ESPECIAL 16 DE MARZO Una revolución a través del diálogo – conversación con los jóvenes – El pasado enero diversos miembros del Departamento de Jóvenes de SGEs asumieron nuevas responsabilidades al frente del mismo. Hemos querido aprovechar que marzo es, por excelencia, el mes de los jóvenes para conversar con cinco de ellos: Alida Moi, Darpan Lalwani, Josei González, Thais Takahashi y Matteo Di Bugno. Alida Moi: En realidad, nosotros mismos debemos hacer frente en primera persona a esta realidad, por momentos desesperante. A pesar de ello, o justamente por ello, la clave es la decisión individual de transformarla. Pero mantenerse firme en esta decisión requiere un esfuerzo constante por no caer en la contagiosa queja o el desánimo… Personalmente, es gracias a tener un maestro de vida, Daisaku Ikeda, que puedo afirmar cada día mi decisión: recordarme que no debo permanecer con los brazos cruzados esperando a que la gente o las circunstancias cambien, sino cambiar yo, y de ese modo generar un cambio positivo en mi entorno y en quienes me rodean. Eso es lo que me esfuerzo en compartir con los demás. He comprobado que mediante el diálogo, el aliento mutuo y el transmitir nuestras experiencias personales –cara a cara, siempre que sea posible– podemos fortalecernos y avanzar fieles a nosotros mismos, construyendo paso a paso una identidad sólida. Y que podemos darle la vuelta a la realidad: considerar las dificultades que se nos plantean como un entrenamiento para lograr la verdadera victoria. Concepción Arenal afirmó que “El hombre que aún se levanta es más grande que el que no ha caído”.1 Y Daisaku Ikeda ha escrito hace poco que la vida consiste en enfrentar un desafío tras otro.2 Con “El año de mi victoria” nos proponemos que cada joven se desafíe a lograr lo que el budismo llama la prueba real e ilumine, incluso, aquel aspecto de su vida que ahora parece más oscuro, se trate del trabajo, la salud, las relaciones personales, u otro. 1) KATZ, Ignacio: Breviario de máximas y mínimas, Buenos Aires: Libros del Zorzal, 2003, pág. 84. 10 Civilización global nº 95 · marzo 2013 T. Arilla Civilización global: El inicio de este 2013 ha venido marcado en nuestro país por el anuncio de un nuevo récord en la tasa de desempleo, una realidad que afecta particularmente a los jóvenes y que no se limita al plano económico. Por otro lado, en SGEs estamos llevando adelante la iniciativa “El año de mi victoria”, que parte de la convicción de que “la victoria de la SGI juvenil” –a la que se refiere nuestro lema para este año– es inseparable de la de cada uno de los miembros. Imaginamos que esta aparente distancia entre realidad y propuesta debe de estar presente en vuestros diálogos con compañeros de generación. ¿Cómo la afrontáis? Alida Moi, responsable del Departamento de Mujeres Jóvenes Civilización global: Esto nos permite entender mejor el sentido de las tarjetas que se han distribuido con motivo de la campaña. En ellas se reserva un espacio para escribir “Mis desafíos en 2013”. Quizás alguno de nuestros lectores se pregunte acerca del sentido de concretar tanto… Darpan Lalwani: En línea con lo que ha comentado Alida, a comienzos de este año Daisaku Ikeda ha hecho hincapié en “mi revolución humana” como punto de partida para transformar la realidad. En sus palabras, “La revolución humana no es algo difícil ni complicado. Consiste en hacer daimoku seria y sinceramente, y en esforzarnos al máximo para afrontar cada desafío que se nos presente por delante. […] Significa avanzar cada día –aunque sea dando hoy un paso más que ayer, y mañana un paso más que hoy–, rompiendo nuestros viejos moldes para construir un nuevo yo”.3 Para llevar esto a cabo es vital fijarse metas claras. “Podemos darle la vuelta a la realidad: considerar las dificultades que se nos plantean como un entrenamiento para lograr la verdadera victoria”. 2) Véase el poema citado en la pág. 17 de este número. 3) Véase la pág. 4. Tarjeta distribuida con motivo de la iniciativa “El año de mi victoria” T. Arilla ¿En qué me voy a desafiar? ¿Qué me gustaría lograr a través de hacerlo? ¿Qué pasos me comprometo a dar? Si nos atrevemos a responder esta clase de preguntas, no hará falta esperar los resultados de nuestro desafío para empezar a sentir alegría. Las tarjetas se han concebido como un medio hábil para ello. En otro mensaje reciente, el presidente Ikeda nos ha alentado a que lleguemos a ser personas que hagan sentir a los demás que “esa persona siempre esta rebosante de vida”, o “me gustaría ser como ella”.4 Si lo hacemos, sin duda generaremos una ola de “mi revolución humana” en nuestras familias, lugares de trabajo y la sociedad entera. Mi determinación personal es realizarlo en el lugar donde estoy. Darpan Lalwani, responsable del Departamento de Hombres Jóvenes Civilización global: Vuestras respuestas ponen de relieve la importancia que otorgáis a la relación con el maestro. Esto encaja claramente con la tradición budista. Sin embargo hoy en día, gracias sobre todo a internet, el conocimiento acumulado por el ser humano a lo largo de milenios se ha vuelto hiperaccesible y resulta más fácil que nunca abordarlo con un espíritu autodidacta. ¿Qué puede aportar el lazo maestro-discípulo en el siglo XXI? N. Murillo Josei González: Aunque es verdad que vivimos en una era marcada por la inmensa afluencia de información, lamentablemente no podemos afirmar que se trate de una época de conocimiento genuino ni, aún menos, de sabiduría. La información por sí sola no tiene tanto valor, y puede ser poco más que un cúmulo de datos. El cómo utilizamos esa información es lo que define verdaderamente nuestra capacidad de aprendizaje y de desarrollo a partir de ella. Con un enfoque correcto aquel cúmulo de datos puede, sí, llegar a facilitarnos la solución a un problema, e incluso mostrarnos la manera de convertir ese problema en un medio para superarnos. Josei González, responsable de Hombres Jóvenes del Departamento Futuro En determinados ámbitos, la figura del maestro tiene connotaciones jerárquicas. Sin embargo, desde el punto de vista de la filosofía del Daishonin, que es en la que se basa la relación de maestro y discípulo en la Soka Gakkai, el crecimiento personal no responde a unas directrices impuestas, sino a la postura con la cual recibimos, tratamos y aprendemos de todos los aspectos de la vida. Y es que la vida, igual que la información, está en constante cambio, y lo que es realmente clave es nuestra actitud en cada momento. Podríamos decir que un buen maestro es el que nos enseña a aprender: a ser más sabios, más fuertes, más conscientes de los demás... Y, con todo ello, a ser más felices y más nosotros mismos. Personalmente, me siento afortunado de haber encontrado un maestro así. Civilización global: Habéis mencionado también la importancia de los encuentros personales y el diálogo. Alguien se puede preguntar el motivo de ello, ahora que, en pleno auge de las redes sociales, ya no precisamos de la proximidad física para comunicarnos, y de hecho podemos conectarnos a tiempo real con personas que se encuentran a miles de kilómetros de distancia. 4) Mensaje enviado a los participantes en la Cumbre de la SGI de Europa, celebrada el pasado mes de enero. 11 ESPECIAL 16 DE MARZO Thais Takahashi, responsable de Mujeres Jóvenes del Departamento Futuro Thais Takahashi: Ciertamente, con el desarrollo de las tecnologías de la información tenemos la oportunidad de comunicarnos cada vez más, más rápido y más barato, lo cual es de agradecer. No obstante, es un error dejar que estas nuevas formas de comunicación reemplacen el contacto directo. El científico y ensayista francés Albert Jacquard escribió que la ciencia de la información únicamente provee “comunicación enlatada o congelada”, y que es “incapaz de suscitar los estallidos de creatividad que surgen naturalmente en el curso de un diálogo, que involucra tanto momentos de silencio como de palabras”.5 ¿Quién no ha experimentado alguna vez el escribir un e-mail o un simple SMS, y que la persona a la que iba dirigido no haya sido capaz de entender lo que queríamos transmitir, o incluso lo haya malinterpretado? Cuando tenemos la oportunidad de conversar cara a cara, podemos percibir cómo se siente nuestro interlocutor y cómo responde a nuestras palabras, y tenemos la posibilidad de reaccionar, de entender mejor, y de hacernos entender mejor. En nuestras reuniones de diálogo y en los encuentros personales que mantenemos antes y después de ellas buscamos, justamente, establecer esa clase de diálogo de corazón a corazón, escuchar atentamente las opiniones y las experiencias de cada persona, y entender sus dudas y preocupaciones. Como explica el concepto budista del origen dependiente, la trama de la vida diaria se crea a partir de los lazos que nos conectan con nuestro ambiente. De ahí que el movimiento de reuniones de diálogo constituya el eje principal de los esfuerzos de la SGI por una paz, una cultura y una educación genuinas y para todos. Civilización global: De vuestras palabras parece desprenderse que el movimiento de reuniones de diálogo va a ser uno de los focos de actividad del Departamento de Jóvenes este año. ¿Es así? Matteo di Bugno: Sí, es así. De hecho, queremos centrar nuestros esfuerzos en él, comprometiéndonos al 100% y tomando la iniciativa en cada una de sus facetas: preparativos, visitas previas, cuidados durante la celebración de las reuniones, encuentros posteriores… La “victoria de la SGI juvenil” pasa por impulsar un “movimiento de reuniones de diálogo juvenil”, del cual los jóvenes seamos verdaderos motores. Esto no significa, desde luego, que queramos hacerlo solos: es trabajando junto con nuestros antecesores como podemos empaparnos y aprender de su invalorable experiencia. Además, la juventud no es tanto una cuestión de edad como de espíritu, y recibimos más de una lección de juventud de compañeras y compañeros que nos llevan, en algunos casos, décadas de ventaja... T. Arilla T. Arilla “La ‘victoria de la SGI juvenil’ pasa por impulsar un ‘movimiento de reuniones de diálogo juvenil’, del cual los jóvenes seamos verdaderos motores”. Matteo Di Bugno, vicerresponsable del Departamento de Jóvenes Si bien se trata de una carrera de fondo, nos proponemos que nuestro avance en esta dirección cristalice en tres momentos: las reuniones de diálogo de marzo, julio y octubre –¡desafío, desafío, desafío!–. Estos tres meses tienen un significado especial para nuestro departamento, y nos gustaría celebrarlos involucrándonos en el movimiento de diálogo desde el principio hasta el final (de ahí que este mes la sección “Para dialogar” tenga un formato extraordinario) y haciendo partícipes a más y más amigos. Daisaku Ikeda ha destacado en diversas ocasiones el papel que las reuniones pequeñas tuvieron en iniciativas tan revolucionarias como la Resistencia Francesa o el Movimiento por los Derechos Civiles. Nuestra determinación al impulsar el movimiento de reuniones de diálogo responde a un espíritu igualmente revolucionario, en pos de una revolución tranquila, pero tan profunda como la vida: la revolución humana. 5) JACQUARD, Albert: Petite philosophie à l’usage des non-philosophes (Una modesta filosofía para no filósofos), París: Calmann-Lévy, 1997, pág. 18 (traducción tentativa). 12 Civilización global nº 95 · marzo 2013 PARA DIALOGAR Mis desafíos en [marzo de] 2013 ¡Conversemos extensamente sobre esta cuestión! ¡Ya estamos en marzo! A estas alturas ya tenemos, sin falta, experiencias referentes a nuestros desafíos de este año. Rotundas, incompletas, satisfactorias, frustrantes (por el momento)... sean como sean, o nos parezcan como nos parezcan, forman parte de nuestra vida y, sin falta, también de “mi victoria”. Si nos desafiamos además a compartirlas, pasarán a formar parte de nuestra victoria. “¡Conversemos extensamente sobre esta cuestión!”1 Mis respuestas ¿Cómo afronto la distancia entre la realidad y mis sueños, y cómo animo a otros a hacerlo? ¿Encuentro sentido en desafiarme en aspectos concretos de mi vida? ¿Qué me inspira la relación de maestro y discípulo? ¿Me aportan algo los encuentros con otras personas? ¿Me apunto a la revolución a través del diálogo? Espacio reservado a mi fotografía GOSHO: Cuando yo, Nichiren , abracé por primera vez la fe en el Sutra del loto, fui como una sola gota de agua o una única mota de polvo en todo el Japón . Pero luego, cuando dos, tres, diez, o incluso cien , mil , diez mil y un millón de personas lleguen a recitar el Sutra del loto y lo transmitan a los demás, formarán un monte Sumeru de la perfecta iluminación , un océano del gran nirvana. ¡No busque ninguna otra vía por la cual lograr la Budeidad! 2 1) Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 7. 2) END, pág. 607. 13