Integrante de la trilogía "La lucha por la vida"-ciclo que, pese a narrar de forma unitaria la adolescencia y juventud de su protagonista en el Madrid hormigueante del tránsito entre los siglos XIX y XX, admite sin problema la lectura independiente de cada una de sus partes-, La Busca es la primera novela de la serie. En ella, Pío Baroja narra la llegada a Madrid de Manuel Alcázar desde el medio rural, sus diversos trabajos y sus tímidas incursiones en el camino de la delincuencia, mezclado con gente de vida oscura, pícaros y hampones, en pugna con sus aspiraciones a una vida decorosa. Pascual Duarte , campesino extremeño hijo de un alcohólico, nos cuenta su vida mientras espera su propia ejecución en la celda de los condenados a muerte. Víctima de una inexorable fatalidad, Pascual Duarte es un ser primitivo y elemental dominado por la violencia, única respuesta que conoce a la traición y al engaño. Pero esa siniestra apariencia no es más que la máscara que oculta su incapacidad para luchar con la maldad de los demás y la desvalida impotencia que alberga en el fondo de su alma. La familia de Pascual Duarte ha ganado con los años de los demás y la desvalida impotencia que alberga en el fondo de su alma. La familia de Pascual Duarte ha ganado con los años fuerza y dramatismo y su protagonista, que no ha perdido el encanto primigenio, es ya un arquetipo de alcance universal. La obra recoge un dramático episodio de la guerra civil en un pueblecito aragonés. Mosén Millán se dispone a ofrecer una misa en sufragio del alma de un joven a quien había querido como a un hijo. Mientras aguarda a los asistentes, el cura reconstruye los hechos: el fracaso de su mediación, con la que creyó poder salvar al joven, pero que sólo sirvió para entregarlo a sus ejecutores. El relato es de una perfecta sobriedad y de una sencillez no por ello menos profunda y estremecedora. La narración sobrecoge por su ajustado realismo , por la eficacia de sus símbolos y por el profundo conocimiento de los mecanismos de la conciencia, puesto de manifiesto a través de la evocación del sacerdote. Sin duda, Réquiem por un campesino español es una de las mejores obras de Ramón J. Sender y un libro definitivo sobre nuestra guerra civil, alejado de cualquier panfletarismo. Como en todo el teatro de Mihura, son los personajes femeninos los que animan y argumentan las dos comedias: la monja Sor María, detective aficionada; Nuria, una chica de "vida alegre"; Doña Pilar, ama de casa atónita y charlatana, o Ninette, prototipo de mujer ideal, libre, alegre y desinhibida. Con Melocotón en Almíbar, parodia de las novelas policíacas, consigue Mihura una comedia de "suspense" pulida y trabajada; Ninette y un señor de Murcia, donde caricaturiza la vida española de la época, en su contrate con la parisina, es "sin duda, una de la mejores comedias de su autor. Y tal vez, desde el punto de vista de la mecánica teatral, la mejor".