08-tu.qxd 8 15/04/06 09:08 p.m. Page 1 Trama URBANA Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia La Plata, domingo 16 de abril de 2006 “No se identificaron y empezaron a tirar”, contó el padre del chico Julio Krince, el papá del joven que fue acribillado en Sarandí, aseguró que podría haber ocurrido una “masacre” si los otros chicos que acompañaban a su hijo no lograban escapar de la policía. Krince contó que su hijo Hugo “estaba sentado con los pibes tomando una cerveza cuando (los policías) se pusieron chaleco, gorras, no se identificaron como policías y empezaron a tirarles tiros” a los diez chicos -entre ellos su hijo- que estaban sentados en la puerta de un quiosco, ubicado en la esquina de Lafuente y Pergamino. “Mi hijo recibió dos balazos en la espalda, después lo tiraron al piso y le pegaron, y otro pibe (Javier Escobar) recibió cuatro balazos pero gracias a Dios no murió”, dijo el padre del joven fallecido. A poco del hecho una chica que estaba en el quiosco y que declaró bajo reserva de identidad, contó que al principio no se dieron “cuenta que el tipo era policía”. “Estaba desencajado. Iba y venía. Insultaba pero sin mostrar el arma. Decía que le dieran drogas. Insistió hasta que los chicos le dijeron que se fuera”, relató. Acerca de los distintos testimonios que obran en la causa y que señalan a los policías como los agresores, el padre del chico dijo: “Hay muchos testigos de esto”. “Fui a la fiscalía -aseguró-, quise hablar con la fiscal y no nos atendió. Por eso estamos con abogados. Los policías estaban fuera de sí, no te podría decir si estaban drogados o borrachos. Vamos a hacer una marcha masiva por la muerte de mi hijo”. Asimismo, Krince aseguró: “Gracias a dios los demás pibes pudieron escapar, de lo contrario hubiera sido una masacre”. “Por eso estamos pidiendo que esto se esclarezca. Sin dudas fue un caso de gatillo fácil”, sentenció Krince. La versión oficial Del otro lado, el jefe de la Buenos Aires II de Avellaneda, Rubén Procopio, confirmó la imputación que pesa sobre los miembros de la fuerza, y dijo que espera que la Justicia se expida en el caso. “No vamos a cubrir nada. Los tres policías están a disposición de la Justicia. Se entregaron sus armas, los registros de esa noche y ellos fueron retirados preventivamente del servicio de patrullaje. Se inició una investigación y esperamos a ver qué es lo que se resuelve”, confió Procopio. Sarandí Vinculan a la Policía II en caso de gatillo fácil Tres agentes de la nueva fuerza bonaerense fueron separados de sus cargos. Los acusan por el crimen de un joven de 19 años, muerto de seis disparos en un operativo Fuerza joven, ¿viejos vicios? La Bonaerense II se implementó en 2004 La Policía Buenos Aires II funciona desde diciembre de 2004, en los partidos de Avellaneda y San Martín. Fue presentada como una fuerza desburocratizada e independiente de la vieja estructura policial, que sólo se encarga de actividades preventivas y de patrullaje, aunque cada uno de los efectivos tiene permiso de portación de arma. Los aspirantes reciben una formación inicial de seis meses en los que estudian, entre otra materias, Derecho Constitucional, Cultura y Sociedad, Seguridad Pública y Régimen Legal de la profesión policial. Desde que se puso en marcha no hubo un solo caso que la ensuciara, aunque más no sea indirectamente. Hasta que un padre de un chico que fue muerto a balazos en marzo pasado decidió contar su verdad. Esta es la historia. Hugo Krince tenía 19 años. El 18 de marzo pasado a la noche estaba en la puerta de un kiosco de Sarandí -partido de Avellaneda-, junto a nueve amigos más. Todo transcurría de lo más normal. Hasta que desde un Chevrolet Corsa bajaron dos hombres y una mujer. Eran policías aunque no llevaban uniforme. Pero no de la fuerza más famosa de la Provincia. Los efectivos llegaron con un objetivo: ubicar a un presunto dealer de la zona. “Ustedes tienen marihuana, dénme”, pidió el policía que encaró al grupo. Hubo una discusión. “Así que te hacés el vivo”, aseguran testigos que el mismo agente le dijo a Krince antes de disparar. Hugo recibió dos balazos en el pecho, dos en el brazo y dos en la espalda cuando ya estaba tirado. Falleció a los pocos minutos. Su cuerpo fue llevado al hospital por el padre en su auto. El hecho ocurrió en marzo pasado en la localidad de Sarandí, donde además un joven de 20 años fue herido de cuatro tiros Otros cuatro tiros le dieron a Javier Escobar (20). No lo mataron, pero herido pasó cinco días en los calabozos de una comisaría. En su declaración, Escobar denunció que le apretaron “reiteradas veces en las heridas para que perdiera más sangre”. También menciona en el escrito que los policías le quisieron hacer firmar una declaración en la que reconocía haber matado a Krince. Voceros policiales reconocieron que los agentes buscaban a una persona que vendía drogas en el barrio, aunque al parecer el operativo no estaría registrado en los libros de la Estación Avellaneda. Quién es quién Los tres sospechosos por el crimen de Hugo son el sargento Claudio Carabajal, y los oficiales Leonardo Bravo y Gisele Barboza. Con respecto a la situación procesal de cada uno de ellos, las fuentes aclararon que todavía no hay ningún detenido. “Sólo se inició una investigación de Asuntos Internos de la Bonaerense, que suspendió a los tres del servicio de calle”, apuntó un vocero de la Policía II. La investigación está a cargo de la fiscal Norma Morán, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) nº 12 de Lomas de Zamora, que hasta el momento no pidió ninguna detención. La causa fue caratulada como “homicidio en riña”, un delito en el que no se puede determinar quién fue el autor. Es decir, se imputa a todos los que ejercieron violencia sobre la víctima pero con penas menores: de dos a seis años.