Diferendo sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia entre

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"CAMINO DEL HALLAZGO Y DEL JUICIO"
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DIFERENDO SOBRE EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS Y
PROVIDENCIA ENTRE COLOMBIA Y NICARAGUA
Autor:
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ GUZMÁN
Abogado Universidad Santo Tomás Bogotá- Colombia.
Especialista en Derecho Constitucional y
Estudiante del último trimestre de la especialización
en Derecho Administrativo de la Universidad del Rosario.
[email protected]
Fecha de recepción: 8 de octubre de 2008
Fecha de aprobación: 28 de octubre de 2008
Resumen:
El objetivo principal de la investigación, es establecer cuales serían las
alternativas de defensa que tomaría Colombia ante el alto tribunal
internacional, sobre la soberanía de los Cayos del Sur Este, Alburquerque,
Rocador, Quitasueño y Serrana, además de la delimitación marítima entre
Colombia y Nicaragua.
Para esto se desarrollo los antecedentes del Archipiélago de San Andrés y
Providencia, luego se verificar el litigio de la Republica de Colombia con la
Republica de Nicaragua, en donde se analiza las pretensiones de la
demanda, el tramite seguido ante el alto Tribunal Internacional y la sentencia
de objeciones preliminares de la Corte Internacional de Justicia.
1
2
Se examina el litigio entre Nicaragua y Honduras y la decisión adoptada por
la Corte Internacional de Justicia acerca de la soberanía de cuatro islas en
disputa y la delimitación marítima entre los Estados.
Como consecuencia de todo lo anterior, se establece que la Republica de
Colombia no sólo cuenta con los títulos, sino con la posesión regular desde
1803 a la actualidad, que demuestran la soberanía de la República Colombia
sobre los cayos en disputa. Además en lo referente a la delimitación marítima
entre Colombia y Nicaragua, se sugiere que Colombia puede sustentar que
el canje de instrumentos, al no ser un tratado sino un acuerdo interpretativo,
constituyó una costumbre internacional que ha generado prácticas
constantes que se estiman obligatorias. Sin embargo, sería pertinente para
los intereses de Colombia, utilizar la línea media o equidistante para el
trazado de la frontera marítima, que parte frente al inicio de la costa de
Nicaragua en Wouhnta, y finaliza en la frontera marítima entre Nicaragua y
Honduras.
Palabras Claves: Soberanía Nacional, Delimitación Marítima, Tratado
Internacional, Costumbre Internacional
Abstract
The principal objective of the investigation is to establish which would be the
alternatives of defence that Colombia would take before the high international
court. About the sovereignty of “Los cayos del sur este”, Albuquerque,
Rocador, Quitasueño and Serrana in addition od the maritime delimitation
between Colombia and Nicargua.
For this purpose the preceding of the Archipielago de San Andres y
Providencia were developed , after the lawsuit between Colombia and
Nicaragua was verified where the pretensions of the demand were analyzed,
the deal with the high international court and the sentence of preliminary
objections of the justice international court.
The lawsuit between Nicaragua and Honduras, the decision took by the
international justice court about the sovereignty of the four islands in dispute
and the maritime delimitation between the States, are examined.
2
3
As a consequence of what was mentioned, is establish that Colombia has
every title, and regular possession since 1803, that shows the sovereignty of
Colombia above the cayos in dispute. In addition what refers to the maritime
delimitation between Colombia and Nicaragua, suggests that Colombia is
able to support that the exchange of instruments, which are not pacts but an
imperative agreement, it became an international custom that has generated
constant practices that are a duty. On the other hand, it would be pertinent for
Colombia‟s interests using a middle line to the maritime delimitation which
starts in the coast of Nicaragua in Wouhnta, and ends in the maritime frontier
between Nicaragua ad Honduras
Key words: National Sovereignty, Maritime Delimitation, International Treaty,
International Custom
DIFERENDO SOBRE EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS Y
PROVIDENCIA ENTRE COLOMBIA Y NICARAGUA
Como consecuencia del reciente fallo de excepciones preliminares de la
Corte Internacional de Justicia en lo referente al diferendo entre Nicaragua y
Colombia por el Archipiélago de San Andrés y Providencia, se ha generado
una gran variedad de especulaciones sobre el futuro de dicho archipiélago.
Pretendemos mediante este escrito, establecer cuales serían las alternativas
de defensa que tomaría Colombia ante alto tribunal internacional, sobre la
soberanía de los Cayos del Sur Este, Alburquerque, Rocador, Quitasueño y
Serrana, además de la delimitación marítima entre Colombia y Nicaragua.
Para desarrollar lo anterior, ahondaremos en los antecedentes del
Archipiélago de San Andrés y Providencia, para luego verificar el litigio de la
Republica de Colombia con la Republica de Nicaragua, de tal forma que
podamos analizar la sentencia de objeciones preliminares de la Corte
Internacional de Justicia. De igual forma examinaremos el litigio entre
Nicaragua y Honduras, el cual presenta una importancia significativa tanto
para los intereses de la República de Colombia, como una gran ayuda para
las conclusiones de este escrito. Por ultimo, presentaremos la posible
decisión de la Corte Internacional de Justicia, a manera de conclusión.
3
4
1. Antecedentes
1.1. Los inicios de la Historia de San Andrés y Providencia
Los primeros archivos históricos del Archipiélago de San Andrés y
Providencia están caracterizados por diversas suposiciones o conjeturas.
Una hipótesis menciona que el Archipiélago de San Andrés y Providencia,
fue descubierto por Cristóbal Colón en su primer viaje. Otra conjetura
establece que el Archipiélago fue descubierto el 25 de Noviembre de 1510,
en una expedición de Diego de Nicuesa, quién le puso el nombre de la santa
del día, Santa Catalina, como era costumbre en esa época.
Las islas de San Andrés y Providencia, junto con los cayos de Roncador,
Quitasueño, Courtown, Alburquerque y Banco Serrano, conforman el
Archipiélago. La presencia del reino de España fue innegable, dada la
importancia que adquirió este archipiélago, como ruta marítima obligada
hacia Puerto Bello, La Habana, Florida y Cartagena.
En el año de 1600, los ingleses organizaron la “Compañía de aventureros de
la ciudad de Westminster para cultivos en las islas vecinas frente a las costas
americanas”. Como consecuencia llegó a las islas un grupo de ingleses con
el ánimo de conquistar, cultivar y escapar de la persecución religiosa de la
iglesia católica. La corona Española se dio a la tarea de recuperar las islas y
en el año de 1641 obtuvo la rendición de los ingleses.
Edgard Mansfield asalta a Providencia en el año de 1666, el reino de España
la reconquista, y el famoso pirata Henry Morgan la recupera. Morgan
abandona la isla y crea una constante pelea entre el Reino de España e
Inglaterra por la posesión del archipiélago.
En el año de 1782 los aún residentes de las islas solicitaron al Rey de
España, les permitiese permanecer en las islas. Es por esto que se
comisiona al Capitán General de Guatemala para el control de los súbditos
en las islas. El Capitán General de Guatemala designa a Thomas O´Neill
para este propósito.
En el año de 1786, los reinos de España e Inglaterra celebran en Versalles
un tratado, en el que Inglaterra se compromete a evacuar a sus súbditos de
la Costa de Mosquitia y las islas vecinas.
En nombre de los habitantes de San Andrés, los señores Roberto Clark,
Isaac Brooks, Salomón Taylor, Juan Taylor y Jorge Ollis, enviaron el 25 de
Noviembre de 1802 petición al rey de España, en donde solicitan que la
4
5
Costa de Mosquitia y San Andrés dependan del Virreinato de la Nueva
Granada y no de la Capitanía de Guatemala.
El Gobernador Thomas O´Neill solicita a la Corte de Madrid el 5 de diciembre
de 1802, que el Archipiélago y la Mosquitia queden bajo la dependencia del
Virreinato de la Nueva Granada y con esto terminar la comisión asignada a la
Capitanía de Guatemala.
1.2. Real Orden de 1803.
Basado en la solicitud enviada por el pueblo de San Andrés y el escrito del
Gobernador Thomas O´Neill, el rey de España pide informe de la Junta de
Fortificaciones y Defensa de Indias, quienes en informes del 2 de Septiembre
y el 21 de Octubre de 1802, recomiendan que el archipiélago y la Mosquitia
se debían adscribir al Virreinato de la Nueva Granada.
Es por esto que el rey de España expidió la Real Orden del 20 de Noviembre
de 1803 que dice:
"Real Orden de 1803. San Lorenzo. 30 de noviembre de 1803.
Señor Virrey de Santa Fe. El Señor D. José Antonio Caballero me dice en
oficio 20 de presente mes lo siguiente:
"El Rey ha resuelto que las islas de San Andrés y a la parte de la costa de
Mosquitos desde el cabo Gracias a Dios inclusive hacia el río Chagras,
queden segregadas de la Capitanía General de Guatemala y dependientes
del Virreinato de Santa Fe, y se ha servido Su Majestad conceder al
gobernador de las expresadas islas D. Thomas O'Neille el sueldo de dos mil
pesos fuertes en lugar de los mil y quinientos que actualmente disfruta. Lo
aviso a Vuestra Excelencia de real orden, a fin de que por el ministerio de su
cargo se expida las que corresponden en cumplimiento de esta soberana
resolución.
Lo que traslado a vuestra excelencia de orden de Su Majestad para su
debido cumplimiento.
Dios guarde a Vuestra Excelencia muchos años, Soler.”1
El gobernador del archipiélago, Thomas O´Neill, al recibir la Real Orden de
1803, se puso a órdenes del Virrey de la Nueva Granada, quien dispuso que
1
Real orden del 20 de Noviembre de 1803.
5
6
se incorporaran las cuentas del archipiélago dentro de la contabilidad
general de las autoridades de Cartagena.
Desde esta ciudad se hacían los gastos públicos del archipiélago. El virrey
en el año de 1804, dio órdenes al gobernador sobre el manejo y cobro de los
impuestos.
1.3. Real Orden de 1805.
Fue expedida en Aranjuez el 26 de Mayo de 1805, ratificando la Real Orden
de 1803. Como consecuencia de esta orden, el Virreinato de la Nueva
Granada envió a Don Miguel Patiño a recorrer las costas e islas anexadas.
De dicha expedición, se fijo en mapas la posición geográfica del Archipiélago
de San Andrés y Providencia y la costa de Mosquitia.
El virreinato de la Nueva Granda dejo de ejercer soberanía sobre el
archipiélago de San Andrés y Providencia, durante la ocupación inglesa en el
año de 1806. Como consecuencia al gobernador O´Neill se le realizo un
juicio en Inglaterra del que fue absuelto en año de 1808, cuando se acordó la
alianza entre el Reino de España y el reino de Inglaterra. O´Neill siguió como
gobernador hasta el año de 1810, cuando fue remplazado por el capitán Luís
García.
1.4. Uti Possidetis Juris de 1810.
Teoría Constitucional e internacional, aceptada por la doctrina y la Corte
Internacional de Justicia, que consiste en establecer las fronteras de los
nuevos Estados independientes de la corona Española, teniendo en cuenta
las líneas de demarcación que tenía España para dividir el territorio.
Este principio pretendía implantar como directriz, la idea que no existía en
América Hispana, ningún territorio sin dueño, eliminado los intentos
colonizadores europeos sobre territorios americanos.
En virtud de este principio la República de Colombia, desde su
independencia, adquirió el dominio del archipiélago de San Andrés y
Providencia que pertenecía al Virreinato de la Nueva Granada, por la Real
Orden de 1803.
1.5. Acto de libre determinación de los habitantes del Archipiélago de San
Andrés y Providencia.
Por voluntad libre y espontánea, los habitantes del Archipiélago de San
Andrés y Providencia, se adhieren a la Constitución de Cúcuta de 1821.
6
7
“El 23 de junio de 1822 fue proclamada públicamente la adhesión de
Providencia a la República de Colombia. Igual procedimiento tuvo lugar el 21
de julio del mismo año en San Andrés, y poco más tarde en Mangles Grande.
No hay duda que si se examina el acto de los habitantes del archipiélago a la
luz del derecho internacional de hoy, estamos en presencia de un genuino
ejercicio de la „libre determinación de los pueblos”2
Puede establecerse que desde entonces, los habitantes del archipiélago se
han considerados verdaderos colombianos. Dos ejemplos del patriotismo de
esta comunidad, lo constituye por un lado, el rechazo de la comunidad frente
a la propuesta hecha por comisionados norteamericanos, en el año de 1902,
que buscaban el apoyo para la separación de Panamá. Por otro lado, se
dislubra el patriotismo de esta comunidad en la guerra con el Perú en el año
1932. Los habitantes del archipiélago se hicieron presentes en la
mencionada guerra, con un contingente de soldados y voluntarios de más de
50 personas.
1.6. Soberanía sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Desde la incorporación de los habitantes del Archipiélago a la República de
Colombia, el Estado ha garantizado el respeto por la soberanía de este
territorio. El general Santander, fomento el comercio de la Mosquitia y San
Andrés. Recordemos que la Real Orden de 1803, incluía en el territorio de la
Nueva Granda la Costa de Mosquitia.
El archipiélago de San Andrés y Providencia, ha estado sujeto al régimen
político y municipal, que le ha ordenado cada una de las Constituciones que
se han presentado a lo largo de nuestra historia. Es así como el Archipiélago
ha pasado de ser cantón dependiente de Cartagena (1833), a ser un distrito
(1853), luego un Estado federado (Territorio Nacional de San Andrés y Luís
de Providencia „1885‟), para posteriormente ser provincia dependiente de
Cartagena (1887), subsiguientemente a Intendencia Nacional (1912), luego
a Intendencia Especial (1971) y por ultimo a un Departamento (1991).
De igual forma, debemos tomar como actos de soberanía de la República de
Colombia, las protestas diplomáticas de 1822, 1890 y 1896 ante el Gobierno
de la República de Centro América, por el proyecto que pretendía abrir un
canal por el lago de Nicaragua, pasando por la costa de Mosquitia.
1.7. Tratado de 1825.
2
Enrique Gaviria Liévano. Derecho Internacional Público. Quinta edición. Editorial Temis.
Pág 1999.
7
8
Celebrado entre la República de la Gran Colombia y la República Federal de
Centro América. Este tratado estableció que "Ambas partes se obligan y
comprometen formalmente a respetar sus límites como están al presente,
reservándose hacer amistosamente por medio de una convención especial,
la demarcación de la línea divisoria, tan pronto como lo permitan las
circunstancias”3.
En este tratado se reconoce que la Gran Colombia como heredera del
Virreinato de la Nueva Granda, tiene una zona territorial a lo largo de la
Costa de Mosquitia. Es un reconocimiento expreso de lo que hoy es
Nicaragua y del entonces dominio de Colombia sobre la costa de Mosquitia.
1.8. Laudo arbitral de límites de las Republicas de Colombia y Costa Rica.
En el año de 1900, los Estados Unidos de Colombia y la República de
Costa Rica decidieron someter las controversias de límites a la decisión
arbitral del Presidente de Francia.
En dicho laudo arbitral de fecha 11 de septiembre de 1900 se dispuso:
"En cuanto a las islas más distantes del Continente y comprendidas entre la
Costa de Mosquitos y el Istmo de Panamá, especialmente Mangle Chico,
Mangle Grande, Cayos de Alburquerque, San Andrés, Santa Catalina,
Providencia, Escudo de Veraguas, así como cualquiera otras islas, islotes y
bancos que antes dependieron de la antigua Provincia de Cartagena, bajo
la denominación de Cantón de San Andrés, se entendió que el territorio de
esas islas, sin exceptuar ninguna, pertenece a los Estados Unidos de
Colombia.4"
La importancia de este laudo arbitral, radica en que “Si bien esta
declaración no se le puede oponer a Nicaragua, si implica un
reconocimiento que los títulos exhibidos por Colombia en el arbitramento
fueron encontrados acordes a derecho”5.
1.9. Tratado Esguerra Barcenas de 1928.
Las negociaciones de este Tratado fueron iniciadas en Septiembre de 1924.
Dicho tratado fue firmado en Managua el 24 de marzo de 1928, siendo
3
Tratado de 1825 entre la Gran Colombia y La República Federal de Centro América.
Laudo Arbitral de límites del 11 de septiembre de 1900 entre la República de Colombia y la
República de Costa Rica.
5
Marco Gerardo Monroy Cabra. El Diferendo entre Colombia y Nicaragua sobre el
Archipiélago de San Andrés y Providencia. Academia Colombiana de Jurisprudencia. 2006.
Pág. 13.
4
8
9
aprobado por Colombia mediante Ley 93 de 1928, ay probado por
Nicaragua por Ley 6 de Marzo de 1930.
En este tratado se estableció:
“ARTICULO I. La República de Colombia reconoce la soberanía y pleno
dominio de la República de Nicaragua sobre la Costa de Mosquitos
comprendida entre el cabo de Gracias a Dios y el río San Juan, y sobre las
islas de Mangue Grande y mangue Chico, en el Océano Atlántico (Great
Corn Island, y Little Corn Island) , y la República de Nicaragua reconoce la
soberanía y pleno dominio de la República de Colombia sobre las islas de
San Andrés, Providencia, Santa Catalina y todas las demás islas, islotes y
cayos que hacen parte de dicho Archipiélago de San Andrés.
No se consideran incluidos en este Tratado los Cayos Roncador,
Quitasueño y Serrana; el dominio de los cuales está en litigio entre
Colombia y los Estados Unidos de América”6
Por otro lado, el acta de canje de instrumentos de ratificación se llevó a
cabo en la ciudad de Managua el 5 de mayo de 1930. En este
instrumento se expreso:
“Habiéndose reunido en las Oficinas del Ministerio de Relaciones Exteriores
del Gobierno de Nicaragua el Excelentísimo señor doctor D. Manuel
Esguerra, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Colombia
en Nicaragua, y el Excelentísimo señor doctor D. Julián Irias, Ministro de
Relaciones Exteriores, con el objeto de proceder al canje de las ratificaciones
de sus respectivos Gobiernos, relativas al Tratado celebrado entre Colombia
y Nicaragua, el día veinticuatro de marzo de mil novecientos veintiocho, para
poner término a la cuestión pendiente entre ambas Repúblicas, sobre el
Archipiélago de San Andrés y Providencia y la Mosquitia nicaragüense; en
vista de que los plenos poderes conferidos al efecto están en buena y debida
forma, y habiendo encontrado dichas ratificaciones en un todo conformes,
efectuaron el canje correspondiente.
Los infrascritos, en virtud de la plenipotencia que se les ha conferido, y con
instrucciones de sus respectivos Gobiernos, declaran: que el Archipiélago de
San Andrés y Providencia, que se menciona en la cláusula primera del
Tratado referido no se extiende al occidente del meridiano 82 de Greenwich” 7
6
Tratado Esguerra Barcenas de 1928. Celebrado entre la República de Colombia y la
República Nicaragua.
7
Acta de canje de instrumentos de ratificación. Mayo 5 de 1930.
9
10
Es de aclarar que el Acta de Canje de Instrumentos no era necesario
ratificarla por los congresos de los Estados, ya que no es un nuevo tratado,
sino un acuerdo interpretativo del tratado.
1.10. Tratado Vázquez Saccio de 1972
Para entender este Tratado, es necesario remontarse al 18 de Agosto de
1856, cuando el Congreso de los Estados Unidos, crea la Ley Guano Islands,
en la que se expresa:
“Cuando quiera que un ciudadano de los Estados Unidos descubra un
depósito de guano en una isla, roca o cayo, que no este bajo la jurisdicción
legal de ningún otro gobierno, tome posesión pacífica de él y ocupe la isla,
roca o cayo, puede ser considerado, a juicio del presidente, como de
pertenencia a los Estados Unidos”.
Como consecuencia, el ciudadano americano J.W, Jennett solicitó a su
gobierno, permiso para explotar guano en Quitasueño y Roncador, lo cual fue
autorizado el 26 de noviembre de 1869. Esto dio como resultado, que los
Estados Unidos incluyeran a estas islas como de su propiedad.
Reaccionando a estos hechos, la República de Colombia protestó ante los
Estado Unidos y reafirmó su soberanía sobre Rocador y Quitasueño.
En 5 de junio de 1919, el Presidente de los Estados Unidos Woodrow
Wilson, declaró que "el cayo Roncador, situado en la parte occidental del
mar Caribe, sea y quede reservado para fines de erección de faros, reserva
que se considera necesaria en interés público, con sujeción a la acción
legislativa que el Congreso de Estados Unidos pueda tomar al respecto".
Posteriormente la República de Colombia protestó a tal pretensión.
El 10 de abril de 1928 se suscriben las notas Olaya Kellogg, que disponen:
"Teniendo en consideración que ambos gobiernos han alegado derecho de
soberanía sobre dichos cayos; teniendo también en consideración que el
interés primordial de Estados Unidos es el de mantener en tales cayos
servicios para la ayuda de la navegación; teniendo en cuenta, igualmente
que Colombia comparte el deseo de que tales ayudas a la navegación se
mantengan sin interrupción, y está además especialmente interesada en que
sus nacionales posean sin interrupción alguna la oportunidad de pescar en
las aguas adyacentes a aquellos cayos, resuelven conservar el statu quo en
la materia y, en consecuencia, el gobierno de Colombia se abstendrá de
objetar el mantenimiento por el de Estados Unidos de los servicios que este
ha establecido o pueda establecer en tales cayos para ayudar a la
10
11
navegación, y el gobierno de Estados Unidos se abstendrá de objetar la
utilización por los nacionales de Colombia de las aguas pertenecientes a los
cayos, para propósitos de pesca".
Posteriormente, se suscribió el Tratado Vázquez Saccio, del 8 de
septiembre de 1972, y aprobado por Ley 52 de 1973, que establece:
"El gobierno de Estados Unidos de América renuncia por el presente a
cualesquiera y a todas las reclamaciones de soberanía sobre Quitasueño,
Roncador y Serrana.
"En reconocimiento del hecho de que ciudadanos y buques de Estados
Unidos y de Colombia están actualmente dedicados a la pesca en las aguas
adyacentes a Quitasueño, ambos gobiernos convienen en que, en el futuro,
no habrá intervención por parte de ninguno de los gobiernos ni por parte de
sus ciudadanos o buques en las actividades de pesca de ciudadanos o
buques de otro gobierno en esta área.
"El gobierno de la República de Colombia conviene, además, en que con
respecto de Roncador y Serrana garantizará a los ciudadanos y buques de
Estados Unidos la continuación de la pesca en las aguas adyacentes a
estos cayos, sin otra limitación que las previstas en las notas adjuntas sobre
derechos de pesca.
"Cada uno de los gobiernos conviene en que no celebrará, salvo acuerdo
con el otro gobierno, ningún convenio con un Estado que no sea parte del
presente tratado, mediante el cual puedan ser afectados o menoscabados
los derechos garantizados a ciudadanos y buques de la otra parte”. 8
Los Estados Unidos mediante la nota 693 del 8 de septiembre de 1972
expresó que "Quitasueño, por estar sumergido de manera permanente en la
alta marea, no es al presente objeto de ejercicio de una soberanía".
Colombia replicó la anterior aseveración, y mantuvo su posición soberana
sobre Quitasueño.
Es importante establecer que, “el título de Colombia sobre Quitasueño
deriva de la Real Orden de 1803 y del uti possidetis juris de 1810”9.
8
Tratado Vázquez Saccio del 8 de septiembre de 1972.
Marco Gerardo Monroy Cabra. El Diferendo entre Colombia y Nicaragua sobre el
Archipiélago de San Andrés y Providencia. Ediciones Academia Colombiana de
Jurisprudencia. 2006. Pág. 19.
9
11
12
2. Demanda de la República de Nicaragua contra la República de Colombia
ante la Corte Internacional de Justicia.
2.1. Pretensiones de la demanda.
“Primero. Que la República de Nicaragua tiene soberanía sobre las islas de
Providencia, San Andrés y Santa Catalina y todas las islas y cayos que le
pertenecen, así como también sobre Roncador, Serrana, Serranilla y
Quitasueño (en cuanto sean estos susceptibles de apropiación).”
“Segundo. A la luz de la determinación del título solicitado, la Corte debe
determinar el curso de la frontera marítima entre las áreas de la plataforma
continental y la zona económica exclusiva pertenecientes respectivamente a
Nicaragua y a Colombia de acuerdo con los principios equitativos y las
circunstancias relevantes reconocidas por el derecho internacional general
como es aplicable a la delimitación de una frontera marítima singular"10
2.2. Trámite seguido en la Corte Internacional de Justicia.
El 6 de diciembre de 2001, la República de Nicaragua presentó en la
Secretaría de la Corte, una demanda contra la República de Colombia
en relación con una controversia, que consiste en la soberanía sobre un
territorio y la delimitación marítima entre los Estados.
Según lo establecido en el artículo 40, numeral 2, del Estatuto de la Corte
Internacional de justicia, el secretario de la Corte comunicó de forma
inmediata la solicitud al Gobierno de Colombia. De igual forma, y guiado por
lo señalado en el artículo 40 numeral 3, del mencionado Estatuto, el
secretario notificó a los demás Estados interesados en comparecer ante el
Tribunal, es decir a los Estados partes en el Pacto de Bogotá, así como al
secretario de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La Organización de los Estados Americanos (OEA), indicó que no tenía
intención de presentar observaciones por escrito, al diferendo entre la
República de Nicaragua y la República de Colombia.
Puesto que la Corte no incluyó entre los magistrados de conocimiento,
ningún magistrado de la nacionalidad de las partes, cada parte procedió a
ejercer su derecho conferido por el artículo 31 numeral 3 del Estatuto de la
Corte. La republica de Nicaragua eligió primero a Mr. Mohammed Bedjaoui,
10
Demanda de Nicaragua contra Colombia, presenta el 6 de diciembre de 2001.
12
13
quien presentó renuncia el 2 de mayo de 2006, y posteriormente designo a
Mr. Giorgio Gaja. Por su parte, la República de Colombia nombro a Mr. Yves
Fortier como juez ad Ok.
Mediante providencia de fecha 26 de febrero de 2002, la Corte fijó el 28 de
abril de 2003, como último plazo para presentar las memorias de la
República de Nicaragua y el día 28 de junio de 2004 como ultimo plazo para
presentar las contramemorias de la República de Colombia. La República de
Nicaragua presentó sus memorias dentro del plazo establecido y señalo:
"Visto las consideraciones jurídicas y de las pruebas establecidas en el
presente
Memorial: Se pide a la Corte que falle y declare que:
1. La República de Nicaragua tiene soberanía sobre las islas de San
Andrés,
Providencia y Santa Catalina y de los islotes y cayos.
2. La República de Nicaragua tiene soberanía sobre los cayos
siguientes: los Cayos de Alburquerque; los Cayos del Este, Sudeste,
la
de
Cayo
Roncador;
Norte
Cay,
Southwest Cay y cualquier otra cayos en el banco de la Serrana; East
Cay, Beacon Cay y cualquier otro cayo en el banco de Serranilla, y
Baja Cay y cualquier otro cayo.
3. Si el Tribunal de Primera Instancia constatase que existen
características en el banco de Quitasueño que le califiquen como islas
en virtud del derecho internacional, se le pide a la Corte declarar que
la soberanía recae en Nicaragua.
4. El tratado Barcenas - Esguerra, firmado en Managua el 24 de marzo
de 1928 no es jurídicamente valido, y no proporciona una base jurídica
para las reclamaciones de Colombia de San Andrés y Providencia.
5. En caso de que el Tribunal de Primera Instancia constatase que el
Tratado Barcenas – Esquerra ha llegado a su conclusión, por el
incumplimiento de este tratado por parte de Colombia, entonces
declarar su terminación.
6. En caso de que el Tribunal de Primera Instancia constatase que el
tratado Barcenas – Esquerra ha sido validamente llevado a su
conclusión y esta todavía en vigor, determinar que este tratado no
establece una delimitación de zonas marítimas a lo largo de meridiano
82º.
7. En caso de que el Tribunal de Primera Instancia estima que Colombia
tiene soberanía respecto de las islas de San Andrés y Providencia, a
estas islas se les asigne doce millas náuticas con base en el Derecho
13
14
del Mar, que es la adecuada solución equitativa, justificada por la
situación geográfica y el marco jurídico.
8. La solución equitativa de los cayos, en el caso que se encontrara ser
colombiano, es delimitar la frontera marítima en 3 millas náuticas
alrededor del enclave.
9. La forma apropiada de delimitación, en el marco jurídico y geográfico
Constituida por las costas de Nicaragua y Colombia, es una sola
Frontera marítima en forma de una línea media entre estas costas del
continente”.
El 21 de julio de 2003, y dentro del plazo establecido por el artículo 79,
numeral 1, del Reglamento de la Corte, la República de Colombia presentó
objeciones preliminares por falta de jurisdicción de la Corte.
Los fundamentos de la falta de jurisdicción de la Corte Internacional de
Justicia fueron:
I.
II.
La aplicación del artículo VI del Pacto de Bogotá o Tratado
Americano de Soluciones Pacíficas, que dice: “Tampoco podrán
aplicarse dichos procedimientos a los asuntos ya resueltos por
arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un
tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados
en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto”.
Colombia sostiene con base en este artículo y la fecha en la que se
suscribió el Pacto de Bogotá (30 de Abril de 1948), que la
controversia con Nicaragua ya había sido resuelta con el Tratado
Esguerra – Bárcenas de 1928 y su acta de ratificación de 1930. Es
por esto que no se aplica el artículo XXXI del Pacto de Bogotá, el
cual le otorga jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia, y por
tanto la Corte debe declarar terminada la controversia, según lo
estipulado en el artículo XXXIV del Pacto de Bogotá.
La Corte carece de jurisdicción, ya que, la República de Colombia el
30 de octubre de 1937, declaro el reconocimiento ipso facto la
jurisdicción de la Corte (Artículo 3 numeral 2 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia). Sin embargo la República de Colombia
expreso que “La presente declaración se aplica sólo a los conflictos
que surjan de los hechos posteriores al 6 de enero de 1932”. Es por
esto, que la controversia con Nicaragua fue resuelta en el tratado
Esquerra – Barcenas de 1928 y por tanto no le es aplicable la
Declaración de 1937, porque los hechos del diferendo son anteriores
al 6 de enero de 1932. Además, la República de Colombia el 5 de
14
15
diciembre de 2001 retiro el reconocimiento de la jurisdicción de la
Corte.
Como consecuencia, y mediante providencia del 24 de Septiembre de 2003,
la Corte señaló que en virtud del artículo 79, numeral 5, del Reglamento de la
Corte, que el procedimiento sobre el diferendo entre los Estados se
suspendería y fija el 26 enero de 2004, como plazo para que la República de
Nicaragua presente por escrito sus observaciones y conclusiones sobre las
objeciones
preliminares.
Nicaragua
presentó
la declaración dentro del plazo prescrito, en donde sostuvo:
“
1. Por las razones expuestas, la República de Nicaragua pide a la Corte que
Falle y declare que las objeciones preliminares presentadas por la
República
de
Colombia, tanto en lo que respecta a la competencia basada en el Pacto
de Bogotá, y en la competencia basada en el artículo 36, apartado 2, del
Estatuto de la Corte, no son validas.
2. Con carácter subsidiario, se pide a la Corte que falle y declare, de
Conformidad con lo dispuesto en el artículo 79, párrafo 9, del Reglamento
de la Corte, pues las objeciones presentadas por la República de
Colombia no tienen carácter de preliminar.”
Por su parte, los gobiernos de Honduras, Jamaica, Chile, Perú, Ecuador y
Venezuela, basados en el Artículo 53, numeral 1, del Reglamento de la
Corte, solicitaron el suministro de copias de los escritos con sus anexos. La
Corte, luego de consultar la opinión de las partes, decidió conceder estas
peticiones.
En el procedimiento oral, es decir, en la audiencia que la corte otorga a
testigos, peritos, agentes, consejeros y abogados (Artículo 43 numeral 5 del
Estatuto de la Corte Internacional de Justicia), fueron presentadas las
siguientes ponencias:
La República de Colombia en audiencia del 6 de junio de 2007 solicitó a la
Corte que falle y declare no tener jurisdicción para conocer la controversia,
según lo contemplado en los artículos VI y XXXIV del Pacto de Bogotá.
Además, establece que en virtud del artículo 36, numeral 2, del Estatuto de la
Corte, en relación con el retiro de Colombia de la jurisdicción de la corte, esta
no tiene competencia para conocer de la solicitud.
15
16
La República de Nicaragua, en audiencia del 8 de Junio de 2007, solicitó con
base en el artículo 60 del Reglamento de la Corte, que falle y declare que:
I.
II.
III.
Las objeciones preliminares presentadas por la República de
Colombia, respecto de la jurisdicción sobre la base del Pacto de
Bogotá,
y
la
Jurisdicción basada en el artículo 36, apartado 2, del Estatuto de la
Corte, no son válidas.
Con carácter subsidiario, pidió a la Corte que falle y declare, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 79, numeral 9, del
Reglamento de la Corte, que las objeciones presentadas por la
República de Colombia no tiene carácter preliminar
Además, la República de Nicaragua pide a la Corte rechazar la
petición
de la República de Colombia para declarar la controversia terminada
según el artículo XXXI del Pacto de Bogotá.
Sentencia de la Corte Internacional de Justicia.
El 13 de diciembre de 2007, la Corte Internacional de Justicia profiere
sentencia de excepciones preliminares.
Al respecto, el alto Tribunal señala que en el año 1928, la República de
Colombia y la República de Nicaragua, firmaron un Tratado en el que
Colombia reconoce la soberanía de Nicaragua sobre la Costa de Mosquitos,
así como las islas de Mangue Grande y Mangue Chico. En el mismo Tratado,
Nicaragua reconoce la soberanía de Colombia sobre las islas de San Andrés,
Providencia, Santa Catalina, y todas las demás islas, islotes y cayos que
forman parte del Archipiélago de San Andrés. El mencionado tratado no se
aplicó a Roncador, Quitasueño y Serrana, ya que se encontraba en disputa
la soberanía entre la República de Colombia y los Estados Unidos de
América. En el protocolo de intercambio de las ratificaciones firmado en el
año 1930, se acordó que el Archipiélago de San Andrés y Providencia no se
extiende al occidente del meridiano 82º de Greenwich.
La Corte establece que las cuestiones que constituyen el objeto de la
controversia sobre el fondo del asunto son en primer lugar, la soberanía
sobre el territorio y, en segundo lugar, las fronteras marítimas entre los
Estados Partes.
16
17
Al examinar la primera objeción preliminar presentada por la república de
Colombia, en relación con su competencia en el marco del Pacto de Bogotá,
la Corte recuerda que Colombia alega que el diferendo planteado por
Nicaragua fue resuelto en el Tratado Esguerra – Barcenas del 1928 y el
protocolo de 1930, y por tanto, en virtud de los artículos VI y XXXIV del Pacto
de Bogota, La Corte Internacional de Justicia no tiene jurisdicción para
conocer de las controversias que se le presentan y debe declarar la
terminación del litigio. El artículo VI del Pacto establece que no se puede
llevar ante la Corte "los asuntos ya resueltos por acuerdo entre las Partes, o
por laudo arbitral o por decisión de un tribunal internacional, o que se rigen
por acuerdos o tratados en vigor en la fecha de la celebración del presente
Pacto”. El artículo XXXIV dispone que "si la Corte se declara incompetente
para conocer la controversia..., se declarará terminada la controversia.” Por
su parte, Nicaragua alega que el Tratado de 1928 y el Protocolo de 1930 no
son válidos, por cuanto manifiesta violación de la Constitución vigente en
1928. Además, argumenta que en el momento de la celebración de tratado,
Nicaragua fue ocupada por los Estados Unidos y fue impedido de rechazar la
celebración de tratados.
Después de haber examinado las alegaciones de las partes, la Corte
examina el Tratado de 1928 y concluye que durante más de 50 años,
Nicaragua ha manejado el Tratado como válido y nunca alegó la invalidez del
Tratado por violación de su Constitución, o por coacción exterior, e incluso
después de retiradas las tropas de los Estados Unidos a principios de 1933,
no mencionó nada. Por lo tanto, la Corte concluye que el Tratado de 1928 es
válido y se encuentra en vigor.
La Corte pasa a examinar si el Tratado y el Protocolo, establecieron las
cuestiones objeto de controversia entre los Estados partes, para así
determinar la jurisdicción de la Corte con relación al Pacto de Bogotá.
En lo que respecta a la soberanía sobre las islas de San Andrés, Providencia
y Santa Catalina, la Corte considera que la cuestión ha sido resuelta por el
Tratado de 1928. Por tanto, y teniendo en cuenta el artículo VI del Pacto de
Bogotá, la Corte defiende la primera objeción preliminar de la República de
Colombia.
En la cuestión del alcance y la composición del resto del Archipiélago de San
Andrés, la Corte considera que el Tratado de 1928 no proporciona soluciones
al litigio. Por consiguiente, establece que la cuestión no ha sido resuelta en el
sentido del artículo VI del Pacto de Bogotá y por lo tanto, la Corte tiene
competencia para fallar al respecto.
17
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En cuanto a la cuestión de su competencia en relación con la cuestión de la
soberanía sobre Roncador, Quitasueño y Serrana, la Corte considera que los
términos del Tratado de 1928, dejan claro que el Tratado no se aplica a esto.
De manera que la Corte tiene jurisdicción sobre el tema.
Con referencia a la competencia en lo que se refiere a la delimitación
marítima, la Corte concluye que el Tratado de 1928 y el Protocolo de 1930,
no trabajan la delimitación de la frontera marítima entre Colombia y
Nicaragua. Debido a que esta controversia no ha sido resuelta en el sentido
del artículo VI del Pacto de Bogotá, la Corte es competente para
pronunciarse sobre este asunto.
En cuanto a la segunda objeción preliminar, la República de Colombia
argumenta que había retirado su declaración antes que Nicaragua
presentara la solicitud y que, incluso si la declaración se encontrara en vigor
en ese momento, la supuesta controversia quedaría fuera del ámbito de la
declaración, como resultado de la reserva que excluye los litigios derivadas
de hechos anteriores al 6 de enero de 1932.
La Corte observa que solo se puede invocar la reserva o el retiro, en lo
relacionado con la soberanía de las tres islas mencionadas en el Tratado de
1928 (San Andrés, Providencia y Santa Catalina). Esto se debe a que la
Corte ha llegado a la conclusión que según la cláusula facultativa de
declaraciones, debe existir una controversia jurídica entre los Estados
Partes. Y dado que no existe una controversia jurídica actual entre las partes,
acerca de la soberanía sobre las tres islas, la Corte no tiene competencia
respecto a esta cuestión.
En conclusión, la Corte considera que es competente en virtud del Pacto de
Bogotá, para fallar respecto de la controversia de soberanía de los territorios
reclamados, salvo San Andrés, Providencia y Santa Catalina, además de la
controversia relativa a los límites marítimos.
3. Diferendo entre Nicaragua y Honduras.
Como ya se anotó en la introducción de este escrito, el diferendo entre
Nicaragua y Honduras presenta una gran importancia para los intereses de
Colombia y una gran ayuda para las conclusiones de esta investigación.
18
19
El 8 de diciembre de 1999 la República de Nicaragua presentó ante la
Secretaría de la Corte Internacional de Justicia, una solicitud de
procedimiento contra la República de Honduras, en relación a la delimitación
de las zonas marítimas correspondientes a estos Estados en el Mar Caribe.
Nicaragua pide dentro del proceso, que se determine las zonas del mar
territorial, plataforma continental y zona económica exclusiva, así como
solicita que se declare su soberanía sobre las islas de Bobel Cay, Cayo Sur,
Cayo Sabana y Puerto Real, junto con todas las demás islas, cayos, rocas,
arrecifes y bancos que se encuentren al norte del paralelo 15º.
La República de Honduras sostiene que ya existen fronteras marítimas
reconocidas, a lo largo del paralelo 15º, entre Honduras y Nicaragua y que
tiene su origen en el principio del uti possidetis juris. Por tanto solicita a la
Corte que ratifique estas Fronteras y su soberanía sobre las islas en litigio.
La Corte en sentencia del 8 de Octubre de 2007, comienza por analizar la
naturaleza jurídica de los territorios marítimos en litigio, y observa que Bobel
Cay, Cayo Sabana, Puerto Real y Cayo Cayo permanecen por encima del
agua con la marea alta y por tanto entran en la definición de islas, de la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Es por esto
que la Corte sólo se pronuncia sobre estas cuatro islas, ya que respecto a los
otros territorios marítimos, la Corte no recibió información suficiente.
En lo referente a la soberanía sobre las cuatro islas, la Corte señala que el
principio de uti possidetis juris no se aplica en este caso, por cuanto no se
presentó prueba que demuestre que las islas se atribuyeron en la colonia a
las provincias de Nicaragua o de Honduras antes o después de sus
independencias. Es decir, tanto Nicaragua como Honduras no demostraron
títulos sobre estas islas.
Como consecuencia de lo anterior, la Corte entra a determinar la presencia
de effectivités post-colonial. Tras examinar las pruebas presentadas por las
partes, la Corte observa que varios effectivités invocados por Honduras
constituyen una real autoridad sobre las cuatro islas. Estos effectivités
constituyen la aplicación en las islas de la legislación penal y civil, el control
de emigración, pesca y el ejercicio de su autoridad en materia de obras
públicas. La Corte concluye que Honduras tiene soberanía sobre las cuatro
islas en litigio.
Ahora bien, en la delimitación de las zonas marítimas entre los dos Estados,
la Corte considera que no existe demarcación a lo largo del paralelo 15º con
19
20
base en el principio de uti possidetis juris o por acuerdo tácito entre las
Partes.
En cuanto a la delimitación de las zonas marítimas entre los dos Estados, la
Corte considera que no existe límite a lo largo de la 15 ª paralelo sobre la
base de cualquiera de uti possidetis juris o de un acuerdo tácito entre las
Partes. La Corte debe, por lo tanto, señalar la frontera.
La Corte observa que la configuración geográfica de Cabo Gracias a Dios y
la naturaleza inestable de la desembocadura del río Coco, hace imposible
aplicar el método de la equidistancia.
11
Por consiguiente, la Corte decide utilizar una bisectriz, es decir, trazar un
línea formada por el ángulo creado por las aproximaciones de las costas.
11
Corte Internacional de Justicia. Sentencia del 8 de Octubre de 2007. Nicaragua vs
Honduras.
20
21
12
Para señalar la bisectriz, la Corte identifica las zonas costeras de Honduras
desde frente de Cabo Gracias a Dios a Punta Patuca y en Nicaragua desde
frente costa de Cabo Gracias a Dios a Wouhnta.
La Corte establece entonces 12 millas de mar territorial a las islas de Cayo
Bobel, Sabana Cayo, Puerto Real y el sur de Cay Cay y por tanto, ajusta la
línea bisectriz, trazando una línea media para resolver.
12
Corte Internacional de Justicia. Sentencia del 8 de Octubre de 2007. Nicaragua vs
Honduras.
21
22
13
Respecto de la variable combinada de la frontera marítima, el Tribunal afirma
que la línea que ha trazado sigue hasta llegar al área en la que los derechos
de terceros Estados puedan verse afectados.
4. Conclusiones.
El objetivo fundamental de este escrito, es analizar la posible defensa de
Colombia ante la Corte Internacional de Justicia, respecto a la soberanía de
los Cayos del Sureste, Alburquerque, Rocador, Quitasueño y Serrana; y la
delimitación de las fronteras marítima entre Colombia y Nicaragua.
Lo anterior se presenta en razón a que la Corte Internacional de Justicia en
sentencia del 13 de diciembre de 2007, ha considero que es competente en
virtud del Pacto de Bogotá para fallar respecto de la controversia de
13
Corte Internacional de Justicia. Sentencia del 8 de Octubre de 2007. Nicaragua vs
Honduras.
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23
soberanía de los territorios reclamados, salvo San Andrés, Providencia y
Santa Catalina, y sobre la controversia relativa a los limites marítimos.
4.1. Soberanía de los Cayos del Sur Este, Alburquerque, Rocador,
Quitasueño y Serrana.
La República de Colombia sustentada en el derecho internacional, cuenta
con todos los derechos sobre estos cayos. Lo anterior por cuanto tiene la
real orden de 1803, el Uti Possidetis Juris de 1810, así como el acto de libre
determinación de los habitantes del Archipiélago de San Andrés y
Providencia de 1822, el tratado Esguerra Barcenas, el Tratado Vázquez
Saccio y la Posesión regular de los cayos desde 1803 a la fecha.
Recordemos como en la real orden de 1803, el Rey de España segregó de
la soberanía de San Andrés y la costa de Mosquitia desde el cabo Gracias a
Dios hasta el río Chagras a la Capitanía General de Guatemala y se la otorgo
al Virreinato de Santa Fe. En dicha segregación se incluían los cayos en
disputa.
Con base en la teoría Uti Possidetis Juris de 1810, se establece que la
República de Colombia desde su independencia, adquirió el dominio del
archipiélago de San Andrés y Providencia que pertenecía al Virreinato de la
Nueva Granada por la Real Orden de 1803. De igual manera, recordemos
que hasta el año de 1928, con el tratado Esguerra Barcenas, la Republica
de Colombia se extendía hasta la costa de Mosquitia, de tal forma que
Colombia siempre ha manejado los cayos como territorios pertenecientes al
Archipiélago de San Andrés y Providencia y por tanto, a la República de
Colombia.
Colombia además, en lo referente al acto de libre determinación de los
habitantes del Archipiélago de San Andrés y Providencia en el año 1822,
puede argumentar que dicho acto se constituyó como la libre y voluntaria
determinación del pueblo del Archipiélago de adherirse al territorio de la
República de Colombia.
Por otro lado, con el tratado Esguerra Barcenas, la República de Colombia
renunció y otorgó la soberanía y pleno dominio de la Costa de Mosquitos
comprendida entre el cabo de Gracias a Dios y el río San Juan, y sobre las
islas de Mangue Grande y mangue Chico, a la República de Nicaragua.
En dicho tratado no se incluyeron los Cayos Roncador, Quitasueño y
Serrana, ya que se encontraban en litigio entre Colombia y los Estados
Unidos de América. Es por esto que podemos argumentar que dicha
declaración constituye una aceptación tacita de la República de Nicaragua,
de la soberanía de la República de Colombia sobre los cayos.
23
24
En el Acta de canje de ratificaciones de este tratado, se pactó por iniciativa
de la República de Nicaragua, que el Archipiélago de San Andrés y
Providencia, no se extendiera al occidente del meridiano 82 de Greenwich.
Hay que tener en cuenta que Rocador, Quitasueño y Serrana se encuentran
ubicados al oriente del meridiano 82 de Greenwich.
Por otro lado, en el tratado Vázquez Saccio los Estados Unidos reconocen la
Soberanía de la República de Colombia sobre Roncador, Quitasueño y
Serrana.
Ahora bien, la Corte Internacional de Justicia en el caso Nicaragua contra
Honduras, en lo referente a la soberanía sobre las cuatro islas en litigio,
señaló que el principio de uti possidetis juris, no se aplicaba, por cuanto no
se presentaron pruebas que demostraran que las islas se atribuyeron en la
colonia a las provincias de Nicaragua o de Honduras, antes o después de
sus independencias, es decir, tanto Nicaragua como Honduras no
demostraron títulos sobre estas islas.
En nuestro caso, la Corte Internacional de Justicia debe aplicar el principio de
uti possidetis juris, ya que Colombia cuenta con la Real Orden de 1803,
además de otro título poscolonial, como es el tratado Vázquez Saccio, en
donde los Estados Unidos reconocen la Soberanía de la República de
Colombia sobre Roncador, Quitasueño y Serrana.
Recordemos como en el caso Nicaragua contra Honduras sobre la soberanía
de las islas en litigio, a la República de Honduras se le otorgó plena
soberanía sobre las islas, al demostrar la presencia de varios effectivités que
constituyen una real autoridad sobre las islas.
En el litigio entre la República de Colombia y Nicaragua, por la soberanía de
los cayos, la Corte Internacional de Justicia debe tener en cuenta además, la
posesión regular de los cayos desde 1803 a la actualidad. Razón por la cual,
la corte debe analizar la posesión regular de la República de Colombia sobre
los cayos, en donde se presenta una real autoridad del Estado, al aplicar su
legislación, ejercer un control de emigración y desplegar los medios
necesarios para la custodia de los cayos, por parte de las Fuerzas Armadas
de la República de Colombia.
Por todo lo anterior, se establece que la República de Colombia no sólo
cuenta con los títulos, sino con la posesión regular desde 1803 a la
actualidad, que demuestran la soberanía de la República Colombia sobre los
cayos en disputa.
4.2. Delimitación de las fronteras Marítima entre Nicaragua y Colombia
24
25
En lo referente a la delimitación marítima, la República de Colombia puede
establecer que el meridiano 82 de Greenwich, constituye la línea de frontera
con Nicaragua. Lo anterior no se fundamenta en el tratado Esguerra
Barcenas, sino en la costumbre internacional generada por el Acta de canje
de ratificaciones de este tratado.
“La Costumbre es una práctica seguida por los sujetos internacionales y
generalmente aceptada por estos como derecho. La importancia de la
costumbre en el derecho internacional es enorme. Puede afirmarse que todo
el derecho internacional general que rige la comunidad internacional está
formado por normas consuetudinarias y principios generales del derecho”. 14
La Corte Internacional de Justicia en el caso de la plataforma continental del
mar del Norte, sentencia del 20 de Febrero de 1969, manifestó respeto a la
costumbre que “Los actos considerados no solamente deben suponer una
práctica constante, sino que también deben tener el carácter o realizarse de
tal forma que demuestren la creencia de que dicha práctica se estima
obligatoria en virtud de una norma jurídica que la prescribe. Los Estados
interesados, por lo tanto, deben tener el sentimiento que cumplen lo que
supone una obligación jurídica”.
En el acta de canje de instrumentos de ratificación del tratado Esguerra
Barcenas, se declaró “que el Archipiélago de San Andrés y Providencia, que
se menciona en la cláusula primera del Tratado referido no se extiende al
occidente del meridiano 82 de Greenwich.”
Por lo anterior, la República de Colombia, puede sustentar que el canje de
instrumentos, al no ser un tratado sino un acuerdo interpretativo, constituyó
una costumbre internacional, ya que, como consecuencia de la declaración
del canje de instrumentos de ratificación, Colombia celebró tratados limítrofes
con Honduras, Jamaica y Costa Rica, partiendo como base limítrofe el
meridiano 82 de Greenwich. Es por esto que se puede establecer que el
Estado Colombiano ha realizado prácticas constantes, las cuales se estiman
obligatorias en virtud del acuerdo interpretativo del tratado Esguerra
Barcenas. Debe agregarse a lo anterior, que esta práctica constante que se
estima obligatoria, no sólo ha sido ejercida por parte de Colombia, sino
también por nuestros Estados vecinos, y por Estados representados por sus
banderas en buques militares, mercantes y turísticos que transitan por
dicha zona.
Sin embargo, a pesar que la nueva Convención de Derecho del Mar, eliminó
la línea media para determinar las fronteras entre Estados situados frente a
frente; en el diferendo por la delimitación de las fronteras marítimas entre la
14
Marco Gerardo Monroy Cabra. Derecho Internacional Público. 2006. Editorial Temis. Pág
88
25
26
República de Colombia y la República de Nicaragua, sería pertinente para
los intereses de Colombia, utilizar la línea media o equidistante para el
trazado de la frontera marítima, que parte frente al inicio de la costa de
Nicaragua en Wouhnta, y finaliza en la frontera marítima entre Nicaragua y
Honduras.
Como fines didácticos nos permitimos presentar los siguientes mapas:
Mapa 1
26
27
Mapa 2
Una vez establecida la línea media entre los estados (Mapa 2), se puede
formar con base en la convención del derecho del mar, tanto el mar territorial
como la zona contigua, una zona económica exclusiva y plataforma
continental, para cada Estado dentro de la parte de su línea.
Por tanto, según la Convención de Derecho del Mar, las islas y cayos del
archipiélago de San Andrés y Providencia tienen derecho a un mar territorial
de 12 millas marinas. Las Islas de San Andrés y Providencia tienen derecho
a una zona económica exclusiva, una zona contigua y plataforma continental,
basado en las anchuras de la convención del mar, dentro de los límites de la
línea media.
27
28
BIBLIOGRAFÍA
1. Asamblea General de las Naciones Unidas. Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia.
2. Asamblea General de las Naciones Unidas. Convenio de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar. 1958.
3. Asamblea General de las Naciones Unidas. Convenio de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar. 1982.
4. Corte Internacional de Justicia. Sentencia del 8 de octubre de 2007.
Diferendo territorial y marítimo. Nicaragua contra Honduras.
5. Corte Internacional de Justicia. Sentencia del 13 de diciembre de
2007. Diferendo territorial y marítimo. Nicaragua contra Colombia.
Excepciones preliminares.
6. Gaviria Liévano Enrique. Derecho Internacional Público. Quinta
edición. Editorial Temis.
7. Ministerio de Relaciones Exteriores. Tratados y Acuerdos Territoriales
De Colombia. Imprenta Nacional.
8. Monroy Cabra. Marco Gerardo. Derecho Internacional Público. 2006.
Editorial Temis.
9. Monroy Cabra Marco Gerardo. El diferendo entre Colombia y
Nicaragua sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia.
Ediciones Academia Colombiana de Jurisprudencia. 2006.
10. Tratado Americano de Soluciones Pacificas “Pacto de Bogotá”.
11. Vergara Molano Alberto. Derecho Internacional Público. Ediciones
Imprenta Nacional.
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