CHARLES BAUDELAIRE COMENTARIO DE TEXTO RESUELTO TEXTO A una transeúnte La calle aturdidora en torno de mí aullaba. alta, fina, de luto dolor majestuoso, una mujer pasó que con gesto fastuoso recogía las blondas que su andar balanceaba. Ágil y noble, con sus piernas de escultura. Por mi parte bebí, como un loco crispado en su pupila, cielo de huracán preñado, placer mortal y a un tiempo fascinante dulzura. ¡Un relámpago…y noche! Fugitiva beldad cuya mirada me ha vuelto de golpe renacer. ¿No he de volver a verte sino en la eternidad? ¡Lejos de aquí! ¡O muy tarde! ¡O jamás ha de ser! Pues donde voy no sabes, yo ignoro adónde huiste. ¡Tú, a quien yo hubiese amado, tú, que lo comprendiste! Charles Baudelaire. Las flores del mal. 1. Baudelaire y su época (puntuación máxima: 2 puntos). Charles Pierre Baudelaire (1821-1867) fue un gran poeta, crítico de arte, conferenciante y traductor francés. Fue uno de los principales pilares en la renovación de la lírica de la segunda mitad del siglo XIX. Es uno de los faros de toda la modernidad europea: la del Simbolismo y la de las vanguardias (Expresionismo, Surrealismo) de los años 20. Fue llamado poeta maldito debido a su vida bohemia. Presagió incluso el nihilismo contemporáneo frente a un mundo mecanizado, vulgar y desencantado. Fue además el primer poeta en utilizar la ciudad moderna, surgida de la revolución industrial, con su miseria y sus masas anónimas, como material poético. Entre los elementos de su biografía que en mayor medida definen su producción literaria sobresalen su formación católica y sus viajes a lugares exóticos. Baudelaire nace en París el 9 de abril de 1821 en el seno de una familia acomodada. Su infancia está marcada por la temprana muerte de su padre. Al poco tiempo, su madre contrajo matrimonio con el recto coronal Jacques Aupick, pronto general y senador, con quien el poeta mantuvo siempre una compleja y difícil relación. Este conflicto puede explicar ciertas características de su personalidad rebelde y atormentada. Su padrastro lo internó en el Colegio Real de Lyon, donde permaneció hasta que cumplió los dieciocho años, cuando fue expulsado del centro por su indisciplina y su mala conducta.. A los diecinueve años comenzó a frecuentar el ambiente bohemio del barrio latino de París. El coronel Aupick, alarmado ante la libertina conducta de su hijastro, decidió enviarlo a Calcuta. Sin embargo, Baudelaire aprovechó una escala del barco en la isla de Reunión para quedarse allí durante una temporada. En 1842, ya de regreso en Francia, continuó su vida libertina y bohemia. Su profundo rechazo de la vulgaridad le llevó a diferenciarse con la máscara del dandi. Comprometido con sus ideas políticas republicanas y socialistas, participó junto al pueblo que asaltó una armería (con blusa de obrero y zapatos elegantísimos) en las barricadas de la revolución de 1848. La publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica gestada en torno a su controvertida persona. La obra fue considerada una terrible ofensa contra la moral pública y Baudelaire fue juzgado y condenado por ello. La sífilis contraída años atrás acabó con su vida en 1867. Las influencias más importantes sobre él fueron Teophile Gautier y, en particular, Wagner y Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente. La Europa posterior a 1848 se caracteriza por una serie de transformaciones producidas en la incipiente sociedad capitalista: un rápido crecimiento demográfico (especialmente urbano), por la expansión económica centrada en el avance de la industrialización, por la intensificación del comercio y por un notable progreso técnico: la extensión del ferrocarril, el teléfono, el telégrafo, el barco de vapor, etc. Todo ello está presidido por la consolidación de la burguesía, clase social dominante que tiende hacia posiciones conservadoras para salvaguardar sus nuevos privilegios frente a las crecientes presiones del proletariado industrial urbano, que se organiza para reivindicar sus derechos: se crea la Primera Internacional (1864), inspirada por el filósofo alemán Karl Marx; los obreros de fábrica constituirán sindicatos para denunciar sus abusos, negociar con sus patrones y reclamar mejores condiciones de trabajo y salario. Asimismo proliferarán movimientos revolucionarios (socialdemócrata, comunista, anarquista). Esta tensión social explica la aparición de gobiernos autoritarios de inspiración conservadora: Napoleón III en Francia (1852-1870) y, en Prusia, el gobierno de Bismark La revolución de 1848 empezó a fraguar un mundo nuevo: la ocasión de asentar un orden moral que, con sus altibajos, duró hasta después de la Segunda Guerra Mundial. El buen gusto, pese a tos los excesos, sigue imperando. Los clásicos siguen siendo los valores más seguros de la cultura del país. El mismo clasicismo de fondo pude observarse en la lengua. En esta época el francés es la lengua cultural por excelencia. En España se produce en 1865, dos años antes de la muerte de Baudelaire, la primera huelga general, relacionada con la I Internacional y se destrona a Isabel II (1833-1868) en la Revolución de 1868, conocida como la «Gloriosa». Las principales doctrinas filosóficas, políticas y científicas del momento serían las siguientes: - El Positivismo filosófico imperante de August Comte, frente al idealismo romántico, defiende una investigación de los hechos observables y mensurables que pueden comprobarse. En 1867, Karl Marx publica El capital, obra en la que propugna la abolición de la sociedad capitalista y de clases y la urgencia de implantar el socialismo y el triunfo del proletariado sobre la burguesía. - Charles Darwin formula la teoría de la evolución de la vida en la Tierra basándose en las leyes de la selección natural y la adaptación al medio. Mendel expone las leyes de la herencia biológica y sus ideas sobre las leyes genéticas. Claude Bernard introdujo el método experimental y aceptó el determinismo de que cada fenómeno está determinado por las condiciones materiales. - El racionalismo entra en crisis a mediados del siglo XIX. Destacan Schopenhauer para quien el verdadero ser de las cosas se halla oculto; Nietzsche que reivindica la energía vital, espontánea y libre del superhombre; Sigmund Freud, que revoluciona la teoría del alma humana con su teoría del psicoanálisis y la interpretación de los sueños y Henry Bergson, quien propone la intuición como vía del conocimiento. Baudelaire está considerado como el “padre de la poesía moderna”. Fue el poeta de mayor impacto en el Simbolismo francés. El poeta se convertiría, asimismo, en el precursor del Decadentismo del fin de siglo: el dandismo y el malditismo como rechazo de la moral burguesa, el simbolismo como modo de lectura de la realidad, la modernidad de la ciudad como tema literario. Esta serie de tendencias (Decadentismo, Prerrafaelismo, Parnasianismo, Simbolismo), surgidas de la crisis del Positivismo, comparten unas características comunes: 1. Oposición al sentimentalismo de origen romántico. 2. Rechazo de los ideales de la burguesía. 3. Afán de rebeldía individual y social. 4. Concepción no utilitaria del arte y de la literatura: se busca la belleza en sí misma, frente a la llamada poesía útil, o comprometida con una causa. 5. Defensa de la absoluta autonomía del arte. 2. Las flores del mal y la obra literaria de Baudelaire (puntuación máxima: 2 puntos). La aportación fundamental de Baudelaire fue la publicación de Las flores del mal en 1857, en la que el poeta trata las correspondencias entre el Cielo y la Tierra y recuerda la tragedia del ser humano. Es el libro fundacional de la poesía contemporánea y el más influyente. Está estructurado en seis partes o seis huidas posibles según los temas tratados en los poemas compuestos durante 26 años. Los rasgos característicos de la obra son: . Supone una exaltación del mal, de su belleza, una aproximación al satanismo. . La cosmovisión poética de Baudelaire radica en su concepto de correspondencia, una dualidad de fuerzas espirituales y materiales. . El amor a la mujer, que se convierte en objeto poético de culto. . Baudelaire parte del spleen, el tedio, para manifestar la situación del escritor en un mundo que lo margina. . El poeta considera los sentidos, y el espíritu frente a la razón, como la base del conocimiento, de ahí el empleo recurrente de la sinestesia. . El ansia de evasión despierta el interés por ciertos aspectos sórdidos como la enfermedad, la muerte, las clases más bajas de la sociedad, o el consumo de drogas. . Se tiene una postura crítica con la nueva realidad burguesa e industrial. El libro abarca la práctica totalidad de su obra poética: un prólogo al lector y cien poemas agrupados temáticamente en cinco secciones: Spleen e ideal, El vino, Flores del mal, Rebelión y La muerte. La segunda edición de 1861 añade 35 nuevos poemas y la nueva sección Cuadros parisienses. El sustantivo mal del título posee un doble significado: . Formalmente son flores o poemas del mal, flores enfermizas, en tanto que no respetan el estilo ni los recursos de la poesía precedente. . Temáticamente son flores del mal porque se abordan temas marginales y sórdidos, alejados de la moral convencional burguesa: la exploración del mal y el hastío vital, la visión descarnada del erotismo, la delincuencia y la prostitución y el alcohol, las drogas y el juego. Baudelaire defiende la teoría de las correspondencias, según la cual todo ser, objeto o sensación es símbolo de otra realidad. Además en esta obra creó el tópico del poeta maldito. Las seis secciones definitivas del libro son: 1. Spleen e ideal (poemas 1-85). Estos poemas muestran la distancia entre la realidad y el ideal (poético, vital): . Las torturas morales: Bendición, El heautontimoroumenos, Lo irreparable. . El poeta y la poesía: El albatros, Correspondencias. . El ideal: La belleza, El alba espiritual. . El mal: Don Juan en los infiernos, Obsesión. . El amor venial: La musa enferma, Sisina. 2. Cuadros parisienses (86-103). Baudelaire descubre en la ciudad de París la belleza fugitiva y sus gentes para tratar de olvidar la angustia fundiéndose con la multitud. Los protagonistas son los marginados, los ancianos y los perdedores, con los que se siente solidario. . La vida moderna: A una transeúnte, El crepúsculo vespertino. 3. El vino (104-108). Elogio de los paraísos artificiales. . El alma del vino, El vino de los asesinos. 4. Las flores del mal (109-117). El poeta expresa la atracción irresistible del mal. En los vicios, el sexo destructor o la delincuencia, el poeta tampoco encuentra la solución a su malestar. La mujer aparece como una figura diabólica que lo aleja de Dios. . La destrucción, Mujeres condenadas. 5. Rebelión (118-120). Se retoma un rasgo esencial del alma romántica: la rebeldía. El poeta satánico, tenebroso y blasfemo, reniega de Dios, que le condena a la naturaleza humana, que le arrastra hasta lo más bajo. . Caín y Abel, Letanías de Satán. 6. La muerte (121-126). Constituye el final del viaje. El decadentista exalta la muerte como reacción frente al materialismo burgués. . La muerte como estímulo de vida: La muerte de los amantes. . La muerte como remedio del tedio: La muerte de los pobres, El fin de la jornada. Las flores del mal anticipan tanto los movimientos poéticos de fin de siglo, con origen en Francia, como la poesía de vanguardia del XX. Baudelaire destacó pronto como crítico de arte: El Salón de 1845, su primera obra, llamó ya la atención de sus contemporáneos, mientras que su nuevo Salón de 1846, llevó a la fama al pintor Delacroix. En La Fanfario (1847), su única novela, autorretrato como dandi exquisito, persiguió la síntesis vanguardista de Hoffmann y Edgar Allan Poe. En 1857 emprendió la creación de un nuevo género en la poesía contemporánea con Pequeños poemas en prosa. Este libro, al centrarse en la ciudad y en la melancolía, guarda mucha relación con las dos primeras secciones de Las flores del mal. Los paraísos artificiales (1861), obra en prosa donde estudia los diferentes medios (alcohol, opio) que pueden conducir al hombre a la embriaguez. También publica el estudio Richard Wagner et Tannhaüser a Paris y El pintor de la vida moderna. 3. Exponga el tema del poema y relaciónelo con el resto de Las flores del mal (puntuación máxima: 2 puntos). El poeta expresa la esencia contradictoria (fascinación y muerte) del amor a una mujer que pasa. En el presente poema se recoge el tema de la vida moderna y se reflejan las sensaciones amorosas y los pensamientos del poeta urbano cuando ve pasar a una mujer por una calle de París. El poema nace de la observación y de la sensibilidad del paseante solitario en la gran ciudad, multitudinaria y anónima, del cruce de miradas con una bella transeúnte. Asimismo en el poema hay un arranque sentimental ante una desconocida mujer que pasa; esta mujer es esperanza y consuelo trascendente, sueño de salvación: es vista por el poeta como la expresión de lo más puro y luminoso, una posible invitación a la felicidad. El poema trata del amor a primera vista. En una simple mirada, que hubiera podido ser amorosa, el poeta capta la esencia contradictoria (fascinación y muerte) del amor: placer mortal y a un tiempo fascinante dulzura (verso 8). Entre los tópicos encontramos el de la multitud y la gran ciudad. La calle de la gran ciudad ha dejado de ser un lugar de encuentro para convertirse simplemente en un lugar de paso. Este soneto corresponde a la veta del poeta de la ciudad moderna: aunque abomina de ella, la necesita a la vez. La metrópolis se convierte en la Nueva Naturaleza. Que impone el instante efímero y la multitud como las nuevas formas del tiempo y el espacio. El poeta itinerante, paseante solitario y ocioso, transita la ciudad sin rumbo fijo: lo que importa es el viaje mismo. El tópico de la mujer, que oscila con mucha frecuencia entre la mujer sensual (que le inspira amor carnal y le sirve de refugio y de esperanza) y la abominable (un ser frívolo y siniestro que lo arrastra a la destrucción). Baudelaire sitúa a esta mujer en el ámbito abierto por la metrópolis como escaparate ambulante que asume el signo de la insignificancia. El motivo temático de los ojos. Baudelaire es el poeta de la mirada, la mirada es el medio de comunicación total: En sus ojos llevaba la fuerza de su alma. En relación con el resto de la obra encontramos cómo el poema recoge la clave temática de la composición titulada Los siete viejos: la aparición efímera y conmovedora y el encuentro fortuito y brutal con una mujer que ostenta una belleza divina. Asimismo esta pieza se relaciona con el poema Las viejecitas. También puede relacionarse el corazón multiplicado, que lleva al poeta a identificarse plenamente con cualquier transeúnte y a experimentar los dramas de vidas que considera diferentes a la suya. Por otra parte, la referencia a esa calle aturdidora de París se vincula claramente con el resto de poemas de la sección Cuadros parisienses. 4. Analice las características formales del poema (puntuación máxima: 2 puntos). Tipología textual. Se trata de un texto poético: escrito en verso, predominan las funciones expresiva y poética del lenguaje. Abundan las figuras literarias. El texto expresa el estado de ánimo del poeta, que se enmascara con unos versos satánicos que expresan su conciencia del mal. Su forma externa es narrativa con algunos incisos descriptivos. Género y subgénero literario. El presente texto pertenece a la lírica, género literario en el que el autor expresa sus sentimientos propios, sus emociones, sus fantasías, sus deseos, su mundo interior o los universales que hace suyos. Se trata de un poema amoroso en forma de soneto escrito en versos alejandrinos. En ellos se aprecian efectos rítmicos basados en repeticiones de elementos: sonidos, sílabas, rima. La descripción tiene por objeto a la mujer. Modalidad discursiva. Es descriptivo-narrativa, pues con oraciones enunciativas (solo al final aparecen exclamaciones e interrogaciones) el poeta nos muestra la belleza de la mujer. Empieza con una descripción del marco urbano y continúa con una descripción de los encantos de la dama. Pese a que el poeta emplea formas verbales en tiempo pretérito perfecto simple (propias de la modalidad narrativa: pasó, bebí, quedé), predomina, no obstante, la modalidad descriptiva gracias al uso del imperfecto (aullaba, recogía, agitaba) y del presente (voy), a la rica adjetivación (aturdidora, alta, esbelta, fastuoso, ágil, noble…), a las construcciones de adyacentes preposicionales (su pierna de escultura, cielo de tormenta preñado) y a las proposiciones subordinadas adjetivas (que su andar agitaba, que me comprendiste). Estructura externa. Se emplea el verso rimado de catorce sílabas (alejandrino), dividido en dos hemistiquios de siete sílabas. Todos los versos dispones de pausa versal, salvo los versos sexto y noveno, que forman encabalgamientos suaves con sus versos siguientes respectivos. El poema tiene ritmo impar o trocaico porque la sílaba sobre la que recae el acento del verso es la decimotercera. La rima es consonante (-ába, -óso). La estrofa es el soneto (ABBA, CDDC, EFE, FGG). Estructura interna. El poeta elige los sentidos sobre los que se soportan la expresión metafórica: el gusto (fascinante dulzura), la vista (gesto fastuoso, pupila), y el oído (calle aturdidora, aullaba). El empleo del epíteto (fascinante dulzura); la pareja opositiva (yo / tú), la antítesis y el oxímoron; el uso del quiasmo (placer mortal / fascinante dulzura) y el hipérbaton (la calle aturdidora en torno a mí aullaba). A esto se añade el uso de múltiples verbos en movimiento (pasó, agotaba, recogía), adverbios de lugar (lejos de aquí) y de tiempo (muy tarde, jamás), la interrogación retórica (verso 11), el apóstrofe y el paralelismo (¡tú, a quien hubiera amado, tú, que me comprendiste!). 5. Exprese su valoración personal del texto y relaciónelo con otras manifestaciones artísticas y temas de actualidad (puntuación máxima: 2 puntos). La calle de la gran ciudad y la muchedumbre solitaria, es un escenario donde los transeúntes se ignoran. En este soneto la ciudad proyecta un mundo ambiguo, espacio de posibilidades y negaciones, de emoción y de duda, de desconcierto y, tal vez, de reproche amoroso a una hermosa transeúnte. El amor a primera vista, que suele desconcertarnos y plantearnos dudas, tiene que confirmarse con el diálogo, no solo con la contemplación de la mirada y el reproche de su fugacidad. Este poema representa la naturaleza contradictoria y efímera del amor en la gran ciudad. Actualmente también podemos sentir la eternidad del instante en el amor a primera vista, en un mundo o como el nuestro tan lleno de mercancías, escaparates y publicidad, donde la belleza aparece fugitiva, transitoria e imprevista. Somos testigos permanentes del consumo y del espectáculo exterior de la vida, tal y como se muestra en las urbes. En cuanto a la relación con otras manifestaciones artísticas, la proximidad con la fotografía y el cine parece evidente.