Revisión Trastornos psicóticos en la edad tardía A. Moríñigo-Domínguez Las psicosis de aparición tardía son un conjunto de trastornos cuya situación nosológica no está del todo definida. Algunos pacientes presentan los primeros síntomas psicóticos durante los años jóvenes o de adulto joven, y llegan con ellos a la edad geriátrica, mientras que otros los presentan ya en edad senil; en estos últimos cabe distinguir entre los que son secundarios a una entidad médica general y quienes no presentan organicidad relacionable. Algunos autores consideran entidades diferentes según la edad de aparición de los síntomas psicóticos, pero otros entienden que son variantes de un mismo proceso. El documento de consenso publicado en el año 2000 por el Grupo Internacional para la Esquizofrenia de Aparición Tardía asume que hay una marcada similitud entre las formas que aparecen en edad estándar (16-40 años) y las que lo hacen en edad tardía, y entre éstas distingue las esquizofrenias de aparición tardía (41-65 años) de las que aparecen aún más tardíamente: esquizofrenia-like (más de 65 años). Palabras clave. Esquizofrenia tardía. Olanzapina. Psicogeriatría. Psicosis de aparición tardía. Risperidona. Trastorno delirante de aparición tardía. Psychotic disorders in later life Late-onset psychoses are a set of disorders whose nosological situation is still not fully known. Some patients present the first psychotic symptoms during their youth or early adulthood, and they reach the geriatric age with them, whereas in others they appear for the first time in old age. In these latter cases a distinction should be drawn between those that are secondary to a general medical condition and those that do not present any organicity that can be related to it. Some authors consider them to be different conditions depending on the age of onset of the psychotic symptoms, but others understand them to be © Viguera Editores SL 2009. PSICOGERIATRÍA 2009; 1 (2): 127-131 variants of the same process. The consensus document published in the year 2000 by the International Late-Onset Schizophrenia Group assumes that there is a marked similarity between the forms that appear at the standard age (16-40 years) and those that do so at a later age. In this latter case, a further distinction is also made between late-onset schizophrenias (41-65 years) and those that appear even later: schizophrenialike (over 65 years). Estudio de Psiquiatría. Sevilla, España. Correspondencia Dr. Ángel Moríñigo. Estudio de Psiquiatría. Virgen de los Gitanos (Escuelas Pías), 8, local 1 y 2. E-41003 Sevilla. E-mail [email protected] Key words. Late onset delusional disorder. Late onset psychosis. Late schizophrenia. Olanzapine. Psychogeriatrics. Risperidone. Introducción Las psicosis de aparición tardía (PAT), o psicosis de la edad tardía, constituyen un grupo hetero­ géneo de trastornos. Suponen aproximadamente el 10% de los ingresos por causa psiquiátrica en pacientes mayores de 65 años, lo que pone de manifiesto la gravedad y relevancia del proble­ ma. Suponen, por otro lado, un reto clínico in­ teresante por cuanto no son situaciones fáciles de tratar y constituyen un campo en el que aún quedan numerosos problemas nosológicos por resolver. La visión ante el problema es claramente di­ cotómica. Por una parte están los pacientes que han iniciado una enfermedad psicótica (esquizo­ frenia o trastorno delirante, por ejemplo) a una edad, digamos, estándar, es decir, cuando eran jóvenes, y llegan después a la edad geriátrica. Casi todos los autores relevantes convendrían en mantener el diagnóstico inicial, salvo que surgie­ ran cambios sustanciales en el curso del tiempo. 127 A. Moríñigo-Domínguez Por otra parte están los pacientes que inician la psicosis a edad tardía; en este grupo se podrían separar dos variantes: aquellos casos que son cla­ ramente secundarios a una entidad médica gene­ ral, con frecuencia una demencia (son, entonces, psicosis orgánicas), y aquellos casos en los que no aparecen necesariamente factores orgánicos relacionables con la psicosis. Resulta controvertido el hecho de asumir que las PAT son una entidad nosológicamente bien delimitada. Ciertos autores señalan que esta patología podría constituir la vía final común de otras patologías, entre las que se incluye las neurodegenerativas. En este contexto cabe pre­ guntarse si es una PAT todo cuadro delirante alucinatorio que aparece en la edad avanzada, o si sólo lo son aquéllos en los que, apareciendo en edad tardía, se puede excluir patología afec­ tiva y no se evidencia un deterioro cognitivo. La confusión, cuando no la contradicción, ha presidido la nosología de los trastornos menta­ les en la edad geriátrica; esta confusión ha sido notable en lo que concierne a los trastornos psi­ cóticos [1,2]. Historia y evolución del concepto La noción de esquizofrenia tardía es relativa­ mente reciente: la idea de que los trastornos mentales pueden aparecer de manera específica en ciertas edades surge en la segunda mitad del siglo xix. Es posible delimitar tres períodos his­ tóricos en la evolución del concepto de psicosis tardía: el período anterior a la Segunda Guerra Mundial, el que se extiende desde ésta hasta la dé­cada de los setenta, y desde entonces hasta la ac­ tualidad. Antes de la Segunda Guerra Mundial Guislain es el primero en utilizar el término ‘pa­ rafrenia’ para designar determinadas formas de locura. Kraepelin, que acababa de definir con énfasis la demencia precoz señalando que com­ prendía cuadros de aparición en edad temprana, toma el término de Guislain y llama parafrenia a un cuadro clínico caracterizado por varios sínto­ mas paranoides, escasa alteración afectiva o vo­ litiva, y buena preservación de la personalidad; no consideró la parafrenia como exclusiva de la 128 edad senil porque pensaba que podía presentar­ se a cualquier edad. Este autor ya había señalado que al menos un tercio de los pacientes con diag­ nóstico de ‘demencia praecox’ habían presentado los primeros síntomas a una edad no tan joven, por encima de los 30 años. Después, en sus estu­ dios de seguimiento, el grupo de Kraepelin con­ sideró que los pacientes diagnosticados de para­ frenia no se diferenciaban tanto de aquéllos con demencia precoz y que, por lo tanto, ambos tras­ tornos podían ser el mismo: brotando de manera temprana, la demencia precoz; o tardíamente, la parafrenia. Otro autor alemán, Gaupp, diferenció la de­ mencia precoz de un trastorno caracterizado por depresión y agitación en mujeres posmeno­ páusicas que presentaban estos síntomas como primera manifestación de la enfermedad, y que solían evolucionar hacia una forma de ‘debilidad mental’. Stransky, también a principios de siglo, usa el término ‘dementia tardiva’ para describir los casos de demencia precoz que se manifesta­ ban tardíamente. Otros autores usan los térmi­ nos ‘paranoia crónica o involutiva’ para designar los síndromes paranoides de aparición en edad avanzada. Albrecht clasifica las PAT en dos gru­ pos: los pacientes con parafrenia presenil, que cursarían con síntomas paranoides y escasa al­ teración de la personalidad, y los pacientes con ‘locura depresiva que conduce a la imbecilidad’, una situación que de alguna manera es similar a la demencia precoz de aparición tardía. Queda visto entonces que la confusión estaba presente ya desde el principio, y que continuaría en las décadas siguientes. Muchos psiquiatras usan el término ‘parafrenia’ en el sentido krae­ peliniano para designar una entidad nosológica bien diferenciada e independiente de la edad de inicio; entre estos autores se incluyen algunos tan importantes como Leonhard. Otros, hasta nuestros días, siguen usando este término para designar las PAT. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los setenta Durante la década de los cuarenta, Manfred Bleu­ ler (y con él toda la psiquiatría alemana) usa el término ‘esquizofrenia’, que su padre había in­ troducido para designar a la demencia precoz, para hablar de formas tardías, de individuos en los que la enfermedad se manifestaba después de © Viguera Editores SL 2009. PSICOGERIATRÍA 2009; 1 (2): 127-131 Trastornos psicóticos en la edad tardía los 40 años con síntomas similares a los de quie­ nes la iniciaban a edad temprana, y en los que no se observaba evidencia de enfermedad cerebral. Algunos de estos casos, señalaba Bleuler, podían aparecer incluso más allá de los 60 años. Durante los años cincuenta, en Gran Breta­ ña, Roth usa el término ‘parafrenia tardía’ para designar un síndrome cercano al descrito por Kraepelin, de aparición por encima de los 60 años, con delirios paranoides y alucinaciones, buen estado cognitivo, personalidad bien pre­ servada y sin síntomas afectivos relevantes. El término ‘parafrenia tardía’ se usó entonces para caracterizar las psicosis en edad avanzada, con síntomas paranoides prominentes, no afectivas y no orgánicas: se trataba de un concepto más am­ plio que el de esquizofrenia tardía, pero más re­ ducido que el de psicosis tardías, ya que excluía las formas no paranoides. Post clasifica las PAT en tres tipos: las aluci­ nosis paranoides, el síndrome esquizofrenifor­ me y el síndrome esquizofrénico; tras un estudio prospectivo de tres años concluye que todas estas formas clínicas constituyen en realidad un conti­ nuo del mismo trastorno. El desarrollo del siste­ ma DSM, alejado de las clasificaciones europeas, fue confuso al principio: DSM-I [3] y DSM-II [4] describían una reacción psicótica involutiva y un estado paranoide y de melancolía involutiva, res­ pectivamente. Desde la década de los setenta hasta la actualidad Las nosologías actuales no han resuelto el pro­ blema de clasificación de las PAT, pero tanto el DSM-IV-TR [5] como la CIE-10 [6] aceptan el diagnóstico de esquizofrenia sin criterios res­ trictivos con respecto a la edad. En los años se­ tenta, los criterios de investigación de Feighner, que influirían decisivamente en el DSM-III [7], indicaban que la edad máxima para considerar el diagnóstico de esquizofrenia eran los 40 años; en el DSM-III-R [8] eran los 45. Otros sistemas de clasificación (CIE-9, RDC de Spitzer) nunca impusieron criterios de edad para el diagnóstico de esquizofrenia. Llegados a este punto, cabe preguntarse dón­ de debemos situarnos para alcanzar un consenso en el momento actual. La medicina moderna ha dejado de ser, en relación al diagnóstico, entre otros aspectos, un conjunto de normas basadas © Viguera Editores SL 2009. PSICOGERIATRÍA 2009; 1 (2): 127-131 en criterios personales o en opiniones de escue­ la, y ha pasado a ser un modelo fundamentado en las pruebas que aporta la medicina científica. Es decir, los criterios diagnósticos y los concep­ tos que los sustentan deben basarse en pruebas, y son en este punto los estudios prospectivos los que más contribuyen a clarificar la cuestión. La polémica desaparecería si se demostrara que los síntomas que presenta la esquizofrenia tar­ día son similares a los que aparecen a la edad estándar. Y no sólo los síntomas son relevantes para definir una entidad nosológica y diferen­ ciarla de otras, sino que también lo son la carga genética, los datos de imagen cerebral, los défi­ cit cognitivos, y la respuesta a los tratamientos, aspectos que verosímilmente aparecerán en el DSM-V. Además sería importante conocer la estabilidad de los síntomas de las PAT conforme pasa el tiempo, sobre todo para diferenciar sub­ tipos clínicos [9]. Evans et al [10], en 1999, indicaron que los trastornos esquizoafectivos de la edad tardía comparten con las esquizofrenias tardías la ma­ yoría de rasgos clínicos y epidemiológicos esen­ ciales. Pero, por el contrario, si las formas de aparición temprana y tardía presentan diferen­ cias importantes, esto exigiría la consideración de las formas tardías como entidad nosológica diferenciada. La reunión del Grupo Internacional para la Esquizofrenia de Aparición Tardía de 1998 pu­ blicó un consenso [11], sin duda pragmático, que probablemente satisface, aunque sólo en parte, a las dos posturas expuestas y enfrentadas. El consenso asume que hay marcada similitud entre las formas que aparecen a edad estándar (16-40 años) y las que lo hacen en edad tardía, en la que se establecen a su vez dos entidades, según la edad de aparición: las esquizofrenias de aparición tardía (41-65 años) y la esquizofrenialike, de aparición muy tardía (más allá de los 65 años). El trastorno delirante de aparición tardía es una situación diferente que consiste en una úni­ ca idea delirante, por lo general no bizarra y bas­ tante comprensible psicológicamente, con una relativa buena preservación de la esfera afectiva y la personalidad en otras áreas fuera de la de­ lirante. La función cognitiva suele estar mejor preservada, pero el reto terapéutico es igualmen­ te alto ya que la relación con el paciente suele ser compleja. 129 A. Moríñigo-Domínguez Clínica y tratamiento Algunos autores han aportado recientemente una visión triple, más dimensional de las PAT: señalan que además de lo referido para las psi­ cosis esquizofrénicas de aparición tardía, en el concepto deben incluirse los cuadros de psicosis que aparecen en el curso de las demencias, y los episodios del trastorno bipolar de inicio en edad tardía, que cursan con síntomas psicóticos, tanto si se trata de episodios depresivos como manía­ cos. Es necesario remarcar esta visión tridimen­ sional, pero para no acrecentar la polémica no me detengo más en la cuestión. En cuanto a la terapéutica, los fármacos más efectivos en el tratamiento de las PAT son los an­ tipsicóticos (neurolépticos o tranquilizantes ma­ yores), que en las últimas décadas se han reno­ vado de manera importante. Por las ventajas en cuanto a la tolerancia, debe preconizarse el uso de los antipsicóticos atípicos en el tratamiento de los pacientes mayores. En cambio, los antipsicóti­ cos convencionales deben quedar marginados del tratamiento en pacientes geriátricos a causa de la mayor incidencia de discinesia tardía, de los efec­ tos extrapiramidales en general, de la cardiotoxi­ cidad, y de los efectos anticolinérgicos, iniciado­ res o potenciadores graves del déficit cognitivo. Los fármacos más empleados son los antipsi­ cóticos atípicos. Para una revisión actualizada, aunque centrada en población estadounidense de residencias geriátricas, resultarán sumamente interesantes los datos que se exponen en el es­ tudio de Kamble et al [12]. Se presenta a con­ tinuación una exposición resumida de los datos relevantes de los fármacos más utilizados: el número de casos (27 pacientes), la olanzapina resultó eficaz en dosis de 8,4 ± 4,2 mg/día. En otro estudio [17], éste de olanzapina frente a ha­ loperidol, la olanzapina fue más eficaz y provocó menos síntomas extrapiramidales; la dosis eficaz de olanzapina se situó ligeramente por encima de 10 mg/día. Esta sustancia, por su perfil sedati­ vo y por sus efectos sobre los síntomas afectivos, puede ser un fármaco de interés en pacientes excitados o depresivos. La risperidona y la olan­ zapina mejoran, por otra parte, la función cogni­ tiva en mayores con psicosis [18]. Quetiapina Presenta un mejor perfil de efectos adversos ex­ trapiramidales que la risperidona [19], pero re­ quiere un escalado de dosis especialmente lento. Hay pocos estudios específicos en población an­ ciana; el de Tariot et al [20] incluye trastornos psicóticos de todo tipo, como los orgánicos. Aripriprazol Los datos disponibles son insuficientes en cuanto a pacientes ancianos; no obstante, es un fármaco sin duda interesante para esta población por su buena tolerabilidad. Tiene además una acción positiva sobre el componente afectivo. Otros fármacos Amisulpiride y ziprasidona presentan datos favo­ rables para su uso en ancianos con psicosis [15]. Risperidona Bibliografía Es el mejor estudiado y el más usado en ancianos; en esta indicación es eficaz en dosis de 2,4 mg/ día [13]. En el estudio de Jeste et al [14], compa­ rativo entre risperidona (2 mg/día) y olanzapina (10 mg/día), la eficacia y tolerancia de ambos fármacos fueron similares. Un estudio reciente [15], de 2008, sigue describiendo la eficacia de la risperidona en los ancianos con psicosis. Olanzapina Son limitados los estudios en psicosis tardías; en el de Sajatovic et al [16], aunque restringido por 130 1. Moríñigo A, Agüera L, Martín M, Pujol J, Azpiazu P, Martín J. Las esquizofrenias de las personas mayores. Barcelona: Glosa; 2004. 2. Agüera L, Rubio I. Esquizofrenia tardía. In Agüera L, Martín M, Cervilla J, eds. Psiquiatría geriátrica. Barce­ lona: Masson; 2002. p. 387-411. 3. DSM-I. Manual diagnóstico y estadístico de los trastor­ nos mentales. 1 ed. Washington DC: American Psychia­ tric Press; 1952. 4. DSM-II. Manual diagnóstico y estadístico de los trastor­ nos mentales. 2 ed. Washington DC: American Psychia­ tric Press; 1968. © Viguera Editores SL 2009. PSICOGERIATRÍA 2009; 1 (2): 127-131 Trastornos psicóticos en la edad tardía 5. DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 4 ed, texto revisado. Barcelona: Masson; 2002. 6. CIE-10. Trastornos mentales y del comportamiento. 10.ª revisión de la Clasificación Internacional de las Enfer­ medades. Organización Mundial de la Salud. Madrid: Meditor; 1996. 7. DSM-III. Manual diagnóstico y estadístico de los tras­ tornos mentales. 3 ed. Washington DC: American Psy­ chiatric Press; 1980. 8. DSM-III-R. Manual diagnóstico y estadístico de los tras­ tornos mentales. 3 ed, revisada. Washington DC: Ameri­ can Psychiatric Press; 1987. 9. Eyler-Zorrilla LT, Jeste DV. 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