03CandidoMendez_Maquetación 1 12/06/14 09:25 Página 13 Cándido Méndez Secretario general de UGT ▼ Necesitamos una recuperación fuerte C uando se publique la edición de 2014 del anuario de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, se habrán celebrado las elecciones al Parlamento Europeo. Unas elecciones que han estado precedidas de un importante esfuerzo de movilización y presentación de alternativas por parte de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). El pasado 30 de abril se mantuvo un encuentro con el presidente del Gobierno para presentar el plan de la CES para la inversión, el crecimiento sostenible y los empleos de calidad. El sindicalismo europeo concede una singular importancia a la elección de un nuevo Parlamento con poderes reforzados. Por primera vez elegirá al presidente de la Comisión Europea, una institución muy importante para enfocar la salida de la crisis con una visión distinta a la actualmente dominante. No se puede afirmar que hemos salido de la crisis cuando hay más paro, más precariedad y más pobreza. La situación económica y social en la Unión Europea, especialmente en los países en dificultad, es alarmante. Han aumentado las desigualdades y los desequilibrios geográficos. La tasa de desempleo es la más elevada desde la Segunda Guerra Mundial. La cohesión social está dañada en los países en los que la crisis ha sido más virulenta. En algunos ha provocado inestabilidad política y en muchos la aparición de un importante sentimiento antieuropeo. Son los resultados de las políticas de austeridad que han favorecido la devaluación interna, la privatización de los servicios públicos y los recortes en salarios, pensiones y prestaciones sociales. Estamos atrapados en una espiral económica descendente y en una deuda pública en aumento que puede provocar una nueva oleada de ataques especulativos. La recesión, si se extiende y no se ataja, afectará a todo el continente con repercusiones en la economía mundial. La evolución demográfica, la escasez de recursos naturales, el incremento de los precios de la energía, el papel de las economías emergentes en el comercio mundial, la dependencia cada vez mayor del conocimiento y la tecnología en las empresas, la continua incertidumbre en el sector bancario son enormes desafíos adicionales a los que nos enfrentamos en esta segunda década del siglo XXI. El potencial europeo Vencer la recesión y el estancamiento de nuestras economías es la tarea más urgente que tenemos por delante. La caída continuada del PIB Fundación de Estudios Rurales ANUARIO 2014 13 03CandidoMendez_Maquetación 1 12/06/14 09:25 Página 14 Necesitamos una recuperación fuerte en algunas partes de la UE debe detenerse e invertirse. Necesitamos una recuperación fuerte, respaldada por un sector financiero sólido que sirva a la economía real. La consolidación de los presupuestos del Estado debería tener lugar en fases económicas estables y llevarse a cabo durante un periodo de tiempo más largo. Los presupuestos de los Estados miembros deben ser socialmente justos y garantizar servicios públicos de calidad. Creemos que estos objetivos pueden alcanzarse permitiendo flexibilidad en el déficit público y/o introduciendo la posibilidad de no someter inversiones productivas específicas a las restricciones presupuestarias del Pacto de Estabilidad. El sindicalismo europeo está convencido de que la UE tiene potencial para combatir esta crisis. Este potencial reside en las personas bien cualificadas, en un potente sector agroalimentario, en una fuerte base industrial, en buenos servicios del sector público y privado, en instituciones educativas y de investigación innovadoras, en sistemas estatales bien organizados, en una riqueza cultural y en un Estado de bienestar inclusivo y bien distribuido en el seno de la UE, en una eurozona con una moneda única estable. Este potencial debe utilizarse para superar la crisis en beneficio de las personas. Por ello hemos intentado que el plan de inversiones que propone la CES, para destinar el 2% del PIB de la UE cada año durante diez años, pasase a formar parte de la agenda política durante la campaña electoral de las elecciones europeas. Desafortunadamente, este potencial se está malgastando. La UE debe movilizar sus fuerzas a favor de un futuro mejor, más igual, próspero, democrático y pacífico. Para ello se requieren inversiones en generación de energía, reduciendo el consumo energético para disminuir la dependencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Necesita inversión en industrias sostenibles, especialmente pymes, y servicios, formación y educación, investigación y desarrollo, infraestructuras de transporte modernas, la reindustrialización de la UE, servicios privados eficientes y servicios públicos de calidad y, por supuesto, una agricultura que sea modelo de desarrollo del territorio y sostenibilidad. Hay una necesidad urgente de adoptar una nueva dirección para el futuro, estabilizar el entorno económico, y crear empleos para el siglo XXI y dar acceso al bienestar para todos. Europa necesita un plan de recuperación a largo plazo. Un plan de recuperación contribuiría a una Unión Europea más integrada, sería beneficioso para todos los países, y sería un acto de solidaridad con los países en dificultad. Se basa en la democracia, la solidaridad, la estabilidad y la competitividad. Contribuiría sustancialmente a modernizar las economías nacionales y a mejorar la productividad Quizá lo más humillante de estos años de crisis ha sido ver cómo países soberanos y que se organizan democráticamente, hayan dependido totalmente del favor del BCE, que se erigió durante la crisis en el verdadero soberano europeo. Los países con mayores necesidades de financiación fueron marionetas del BCE, que decidía si les ayudaba o no en función de una extraña mezcla de ideología convertida en dogma e intereses de los países acreedores. El BCE ha interpretado los problemas de la prima de riesgo en los países endeudados como resultado de desequilibrios internos, sin tener nunca en cuenta los incentivos que el diseño defectuoso del área euro suponía para que los inversores financieros atacaran la deuda pública de los Estados con mayor déficit de cuenta corriente. Por eso, el plan de inversiones que proponemos los sindicalistas europeos requiere de una institución europea para gestionarlo. Esta institución abrirá el acceso a la financiación en el conjunto de la UE, pudiendo emitir bonos europeos a largo plazo con tipos de interés relativamente bajos como base para financiar la inversión en toda la UE. Existen diferentes posibilidades para la dirección, la coordinación y la aplicación del plan de inversión europeo y para su control. Pero, en cualquier caso, sería indispensable garantizar el control democrático sobre la orientación política Fundación de Estudios Rurales ANUARIO 2014 14 03CandidoMendez_Maquetación 1 12/06/14 09:25 Página 15 Necesitamos una recuperación fuerte estratégica y la supervisión del plan de recuperación y asegurar su coordinación. Cómo hacer esto tendría que decidirlo el Parlamento Europeo. Los interlocutores sociales deben estar implicados en todas las fases del proceso democrático. Impuesto único sobre la riqueza Por otra parte, consideramos que después de que los trabajadores y los contribuyentes hayan asumido la principal carga de la crisis, ahora es el momento de que los más ricos participen tam- bién en esta financiación excepcional de capital para el guardián europeo del crecimiento e inversión, por ejemplo, a través de un impuesto único sobre la riqueza. Los Estados miembros podrían decidir utilizar los recursos no gastados de los fondos estructurales para contribuir a este patrimonio y/o utilizar los fondos estructurales como garante para los préstamos. Esperamos que las alternativas de la Confederación Europea de Sindicatos sean tenidas en cuenta por las instituciones comunitarias y por los gobiernos de los Estados miembros. El sindicalismo está convencido de que las instituciones democráticas y las leyes son las que garantizan el derecho de los ciudadanos y su poder para transformar la realidad. Por eso es importante que el Parlamento Europeo y la Comisión trabajen para que las libertades económicas no tengan prioridad sobre los derechos sociales fundamentales. La UE no es solamente un proyecto económico. Su principal objetivo debe ser la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de la población. Por ese proyecto europeo es por el que el sindicalismo no va a cejar en la exigencia de que la democracia vuelva a tener el control del capitalismo en el siglo XXI. ■ Fundación de Estudios Rurales ANUARIO 2014 15