4 Datos sobre Dinamarca La Reina y la Casa Real

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Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca
Datos sobre Dinamarca
ENERO 2006
LA REINA Y LA
CASA REAL
La Monarquía danesa es una de las más
antiguas del mundo y se encuentra entre
las instituciones de mayor popularidad y
raigambre en el seno de la sociedad danesa. La actual reina, Margrethe II, ha sabido ganarse el cariño y el respeto de todo
el pueblo danés y despertar, al igual que el
resto de la familia, su más vivo interés.
Los miembros de la Casa Real
En el sentido más estricto del término, la
Casa Real la integran la reina Margrethe
II, el príncipe Henrik –consorte de la
Reina–, el príncipe heredero Frederik, la
princesa heredera Mary –su esposa– y su
hijo, el príncipe Christian. A ellos hay que
añadir al príncipe Joachim y sus dos hijos,
los príncipes Nikolai y Felix, así como a
la hermana de la Reina –la princesa Benedikte– y su cónyuge, y a la prima de ambas,
la princesa Elisabeth. También la que fuera
consorte del príncipe Joachim, la princesa
Alexandra, condesa de Frederiksborg, se
cuenta entre los miembros de la Casa Real.
La reina Margrethe, primogénita del
que más tarde reinaría con el nombre de
Frederik IX y de la reina Ingrid, nació el
16 de abril de 1940. A partir de 1959,
año en que terminó el bachillerato, estudió Ciencias Políticas y Arqueología en las
universidades de Copenhague, Cambridge,
Århus, La Sorbona y Londres. En 1967
contrajo matrimonio con el diplomático
francés conde Henri de Laborde de Monpezat (1934- ), a partir de ese momento
príncipe Henrik. Fruto de este matrimonio son Frederik, nacido en 1968, y Joachim, en 1969. La Reina ha sabido imprimir un estilo extrovertido también a la
Casa Real, que durante su reinado ha experimentado una apertura hacia el exterior
mayor que en el pasado. En sus viajes estivales a bordo de la embarcación real
Dannebrog concede especial importancia
La reina Margrethe ha conferido un carácter muy personal al discurso real de Año Nuevo, y escucharlo
durante la última noche del año se ha convertido en toda una tradición en la mayoría de los hogares
daneses, 2003. Foto: Scanpix/Keld Navntoft.
al hecho de visitar todos los rincones del
Reino, incluidas las Islas Feroe y Groenlandia. Además ha logrado dotar al tradicional discurso televisado de Año Nuevo
de un sello personal que ha venido a consolidar la posición de la Monarquía ante la
población. También cultiva múltiples disciplinas artísticas y literarias, afición que
ha dado lugar a numerosas manifestaciones en forma de pinturas, ornamentos
sacros, escenografías, ilustraciones y traducciones del sueco al danés y, en colaboración con el Príncipe consorte, del francés
al danés.
El príncipe Henrik es, al igual que la
Reina, un intelectual. Licenciado en
Literatura Francesa y Lenguas Orientales,
ha editado varios libros, entre ellos unas
memorias, El destino obliga (1996), la
colección de poemas Cantabile (2000),
ilustrada con collages realizados por la
Reina, y en 2005 un nuevo libro de poesía,
Brisa susurrante, publicado asimismo en
francés con el título Murmures de vent. Es
también un reconocido autor de libros de
cocina y un experto viticultor. La pareja
posee una explotación vitivinícola en el
suroeste francés, el Château de Caïx, cerca
de Cahors, lugar de origen del Príncipe
consorte, donde suele pasar el final del
verano. El espíritu cosmopolita del Príncipe
consorte se manifiesta en su intensa labor
internacional y en su frecuente colaboración para impulsar las exportaciones danesas por todo el mundo.
Sus hijos, el príncipe heredero Frederik
y el príncipe Joachim, han recibido una
esmerada educación militar ampliada, en
el caso del Príncipe heredero, con una exigente formación en el cuerpo de elite de
submarinistas. Más tarde se licenció en
Ciencias Políticas en la Universidad de
Aarhus, estudios que complementó con
varias estancias en el extranjero, por ejemplo en la Universidad de Harvard (EE.UU.),
y con sus servicios como diplomático
durante breves períodos. El 14 de mayo de
2004 contrajo matrimonio con Mary
Elizabeth Donaldson, la princesa heredera
Mary, nacida en Hobart, Tasmania, en
1972. En 2005 fueron padres de un niño,
el príncipe Christian. El príncipe Joachim,
dueño de la hacienda Schackenborg en
Møgeltønder, al sur de Jutlandia, ha centrado sus estudios en el campo de la agricultura. En 1995 contrajo matrimonio
con Alexandra Christina Manley, princesa
Alexandra y ahora también condesa de
El príncipe consorte Henrik, 1992.
Foto: Rigmor Mydtskov.
El príncipe Joachim en 2004 en
Turquía, donde participó en
una campaña de promoción de
la industria danesa.
Foto: Indius Pedersen.
Frederiksborg, nacida en Hong Kong en
1964. Son padres de los príncipes Nikolai
(1999- ) y Felix (2002- ). La pareja se
divorció de común acuerdo en 2005.
La historia de la Casa Real
La historia de la Casa Real se remonta con
toda seguridad hasta Gorm el Viejo, fallecido en 958. En su forma original, la
monarquía tenía carácter electivo, pero en
la práctica dicha elección solía limitarse al
primogénito del monarca reinante. Como
contrapartida, el rey firmaba unas capitulaciones destinadas a regular la relación de
poder entre el soberano y sus súbditos.
Con la instauración de la monarquía hereditaria en 1660-1661, la forma de gobierno
pasó a ser el absolutismo. La Ley Real de
1665 establecía el orden sucesorio según el
principio del derecho de primogenitura
por vía masculina, al tiempo que regulaba
diversos aspectos de la situación interna de
la Casa Real. La Constitución democrática
del 5 de junio de 1849 supuso el paso de
la monarquía absoluta a la constitucional.
La Ley de Sucesión al Trono del 27 de
marzo de 1953 introdujo el derecho sucesorio por vía femenina de forma parcial,
hecho que despejó el camino al trono para
la reina actual.
La muerte de Christoffer III en 1448
supuso la extinción de las líneas directas de
la antigua dinastía danesa. El duque Christian de Oldenborg fue elegido su sucesor
y ese mismo año accedió al trono de
Dinamarca con el nombre de Christian I.
Pertenecía a una de las ramas colaterales
de la dinastía original y se convirtió en fundador de la nueva dinastía, la casa de
Oldenborg, que reinaría hasta 1863. El
último soberano de esta línea, Frederik VII,
murió ese mismo año sin dejar descendencia por lo que, en virtud de la Ley de
Sucesión al Trono de 1853, la corona pasó
a manos de un pariente suyo, el príncipe
Christian de Glücksborg, descendiente en
el mismo grado de la Casa Real. A la muerte de Frederik VII accedió al trono con el
nombre de Christian IX y fundó la actual
casa de Glücksborg.
Christian IX recibió el sobrenombre de
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«el suegro de Europa», ya que su hija
Alexandra contrajo matrimonio con Eduardo VII de Inglaterra, su hija Dagmar con
Alejandro III de Rusia y una tercera hija,
Thyra, se casó con el duque Ernest August
de Cumberland. En 1863 su hijo Vilhelm
accedió al trono de Grecia con el nombre
de Jorge I, y en 1905 su nieto Carl, desde
entonces Haakon VII, se convirtió en rey
de Noruega. De este modo la Casa Real
danesa estableció lazos dinásticos con
muchas de las casas reinantes en Europa.
El hijo de Christian IX, Frederik VIII,
tenía 63 años cuando en 1906 logró al fin
subir al trono. A su muerte en 1912 le
sucedió su primogénito Christian X, que
reinó en Dinamarca durante las dos guerras mundiales. Se le recuerda por ser el rey
que en 1920, tras la reincorporación del
norte de Schleswig a Dinamarca, cabalgó
hasta el otro lado de la antigua frontera y
penetró en las tierras recuperadas, y por
sus célebres paseos a caballo por las calles
de Copenhague durante los primeros años
de la ocupación alemana (1940-1945), que
le convirtieron en un símbolo de la unidad nacional.
Christian X falleció en 1947. Le sucedió su primogénito Frederik IX, que en
1935 había contraído matrimonio con la
princesa sueca Ingrid. Fruto de este matrimonio fueron tres hijas, Margrethe, Benedikte, nacida en 1944 y casada en 1968
con el príncipe Richard zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, y Anne-Marie, nacida en
1946 y desposada en 1964 con el entonces rey de Grecia, Constantino II. Al contrario que su padre, Frederik IX aceptó
desde el primer momento el hecho de que
el rey careciera de poder político real.
Apoyado por su familia emprendió una
renovación de la Monarquía para adecuarla al sistema democrático. Su carácter franco y sencillo, unido a su manifiesto amor
por su familia, convirtieron a Frederik IX
en el máximo exponente de los valores
populares de la posguerra, sin que ello
fuera en detrimento de la dignidad y la
distancia implícitas en la naturaleza de la
monarquía. La mayor de sus hijas,
Margrethe II, ha sabido continuar y des-
arrollar la senda trazada por su padre,
logrando que la Casa Real y la Monarquía
disfruten hoy de una popularidad sin precedentes. La muerte de Frederik IX en 1972
y la de la reina Ingrid en el año 2000 despertaron el más sincero dolor popular.
Funciones y deberes
La Monarquía danesa es constitucional, lo
que supone que el monarca no puede
emprender acciones políticas por propia
iniciativa. A pesar de que sanciona todas
las leyes, éstas solamente tienen validez si
además son refrendadas por un ministro
con responsabilidad parlamentaria. En su
calidad de jefe de Estado, la Reina participa en la formación del Gobierno. Tras el
asesoramiento de los representantes de las
distintas fuerzas políticas, encarga al líder
político con más escaños en el Folketing
(Parlamento) la formación del nuevo
Gobierno y lo nombra tras su constitución.
Es, además, la cabeza formal del Gobierno,
lo que implica que ocupa la presidencia del
Reyes daneses
Casa de Oldenborg
1448-1481
Christian I
1481-1513
Hans
1513-1523
Christian II
1523-1533
Frederik I
1534-1559
Christian III
1559-1588
Frederik II
1588-1648
Christian IV
1648-1670
Frederik III
1670-1699
Christian V
1699-1730
Frederik IV
1730-1746
Christian VI
1746-1766
Frederik V
1766-1808
Christian VII
1808-1839
Frederik VI
1839-1848
Christian VIII
1848-1863
Frederik VII
Casa de Glücksborg
1863-1906
Christian IX
1906-1912
Frederik VIII
1912-1947
Christian X
1947-1972
Frederik IX
1972Margrethe II
Una de las mayores empresas artísticas de la
reina Margrethe fue la escenografía y el vestuario para el ballet pantomima Kærlighed i
Skarnkassen (Amor en el basurero), basado en
tres cuentos del escritor Hans Christian
Andersen y con coreografía de Dinna Bjørn.
En la foto aparecen la Reina y los bailarines después del estreno en el Pantomimeteatret del
Tivoli, 2001.
Foto: Scanpix/Bo Tornvig.
Consejo de Estado, institución que ratifica
y tiene capacidad para hacer entrar en vigor
las leyes aprobadas. El primer ministro y
el ministro de Asuntos Exteriores se reúnen
periódicamente con la Reina para informarla del desarrollo de la política de la
nación. La Reina preside el recibimiento
de los jefes de Estado extranjeros en visita
oficial así como las delegaciones danesas
en visita oficial fuera de Dinamarca.
Asimismo, nombra y destituye a los funcionarios del Estado.
Las funciones principales de la Reina
son las de representar a Dinamarca en el
exterior y constituir un nexo de unión en
el interior de la nación. Este último cometido lo lleva a cabo asistiendo a conmemoraciones, inauguraciones de exposiciones y
puentes, etc. La Reina participa a menudo
en aquellas exposiciones celebradas en el
extranjero y cuya finalidad es el fomento
de la actividad económica empresarial.
Con cierta frecuencia concede, además,
audiencias públicas en las que algunos ciudadanos tienen ocasión de compartir unos
minutos en privado con la reina de la
nación.
Las órdenes de caballería danesas
La Reina es maestre de las dos órdenes de
caballería danesas, la Orden del Elefante y
la Orden de Dannebrog, mientras que el
príncipe Henrik es su canciller. La Orden
del Elefante es la más distinguida y parece
probable que su origen se remonte al siglo
XV. Antiguamente se otorgaba preferentemente a los soberanos extranjeros y a
miembros destacados de la nobleza danesa. Hoy en día se reserva casi exclusivamente a los jefes de Estado extranjeros y a
los miembros de la familia real. La Orden
de Dannebrog fue fundada por Christian
V en 1671, pero en 1808 cambió sus estatutos siguiendo el modelo de la Legión de
Honor francesa y quedó dividida en diferentes grados de distinción. En la actualidad se destina a condecorar a ciudadanos
daneses destacados por sus méritos.
Hoy, como antaño, cualquier decisión
sobre el reparto de órdenes recae sobre el
maestre; sin embargo, la administración
Los príncipes herederos Frederik y Mary en el balcón del Ayuntamiento de Odense durante su visita a
la ciudad en 2004. Foto: Jørgen Jessen/NF.
diaria es competencia del Capítulo de la
Orden, que forma parte de la Corte. El
número relativamente alto de condecoraciones reales y de los grados más bajos de
la Orden de Dannebrog que se conceden
ha convertido a las órdenes en nexo de
unión entre la población y la Casa Real.
Las joyas de la Corona danesa, atributos del monarca, incluyen la corona, el
cetro (la autoridad suprema), el orbe (el
globo terráqueo), la espada y la crismera.
A esto hay que añadir los collares de las
Órdenes del Elefante y de Dannebrog,
que la Reina luce en ocasiones especiales.
La más antigua de las joyas es la espada de
Christian III, de 1551. Desde 1680 aproximadamente, las joyas se conservan en el
palacio de Rosenborg.
En su origen, las joyas se mostraban en
la ceremonia de coronación del monarca
electo, en la que el clero y la nobleza ceñían la corona a la cabeza del rey para
expresar de manera simbólica que con ese
gesto le conferían la dignidad real en
nombre del pueblo. Como consecuencia
de la instauración del absolutismo en
1660/1661, la coronación quedó reemplazada por una ceremonia de ungimiento
con la que quedaba de manifiesto que el
rey ya no era elegido por el pueblo sino
ungido por el Señor. En 1671, con ocasión del ungimiento de Christian V, se
diseñó una nueva corona que vino a sustituir a la sencilla corona abierta en forma
de aro de la monarquía electiva. Como
símbolo de su omnipotencia, el monarca
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La Reina y la Casa Real
Datos sobre Dinamarca. Publicado por el Ministerio de Asuntos
Exteriores de Dinamarca.
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Teléfono: (+45) 3392 0000. Fax: (+45) 3254 0533.
Correo electrónico: [email protected]. -Internet: www.um.dk.
Edición: Flemming Axmark.
absoluto se autocoronaba y en la iglesia
era ungido con los santos óleos de la crismera. La introducción de la monarquía
constitucional en 1849 supuso el fin de
los ungimientos, que quedaron reemplazados por una ceremonia en la que el primer
ministro proclamaba al nuevo monarca
desde los balcones del palacio de Christiansborg.
La residencia real
A partir del siglo XV, el palacio de Copenhague pasó a ser la residencia oficial de los
reyes. Hacia 1730 lo sustituyó el palacio
de Christiansborg. Tras el incendio del
palacio en 1794, el Rey se trasladó a Amalienborg, que continúa siendo la residencia principal. Sin embargo, el ala regia del
reconstruido palacio de Christiansborg
sigue albergando los locales de representación de la monarquía, destinados, entre
otros usos, a banquetes de gala oficiales,
convites reales, recepciones de Año Nuevo
y audiencias públicas de la Reina.
El conjunto de Amalienborg constaba
originalmente de cuatro palacios nobiliarios de idéntico exterior, construidos simétricamente en torno a una plaza de armas
octogonal en cuyo centro se alzaba la estatua ecuestre de Frederik V realizada por el
escultor francés J.F.J. Saly. Este gran complejo arquitectónico se erigió como eje
central de Frederiksstaden, el nuevo barrio
acomodado de Copenhague que se construyó en 1748 como parte de los actos
conmemorativos del tercer centenario de
la llegada al trono danés de la casa de
Oldenborg. Cada uno de los cuatro palacios ha sido desde entonces la residencia
oficial de los sucesivos monarcas reinantes.
Hoy, uno de ellos (el palacio Moltke o de
Christian VII) funciona como residencia
de invitados y desempeña una función eminentemente representativa. En los palacios
restantes residen la Reina y el príncipe
Henrik (palacio Schack o de Christian IX)
y los Príncipes herederos (palacio Levetzaus
o de Christian VIII). Cuando concluyan
los trabajos de restauración del palacio
Brockdorff (o de Frederik VIII), que fuera
residencia de Frederik IX y la reina Ingrid,
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Traducción: Blanca Ortiz.
Diseño: Ole Jensen - ojdesign.
Se autoriza la reproducción del texto con o sin
indicación de la fuente.
Publicado: Enero 2006.
ISBN 87-7667-538-6
los Príncipes herederos se trasladarán a él.
Estos cuatro palacios, junto con el Palacio
Amarillo, situado en las inmediaciones del
conjunto de Amalienborg, constituyen el
marco en el que se desarrollan las distintas
funciones de la Corte.
La residencia de verano predilecta de la
pareja real es el palacio de Fredensborg,
al norte de la isla de Selandia. Este palacete, arquitectónicamente inspirado en el
Barroco italiano, fue levantado por Frederik
IV entre 1720 y 1722 para conmemorar el
final de la Gran Guerra del Norte. Desde
entonces el palacio, situado en un hermoso marco natural, ha sido la residencia de
verano de diferentes monarcas. El que más
asiduamente lo visitó fue Christian IX,
que cada verano, durante las «Jornadas de
Fredensborg», organizaba allí reuniones de
carácter informal a las que acudía su enorme familia, compuesta por las principales
dinastías europeas. Hoy en día, el palacio
continúa siendo escenario de las cenas de
gala con las que se recibe a las visitas de
Estado y de las celebraciones familiares de
la Casa Real. La Reina y el príncipe Henrik disponen además del palacio de Marselisborg, al sur de Århus, su residencia
durante sus estancias en Jutlandia. Este
palacio de inspiración barroca se construyó por iniciativa del Ayuntamiento de
Århus entre 1899 y 1902 y fue entregado
al entonces príncipe Christian (X) y a la
princesa Alexandrine como regalo por sus
esponsales en 1898.
También el pequeño palacete de Rosenborg, en el centro de Copenhague, y el
palacio de Frederiksborg, en Hillerød
–ambos construidos por encargo de Christian IV a comienzos del siglo XVII– fueron en el pasado residencias temporales de
los reyes. Hoy en día han sido transformados en museos. El palacio de Rosenborg
alberga las Reales Colecciones Danesas y
el palacio de Frederiksborg, reconstruido
tras el devastador incendio de 1859, se ha
acondicionado como museo nacional de
historia. Por último, es obligado hacer
referencia al palacio de Gråsten, al sur de
Jutlandia, entre los Reales Sitios. En 1936
este palacio fue cedido por el Estado
danés a los herederos recién casados, el
príncipe Frederik (IX) y la princesa Ingrid,
como residencia de verano.
El presupuesto de la Corte
En comparación con otras casas reales, el
presupuesto de la Corte danesa es relativamente modesto. El ceremonial se limita a
lo estrictamente necesario y se aleja de
extravagantes ostentaciones. Sólo en contadas ocasiones –visitas de Estado, matrimonios reales, cumpleaños emblemáticos
y aniversarios de reinado– se hace gala de
un fastuoso despliegue cargado de tradiciones. El personal de la Corte está integrado por cerca de 140 miembros cuyos
salarios retribuye la lista civil, la asignación estatal para la Casa Real. Una parte
importante de esta asignación la constituye la renta anual de la familia real. En la
actualidad asciende a un total de
81.600.000 coronas aproximadamente.
En una época caracterizada por la
internacionalización y las rápidas transformaciones de los valores fundamentales, la
Casa Real danesa aparece como un importantísimo símbolo de la unidad nacional y
como un punto de referencia en medio de
un mundo inestable. Ello se debe, en parte,
a la profunda raigambre de la Monarquía
en antiquísimas tradiciones, pero también
a los esfuerzos de la Casa Real por adaptarse a los tiempos modernos sin que ello
implique un rechazo de valores tales como
la constancia, el respeto a la tradición, el
sentido del deber y la responsabilidad que,
desde una perspectiva histórica, siempre
han formado parte de la monarquía como
forma de gobierno.
Knud J.V. Jespersen
Catedrático de universidad, dr. phil.
Información adicional
Hofmarskallatet
(Mariscalía de la Corte)
Det Gule Palæ
Amaliegade 18
DK-1256 Copenhague K
(+45) 3340 1010
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