Tu postura cuenta en las entrevistas de trabajo Tener una actitud positiva o mostrarse proactivo son dos de los consejos más repetidos para afrontar una entrevista de trabajo. Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que la postura física que se adquiera puede ser incluso más importante para demostrar autoridad y confianza. José Trecet – Enero 2011 La mayoría de los trabajadores son capaces de invertir miles de euros en su formación sólo para mejorar profesionalmente, pero después son pocos los que investigan otras fórmulas de coste cero. Existen consejos muy extendidos tanto para quienes ya están contratados como para los que buscan convencer al departamento de recursos humanos. Por ejemplo mostrar entusiasmo, ser proactivos o mostrar una actitud positiva en general. Sin embargo, estas no son las únicas fórmulas para causar una buena impresión. Un reciente estudio de Kellogg School y Stanford Graduate School of Business ha descubierto que la postura corporal puede tener un papel crucial para determinar si una persona actúa como si realmente estuviese a cargo. Es decir, si estamos ante un trabajador responsable y diligente. La investigación concluye que las posturas expansivas, que consisten en posicionar el cuerpo de forma que ocupa más espacio físico, crean una sensación de poder que producen cambios en el comportamiento del interlocutor independientemente de su rango o posición jerárquica en la empresa. El estudio, titulado “Posturas poderosas frente a roles poderosos: ¿Cuál es la próxima correlación entre pensamiento y conducta?” (“Powerful Postures Versus Powerful Roles: Which is the Proximate Correlate of Thought and Behavior?” en inglés) ha sido publicado en el número de enero de la revista Psychological Science y en él se explica que la postura puede ser más significativa para las manifestaciones psicológicas de poder que su puesto laboral por sí solo. La investigación fue llevada a cabo por el profesor de Kellogg Adam Galinsky y la doctorando Li Huang junto con la profesora de Stanford Deborah Gruenfeld y la también doctorando Lucia Guillory. Los principales resultados apuntan a que la postura física que se adopte Redacción Mastermas.com tiene más peso que el papel jerárquico hasta el punto que podía hacer a una persona actuar con mayor aplomo y con mayor fortaleza que la que posee a efectos reales. Estos hallazgos son especialmente útiles en situaciones como entrevistas de trabajo. Así, por ejemplo, una buena postura puede transmitir confianza y liderazgo y ayudar al entrevistado a actuar de forma más enérgica. Y eso que los investigadores pensaban que el rol sería lo que verdaderamente marcaba la diferencia. Galinsky expone un claro ejemplo de cómo la postura puede llevar a las personas a actuar como si estuviesen al mando en la portada de la revista The New Yorker del 5 de diciembre de 2005. La imagen ilustra la relación de poder entre el ex presidente de Estados Unidos George W. Bush y su vicepresidente Dick Cheney. El primero aparece en una postura de constreñida y encovada, además de con un plumero, mientras que el segundo se ve que está al mando, ‘desparramado’ en el sofá con sus piernas sobre la mesa. Cuando la diferencia entre papel jerárquico y lo que trasmite el cuerpo son tan divergentes, la postura parece ser más importante en determinar la forma de actuar y pensar de quienes nos rodean. El estudio se compuso de tres experimentos diferentes para explorar los efectos de la postura corporal frente a los del puesto en las relaciones de poder. Los dos primeros demostraron que para las personas con roles sin demasiado poder real adoptar una postura expansiva o constreñida era lo que definía la actitud del interlocutor. En los ensayos con posturas expansivas, los participantes debían situar un brazo en el reposabrazos de la silla y el otro la parte alta de una silla adyacente, además de cruzar las piernas de forma que se extendiesen más allá de las patas de la silla. En los contrarios, los participantes debían posicionar las manos bajo los muslos, con los hombros caídos y sus piernas juntas. Las pruebas incluían, entre otros ejercicios, jugar al blackjack. Curiosamente, los participantes que adoptaron posturas expansivas adoptaban un tono más autoritario y se mostraban más activo que sus contrarios. Al final, pese a que las personas con roles de poder dijeron sentirse más poderosos que los que tenían roles más modestos, la manipulación de estos (es decir, cambiarlos entre participantes) no tuvo demasiado efecto en las acciones que después llevaban a cabo. Sin embargo, la postura sí que hacía a los participantes comportarse de una forma u otra. En el tercer experimento, los investigadores demostraron que la postura también tenía un gran efecto en la forma de actuar, mayor que el recordar experiencias en las que se estuvo en una posición de poder. Los participantes recordaban un momento de su vida en el que tuvieron una posición dominante u otra de sumisión mientras adoptaban posturas expansivas o Redacción Mastermas.com constreñidas. Quienes adquirían posturas expansivas eran más propensos a actuar que quienes no lo hacían, independientemente de si la experiencia rememorada era positiva o negativa. ¡Síguenos en Facebook en ‘Mastermas.com’! Te esperamos * * * * Contenidos relacionados en Mastermas.com: Trucos para destacar en la búsqueda de empleo Redacción Mastermas.com