37. 0 Congreso de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) en Buenos Aires. Un año después 1. MARKEZ Hace un año se celebró, del 28 de Julio al 2 de Agosto el 37.° Congreso Psicoanalítico Internacional en Buenos Aires. Por fin la Asociación Internacional de Psicoanálisis (lPA) bajó al hemisferio Sur para reunirse en el Sheraton Hotel, nada menos que 3.300 psicoanalistas de 40 países, supe­ rando en un 50% la media de congresos anteriores. Tema: "El cambio psíquico: la evolución de la teoría de la técnica psicoanalítica". Organizado después de "sortear muchas dudas, prejuicios y temores relacionados con la hegemonía europea y nortea­ mericana" como señalaría, el electo presidente de la IPA, el Dr. Etchegoyen, y tras haberse recelado de las posibilidades de financiación y la capacidad organizativa. Las primeras se solventaron con la propia inscripción de tan ámplia afluen­ cia. Las tareas organizativas se resolvieron por el inmenso trabajo de psicoanalistas de las Asociaciones Psicoanalíticas de Argentina y de Buenos Aires -APA y APdeBA- sin ol­ vidar a los grupos de Córdoba y Mendoza, que ya dos años antes optaron por marcar un paréntesis en sus desavenen­ cias y unir esfuerzos para ofrecer este marco para el debate y la producción de ideas. Cambio en el interior Desde aquel 1943, año del reconocimiento de la Asocia­ ción Psicoanalítica Argentina por la IPA hasta 1991, muchos avatares han acontecido para los psicoanalístas de America Latina. Ya en 1971, en la Viena de Freud, Marie Langer leería su magnífico trabajo de "Psicoanálisis y/o Revolución Social". De regreso, el grupo de Plataforma Argentina, surgido en el anterior congreso de Roma, renunciaría a su pertenencia en la "Internacional" produciéndose la primera gran escisión en la IPA desde su fundación por S. Freud y compañía. Razones políticas y razones ideológicas hubo por medio. Durante los años de dictadura militar la IPA nunca se pro­ nunció contra las frecuentes violaciones de los derechos humanos. En 1979 se decide que el 33.° Congreso de 1983 se reali­ ce en Río de Janeiro, pero esa decisión es revocada en Hel­ sinki (1981) a raíz del escándalo de Amilcar Lobo. Se propone a México para años más tarde... así hasta el año 1991 en Buenos Aires. Han tenido que esperar 81 años para que un congreso se desarrolle en sus tierras, a pesar de que más del 25% de los miembros de la IPA sean latinoamericanos, ar­ gentinos y brasileños, principalmente. Médico Psiquiatra. Centro de Salud Mental. Bermeo (Vizcaya). 300 Como escribiera Volnovich, el comunicado de invitación no tenía desperdicio en su intento de tranquilizar a los psi­ coanalístas de los países desarrollados para la visita a "tie­ rras tan llenas de peligros, de violencia, de falta de derechos humanos, de cólera y sobre todo tan llena también de lati­ noamericanos... dejen sus reparos y vengan a este Sur que también existe", y donde "Gracias a la Guerra del Golfo hay estabilidad económica y se puede viajar a Argentina". De­ masiadas lindezas. Las modificaciones, los cambios en la IPA han sido noto­ rios. Etchegoyen también lo ha venido manifestando: el cre­ cimiento de miembros, la aceptación de la existencia de otras instituciones, la asimilación de los psicólogos, y percatarse de la importancia de América latina son elementos de mani­ fiesto cambio. Por fin la IPA ya no se presentó como una secta con sus dogmas sino que reconocía la existencia de distintas posiciones teóricas, escuelas y corrientes ideológicas que con­ vienen y se exteriorizan en distintos foros de encuentro. Cambio de Presidente La elección del nuevo Presidente, Horacio Etchegoyen (Miembro de AP de BA), en reñida pugna con el también argentino Jorge García Baradaco (miembro de APA) , da con­ tinuidad a la labor iniciada hace ya 20 años por León Grin­ berg tras ser designado secretario para el área en la IPA. Las cuestiones organizativas y de reparto equitativo de poder han culminado con que un país sudamericano sea sede de con­ greso y que el presidente de la Internacional no sea de Europa ni de EE.UU. El Dr. Etchegoyen es doctor egresado de la Universidad de la Plata, con estudios de postgrado en Tavistok, miembro invitado de la Sociedad Psicoanalítica Británica, docente de la Universidad de CUYO, fundador y didacta de APdeBA... , autor de numerosos trabajos y libros, ("los fundamentos de la técnica psicoanálitica", Estudios de clínica psicoanalítica"...). Se analizó con Heinrich en Lourdes, supervisando casos con León Grinberg y David Liberman. Partidario de profundizar en las elaboraciones a partir de los casos clínicos para llegar a acuerdos teóricos frente a ponencias más academicistas. Cambio Psíquico Este fue el tema central del Congreso. Claro que tambien decenas y decenas de comunicaciones y ponencias en gru­ pos de trabajo simultáneos (hasta diez), sobre los temas más variados ocuparon el interés de los especialistas. La adoles­ 48 37. o Congreso de la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA) cencia, la familia y pareja, la violencia social, el antisemitismo, la amenaza nuclear, el abuso sexual de niños y las pesadillas, la devastación medioambiental en relación al psicoanálisis, nar­ cisismo y objeto, el multilingüismo, la conquista de dos mun­ dos, investigación de los psíquico, etc, etc..., llevaron los contenidos del programa científico. A algunos resultaba curioi­ so ver a los psicoanalístas reflexionando sobre fenómenois so­ ciales de actualidad poco o nada psiquiatrizados. El cambio, la trasformación de la persona en sus relacio­ nes interpersonales, y con el medio, o las trasformaciones en el propio cuerpo. No hay vida sin cambio. Recojo algu­ nos estractos de Isidoro Berenstein. Podemos decir que, a veces, hay cambios con conflictos y su resolución se registra comouna sensación de contento y satisfación, y otras veces el cambio produce sufrimientos y estos nos parecen decisi­ vos porque el aumento del sufrimiento psíquico es lo que determina el pasaje a lo que llamamos habitualmente sínto­ ma y enfermedad. El cambio psíquico involucra no solo cambio deseado si­ no que también incluye a veces las modificaciones no de­ seadas que tienen su raíz en la parte inconsciente de la mente... la mente que tiene una parte que conocemos y otra más profunda y ámplia no conocida, motiva esos cambios 49 Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. Vol. XII, N. o 43, 1992 que conducen al crecimiento o al sufrimiento. Al no saber las motivaciones es probable que se las adjudique a causas del momento, estableciendo una falsa conexión... Toda ex­ periencia significativa en la vida deja una marca en la me­ moria de la que no tenemos conciencia; sobre estas marcas se producen repeticiones, y es la repetición de esas expe­ riencias grabadas, donde muchas veces está la raíz de los cambios psíquicos que producen sufrimiento. También los cambios sociales dejan registros en la memoria. Si hay sufrimiento por un cambio psíquico y la persona no puede controlarlo puede necesitar un tratamiento psico­ terapéutico. El psicoanalÍsta es alguien especializado que en­ tiende de este tipo de cambios, que indaga de forma sistemática las causas de la conducta humana mediante una técnica (la psicoanalítica) destinada a "hacer consciente los inconsciente" (vieja idea reformulada por Freud con ocasión de la introducción de la teoiría estructural del aparato psí­ quico) , con un instrumento en la interpretacion, y con un delimitado encuadre. Aceptadas las diversas aportaciones, todo es válido en aras de un humanismo gratificador que no impone ni somete si­ no que respeta y tolera las diferencias. Se permite todo me­ nos cuestionar el sistema. 301