Cuando Fidel me dio la mano

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NACIONAL
MARTES
11 DE AGOSTO DE 2015
juventud rebelde
Cuando Fidel me dio la mano
Testimonio de la joven sorda Adriana Alicia Magariño,
graduada en la Enseñanza Superior
por LUIS HERNÁNDEZ SERRANO
[email protected]
LA joven que mira perfectamente con sus
ojos claros todo lo que le rodea, no es capaz de escuchar ni una palabra, porque el 6
de noviembre de 1984 nació sorda profunda en su hermosa ciudad de Trinidad, en
Sancti Spíritus, y dentro de pocos meses
cumplirá 31 años.
Ella es Adriana Alicia Magariño Pérez. Entre sus virtudes intelectuales más sobresalientes figuran dos muy importantes: que es
una joven sorda cubana que alcanzó a
graduarse en el nivel universitario como Licenciada en Educación Especial, y la única
joven carente del sentido del oído que llegó
a ser presidenta de la Ansoc en una provincia, en su caso la suya, Sancti Spíritus.
Claro que en ese logro desempeñó un
trascendente rol su madre, Elvira Celina Pérez González, ya fallecida, quien desde niña
le enseñó a desenvolverse por sí misma en
todos los instantes y circunstancias de su
existencia. Para esta entrevista me valgo de
una joven que conoce el lenguaje de señas.
«Estudié en la escuela primaria para sordos Rafael Morales González. Cuando terminé ese nivel escolar pensé que me quedaría
en mi casa, pero mi madre habló con Julio Vicente, a cargo entonces de la Educación
Especial en mi provincia, luego de consultar
con los padres de otros niños sordos para
que esos muchachos no se quedaran sin
superarse.
«Según lo establecido, la enseñanza escolar a los sordos se impartía solo hasta el
sexto grado, pero mi madre insistió. Fue a
ver a Julio Vicente y le pidió que yo pudiera
seguir estudiando con la ayuda de un intérprete a mi lado, en la Secundaria, y así logré
vencer ese nivel escolar.
«Mi madre entonces casi se mudó hacia
la escuela de niños sordos de Sancti Spíritus, donde comenzó a trabajar como veladora para estar siempre a mi lado tras la búsqueda de un empeño mayor.
«En la familia solo mi madre hizo plenamente suyo el lenguaje de señas. Y en la escuela encontró otra columna humana, el mismo
director Julio, a quien considero como un
padre por su identificación con la situación
social de los sordos y porque en particular
siempre me convenció de que lo imposible
se puede conquistar en la Tierra. Él me condujo hacia el liderazgo en mi comunidad, y
me indujo a cambiar y a compensar todo lo
que pudiera el silencio de mi destino.
«Tal fue su esmero, que logró que en el
aula de la secundaria básica aquella, a los
únicos seis sordos —rodeados de muchos
adolescentes oyentes— un intérprete nos
explicara con suma paciencia las distintas
asignaturas».
Desde La Habana, al enterarse de que
esto se estaba realizando, y que rompía las
rutinas y dogmas establecidos en ese sentido
en la Educación Especial, una profesora de origen ruso, Tatiana, acudió a Sancti Spíritus a
examinarnos en Matemática, Historia, Ciencias Naturales y Geografía, para comprobar
que todo era cierto. Salieron muy bien los
niños sordos, se confirmó que no era una falsedad y de esa forma Adriana comenzó a destruir las barreras de la «discapacidad» e insertarse de igual a igual con los estudiantes oyentes, todo un éxito docente y psicológico.
Así, pese a haber nacido sorda profunda,
con un esfuerzo constante, un deseo y un
talento para abrirse paso en la vida —fundamentalmente por sí misma— Adriana
logró una sintonía muy especial para comunicarse no solo con sus iguales, sino con el
resto de las personas que le rodeaban a
diario en distintos lugares y circunstancias,
y poder entender a todos y… ¡que todos la
entendieran!
«Desde niña me he desenvuelto muy
bien a través del lenguaje de señas, porque
aprendí los métodos antiguos y los más modernos. Mi hermana Alicia había venido al
mundo ocho años antes que yo, sin el precioso sentido de la audición, y por eso nuestra madre, Celina, la llevó al médico en La
Habana, en busca de respuestas y encontraron que nuestros padres portaban el mismo factor sanguíneo y esa fue la causa del
problema que nos afectó a las dos.
«Cuando pasaron algunos años, mis padres volvieron a arriesgarse, repitieron el intento y nací yo con la misma limitación orgánica de no estar en condiciones de escuchar los sonidos físicos, aunque sí con el
don de oír los “sonidos espirituales”, esos
que emanan siempre de la noble conducta
del prójimo.
«No quiero olvidar otro suceso de mi vida. Cuando yo estaba aún en la Primaria, mi
madre escuchó por radio una convocatoria
para escoger a niños que actuaran en una
novela televisiva franco-cubana. Ella nos lo
propuso a mi hermana y a mí y nos escogieron en la Casa de la Cultura. El filme Cielo Azul fue exhibido en nuestra patria.
«Yo creía que con el sexto grado regresaría a mi ciudad natal, Trinidad, pero de pronto
por YAREMI ESTONEL LAMOTH
CON motivo del aniversario 70 del Changüí Guantánamo,
en el portal de la Casa de la Trova José Benito Odio tendrá
lugar una gala homenaje a la reconocida agrupación fundada el 11 de agosto de 1945, bajo la tutoría de los músicos
e investigadores guantanameros Rafael Inciarte Brioso, Clarisa Creagh Creagh y Luis de Jesús Morlote Ruiz.
La han organizado el Centro Provincial de la Música y
el Centro de Información y Documentación Musical Rafael
Inciarte. En esta intervendrán los grupos Estrellas campesinas y El guajiro y su changüí, ambos de Felicidad de
Yateras; la compañía Ballet Folclórico Babul, el proyecto
comunitario Mi changüí tradicional, y la pareja integrada
por el actor Juan Carlos Monsech y su marioneta Cachita,
todos bajo la dirección artística de Lázaro Macpherson
Willians.
me vi en el aula de la secundaria
básica Olivos I, donde pensé que
los otros muchachos se burlarían
de mí. Sin embargo, poco a poco
los unos se conectaron con los
otros y los muros burlescos
comenzaron a desplomarse.
«Cuando yo tenía 15
años, mi madre me embulló
para participar en el Concurso de Belleza del Carnaval de Trinidad, en el
que intervinieron 20
muchachas. ¿Sabe
usted qué? Me eligieron como la Reina, en 2000.
«Luego vendrían
los años de preuniversitario en la
EIDE de Sancti
Spíritus, las continuas trampas de
la Gramática, que
me obligaban a
reescribir cada
palabra; el rigor
de las ciencias; la
tensión de los exámenes, en los que siempre obtuve más de 90 puntos, pese a las
dificultades de mis oídos; sin obviar jamás
la ayuda imprescindible de los intérpretes,
que son seres de otra sangre, pero como
hermanos carnales.
El Director Provincial propuso entonces
que la enseñanza universitaria a los sordos
se realizara también con la ayuda indispensable de un intérprete. «Y tuve una que me
acompañó y me tendió su mano durante los
cinco años de mi carrera: Ana Yanet Gómez.
Me gradué de Licenciatura en Educación Especial, como profesora, con cinco puntos,
luego de cinco años de riguroso estudio, el
12 de julio de 2010, la primera en nuestra
patria.
«Después fui profesora de prescolar y
del primero al tercer grado en la Escuela Especial de Sordos. Y poco después me convertí en la presidenta de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc) en Sancti
Spíritus.
«Tengo que recordar igualmente que la
Ansoc me seleccionó para participar en un
encuentro internacional de mujeres, organizado por la FMC. Y no olvido que cuando
concluyó, y Vilma Espín se retiraba, entre las
personas a las que saludó, por fortuna, estuve yo. Ella, tan amable, me dio un beso y
Celebran los 70 del
Changüí Guantánamo
Este grupo, que estableció de forma definitiva el formato instrumental del changüí, contó entre sus fundadores a
los hermanos Arturo Latamblé, bongosero y primer director;
y Reyes Latamblé Veranes, «Chito», el gran tresero, a quien
se le dedicará el VIII Festival Nacional de Changüí, en 2016.
Varios han sido los estímulos recibidos por estos embajadores del género en la Feria Internacional Cubadisco, como el
Premio de Honor y el Especial por Changüí y cumbancha Ahora sí; y el de Música Popular Tradicional y Folclórica, en diversas
ediciones; también el Cemí de Gran Tierra y La Fama, símbolos
de la provincia y la ciudad de Guantánamo, respectivamente.
Foto: Cortesía de la entrevistada
un abrazo y me dijo: “¡Qué bonita eres!”. De
sus sabios y nobles labios, ¡ese ha sido para mí como un gran diploma!
«Recuerdo también que la Junta Directiva
de la Ansoc, en 2010, me envió a un evento
internacional para sordos, efectuado del
1ro. al 8 de agosto, en Isla Margarita, en
Venezuela, acompañando a dos niñas sordas, una de Trinidad y la otra de Santa Clara.
Ya se cumplen cinco años de aquella inefable experiencia.
«Otro hito en mi vida que no olvido tampoco fue aquel Congreso de la UJC efectuado en
2010, en el que cuando el General de Ejército
Raúl Castro se marchaba saludando a los presentes, me dio su mano y me impactó mucho
eso. ¡Ese fue mi segundo diploma!
«Y, por supuesto, debo, aprovechando su
entrevista, confesar que la emoción más grande de mi vida fue aquel día en que asistí a un
evento en el Palacio de las Convenciones
(dedicado al reclamo del fin del secuestro del
niño Elián González) y que, al final, cuando nos
íbamos,pasó Fidel. Me temblaba el cuerpo de
una alegría interna enorme. Le di la flor que llevaba —una mariposa— y él me dio su mano.
Ese tercer e intangible diploma también vive
en mis recuerdos».
Como parte del plan de homenaje trazado en el territorio, a la agrupación se le dedicó la Semana de la Cultura Guantanamera,
como mismo sucederá en los próximos carnavales,
del 13 al 16 de
agosto; en la
Jornada por la
Cultura Cubana,
en octubre, y en la
XX Fiesta a la
Guantanamera,
en diciembre.
Foto: Leonel Escalona Furonese
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