: e:1:,j ti. h fuerza para llUG od:'ara ¡~ S:1 j<':ycn CSllOSn. mio;:,,,l'¡]'s le dumr3
i.
v·ida,,,
V,,!vi:) el n)y 6, incorpomrso con h ~'l"l;tll1, f}Ukl' le recibió con
D, ; '~:. '. ~11egria oCllsionada por Jo, que aC:ll~f]¡ba de hllcar't mi.entras que
.t:J:"vrq ucrquc, terl'Jeml0 la. cólera del mÚ"C~;!:1.
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-12-
r ia ya 1l1currido, Sé reti1'6 á. Portugal acompañado de varios nobles parLidarios suyos; algullos ue estos se fugaron á AragoIl, y otros á sus castillos, contándose entre los últ.imo~ el maestre de Calatrava, á quien
persiguió el rey eon sus tropas hasta qne, logrando prellel<rle, le (juitó
el maestrazgo para dárselo á D. Diego de PaJilla, hermano de dofla.
María, el cual malJdó trasladaran al maestre depuesto á una fortaleza
en donde le mataron á pe,co de su llegada.
«..
En seguida tornó D. Pedro muchas \·illas del seüorio de AlllUrquertlue, que cstE: haLia dejado fortificadas ~), su huida, y envió meno-ajeros
al rE:y de Portugal con encargo de apoderarse de su antiguo \'aliclo; pero
esta comision no tuvo efecto por haberlos desuaehado dae Portugaleon
discnlpas evasivas.
Estando el rey en Sevilla sucedió una aventnra digna de referirse.
Un noble de Castilla llamado D. Gutierre, tenla por espom á una hermosa damagoe en su niüez habia conocido ul infallte D. Emigue de
Trastamara.
HaLia ido este acompañando á su hermano hasta Sevilla, y allí volvió á ver á su antigua amiga; introdújose una noche en el cuarto de esta
á. tiemilo que entraLa D. Gntiel're, quien al encontrar en su casa á un
horo Lre encubiCl t", trató de reconecde, aUllque inútilmente, pOl'flue huyó D. Enrique saltando por una ventana [1,1 jardiu, dejando caer en su
fuga una df,ga COII el sdlo de sus arn as y laR iniciales de su nombre, la.
que recogió el agraviado mal'ido; interrogó á su asustada mujer, la cua~
no le ocultó que quien acabaLa do huir era el infante, y que habia venido con la intencion de pf>l'suadirla áquo huyese conél; entonces el n:·addo creyendo ultrajado su hOllor y no pnd:OI,do vengarse dd seduc~or
por fer hermano del rey, hizo morir á su espom.
Vegó á oielos de D. Pedro la lloticia do esta muerte, y mand0 venir
á palacio á D. GutierrE'; refirióle e~te /ouceRO tal con.o haLiapasado, pre·
sentando, ·on upoyo de lo que decia, la daga del illfallte, en vi"ta de lo
cual ulabó el rey su conducta y desterró en srgnida del reillo á D. EnIÍcjUC.
Retiróse este á Portugal, y haciendo alianza con AILllrguol"guc y sus
prll·tielarios, entraron en EstremadUl a, adonde fué á incorpolár~e~os don
F'adri Jue, que como maestre de Santiago, iba f\.compañado de muchos
caball':l'oi de esta Orden, y todos tomaron parLe en la liga que empezab~L ~), formarse para haccr la guorra á D. Pedro y llevar á efecto la
U¡;U !pacion qu e despues se hizo de la corena de Cas! illa.
1-,3
En tauto lJue los infantes lmoiall la;; m:.ís vi,,[ts dilig-encias buocftn·
do den tI o y fuera del reino aliados poderosos Q1W hicieran causa c,'mun
con ellos, el rcy, qne habia ido á enclL1e, pretoTltli;1 ganar el comzon,e
do¡'.u Juana de Castro. Era esta una ele la8 mujores má.., hennoms (e
sicella él!0ca, y por su honradez y vir~ud la tenian toclos gran consi-
-
13-
d.oracion y rCRpcto: no se le ocultó al rey que le sería im posible ver sao
tisfechos 1'118 deseos como no fuera por medio de matrimonio con ella,
y para conseguir Sil tino pOI" órden suya, una reuníon de (¡j,ispo8 decla.r6nulo RU C:LS<llllienLo con dona Blane:t: dispuso l:wgo unas bodas falsas, obligando á consentir U!l ellas al obispo de Salamanca, q ne acabó pOI
desposarle c(,n doüa Juana de Castro.
Al día, sigllic[Jti! tuvo el l'("y noticia de hL alianza que habian hecho
sus hermanos con Albul',}uerque y sus parciales, y como h:tb<:1. y:t 10g.rauu ;1) 'J Ii e dec(-alJa, ,alió de Cuellar en busca de ellos, dcj :tlH.lO para
SIelllpre ti doúa Jnana, (l'lien <Í poco tiempo se retiró á la villa d:J Dueñas á llorar la injuriosa afrenta que recibía del ray al verse abandonad~'\
de la mif,ma manera que lo habia sido doil;t Blanca.
CAPITU LO
nI.
le1Jtlntamicnto de la ciu.dad de Totedo.-J:lueí'te de Alburque-rque.-Remh"cion de Tole·Jo y de Toro.-Principio de la !/uerra con Aragon.-Muerte de D. Fad1'ique.-Batalla de ,1¡'a1J¡'ana.
,
.
-- 1" -
mientras él snlia al encuentro del infante J). .F'adricluo, como lo hizo,
¡,in que sus tropas lograsen ventaja alguna sola'o las de su herlJlauo, ¡i
quíe]! por lelelde quitó el maestraz¡.;o dei:)antir.go, dándoEelu á D, ODrcía de Padilla.
Hinestlusa 11bVó á Toledo á dolia Blanca Je Bürbon; habiéndole podido esta la dejase entrar á rezar en la ig;ef'ia mayol', accedi,) ti ello;
mas bien pronto tuvo lugar de arrepentirse, por1lue dentro lle 1<1 igle~
sia dec!fLl'Ú doña Blanca su in?cenoia y se acogió á la proteccion de los
Toledano;" que con este motivo ~e pronunciaron á t';1\or Üe la reina,
haciendo huir á Hines!roEa y á Jos (11l0 10 acompah,ban, (luit'ilos mar
charon inmediatamente á dar cuenta al rey de lo OUll'rido,
Noticioso D . .Fadrir¡uo de la sublevacion de Toleuo, acudió al punto con 700 caballos para fa yorecer á doña Blanca; al mismo tiempo
reunínme en Cueocl! \' otrgs eiUíl~)(lcs 111l1(·j¡as tropa, al marldo de Aiburguerque, los infan"tc.s de Castilla, los de Arago~ y otros nobles, formando una liga contra D, l\dru, lJuim se retiró á Toro por !-:U' Ulejército muy bforior en l1.l111erO al do los sldJlevados: ul,oderintlose estos de l1edina dd Campo, donde Albnrquel'que, acometido de una ligera enfcrmr dad, rué envenenado jJor el médico que le asistia, en CUTilplimjen to de las órdenes que recibió del rey,
La infanta de Aragon, doña Leonor, !lizo propcsiciones n.l rey el,
parte de los sublevn.dos, en que le ofu:eian dEja)' la armas si ~q'¡¡ra¡.:l
de Ir. córte tÍ los parientes de la PadilJ:1, destel'l al,¡t á esta y se l'(;ll)ji~)
,'on dOrla Blanca; mas el! ey no las quiw adn.itir y w fué tí. , e ¡eú;,
hcornpaimdo de cíen ginett:s tÍ, reunirse con su favorita,.
Aprovechó la ausencia ¿e D. Pedro la Reina su
adre para entreg~l.r la dudad de Toro, dor.de su madre y 1.os infantes, de~p\les de oblih"rle á VDr!ar todos los cmpleos que %ta,ban reparti os entro los 1;'
rit.ntes de dofln, JI aría, pOliiendo en pri;·ion á· algunos de ello.", conóer
varo n al mismo ley en calidad de prisionero.
Tuviéronle algun tiempo con guardias de v13ta;- pero no [.'¡üierou
iwpedirle que se pusiera de acuerdo con algunos amigos que lo lubiull
quedado; y aprovecháIlllose una mañana de la libert:\d en qr,e le clcj¡,
ban r ara salir á caza, huyó á Scgovia con su hermano D. Tollo y con L
misma gento 'iue le custodiaba.
Divulg6se ed:t llotic'ia rOl' todo el reiuo y acu,lieron noLles con tropas desde difercnt.c;; puntos á unirse al rey, seducidos por 1:,8 promesas
')He este lJal.:Ía: t"l1lcrosos algunos otros. del castigo ti. que fe LaLiall hecho acreedores por habtr ayucbdo con las armas ti los infantes, abandonaron á estos y se paf;al'on á D. Pedro, (lujen al Cilcolltrarse ya. dUeño de un ejército respetable, marchó á BúrWJs á COIlVOCf1r CÓl'tes, lal!
que le autori',m!on rara cobrar grandes contribuciones, y diligiose e:'
!leguida á sitinr á Toledo.
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jv
Los mLalleros 9 ue defendian esta ciudad se hallaban divididos, opi
nando unos por la l'cndiciún de la plaza, otros por una honroFa capitu ~
lacion y algunos p('!' 130stCl101' l!1'plH.:rra micLtl'as no com;igulenm moLjeto: mucho favoreció al rey esta, dcsuI1ion, porque á pH:<d' de la dcsespernda defensa que hizo su Lb 11,ano D. :Facilique, se apoderó al. fin de
Toledo.
_
RestabLcido aquí el érdc'n, en lo p:imero que pelJsó fué en la venganza, y rara s~,tisfacerle mandó traóladar á la fOl tnlcza de Medina Si·
donía á la l'cilla dalla Blanc¡;, lcsfl'vi\r;close para más adelante eastigM'·
la con más rigor, éhizo dar muerte á algul1cs 110UC8 y á \linte y do:"'
de la clrse dell'u(Llo, presentando otrn )'lmLadccndch,d.
Entre los cOLdcnados á m uel te Lalláuase un aIleii1llO de ochenta
años, de oficio platero, que tenia un hijo de diez y ocho: presentóse
este al rey, suplicándole encarecidamente (jue ya que no perdonara á su
dcsgrac-iaclo padre, consintiera en el cambio de dejarle morir en su ln¿-al': el rey fué tan inhumano, gue sin apreciar este geneloso rao:go de
amor mial, accedió al trueque lJue sele pedia.
Vencida la mblevacion de Toledo 11:[,1(;h6 D. Pedro contra Toro, donde ~e habian refugiado HlS hermanos invitados á ello por la reina madre, y comiguió á los IloCOS días apodemn:e de la ciudad despues de
algunos elJcuentres con los su blevados, en uno de los cuales D. García
de l'ftclilJa, que hrrb=a sido llúmLlaclo maestre ele Santingo 110CO tiempo
hac;a, murió pe' WIJdo, eon gran ~l'lltimit'Ilto del rr)', guíen no dió á nadie el macstrlizgo para atraen e á m llartido á D. Fftdrigue, como inmediatamente EUcediÓ.
Despues de cntrar D. P€dro en la ciudad, la reina madre le pidió
el pOl'don de los caballlros que estaban dentro sin haber podido escapar, como lo llfibian hecLo otros; á lo que respondió el rey que se saliese cHu dd alcánzar, gue con los demits ya detennillaria él 10 que l~·
pareciera oportuno_ Salió en efecto doEa María, dát,(lola el 1razo dos
caballeros quo se lwbinn diPLir'ft:ido mucho en la dtÜllsr; do la ciudad,
y ~compañada de al[;unos otlOo; ],ol,les: aeomctiérordcs los bllcE.teroR
del rey, que cumplicndo las ó; elclles de e[t0, I11ntaron yiolcutmnento ell
el acto á siet0 caklleros, fJt.cdar,do dcsampmada dolía 1>Jmht, que cayó
,lesmuyada ~.oln'e los humeantes cnL1áveres de sus ekf011sores.
) V¿ella cn sí y maldiciojdo á bU hijo retiróse dc,fa Mm"Ía á Porblgal,
donde reinalJii su pr,dre, guien á poco tiempo la hizo matar rOl' haLer
dae~o csdmlalo con ciertos amores.
Algunos otros castigos mandó E;jocutar D. Pedro en Toro, por lo cual
no creyéndoso seguros muchos noLles, so pusieron en Ealvo, abandollando las tierras que 11l.',bian tomado; D. Enrique que pudo escapar,
pasó al servicio del rey de Francia y su hermano D. Tello l'e rctil'0 {.
\'i/'caya de domle era seúor.
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Cün la dispersion de los [·U blev;¡dr;s desrucs <.le la rendieion de '1'0
ro cunduyeron las tUJ"bllJ~ncjfls en ('~di)]a.' Tero IIp¡;nas duró la paz un
año, pOrlJue habit:I1co Exigide) "Ilt,;¡.;fflccior> P_ .Pedro al rey de Aragoll
por haberse apoderado la escuadra (le este de los buques italianos f)uese
hallaban en el Puerto de San/a María, negóse á dársela el monana aragonés.
No era D. Pedro hombre que dejara impunts las üfcmas; abÍOB qUf
declaró la guerra al rey de Aragon elltrnndo por sus tierras y apoderándose de muehas ciudades, villas y fortalel.a~, hasta lo.~·!'ar (1 ue se encerrara aquel dentro de les muros de Z:q'ngoza, desde LlonJe, 110 creyén·
do"e bastante seguro, pidió tregu:ls al de Castilla, qui.:n se las cuncedió, bien qlle sin quesus tropas abandonanLll losl?untos 'luehauiallC()nquidauo.
Aprovechó estn, tre.oua el rey dcAracron para buscar aliados y E<UIlar
en su auxilio al illfallt~ D. Enrique: \'ir~ e~te desde Franci'L ac~m1paf¡a­
. Jo de ,-arios varciales suyos y tra.tó desde luego de r,traen-e á su ]la¡tido
tí. sus dus hermanos D. }'adl'Ü}ue y D. Tdlo, c.lue á la sazon favorecian
~ D, Pedro.
HnLíase este vuelto á Se\illa., en d~nde estnba muy ocupado t'U
cauti\'ar el COl'azon de doüa Aluonza Coronel, de la oue al fin a)cn,nzó
que se rindiera á sus amorosos de.eeos, V0l'\)lle elb l~li"ma le pre~'entó
una ocasioIl favomblo sülieitando grncia para D. Alvar PHez, su esposo, (lUO por halü1rse al servieio cid rey de Aragon haiJia illcurriuo en J!\
cólel'l. del de Castilla.
Marchóse este á Carmona con su nneva favorita doña Aldonza par \
disfrutar con libertad de sus nuevos amures, lejos de la celosa Padi Un..
No podia esta resi.2narse con b infidelidad de su amante D. Pedro,
y por lo tanto le escribió lamentándoe del abandono en f¡Ue la habia dcjado; con!.estóla ell'ey que estuviese >óegnra de SUÜ solo e;la. tenia el dominio de su coraZOll y de r-iU volünt'ld: al poco tiernl?o, cansttdo ya de
sus amores con doña Aldollza, se vol viLÍ á Sevilb á reunirse con la Pr:J
dHa.
AqUi llegó á su noticia quc el inf,mte D. ElIli/ j l1C'_ t.enia. ncgGCHwio
Les secretas con su hermano D. Fadri:j1lC el llltlest¡·c de Santiago, y ce
celal1uo al~'una tr:tieioIl mandó lhmar á este, que á la saznn se baIla.,
ba en Jumilla; vino el maestre á la c,'rte, y como al preselltar,e en él
palacio fuese recibido por el rey con bastante frialdad, :,osl!cchando que
hubiese fraguada alguna tmma en eontm snya, pidiúie l)erllli.~o pat'al'etirarse tÍ su lwLiUH;Íon; f'erocuallJose di'l'0nia á haccdl), fué acometido 1'0r los bnllestcros dd rey, que, liX¡imauospor este mismo, ruataro::, nle\"lJsmneute á D. Fadri(Jue.
}.j ar~l!ó en seguid?" el ~é'y _D. Pedw n~f'~p~,0f:QO de! infante a,o;:) A 1')1,-
zonL).
tJtHi..H J
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::J.t:.trt;!
~t.l~. r'l~;JE.r·,
s."ucn
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-- 17 -
;0 'lllc ra;;aua puuo e8c.1pa1':í. rC!luirso en Amg,m
su herm:lLlO do"
E~:riqHc.
Con la huida de D. Tello (Juodaba sin duer¡o el señorÍI> de Viz ~ftya.
y el infant.e de Aragon, que lo ambicionaba, rocordó al rey 1'1 promesa
(jue anteriorment.e III habia hecho do <lade tliJho sellorío; ID'lucl,}¡o el rey
que volviera al ot.ro dia y le serla cumplida, la oferta.
Alllia, siguiente, cuawlo eliufante entraba en palacio, fué muerto
["01' un b:ülostero del rey, tluien ordenó en seguida que arrojal'<L!l 01 cadáver á la plnZ:1, manílanrlo despues encerrar en unn. prision á la eS[lo;)a
)' á In. madre del mismo infante. á las 1J11e má,s adelant.e hizo enve(JO:l tales atentados 'y otras oJecucioacs (lue les "iguieroil se exCilta'·
ron d.:. nuevo Jos ánimos, y se vió encender la guerra.
Hiw entonces publicar D. Pedro la decbracion de 1'ebeldes á SUR
hermanos Last.al'dos y al infante D. SancJlO de Aragon.
El conde D. Enrique y el illf:tnte D. Fernando de Aragon, deseosos
de vengar las muertes de sus rospectivos hermanos, entraron eon fuerzas considerables por las tierras de Cltstilllt, y con est.e motivo, deelarada nuevamente la guerra, se presentó á ella D. Pedro, armando
prontam(mte gran númcro de buques y pidieudo auxilio á su tia el rey
de Portll,:<al y al rey moro de Granada. Des~~ues de algullos ellcuentr(jS
de poco iuterés entre ambos ejércitos, el de Aragon, maUllado por don
Enrique, dió una bat,¡[Ja en los campos de Aravi,ma oí lo" tercios castellanos que mandaba Hille~trosa, y aunque de los (los lILclos se combatió
con gran dcnuedo, la victoria se declaró á fa VOl' de D. Enrique, por·
'1 ue consiguió que se pasaran á sus fllas algunos caudillos castellanos
(;au~ando 1:1 más completa dispei'sion en los demás despues de hacer un
D úmero eQ[~siderable de prisioneros v mue~'tos, en !Js que se contaba
n. Juan d() Hinestl'osa.
Rec;ibió D. P~,cll':) la n'>ticia d'3 est ¡ derrota, y no pudieatlo vengar80 en b pc-r,JurU1 del vcnc0Clor D, Ent'i'lue, mandó matar á dos hermanos dc e-;te lblllados D. Juan y D. Pedro, jóvones de 18 aii:08 el uno y
de H el otro, cuyo único delito era el parentesco que los unia al conde
e
dE' Tl'asLamara.
Entretanto entmb3. este con sus victoriosas h':->[las en la Rioja, ,
apoderándose de la ciudad de Nájera, en donde pa~ó ¡¡ CUcllillo toda>!
los judíos gue habia.
El rey D, Pedro logró reunir un ejército superior al de i'U hermano, Illarc;hó á su eneuentro, y haci8ndole aban,louar los puntos que ha,
bia COnrll1isbvh, cO:lsigni,j d0l'fot1de, y Sp ,L;cuvo dtldpJ.'~:> de ai:';'!luOi>
diaR en la RiIJja para <In!' descanso á sus tr0l!as,
V. reDIlO EL ,BUlL.
-
lts -
.
CAPITULO VI.
Castig()s imvnesto:~ á dos saccíylotes.-Paz; con Al'a.Jon 1/ flucí'ta
con Granada.-Envenenailúento de dolía Blanm . ..LNlwrte de
doña
}[(l)'¿(~
PadWa.-Nueva gncrra.-H¡¿h'ada de D. L'ílJ'i
que,~Huida de D. Pedro,
D. PC:lIl'O ('~blhlecid()s sus reales en Santo Domingo dÍ; la Cal~;t(L", cualluo uua Iilaiíana se intl'o,
duj o un religioso dOl~lÍllico en el ak'izar, y llegando
L¡~stn hl cÚluam del rey, con tono Ul'oiü~ico le haLlcÍ de
(ste modo:
,HaLeis de saber, señor, que anoche se me apareci6,
rodeado de ce1cstiales resplanderes, mi patron Santo
DOlllingo, J' 11le ma¡¡¡]'J YCllir á intimaras que enlllend,-,i~ la desaneglacln "ida que llevais, ponjuc dentro de
poc<) perecul'ois i1 11l111l0S de vuestro hermano D. Enrique. 1r Sool'eS,dt0se D. Pedrú y liam<J á sus guardiasj mas como delante
de es[,os vol \·ie~e iÍ su' amonestado por el monje, montando en cólera
J)r::~enó gUl; ÍliilJeJiat;lllW;HC fuese quemado en b phz:1 pública, 1'01110
asi sr, efeduó, sin q 110 las sagmclas órdCllCS dü que se halbo:~ revestido
el infcli;I, religioso le liLl'an:.n de suf,'il' tan horrorosa ejcC!lCiOll.
! Al clia siguiente, pasando cll'ey 'por
una calle, vió á lu, puerta de
ti 'la ensa el eitcláver de un hombre, y ])J'eg'untando por qué se hall:1ba
HUi, le dijeron que el sn.ecrclote ele aquella parro luia Re había. Ile;~aclo á
(hr1e Sí':)ultura, porrJue los pm'jcnte:,rde a:jul:lliCJ t.eaiau con quú jngal'
10s c!erU(;;l'):i de co:;LlIJnlJrc: CXl1s¡icrado d r<r COH el suceso del (lia ,Lncel'iol', ,.... '~'~e]'ienclo poner tÚl'lnillO á los JeiilWllleS qUG eometiem el de1'0, 'le:" '---~,:ll.s ¡I,toer otro cl'ud ejemplar mandando lJne enlcnanm ,,1
mu(:r~;) co:! fimn pompa, Y solemnida,d, y quo
cll(l'i~() que se había
neS-cLr1o á chrLu sepulGura fuese juntam"::tttc enterra.c1u vi"o.
f'ro;:;s-guÍa, rnielltras tanto la (jllOl'ra entro las tro[lls el,J rey d'J Ar<1EXIA
0:
-1:)-
y UlS de Castilla, quien tuvo gue suspeJi(]er;a á consecuencia de las
llotieiIJ.5 que le llcga~ande Andaluda: haoÍ8d' apoderado del cetrogranadino el mOro Ahul-Alh¡¡milr, llamado el BeTrnejo, llsurpántlosele ásu
legitimo monaren, "Mahomad Lago: no dudaba El Be1'mejo que D. Pet1ro
aendiria á sü('orrer á su de~tronado nmlgo Mahomael, y temeroso el"
ello solieitó el favor del aragonés, quien le rersuadió á sue rompiese
por las fronterns enstellanaR, suc habiaD quedado con muy poca guarnicion.
~
Con ect r motivo, anhL.ndo D. Pedro castigar al rey BeTmejo se V1Ó
prcCiStlJo ti firUlar b pa7: con el de Aragon, abandonando todas las ciudade" que 1 habia tomado y marchóse inmediatamente á Sevilla, desde
don,Je envió contra el Bermejo un numeroso ejército á las órdenes de
acreditados capitanes, los cuales se apoderaron de algunas ciudades del
rey moro, haciendo que este se retira~e á Granada.
Sucedió por este tiempo, que ef-tando un dia D. Pedro en una partí(In de c~¡¡;a á las inmediaeiones de Medina Sidonia, en ocasion de hallarse
algo scpllrado de su comitiva, se le rresentó un pastor con los vestidos
destrozados y la cara poblada de una espe¡;:a barba, el cual, despues de
Ordellftrle que se reunieJ a con RU espom doüa Blanca, porque do lo contrario la Divina Providencia habia liecretado su muerte, se internó en lo
más cfpeso de un b'S(lllC sin (Jue nadie pudiera darle alcance.
Sospeehmdo el rey gue este hono bre fuese enviado por doña Blanca,
.nnndó uos caballeros á Medina Sidonia para averiguar sialgnien babia
hablado con la reina; pero ~ pesar de que estos le trajeron la respuesta _
de que sus guardias no la permitian comunicarse con nadie, aun quedó
receloso el rey de si la aparicion ha bria sido fraguada por doña Blanca ó por ms parciales, gue no abandonaban el designio de libertar por
t"c1o>l los medios posibles á la augusta prisionera; y para quitar á los no~
Llcs un pretexto de sublevacion, mandó al alraide de la fortaleza de Medir,a S~tl(,'Dja CJue ]ljeicr:J nl0rir ti 1ft l'cilla ttoft:l Jf('dlca; t;egóse el alcaide <Í cju'uU1l' t:m ln];ur.r,w\ 6nkn, mil~; dellilda S;ryil), p:H~S fué llepuesto de fJU Ullp.lCO, yel Sl;e le sllstitny(J, mOJos c,ernpuloso, cumplió la
voJllntall elel rey cnvew:llando á sn esposí1 doña Blanca.
:Fué muy sentido este suceso rOl" todos los 'lue hatian tenido oca;;jo') (10 ccnocel" á e', ta, inJorlunud:1 princesa, que en la flor de su edad y
;o/<lllía de su hel"n~OSlUa habin, sido abandonada por su marido, para.
recihir b muerte por m:m<1a,lo del mismo despues de nueve aúos de un
largo uwtiverio, sin (pIe pudiern, ellcolltrarse tacha alguna el. ,'Ü "irtuo,:a, .Y ejcmplar conducto.
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,. La dcsa!-trosa muerte de doña Blanca atrajo la ()(¡ios~Jh'J ~~e:aFruo.
cía COíltr:l D. Pedro.
Nada le importó por cut,enee el resentimie:,to del \'c::Ín;) reino' . _ ,
l J sin embarg-o, llamó las CÚl'tcs d, 1 reino á Sevilla, y arJte ellos
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-- :!() -ró la legililllidad de SIl matrimoni.; con doCla :\larla ,le i'adilb, contraído en sccrcto 1\UtCR de CUSal'Re con dOlla B!:lIlca; pero 'jlle lo había ocultaJo [lor temor de 'llle ,sus enemigos cnconll'a;;,en lll')livü para promover élj.,tlll'hioR en el reino, y prc:;cntau,lo tc~tigos (}110 afirmaron ser
cierto (]ichu matrimonio, Lúo por cOllsiglliclItC (jlle; fueran l'ccrl1ociJos
herederos :d t<'ono ¡US hijos D. Alfonso, d.UÜ<1 K:atl'ió, doüu COl1stanza y doib Label.
Poco de~pues murió doiía 11aría de l'aelilla con ¡.'I'an sentimic,uto del
rey, (lile, pel',liendo la única mlljer á 'l'lie;ll hahi:l :ull:l.. lo en su v;(],t y
su;:namento afligido con ec:ia desgracia, mandó (J\W vistiera luto todo el
re1110,
Este acontccimieIlto, ocurrido á mcdj,vlo:: lid año 13Gl, vino á sumir á D. redro en u na desesperaónll tal, \l no 80](, se OC11 pó por cnr,uut:cs
de ~11 profllnuo dolor.
A la sazon las trov¡~ moras
Grallada sorpl'elldieronlas castella,nas junto á Guadix-, apri,,¡r-:l:1.nuo á muchos ele los c;LUuilíJ:4, y él rey
Be1'mcjo, que dilse:tba ya b 1'<\7. con el (le Castilla, porque hs partidarios de su antecesor :\Iaj¡l)lUud elllpezaban á reLelarse, Pé:::'O en LlJl:rt.üd
á los prisioneros cristiauu5, enyiámloles eon grandes regaJ os para ¡;u rey,
y aun él mifo;Illo se arriesgó ú presentarse en Sevilla, con ,;010 la cumiti va
necemria para ¡;u custodia y de lasricns joyas que llevaba para comprar
la paz.
Admitido el Berm,ejo :i l:~ presencia de D, .Perho, pidió)() fJue no
r,mparase á su conJpetillol" Mnholl1ud y que los cltjase á ellos d(}s ¡ii,'patarse el trono, ofre('iólIlole en eawbio los tesoros que trairl, co;¡si,'~'()' y
wmetiéndm:e á parg:de t.ributos:i tmcqne de obtener b [J:1Z: no accptó
el rey D. Pedro nada de lo llue le ofrl:cia el Berli1(do, al cual dt;spillió
con la;; más halagliel'ías ef'pel'anza;;; pero en la misma nochele hiz0l'rendel' con otros trei:Jta cab:llleros m()l'O,~ de su ~umiti va, ,iendo ,legolkJGs
tOdOF: á los pocos (!ias ('n e:l (~'i\tlJ¡)I¡ ;/"stin'Hlo rml'rl l:ts ('.ifc¡wi¡~llCS.
Despucs ele la muerte del HCí'ííU;jO St' apude!',) D. Pedro de todas las
riqueza~ que aquel habia lllwado (¡ Scvi:la, y en cnm¡,lim:ellGo ellO un
paet.o (Jne tenia hecho con lIlahomad Lago, ú guien colo,,) (,11 d tro110
de Granada, <J.uedó dueflo ele todos los pueblos moros que habi:t COllr1 uistn do.
Ten,1inada de esto modo la guerra eontraGranada, rOllll'i6 n PC(lro
las llO"tilida,les con el rey de Al'ngoll, entrando por bs frollt,>.!'as á la
cabeza de Ull ejército ré!s)}E:t<1ble y tomando 1'111(:11a8 cillllades arag!)uesas.
Sor[Jl'Cmfido el rey de Aragon con UI:;t dpc]a¡'aclO)) (b gllcrra m[J
lJ,fUlldada como rercntinu, ll:llJló en su auxilio á D_ ElllirjlledeTrastamf~ra, ofrecien(lole clnr ¡\I1do dcun e.iército y halagándole con lisonjer:i~
promesaq; acudir) D. Enri.[ne con algunos nobles c:1;¡tclhnos r ;Í l"s cu:,
ve
,
:es Stl agleg~rnn lnn~ho.~ fl'a.nce-.q(3~. ¡r~(: ;!¡)S o,1:}:l"n Ye:l,_;:l~ la. f!illrrto de Lje
1.1:1. Blanc¡\ de BorboTl, y com,;n:~ó ~1 luecl':n. f;:lCl'l';l, ;i S11 herm;¡no dm:
Pedro, que al v(~r que la Francia se clcc:arab:t, ¡VJ" :iiJ, (.'\1 c:)lltr:¡ suya.
pr:,)cll1'ó hao,:1'so COlllln )10:10r08) a:n:go par," en ~t,l :a:lGO, cn\T);:mllo cm
bajn.dot'oi'l al r',}' do lnglaterlit.
,_.SC'gnia fav:Jfocicnch la victoria á D. Pl'.[ro, 'luicn cO:1:'orm r: Re iha
apoderando
hs ci:Hladüi'l fea,nces:ls hs itia g'll:trn(Wi,:ll,lo con sold:1.dos
castellanos: trató el ele Al' gO:l de cntcetenorle con lleguciaciollcs lb p1.~
mientras 'l'le n. Klri'jUe \ olvia. (le YCUlcia adon,lc ]¡:¡hin, i,lo ;; solieit,L'
nUi,V()~ auxiVn~ de a'FtClrey rara Hev,,!' ¡í c;lbo la usurp¡.c:on que medi
caba.
>:1) se aVl!lO D. Pedro á 10 t']1l.J 10 pr0l'0aia S'1 contrn.l'lo, tIo lo que
én l,¡,,'ve tuvo lugar de n.rrel'ultir~'.J, ~_ 01' Illu D. Enri'pe entró en ESL'n,na c'.m doee mil avcntUl'(;rü" L';mccs¿>s pru:;ü'lentcs en su mayor parts
de [as cnn.cll'i!hs d,~ bandi,los ,]nc e
el nO:l1brc do C07i11)(Lf¿Ías !¡Z((ncas
sll'jueaban algunos P'lOhhs (le Fruncí"" ea,n:'ando gr;tn lll'luictnd á EU
rey, el cual, de.;eoso de dcsh.tCcl'si.J ,le ell<ls, cOll:,\j'fui,j <llj"Ladl~,;i C\,Vuf
de"n. Euri'llle, ponlóllutJL1.s b;lj'') la.s Ó,'d011:)S ue Bc:rtran DIl-Ollc~elin,
capitan muy valien".e, (lilU a;lil'pc en Sll p,tÍs ?,l jllir:ó gnlon ú;,,¡;a, en
C;\stilla la oscurecló completamente.
Reuni In el ej I§rci ~o fra.l l:é,s ei)n el espn.l'nl Jd rey de Ara¿;on, D, En
ri(lue, que se \'eirt ulleüo de t.;wto" wldad,v.) tomó desde luegJ d L~vllk
de rey y marchó illmedi"t:llnC:Jltü contra D. Pedro.
Ihllábase este en nClrgos c(m muy poca.s ti"¡P~t'i, por l!<tooda,s ocn
parlo en ¡'v; guarniciones do bs j}bíI<LS (1118 h:tbia g:ma¿b, y no MJ'eviéll
dose á esporar á su hermano, se retiró :1 Sevi lla, mar:; restando a.l1tes~:
los burgaloses que lcs absol via del jlll'amonto (li) f:cldida,d fjUe le tcni:m
hecho: en su consecllenci:l 1 CilHhJ eL: BÚl'::;"')S abril) sus puert.a~ ;;, é[,Jn
EnriJllc (}nicn se hizo corOlla.l' COIl gra:1 :"Jlcm:tid;td en el !llO;;:lstC:l'io
d'J las Hllc]6'as.
La cstl'cll:t de D. Pe(h'o ce ih:L a;':l'!':¡,n In: n1'ldnl ciu'!,¡,Ls e:'ste
nanas ~e l;onian h:ljO el !,on I 11)n 11.(~ I\. cJ~'u'i'r~J, "{ ellJlL";llh) D. I\:dro,
de,~amp[ll\d) de ca~i to(l~} lus r¡ ne ha;:ta, Uil Vme'.:"" le 1mbia II s; lo le;1 ks, y
no erc\";wlo"c b1stall(e ECl"Ul'O en Espn.:ia, a.b1:){loIlÓ el n:iilo unuarcán,
do'o C:~)ll dirccclOn:í Bl'yo;~a, (lIle p)r alI1ld tionll?o pertenecia, al rey
luglaterra, cuyo favor iba á implorar.
Con la Imirla do D. Pé 11'0, las ~Joca8 ciwl:Hlc3 '111e le h~bi:1ll pcrll1;)..¡ecirto (jelc,s 1'OC01100i01'01 por rey;Í, D. Enri j ne, (lllien lleg,) bin int.,jrUPCiOll á Sevilla rO¡J:l,l'Gien1lo g'l'.ll1Llc.; tít'.üo:; y mercedes á: todos LiS
, ue segllian sn ba,u le1':1., grage:ílldO:13 de este mo.:lo el afedo de los puoblos y haciéndose acrce:loL' al r,mo:nb~'e co,lfle ck",.L, eutollces se COllOLió Je D. Enri'lue el de 1...,; ]J[ercede,q,
un
,n
ue
-
22-
CAPI1'ULO V.
R~[!reso
de D. Pedro.-BataUa de Náje'l'a.-Ocupa s~:r¡:'J,n
el trono -Sorpresa de ¡lfonHel. -i1fuerte de .D. P
Conclusion.
AIIE:-rTRA.S que D.
Enri(lUe de Trastamat'a comen;.r,aba, á disfrutar de la
usurpalla corona, el destronado D. Pedro, que se hallaba pn Bayon",
no omitia diligencia alguna para conseguir que la Inglaterra apoyase
sus pretensiones.
El príncipe de Galos, hijo da aquel rey, sa interesó tanto en favorecerle, gue en poco tiempo organizó un ejército de diez millt0mbresde
infantería y otros tantos de caballería, mandados por los más hábiles
capitanes de aquella época, y con este refuerzo volvió D. Pedro á España.
A medida que entraba en las fronteras de Castilln. se clodaraban en
su favor muchos pueblos, del mismo moclo que antes lo habían hecho
con D. Enrique, quien noticioso de lo:> proyectos de su hermano y auxiliado por las tropas fraucesas y ara¿onesas, marchó á sa encuentro á
In. ciudad de Nájora.
.
Antes de decidirse los combatientesá prescntar la batalla, IUC18l'On,"ie
proposiciones con el fin (le concertar sus intcreilc.'3; pero no pudien,lo
conciliarse, tuvo lngal', al fin, UIl'l sa.ngrienta. lUGha, en b (1 uo quedó
vencedor el rey D. Pedro despues de pelear con gran valor.
D. Elll'i(lue, al verse abandonado ele algunos de los suyos y aun de
su heralr\llo D. Tello, (lno, á pesa.r de hallarse en las íllas cOlltl'~U'¡'as á
D. Pedro, contl'ilJuy<J m 1cho al triunfo de éste, huyó á Fl'tweia,í. lamentar ~ll derrota y á preparar nuevas fuerzas para lI1á~ adelante.
Des]!ues que D. redro, por medio de esta victorl':t, subi,) segunlLa
vez a'! trono, maJ'chó <Í Scvilltt, y lejos de mostl''lrS3 clorncnte COIl >ltI:i
vorwidos, castigó sevemmoute á. los parciales de D. Elll'i(lUe, destelTando á unos y haciendo morir á otros.
1"\
Unn.iO c!e las perROIl'lS '} ue en e'ita ocasion pereci ) victima del águr del
IX}; filé el Dl;leS¡;re de S,u B.:n.anb, gran digniclad cclesí,i:;tictt tnny
1
"""pic'ud.. Je en ¡{{lIH:llo" li'J!Il¡'oS, y lil'll en la batalla de Nájer't se clisti"
;'Uid mucho en las filas de D. Enrique.
Hahiendo sabido el Santo Padre esta y otm~ muertes ejecutadas
!'U algtlllos ecle-iás~ic03, h1l1zÓ el anatema de excomunioll COll~ra el rey,
r envió á Sevilla un cardenal con encargo el" noti!ld.rsela.
No Be le ocultaba, allegado del Papa la c'udicion ancLatada y violeuta del momll'cu; y temiendo qHc su en1l1¡¡jada excitara cl furol" de este, tl?ll1Ó las precauciones convenientes F'era sustraersc á él en caso neCé,sano.
PnscáLase el rey una tard(~ l)D1" las lliftrgenes del río Guac1allluiviL
(~iial!(lo ,j logado del Papa, despues de allunc:a,de fjttO le traía eJe Levante nuevas do lmstant(, interés, le entregó un l,Jicgo corrado y se
¡j:etic', aJ punto en una barca Ijuc: })n.ra huir te ni;, preL);[mda.
Sumamente indignado el rey COl! la lectura del pliego, en que se le
comunicaba su excomuniull, so arrojó al rio á cabaLo, segan estaba en
seguimiellto del cardonal, da,nc1o en b b,d'Ga que iba tan fuol-tomente
con su espada que saltó C;Jta en dos ]lOJHzO~, al mi"lllo tiempo (J110 su
ealnllo se sumergia en las ,egun's, ele dOllele le S'loaron los quo 1. aCOill~il Ú" ¡,an lleno de cólcm al Vl']'se bm'!ndo de tal suerte.
COIl UiI proceder tan dcsusa<lo COJlJO el que D. Pedro ahservabJ. en
todos su:, ",('tos y eoe, los grandos castigos que im~10nia, fomelHflba el
dCl'eoIltcllto cv ""." ""Hsallos y hacia cada voz lllas deseada su caida elol
trollO.
Una oircumtaucia vino á pl"ccipititr c"t¡1, y fUi] b de que habiéud03e neg¡vlo el
"á dar el 'CÜOrlO de Vizcaya y otms villas al nrlncÍpe de G'ales, qUé ios reclamaLa por el apoyo"que le habia presta:lo, se
retiró Ci'ite con sus tropas auxiliares á Inglaterm, dejándole e:\:]?uesLo á
,;er 1lIlOV¡dlll'lltc derribado del trono,
El conde J). Elll'i'lue oue no Ltbia penlonulh medio al,yuno de dis~)OlJel' los állim()~ CH "J\[ ra~(jl' hacjüudo ;:d:;~1llar las illjusticj~s de su her·
'llallO, CCJ]l<.;iglliú (JIlC la Frallcia lo nntieipa,]';t gmndes suma,:; de dinero
y le sllmilli;-;lr:lsc algullas tropas; y reullicuclo las comp:LiíílLS blancas
de HYUltureros malldadas por Du-Gue~e;ill, aproveclu) el aballclono en
(lile D. Pedro se clll:untraba para yoriliear!in entrada rOl' Arngull en
las fronteras cafitellallas, en hts cuales :,e apeó del cub:t1lo, y lw/_,iendo
una cruz en la tiClTa con ln punta ele ln. espadn., juró s:,],)mnomCllGe LO
\'Olv01 Ii ralir ele Clstilla por mal (ille le fuese: Ol! SJguiJit se l':-esentó
f'n Calalwrm ¡](jnlte fué uc('g'illo con grandes aclallHLC-ic\nes, pp.~ando
d"">!,ues á ]~(¡¡TO,';, cuyes ha.bitantes le hicieron jcrualrceihimicnt,o.
'Temeroso D. Ped;'¡l de perder el trono <le C,~~tilln. al ver el entu~.ía, lIlO con (1118 su hOt'nwlIo era l'cciLido por todos los pueHos, ¡lidió
trc);':¡S al ¡·c}' morO elo Granada, que prontamente lo envió 1500 ginete':
¡.fric~1lio";J y rcuniJl1llo1os á los DOCaS soldados de (lue poc1in. disponer,
L
pr1tti5 de Sevilh á sitiar á Córdo~)a que se habia declarado por D. Enri'1ue. l)esesperatlo el re)' de no p::>der tomar la cimbel por la defensa
que lmeiitll i;tJS nnradores. y sabedol' ele que el ejército de D. Enrique
lcstredud.m ca.la dia mas el cerco ue Toledo, ci\lllad que se conservaba
tiel, ueLennilló ir á socorrerla, pero nntes (FÜSO ljUe un astrólogo moro
se allUlH.~i.ara su futura suerte; cOllte~Mle el moro entre otras eosll.S, que
e lilJ,r,tl'a lb entrar en la. seh'a (b :\:IJilbel, poqUJ en clb habia de
mODI'.
A pesar de esta prediceioa se dJd lió D. Pedro á SOC'.JlTer ti l,}s lealüs
toledanos, con el objeto de hacerse fuerte en la ciuda!; pero D. ElIrijue,
cOllcciendo cnéinto le importaba dar un golp3 a treviclo, dej ó encomendado el asedio lliJ Toledo :í uno de sus capitanes, y tÍ marchas fOJ'zndaB
logró sorprclt,ler al rey eu los camLlOs ele ~lo11tiel, cargando al arnmte,'01' repentinamcntc sobre las tropas castellanas, LIue eou:tl'llemonte
aLand'madas [I<ll' los !lloros auxiliares, tu vieron que retirarse con d')n
Pedro al ca;;~illo de .JfOllt iel des pues de una dese-:perada. l'esi~teJl(;iit.
Don b:llI'i'lllG sitió imllediatamence á su hermano, el cllal tluc\'e dias
.iespues de la derrota de .\Jontiel, se presentó sin armas y I1compaflado
de tres cauallel'os castellanos, cn la tienua de BCl'tl'all Du-Ouese! in, lia.do en la promesa ')UC Cito liJ habia hecho de proteger su fuga: en seguida enLró cn la misma tiewla D. r;rll'i'}'Je, á 'lui,m Dil-thesclilJ dijo tiOlialalHlo al rey: eiie cs D. PiJdro vue.-;tl'O enemigo: á lo f'Jue cOlltestó este
COlllLl'l'ogalltC urjo: yo soy, sí, yo SO,)'i Y D. Enrilue, desenvaillando Sil
daga, hiri.j e1l la cara á su hermano al tiempo on que se al'l'ojaba sobro
él para snjetade; lllchando brazo á ura,w los dos henn:tnos, vinieron. ti
tierra caycnJo encima D. Pedro; entonces el traiuor Dll-Guc~cliu
tomó parte en ::l'Juel combat.e pCl':)oHfd, ayucla,nJo á D, Elll'i<)ue y ponicIl\lo deb.tjo á D. Pl!d 1'0, (jll ic 11 e:-'1.'\.:6 :í. los repetido." golpc3 de la ua.:.:(3.
de su uastardo hermano <lIlC con iJs{c críuICll acaG:) de aIJ.allímr en sus
sieliosla corona llne baCi.;{ "ido ul1jeto de sus an!lJi(,iolles.
De esta. rnane:\1 acai Jú Sil vieb D. Pedro 1 de Castilla. en 26 ue Ma.l'zo del aii() 13G9,;Í. lú:,; :3 ¡, &.iívc.; y s\ote llleses de su eda.], uesLlUes de haber reinado 19 ailos lllellOS tt u.; dias.
Su cuerpo se dCpo.,1uÓ si~1 llin~un apara.to en la iglesii1. Jo Salltiago
de la viUa de Alcocer, y bajo el reinado ele D. Juan Ir fué tra.,Jadado
al mOllusterio ,.le Santo Domingo de hlatlriu¡ doaüe hoy so halla. "cpul-
tuJo .
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